«Cuando uno se vuelve loco, ¿se da cuenta?»
Continúa la historia sobre el Joker del aclamado dúo Jeff Lemire y Andrea Sorrentino. Un cómic nada coral centrando todo en la figura del doctor con un Joker antagonista pero que ejerce como continuo motor de la trama. Una tétrica escena abre el cómic, pero ¿es un delirio?, ¿una pesadilla? Debe serlo, la alternativa es escalofriante. Al doctor cada vez le cuesta más esconder su inestabilidad o enmascararla con estrés o cansancio. Su familia comienza a sufrir más abiertamente el trabajo de Ben. El psiquiatra perderá los nervios con el Joker, seguro este de que los iba a perder: “En cuanto piso Arkham entro en el otro mundo, lo sé y lo dejo atrás cuando vuelvo a casa. No puedo consentir que permee. No puedo consentir que el otro mundo entre en este”.
Resulta complicado reseñar la obra sin desvelar nada. Baste decir que el esperable destino del doctor llega antes de lo esperado. Una segunda entrega en la que el terror psicológico y la locura se adueñan del cómic con un Ben desquiciado del que se revela su verdadera cara y vira peligrosamente hacia la infamia.
¿Qué es la locura? La privación del uso de la razón o el buen juicio, vinculada a un desequilibrio mental que se manifiesta en una percepción distorsionada de la realidad, la pérdida del autocontrol, las alucinaciones y los comportamientos absurdos o sin motivo.
¿Cuál es la causa de la locura? Sin ser científicamente una certeza, se cree que la locura nace de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales como pueden ser sucesos estresantes o problemas familiares.
¿Cuáles son los primeros síntomas de la locura? Cansancio, baja energía, problemas de sueño, delirios, o alucinaciones.
Sin ningún ánimo de hacer enloquecer (nunca mejor dicho) a los aprensivos, querido hipocondríaco, todos muchos estamos cansados, esta información es relevante porque leyendo las respuestas a estas tres preguntas resulta evidente que Jeff Lemire ha leído las definiciones. El cómic se guía casi milimétricamente por lo aquí expuesto, los primeros síntomas de la locura se contemplan claramente en el Libro Uno.
El Joker no resulta tan frío e inteligente como en la anterior entrega, aunque para él los síntomas del doctor son evidentes y de alguna manera advierte lo que nadie puede: “Bueno, vamos avanzando, tres semanas…”. El criminal conoce el estado del doctor, como si dentro de su locura vislumbrara la de los demás y fuera capaz de modelarla a su gusto, dándole la forma “apropiada”. Sin embargo, el Joker no es tan inquietante como en Libro Uno. Ese papel ahora recae en Ben Arnell cuya rota psique da sentido a la obra y proporciona momentos de incertidumbre y desasosiego a partes iguales.
Un viaje a la locura con el sabor propio de Jeff Lemire, locura melancólica y solitaria envuelta en un terror psicológico muy bien medido, en una obra intimista y oscura que no otorga ninguna posibilidad a su protagonista de salir bien parado, pero no desistamos, quizás el Libro Tres sorprenda y Ben salga ileso de las garras del Joker, difícil, pero cosas más raras se han visto.
Del dibujo se encarga Andrea Sorrentino que continua estático en cuanto a composición de viñetas y consigue sus mejores páginas cuando se aleja de su marcada estructura. La narrativa sigue siendo buena oponiéndose a la inexpresividad de la mayoría de los rostros. No es un mal dibujo, desde luego, representa y compagina bastante bien con el guion de Lemire. Jordi Bellaire acierta en cada tono que utiliza dotando al cómic de una atmósfera sobrecogedora. La artista es un valor seguro dando color a los mejores cómics de la editorial. Kaare Andrews participa con una genial portada alternativa que utilizamos aquí como portada de la reseña, basada en la primera escena del libro, la pesadilla de la cafetería llena de villanos. Gran trabajo el de Sorrentino en esa Splash-page.
Este libro continúa la senda marcada por la primera entrega acentuando el terror psicológico y desvelando sus cartas, un lastimoso y tétrico descenso a los infiernos guiado por la imparable mano de la locura, con el Joker convertido en el arquitecto del oscuro foso que solo con su mera presencia, magnetismo y afiladas e inteligentes palabras, es capaz de arruinar la vida de cualquiera que se cruce en su camino. Con Jeff Lemire, dichoso en el ritmo narrativo y Andrea Sorrentino, poco exigido pero solvente, la serie mantiene el interés despertado en el inicio del título y deja con ganas del Libro Tres.
Locura
Guion - 8
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.7
Jeff Lemire y Andrea Sorrentino entregan más de lo mismo que en el anterior número, con buen hacer colocan Sonrisa Asesina como una de las propuestas más interesantes de DC Cómics