Edición U.S.A.: Young Avengers núms. 1 a 6: Sidekicks (abril / septiembre
de 2005); Marvel Comics.
Edición España: abril / septiembre de 2006; Panini Comics.
Guión: Allan Heinberg.
Dibujos: Jimmy Cheung.
Entintado: John Dell.
Color: Justin Ponsor.
Formato: serie regular de 24 págs.
Precio: 1’70 €.
El halo de misterio y secretismo que desde un primer momento rodeó a Jóvenes Vengadores despertó la curiosidad tanto de los aficionados como de los medios especializados, y lo cierto es que las expectativas estaban más que justificadas. Pronto cesaron las voces que insistían en comparar este proyecto con los Jóvenes Titanes de Geoff Johns y Mike McKone, valorándose en su justa medida el excepcional trabajo realizado por Heinberg y Cheung, quienes han sabido dotar al título de una voz propia y diferenciada. Esta semana comentaremos Aprendices, primer arco argumental de una colección que parece haber recibido una calurosa acogida entre los lectores españoles, no sin antes hacer una pequeña pausa para conocer a Allan Heinberg y Jim Cheung, autores de la que sin lugar a dudas es una de las últimas series revelación de Marvel Cómics.
Allan Heinberg (Nueva Orleáns, Estados Unidos; 1967) comenzó a adentrarse en el competitivo mundo de la televisión desde 1994, ejerciendo tareas de guionista, productor y consultor en series que alcanzarían un indudable éxito internacional, como Cinco en Familia, La Verdad al Desnudo, Las Chicas Gilmore, Sexo en Nueva York, o The O.C. Fue precisamente en los guiones de la popular producción ambientada en Newport Beach, Orange County, donde dejó patente su pasión por el noveno arte, poniendo en boca de Seth Cohen, uno de los carismáticos protagonistas de la serie, infinidad de ocurrentes comentarios alusivos a la industria del cómic americano. A raíz de la repercusión que adquirieron dichos comentarios entre el fandom, sumado a un importante componente de casualidad, comenzó a gestarse un curioso proceso de acercamiento a las grandes editoriales americanas, que terminó con Heinberg afrontando el reto de emprender una nueva aventura profesional. Joe Quesada, Editor Jefe de Marvel Comics, le ofreció crear un nuevo título para La Casa de las Ideas, formando equipo creativo con el excepcional dibujante Jim Cheung. El resultado final: Jóvenes Vengadores.
A continuación, Heinberg escribiría junto a su amigo Geoff Johns (comparten con Jeph Loeb un estudio en Sherman Oaks, California) un arco argumental de la Liga de la Justicia Americana, titulado Crisis de Consciencia y comprendido entre los números 115 y 119 de su edición americana. En cuanto a su futuro más inmediato, además de continuar asumiendo mensualmente los guiones de Jóvenes Vengadores, recientemente se ha confirmado que se hará cargo del relanzamiento de Wonder Woman, contando con Terry Dodson en el apartado gráfico.
Jim Cheung ha visto su popularidad considerablemente aumentada desde que en el año 2005 Marvel Comics lo incluyó dentro de sus “Young Guns”, campaña centrada en la promoción de los mayores talentos de la editorial. Pero pese a haber recibido el reconocimiento del gran público a partir de su trabajo en Jóvenes Vengadores, Cheung no es precisamente un recién llegado al mundo del cómic.
En su abultada bibliografía, integrada principalmente por fill-ins y participaciones en series menores, destacan títulos como Los Vengadores, Iron Man, X-Force, Maverick, Marvel Comics Presents, Los 4 Fantásticos o La Patrulla-X. Pero fue su estancia en la colección Scion, de la defenestrada Crossgen Comics, la que propició un nuevo acercamiento a La Casa de las Ideas, no en vano en dicha colección demostró la capacidad necesaria para ilustrar de forma continuada una serie regular (realizó casi una treintena de números, y sus correspondientes portadas). Durante esta segunda etapa en Marvel realizaría, además de portadas para diversas colecciones, las páginas interiores de los siguientes títulos: Spectacular Spiderman, Spiderman Unlimited y Avengers Finale, para posteriormente asumir el que hasta la fecha ha sido su trabajo más significativo: Jóvenes Vengadores.
