El demonio y el payaso
«¿Cuál es el precio del paraíso? 5.000 millones de vidas»
Como consecuencia de la importancia y relevancia actual del Joker (sobre todo con el rotundo éxito en el cine, con la película homónima triunfando en la taquilla y con un éxito de crítica traducido en premios, principalmente para su protagonista, Joaquin Phoenix) se están llevando a cabo reediciones (o primeras ediciones) de material protagonizado por la némesis de Batman. Fruto de esta labor, tenemos esta Sonrisa del demonio, publicado originalmente en la cabecera Legends of the Dark Knight en el año 2001, en plena renovación para la editorial y sus personajes.
Las alianzas temporales entre villanos siempre resultan, como mínimo, interesantes para el aficionado, específicamente cuando ambos pertenecen a mundos (y a historias) aparentemente antagónicas o contradictorias. Dos personajes, en esta ocasión, tan distintos como el Joker (protagonista de la obra) y Ra´s Al Ghul como punto de partida, en una narración en la que predomina el dialogo sobre la acción. Chuck Dixon, en este sentido, toma una decisión muy acertada en el guion, al limitar al mínimo las intervenciones entre estos dos con el propio Batman, permitiendo que su línea argumental tenga entidad y sentido sobre la propia a la investigación del detective.
En un autor en el que siempre ha prevalecido lo efectista resulta este un cómic particular, pues se centra, como decimos, en el conflicto con una aproximación muy relajada, de intercambios continuos entre los dos villanos, desarrollando precisamente la diferenciación entre los dos. Claramente se toma partido por el Joker, saliendo victorioso en la práctica totalidad de los enfrentamientos, mientras que en el caso del Demonio, se le muestra irritable y menos inspirado. Aquí se encuentra lo mejor del tomo, lo principal y más elaborado. Dixon conoce el personaje, el peligro que entraña el payaso en escenarios muy distintos. En puridad, no deja de estar atrapado o encerrado en ningún momento y, a pesar de ello, parece que es el resto de personajes los que son prisioneros de sus maquinaciones.
En cuanto al cruzado de la capa, por su parte, funciona más bien como un puro secundario, junto a Gordon y Barbara, con un papel muy reducido dentro del contexto de la obra. A pesar de ello (o por ello, mejor dicho) se le reserva el conflicto principal al final del tercer número y principio del cuarto. El clímax, por tanto, es puro Batman, de un modo muy atractivo, aunque también predecible dado el tono del conjunto.
Por el lado contrario, la laguna principal es achacable al conflicto general. Un plan de dominación del mundo descafeinado y rutinario, sin ningún interés más allá que aportar un marco a las intervenciones del dúo. Tampoco resulta aprovechable la presencia de Talia, sobre todo en el momento del final, sin que el escritor de Batman: el cáliz sepa aportarle desarrollo o un papel más concreto e individualizado.
Se vuelve a lugares comunes que siempre han estado presentes en las historias de ambos, sobre todo en lo relativo al mundo del Demonio, sin resultar algo manido pero tampoco excesivamente novedoso, lo cual acaba lastrando en cierta medida la originalidad y elementos propios de la obra. Tenemos, por tanto, suficientes características como para poder disfrutar del tebeo, pero no los suficientes como para que hablemos de una obra particular.
En el dibujo, por su parte, nos encontramos con el principal hallazgo del tebeo. Aparo, nombre fundamental en la historia del murciélago, demuestra oficio y determinación en su trabajo, alcanzando brillantez en momentos puntuales en los que muestra mayor interés, especialmente cuando en la escena predomina la presencia del Joker. El color, con pocos detalles (propios de la época), acompaña con vigor y corrección, dejándonos, por ello, con un trabajo a la altura. Nada resulta particularmente extraordinario pero sí permite que el guion de Dixon alcance su máximo potencial, elevando la obra al lugar adecuado. Como aspecto más destacable está el diseño del payaso, terrorífico como pocos en las escenas iniciales del número 142 (el primero del tomo), con un punto de locura muy particular que es atribuible a lo acertado del dibujo.
En conclusión, nos encontramos con un cómic entretenido, que sabrá satisfacer el interés de todo fan completista de Joker o que busque pura evasión y acción en un tebeo.
Lo mejor
• El dibujo y diseño del Joker.
• Presenta interés y un correcto entretenimiento.
Lo peor
• El papel de Talia.
• El conflicto general es manido y descafeinado.
Mi resumen seria que es una obra con interes historico para un coleccionista, pero no lo recomendaria al lwctor general. Me explico.
La editorialmente maltratada LOTDK llevaba un tiempo dando tumbos, habia perdido su premisa inicial de arcos cortos de autores relevantes ambientados en una epoca mas temprana del Murcielago. La cosa comenzo a cambiar des pues de Tierra de Nadie, con arcos mas en ese espiritu como «Asedio» de Robinson/Rogers o «Terror» de Moench/Gulacy. A continuacion vino Dixon y se rompio la tonica.
Dixon lo plantea como un capitulo perdido de su etapa en los tres grandes de los 90. Quieres saber que paso ebtre la batalla del Alcaudon que cerraba «Legado» y la siguiente aparicion de Ra’s en Estambul en el Batman Chronicles? Aqui te lo cuenta Dixon. Y desde ese puntonfunciona como una historia mas de epoca bastabte respetuosa salvo una metedura de pata bastante llamatica del dibujante.
Yo lo compre, a pesar de haberlo leidoben ingles, por Aparo. Si no me equivoco fue su ultimo trabajo con el Murciélago y lo hice a modo de un homenaje simbolico, porque ni a el ni a sus herederos le reporta nada. El entintando de Cebollero creo que fue muy criticado en su epoca, pero yo no lo veo mal.
Lo que si que es entrañable es que se renarque que Ra’s juega en otra Liga y hasta el Joker es consciente de ello y le tema, y que es complicado jugarsela porque, a ver, sonbsiglos de experiencia maquinabdo y manipulando. Igualito quw ahora, vamos.
Lo de Talia, si eso ya tal.
Saludos!
Hola, Drury Walker. Gracias por tu comentario, es muy interesante lo que comentas.
Legends of the Dark Knight merece una edición cronológica y en condiciones. Desde los tiempos de Zinco nadie se ha preocupado por ella. Es la serie ‘fea’ de la batfamilia.