Edición original: Teen Titans núms. 1 a 7 (A Kid’s Game); septiembre 2003/marzo 2004; DC Comics.
Edición España: noviembre 2005 / mayo 2006; Planeta DeAgostini Comics.
Guión: Geoff Johns.
Dibujo: Mike McKone y Tom Grummett.
Entintado: Marlo Alquila y Nelson y Kevin Conrad.
Color: Jeromy Cox.
Formato: 32/24 págs.
Precio: 1,95 €.
En el año 2003, Geoff Johns y Mike McKone comenzaron a cimentar las bases para que uno de los títulos más míticos del Universo DC recuperase el favor del gran público. Y vaya si lo consiguieron: apenas unos números bastaron para constatar que este fenomenal equipo creativo estaba llamado a continuar la mejor tradición del género superheróico.
Tras una larga espera, el pasado mes de noviembre Planeta DeAgostini Comics comenzó a publicar esta colección en España. Siete meses más tarde, ha finalizado el primer arco argumental, recopilado en los EE.UU. bajo el título A Kid’s Game (Un Juego de Niños), abarcando los 7 primeros números de la colección, que hoy reseñaremos en Zona Negativa.
Pero antes, repasemos la trayectoria profesional de Johns y McKone:
Geoff Johns (Detroit, EE.UU.; 1973) tras estudiar guionismo, y teoría y producción cinematográfica en la Universidad Estatal de Michigan se trasladó a Los Ángeles, donde trabajaría a las órdenes del director de cine Richard Donner en producciones como Conspiración y Arma Letal 4. Durante esta época, protagonizó su primera incursión en el mundo del cómic, siendo su primer proyecto la serie de creación propia Stars and S.T.R.I.P.E. A éste le seguirían otros títulos como Los Vengadores, JSA, The Flash, Jóvenes Titanes, Hawkman, o la serie limitada Green Lantern: Rebirth. Todo ello sin olvidar el macroevento Infinite Crisis, o la serie semanal 52. Y es que Johns se ha ganado el respeto y la confianza de los grandes responsables de la Distinguida Competencia, quienes no han dudado en confiarle a este talentoso escritor la colosal tarea de sentar los bases del nuevo Universo DC, junto a otros guionistas de la talla de Grant Morrison o Mark Waid.
Comentar como curiosidad que desde el año pasado Johns comparte estudio (The Empath Magic Tree House) con sus colegas Allan Heinberg y Jeph Loeb, con quien colabora en el desarrollo de la adaptación a la pequeña pantalla de las aventuras del cazavampiros Blade.
Mike McKone, natural del Reino Unido, comenzó su carrera profesional a principios de los años 90 realizando diversos encargos para DC Comics, como fill-ins para las colecciones J.L.A., Batman o L.E.G.I.O.N.
Pero su trabajo no se ha limitado a colecciones DC. Desde sus inicios, McKone ha alternado periodos en las dos grandes compañías, sobrándole tiempo para participar en proyectos de editoriales menores. Así, una pequeña muestra de su obra puede ser la siguiente: Metal Man, Spider-Man 2099, Vext, Superman, Superman vs. Darkseid: Apokolips Now, Thor, Punisher, Hulk y dos de sus trabajos más reconocidos por lectores y medios especializados: Los Exiliados y Jóvenes Titanes.
Convertido ya en un todo un fan-favourite, en el 2005 firmó un contrato en exclusiva de dos años de duración con Marvel Cómics, siendo su primer encargo ilustrar los guiones de Joe Michael Straczynski en Los 4 Fantásticos, personajes por los que al parecer siempre ha sentido especial debilidad.
