Edición original: Jupiter’s Legacy #1.
Guión: Mark Millar.
Dibujo: Frank Quitely.
Color: Peter Doherty.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 2,99 dólares.
Mark Millar es el autor que más y mejor ha sabido comercializarse (a él y sus productos) en el ámbito de lo independiente, en el cual no se cuenta con el apoyo y el aparato de comunicación de las grandes editoriales. A su vez, también supo conseguir trabajar con grandes y renombrados dibujantes, lo cual sumó y mucho al atractivo que generan sus cómics.
Jupiter’s Legacy es una nueva confirmación de ambos enunciados, generando hype desde un año y medio antes de la llegada de su #1 y contando con el trabajo en los dibujos de Frank Quitely.
Por todo esto, desde su mismo anuncio, en Zona Negativa seguimos al pie la gestación de este proyecto, cubriendo cada novedad que surgiera al respecto (lo cual pueden ver aquí y aquí).
A lo cual debemos sumarle el reciente dato de las ventas, que informaron que el #1 alcanzó el tercer puesto en el ranking con más de 100 mil unidades vendidas, lo que se puede señalar como un nuevo hito para los cómics independientes.
Por ende, no podemos menos que dedicarle un espacio especial cubriendo también el comienzo de su publicación el pasado miércoles 24 de abril, ofreciendo la variada opinión de algunos miembros de nuestro equipo. Sin necesidad de más preámbulo, los dejamos con las diversas reseñas de la primera entrega de Jupiter’s Legacy.
Pedro Monje: «Jupiter’s Legacy es el décimo título del subsello editorial que creó Mark Millar en 2004, bautizado (como no podía ser de otra forma dado el ego desmedido del guionista) como Millarworld. Esta nueva superproducción (sus palabras, no las mías) se une a miniseries previamente publicadas con mayor o menor éxito/repercusión/calidad como Wanted, American Jesus: Chosen, The Unfunnies, Kick-Ass, War Heroes, Nemesis, Superior, Supercroocks, The Secret Service. Excepto en la primera, en el resto de series ha explorado el género superheroico desde una perspectiva menos seria y más realista (en ocasiones riéndose a la cara del propio género en un conato de canalizar su Garth Ennis interior), ofreciendo un imaginario base de un mundo real en el que los héroes no existen y tan solo algún afortunado/desgraciado tiene poderes. El spandex brilla por su ausencia y cualquier traje colorido tenía connotaciones de mofa. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando Frank Quitely se presenta en tu puerta y te dice que quiere colaborar contigo? Como el propio Mark Millar detallaba en una de sus innumerables entrevistas, lo primero que le espetó a Quitely cuando le pidió volver a trabajar con él (años después de su polémica etapa en Authority) fue que tenía pensado desde hace muchos años el proyecto perfecto para él y que le iba a encantar dibujarlo. Sin embargo, aquello era mentira. No tenía nada preparado. Nada. Pero no quería dejar la oportunidad de dejar escapar al mejor dibujante de cómics del siglo XXI. Ya se le ocurriría algo. “Algo”.
Ese algo con el que Millar y Quitely prometían derribar los cimientos y los convencionalismos del noveno arte es Jupiter’s Legacy. Cinco páginas bellísimas con factura europea y donde parece que en Frank Quitely se ha encarnado el mismísimo Moebius es todo lo que dura el espejismo. A partir de entonces, Mark Millar vuelve a ser el Mark Millar al que estamos acostumbrado, intentando colar referencias sexuales, drogadictas o de mass media a la mínima oportunidad (aunque es de agradecer que trate al lector con un mínimo de respeto y se ahorre los golpes de efecto gores innecesarios que inundan sus creaciones más recientes). Con dos generaciones de héroes enfrentadas entre sí, el debate sobre la responsabilidad, las ideologías y la conciencia ciudadana con unos grises tan evidentes como las barbas de los héroes no tarda en llegar y en centralizar la atención de la lectura, en unos esquemas vistos en multitud de ocasiones, desde el propio Watchmen hasta la antepenúltima obra del propio Millar (o incluso sus Authority). Esta vez, sin embargo, Millar opta por una narración más densa y unas páginas más cargadas de diálogos. No hay duda que se ha trabajado las páginas y le habrá puesto empeño, pero quizá el mejor Mark Millar de 2013 ya no sea tan bueno como el Mark Millar de hace diez años. Menos trabajado es el cliffhanger. Para tratarse de un esperadísimo número uno, las ganas que ha puesto Millar en ello son inversamente proporcionales a la expectación generada y el desmayo de Chloe con el que se cierra el capítulo te deja el cuerpo más bien frío.
