Hay autores que pese a tener producción artística poco extensa alcanzan la categoría de maestros en su campo. Vittorio Giardino es uno de estos casos excepcionales en los que la calidad de su trabajo queda patente en cada una de sus obras. Un trabajo minucioso y muy bien documentado que se acaba convirtiendo en compañero de viaje del artista durante décadas siempre en busca de la calidad y la autenticidad de la historia. Esto es lo que le sucedió a Giardino con Jonas Fink, su creación más celebrada, y en cuya historia el artista ha invertido 25 años. Un larga trayectoria cuyo resultado final queda recogido de forma integral en el nuevo tomo que Norma Editorial ha publicado y que supone la ocasión perfecta para disfrutar de una de las obras más destacadas del cómic europeo de los últimos 30 años.
Vittorio Giardino comenzó tarde su carrera en el mundo del cómic. Tal como nos contaba en la entrevista que tuvimos oportunidad de hacerle en el Saló del Cómic de Barcelona del pasado año, su primera profesión fue la de ingeniero. Ejerciendo este empleo es como tuvo su primer contacto con la Checoslovaquia comunista que tanto le marcó y por la cual decidió abordar la ambiciosa Jonas Fink. Antes de llegar a esa obra en cuestión, Giardino se labró un prestigio como autor de cómics, primero con la serie noir Sam Pezzo y luego con la intriga de Max Fridman.
En 1994, movido por los importantes cambios sociales y políticos sufridos en el este de Europa tras la caída del muro de Berlín y el colapso de la URSS, así como por el recuerdo del tiempo pasado en Checoslovaquia durante su juventud, Giardino decide rendir homenaje a toda aquella generación que creció y vivió durante el régimen comunista que gobernó ese país durante casi 40 años. Esa historia es Jonas Fink, la historia de aquellos a los que el comunismo totalitario les robó la libertad pero no las ansias de vivir.
Praga 1950, Jonas Fink es un muchacho de una familia burguesa de ascendencia judía. Una noche, la policía se presenta y detiene a su padre, médico psiquiatra, acusado de actividades contra el régimen comunista. A partir de este momento la vida de Jonas y su madre se convierte en un infierno, condenados al ostracismo, impotentes ante la maquinaria del estado represor. Expulsado de la escuela, Jonas empezará a trabajar muy joven para poder mantener a su madre hasta que consigue trabajo como ayudante en una librería. Allí entrará en contacto con un grupo de jóvenes contestatarios que animará más tarde el intenso y luminoso periodo del 68.
Giardino abordó esta obra como una trilogía separada en tres partes, cada una dedicada a una etapa en la vida del protagonista: la infancia, la adolescencia y la edad adulta. Cada parte corresponde a un álbum (aunque en España, Norma publicó el segundo álbum en dos entregas) en el que la historia se va volviendo más ambiciosa y compleja como evidencia el aumento del número de páginas de cada entrega pasado de las 48 páginas del primer álbum, las casi 100 del segundo (ambos reseñados en su momento por nuestro compañero Javier Agrafojo) y las más de 160 del último.
El autor aborda con una sensibilidad exquisita el drama de Jonas y su familia. Su infancia truncada por el encarcelamiento de su padre, la relación con su madre, su primer amor, el contacto con el grupo de adolescentes que buscan en la poesía una vía de escape a la represión, la implicación política y la huida de su patria forman una cadena de acontecimientos vitales que forjan el destino del protagonista. Tiempos de represión, esperanza y derrota, de una personaje pero también de una nación que se vio privada de libertad durante demasiado tiempo.
Todo en esta obra está cuidado en extremo. Giardino, maestro del detalle, construye unos personajes de una humanidad desbordante. Jonas Fink es una persona compleja, con importantes conflictos internos que afectarán a su forma de relacionarse con los que le rodean. El viejo Slavek, compañero de taberna de Jonas, siempre con sus anécdotas y su pragmatismo es la voz de un pueblo atrapado por una causa que no comparte. Pinkel, el librero, representante de esa importante clase intelectual reprimida por el régimen es el mentor que el joven Fink necesita para volver a apreciarse a si mismo. Y así con todos los personajes que pasan por estas páginas, todos con su voz, perfectamente delineados por el maestro. Y alrededor de ellos siempre está Praga, la ciudad primorosamente recreada por Giardino, que se erige en un personaje más que evoluciona como el resto con el paso de los años.
De la misma forma que el guion está cuidado, a la misma altura está el dibujo. Formal, detallado y preciso, aparentemente estático, aunque de una narrativa de claridad meridiana que absorbe la atención del lector y lo adentra en la historia. La planificación de cada página está pensada para retratar con la mayor precisión las secuencias tratadas. Los personajes se mueven por la página como si lo hicieran sobre un escenario, cercanos, lo que transmite una gran sensación de verosimilitud, efecto acentuado por la ambientación precisa de la que hace gala el artista. Un dibujo que sobresale también en el retrato de personajes. Pocos artistas hay como Giardino para reflejar expresiones y movimientos como lo hace él. Cada personaje, tanto principales como secundarios, es perfectamente reconocible y vemos como va evolucionando de forma coherente a lo largo de los años y como se reflejas en cada uno de ellos las experiencias sufridas.
La edición de Norma Editorial es excelente. El formato es reducido respecto a las ediciones anteriores y coincide con el escogido para la edición integral de ¡No pasarán! aparecida el año pasado. Por algún motivo que desconozco, han mantenido la separación artificial en cuatro capítulos, aunque al tratarse de una edición integral no es algo que afecte a la lectura de la obra. El prólogo es del mismo autor y han incluido interesantes extras que incluyen material de documentación recopilado por el artista, estudios de personajes y diferentes ilustraciones.
Hay disponible también una edición integral especial, con portada diferenciada, que incluye un DVD con el documental Rebeldes y Espías. Las novelas gráficas de Vittorio Giardino, obra de Lorenzo Cioffi. En este documental se repasa la carrera del artista, sus obras más importantes y se incluye la opinión de diferentes personalidades del mundo de la cultura. También incluye abundante material gráfico sobre los acontecimientos históricos que sirvieron de inspiración para las historias de sus personajes más emblemáticos: Jonas Fink y Max Fridman.
Vittorio Giardino es una maestro y dicha categoría queda patente en Jonas Fink, una auténtica obra maestra del noveno arte, conmovedora, tierna y cruel, necesaria e imprescindible. Una muestra de lo maravilloso que puede llegar a ser este arte recomendable para todos aquellos que lo amamos, independientemente de cuales sean nuestras preferencias.
Valoración
Guión - 9.5
Dibujo - 9.5
Interés - 10
9.7
Obra maestra
Espectacular edición integral de una de las series más importantes del cómic europeo. Una lección de buen cómic, imprescindible para todos los amantes del noveno arte
JIBARIZADO. Un pecado.
Increíble. Años de espera para que Norma edite una edición jibarizada.
Gracias por comentar.
El formato no sé hasta que punto es decisión exclusiva de Norma ya que sigue el mismo formato que la edición italiana, y además es el mismo que usaron para la edición integral de ¡No pasarán!
Personalmente encuentro el formato muy cómodo y no desmerece al arte de Giardino