SINOPSIS: “Tras un duro y traumático Día de Graduación, los miembros de la Young Justice son convocados por Victor Stone y Koriand’r para hacerles una sugerente proposición: pasar a formar parte de los Jóvenes Titanes, donde podrán hacerse con un nombre propio, alejados de la sombra de sus mentores. Tim Drake, Conner Kent, Bart Allen y Cassie Sandsmark aceptarán la invitación, pero pronto encontrarán obstáculos que dificulten los inicios del renovado supergrupo: Deathstroke parece empeñado en quitarles la idea de la cabeza. A cualquier precio.”
Los Teen Titans vieron la luz por vez primera en las páginas del cómic Brave & The Bold nº 54, para ser presentados con todos los honores en el nº 60 de la misma colección, publicado en 1965. El concepto era sencillo: desde la editorial consideraron oportuno reunir en una colección propia a los sidekicks de los principales personajes de DC. De esta forma, Robin, Kid Flash, Aqualad, Wondergirl y Speedy se emancipaban esporádicamente de sus mentores para formar un grupo independiente. La iniciativa fue un éxito, y no tardaron en tener colección propia. Desde entonces la formación ha variado en infinidad de ocasiones, pasando por las manos de diversos equipos creativos, hasta que Marv Wolfman y George Pérez tomaron las riendas de la serie. La suya es reconocida unánimemente como una de las mejores etapas de la colección (etapa que, por cierto, hoy podemos disfrutar de nuevo gracias a la reedición de Planeta DeAgostini Cómics), e indudablemente, como una de las cimas del cómic mainstream americano: entretenimiento puro y duro, aderezado con tramas adictivas, una construcción de personajes ejemplar, y sagas antológicas. Una auténtica maravilla.
Todo esto viene al caso por el hecho de que el propio Geoff Johns ha reconocido en diversas ocasiones que la actual etapa de los Teen Titans tiene como más inmediato referente las historias creadas por Wolfman y Pérez. Y lo cierto es que fácilmente se puede apreciar una vez leído el primer arco argumental de la colección, recién finalizado en su edición española.
Con un equipo formado por Robin, Impulso, Superboy, Wonder Girl y los veteranos Starfire, Cyborg y Beast Boy (Changeling) ejerciendo de tutores, asistimos a la génesis de un nuevo grupo, formado contra la voluntad de alguno de los más poderosos héroes DC, y con la reticencia inicial de sus propios integrantes. Con la inauguración de una nueva Torre de los Titanes en San Francisco, los “viejos titanes” buscan ofrecer a estos jóvenes héroes la posibilidad de potenciar sus habilidades en un entorno acorde a su edad, donde aprender a trabajar en equipo y disfrutar de la compañía de viejos amigos, sin olvidar las responsabilidades y peligros inherentes a la condición de Titán, así como el legado de los miembros fundadores.
En el fondo la idea explorada por Johns viene a ser una reformulación de uno de los temas más recurrentes en los cómics de superhéroes: el afán de superación de las nuevas generaciones. Viene siendo tradicional, sobre todo en el Universo DC, que cada héroe tenga su aprendiz, su sidekick. Pero llega un momento en que todo aprendiz ansía superar a su maestro, salir de su sombra y brillar con luz propia, tarea que se antoja particularmente complicada cuando se trata de superar a los seres más poderosos de la Tierra.
Precisamente en este punto es donde Johns centra su atención, ofreciéndonos unos inspirados guiones, repletos de guiños y homenajes a brillantes episodios del pasado, intrigantes insinuaciones de lo que está por venir e increíbles sorpresas en forma de cliffhangers que ponen punto y final a cada entrega de esta colección. Si el objetivo del guionista era que los lectores recuperaran el interés por la serie, y la ansiedad por la publicación del próximo número, sin lugar a dudas lo ha conseguido. ¡Y de qué manera!