SINOPSIS: “La sorprendente irrupción de cuatro adolescentes que responden a los nombres de Patriota, Asgardiano, Hulkling y Iron Lad no tarda en llamar la atención de los medios de comunicación, especialmente del Daily Bugle, en cuyas páginas son bautizados como los Jóvenes Vengadores, La reciente disolución de Los Héroes más Poderosos de la Tierra no hace sino arrojar dudas acerca de la relación que estos jóvenes guardan con quienes parecen ser sus modelos a seguir. Tanto Jessica Jones, como El Capitán América y Iron Man, investigarán el origen y las motivaciones de los recién llegados”.
Complicado lo tenía Heinberg para sorprender con un planteamiento mínimamente original en esta nueva colección. Complicado, porque a estas alturas, los lectores de cómics ya estamos de vuelta de casi todo: adolescentes en apuros, jóvenes que experimentan con sus nuevos poderes al tiempo que intentan asimilar el legado de sus antecesores, rebeldes, fugitivos, inadaptados, salvadores,… Desde los albores del género superheróico, los protagonistas de las aventuras narradas en los cómics apenas alcanzaban la mayoría de edad, lo cual no era sino el reflejo del sector demográfico al que iban destinados. De este modo, como se encargó de demostrar Stan Lee, la identificación entre lector y personajes era más que sencilla, por medio de un tan evidente como eficaz juego de paralelismos entre los cambios inherentes a la adolescencia y el descubrimiento de las habilidades especiales de los héroes. A su vez, rara era la ocasión en la que un primer número de una colección no comenzaba desmenuzando, o al menos avanzando, el origen de los protagonistas, sentando las bases de las aventuras que estaban por llegar.
Si embargo, en esta ocasión Heinberg ha optado por un planteamiento ligeramente diferente. Bien es cierto que no supone una demostración de originalidad sin precedentes, pero en su haber es de justicia tener en cuenta la sabia combinación de una clara vocación de sorprender al lector, desde el más profundo respeto al género superheróico, con la puesta en práctica planteamientos osados, sin por ello renunciar al aire de clasicismo que rodea a cada página de Jóvenes Vengadores. De esta forma, el habilidoso guionista aporta su propia visión de la adolescencia, y aprovecha la ocasión para reflexionar acerca de cambios inherentes al desarrollo físico y emocional que rodean a este complicado periodo vital centrado en la búsqueda de la propia identidad, al mismo tiempo que enfatiza en la incertidumbre que rodea la verdadera naturaleza y motivaciones de cada uno de los miembros de este recién creado supergrupo. Y es que éste es el punto más llamativo de la colección, el que lo diferencia de otras series con las que, incluso antes de haber salido a la venta el primer número, ha sido comparada hasta la saciedad. Basta un rápido vistazo a la portada del primer número para asociar la apariencia de Hulkling, Asgardiano, Patriota y Iron Lad con Hulk, Thor, El Capitán América y Iron Man. A este respecto, tanto por los secundarios de la historia como el propio lector terminará por preguntarse quiénes son estos personajes y qué relación guardan con Los Vengadores (o lo que queda de ellos). Pero esta pregunta no obtendrá respuesta de forma inmediata, sino que será el punto de partida de un desarrollo argumental perfectamente planificado que hunde sus raíces en la continuidad del Universo Marvel de un modo que apenas comenzamos a atisbar en un arco argumental en el que en todo momento se mantiene la sensación de sorpresa, tensión e intriga.
En lo que a Jim Cheung se refiere, lejos quedan los tiempos en que ejercía de mero comparsa de los grandes dibujantes de la editorial, centrándose únicamente en trabajos de relleno y proyectos de escasa entidad. Si bien es cierto que ya en series como Scion podía intuirse su buen hacer, con Jóvenes Vengadores viene a reivindicar un puesto entre los dibujantes más destacados del cómic de género superheróico. Su curioso y potente estilo, mezcla de las más dispares influencias, se ve acompañado a la perfección por el entintado de John Dell y el coloreado del omnipresente Justin Ponsor (colorista habitual de Greg Land), obsequiándonos con espectaculares escenas de acción y meritorios diseños de personajes.
En resumidas cuentas: una intrigante trama, un sorprendente aprovechamiento de la continuidad Marvel, diálogos fluido, personajes bien construidos, y un inspirado equipo creativo se dan cita con cadencia mensual en uno de los cómics más entretenidos que recientemente he tenido la oportunidad de leer. Muy recomendable.
Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)
Lo que me ha gustado esta serie. Y eso que no es del tipo de las que me suelo comprar…
P.D.: David, otro artículo para «la Biblia». Gracias!!
La serie avanza un poco despacio para mi gusto, pero engancha. El dibujo de Jim es perfecto para esta serie.
La verdad es que también le di una oportunidad no sé muy bien por qué y me tiene enganchado.
A mí me ha gustado en general, pero Heinberg hace verdaderas cagadas con el asunto de viajes temporales…
Por lo pronto,
no tiene mucho sentido que vaya a buscarse a sí mismo de joven, porque si modificase su pasado, no se cambiaría a sí mismo, sino que crearía una versión suya alternativa (algo que ha intentado evitar durante mucho tiempo). Y lo mismo digo de la Tierra 616, que no debería verse modificad tampoco. Además, creo entender que al morir Kang se causaba una nueva distorsión temporal, y eso tiene menos sentido aún (pensando como Heinberg, puede que lo de que Iron Lad no se convirtiese en Kang causase eso, pero la muerte de Kang, después de haber vivido toda una vida no cambiaba nada, y no tendría porque afectar al tiempo.
Sinceramente, es una serie fresca y muy entretenida, pero Heinberg debería haberse informado mejor de como funciona el tiempo Marvel. Es una pena, porque los que estamos acostumbrados a este contexto de viajes en el tiempo y demás (en Marvel) nos chirría un poco.
Si vuesas mercedes me lo permiten, me gustaría complementar esta reseña con la que hice en mayo…
http://tirafrutas.blogspot.com/2006/05/lecturas-jvenes-vengadores-sidekicks.html
Coñe, Sergio, cuando gustes, es un honor comparar notas!Por cierto, cojonuda, la reseña. 🙂
Chindasvinto V, razón no te falta, pero más que falta de información, me da la sensación de que es una licencia que se toma Heinberg en beneficio de sus propósitos argumentales. De todos modos, la verdad es que a la hora de leer esta historia, ni se me ocurrió pensar en la relatividad del tiempo Marvel.
Y Pablo, tio, que me vas a ruborizar! 😉 (ahora que nadie nos lee…ya te ingresé la «paga» semanal por tus comments!) 😉
Un saludo!
Buena serie Los Jóvenes Vengadores.
De lo mejor que se puede leer en Marvel.
Aunque me gusta más lo que está haciendo en Wonder Woman…
Pues siento discrepar con todo el mundo pero no me gusta absolutamente nada la serie. Aparte de las meteduras de pata con el viaje del tiempo que en Marvel nunca ha funcionado asi, como otras cosas que parecen guionizadas por mi odiado Bendis , no me atraen nada ni los personajes ni la trama que desarrolla el guionista.
Pues viendo el panorama Marvel actual, a mi me parece de lo mejorcito, pero para gustos…
Un saludo!
La serie se basa en una incoherencia. La historia cambia si el joven Kang no vuelve a su tiempo. Vale. Pero no cambia si el decide buscarse a sí mismo, contarselo todo y matar a alguien que le cae mal. O sea, que el tiempo funciona según le convenga al guionista para improvisar el siguiente paso.
Una serie ingenua, rancia y llena de tópicos, que está haciendo las delicias de todo aquel que alguna vez a soñó con ser un «super-héroe juvenil»
…creo que Wolfman y Pérez ya lo hacian mucho mejor hace un buen montón de años
¡recomiéndola a tu sobrino!!