Centrándonos en este arco argumental en particular, en el primer número de la colección se sientan las bases de la trama a modo de introducción, mientras que en los cuatro siguientes se desarrollarán los acontecimientos principales (con un imponente Deathstroke como enemigo a batir), sirviendo los dos últimos números como análisis del nuevo status quo que adquirirán nuestros protagonistas tras lo acontecido en esta historia, destacando el choque de generaciones plasmado en un espectacular enfrentamiento entre los Jóvenes Titanes y la J.L.A., narrado en el nº 7 de la colección. Todo ello aderezado con múltiples sorpresas, e insinuaciones de una trama paralela que recuperará a un personaje fácilmente reconocible por los lectores más veteranos.
En el apartado gráfico, McKone realiza uno de los trabajos más brillantes de su carrera, demostrando incluso un mayor grado de inspiración que en su actual colección: Los 4 Fantásticos de Straczynski (que por cierto, se publicará en España a partir del próximo mes). En estos números saca a relucir sus mayores virtudes: un trazo potente, dinámico y espectacular, muy adecuado para esta colección, con la que alcanzó a la cima de su popularidad hasta convertirse por aclamación del fandom en uno de los más destacados dibujantes del género de los últimos años. Por ponerle alguna pega a su trabajo, sufre determinados altibajos en algunas viñetas, fácilmente reconocibles entre unas páginas que en su gran mayoría destilan calidad a raudales; y por otra parte, la caracterización física de Changeling resulta cuanto menos un tanto extraña (será que estoy acostumbrado a la versión clásica del personaje, ofrecida por el mítico George Pérez).
Comentar que en el número 7, Tom Grummett suple a McKone, al igual que hizo en su día con George Pérez. El resultado, pese a ser más discreto que en otras ocasiones, no desmerece el trabajo realizado por el dibujante titular de la colección.
En definitiva, y pese a ser pronto para juzgarlo, por lo visto hasta ahora me atrevo a calificar a Jóvenes Titanes como una de las más recomendables colecciones de género superheróico publicadas en la actualidad, con grandes dosis de emoción, aventuras, intriga y acción, y un equipo creativo con las ideas muy claras. Imprescindible.
No querría finalizar este artículo sin recomendaros que, de ostentar la condición de seguidores de los Titanes, no os perdáis la completísima página web Titans Tower.
Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)
Fantastico report,David.
Coincido contigo en que es una serie a seguir. Aunque sufre un pequeño bajon en numeros posteriores,se recupera con fuerza «camino y despues» de las crisis, que no durante. 😉
De tomas maneras altamente recomendable.
Oh…y a McKone le sientan mejor los 4F 😉
McKone mejor que aquí!pues es difícil, porque realmente raya a un nivel muy alto en Jóvenes Titanes. Ya hay ganas de leer la visión que tienen Strac y McKone de la Primera Familia de Marvel! 🙂
Un saludo y gracias, Alberto!
Coincido con Alberto en que te ha quedado un artículo antológico. La serie, como tú dices, tiene el sabor de los clásicos. En cuanto a las pegas de McKone, que las virtudes ya las has dejado claras, añadiría que tiene un storytelling bastante fallido a veces, con una mala secuenciación de la acción de unas viñetas a las otras.
Cierto, Toni, hay escenas concretas que son especialmente confusas, aunque en líenas generales realiza un trabajo sobresaliente. A falta de verlo en los «4F», me parece su mejor trabajo.
Y gracias por los elogios! 😉
Los siete primeros números son increíbles. Mejor dejar la serie allí, porque después es infumable. No sé si después de las crisis mejora, pero se me quitaron las ganas. Ahora, lo dicho, del 1 al 7, sobresaliente.
Excelente artículo David 🙂 Sin duda alguna Jovenes Titanes es una de las series a seguir eso si yo querria aprovechar para recomendar Outsiders para mi uno de los sleepers de este año…
Outsiders me entretuvo por los dibujines de Raney, que me gusta, pero después también acabó por aburrirme. Me pareció lenta y sin cosas que contar. A mí, Winnick…
ME ENKANTAN LOS TEEN TITANS SON LO MAXIMO ME AGRADAN
geniales son lo maximo