¿Y Frank Quitely? Pues, no nos engañemos, la inmensa mayoría de nosotros hemos comprado este número (y haremos lo mismo con las siguientes nueve entregas, tarden lo que tarden en llegar) por él. Si bien aún parece que tiene que demostrar lo que vale día a día ante sus cada vez más residuales detractores, el dibujo de Quitely es todo un ejemplo de astistazo camaleónico que tan pronto te dibuja una secuencia europea como una pelea panorámica a la vez que haciendo creíbles todos esos coloridos trajes de superhéroes. En esta ocasión, en vez de Alex Sinclair quien le acompaña es Peter Doherty, quien realiza una magnífica labor en el coloreado y la rotulación del capítulo. Cualquier motivo para seguir leyendo esta serie tiene su origen principalmente en su dibujante. ¡Qué así sea!»
Jordi T. Pardo: «La presente Jupiter´s Legacy viene a ser otra muestra de como el interés del guionista y consultor cinematográfico Mark Millar sigue estando en otro lugar que no son los cómics, los cuales parecen cada vez más su propia plataforma publicitaria de cara a vender sus proyectos e ideas a las grandes productoras hollywoodenses. No hay que olvidar que próximamente se estrenará la secuela de Kick-Ass de Matthew Vaughn, director que también se encargará de la adaptación de The Secret Service, un cómic en el cual Mark Millar ha colaborado con Dave Gibbons, pero también hemos de contar con Supercrooks o Superior, en las que el guionista escocés contó con los lápices de Leinil Francis Yu, o Nemesis con Steve McNiven, las cuales están en distintas fases para convertirse en un futuro en auténticos ‘revienta-taquillas’ en las salas de todo el mundo. En este sentido, poco tardará en hablarse de la adaptación a la gran pantalla de este Jupiter´s Legacy, la nueva incursión superheroica de Mark Millar en el género, en este caso para Image Comics, con Frank Quitely abordo de la embarcación hacía rumbo aún desconocido, y cuyos lápices después de la lectura del primer número de esta serie se corrobora como el mayor aliciente de la misma.
En este caso, Mark Millar nos propone una nueva vuelta tuerca al género superheroico que seguramente no será tal, y como aparentemente ya ha expoliado suficientemente las ideas de Alan Moore y su Watchmen, ahora parece poner su vista en algunos de los últimos trabajos menores de Warren Ellis e, incluso, se permite construir algún momento en la trama con cierto aire y tono morrisoniano. Esto último, posiblemente, se deba a la influencia de Frank Quitely, pero igualmente queda en una mera anécdota, mientras el resto de la historia sigue a dos generaciones de superhéroes entre mediados del siglo XX y nuestros tiempos presentes. Siempre atento a la actualidad Mark Millar introduce en estas páginas los presentes aires de la crisis económica internacional, haciendo que sus superhéroes debatan, como el resto del mundo hoy en día, sobre temas como la calidad democrática de los gobiernos electos o el papel de la banca en el estado de recesión que padecemos, haciendo paralelismos fáciles con el crack del ’29 y aderezando todo con una apología, irónica o no, de las bonanzas de Estados Unidos que suelen caer en el tópico y el cliché muy fácilmente.
La primera parte de Jupiter´s Legacy se centra en el pasado, en los años treinta del mencionado siglo XX, en un relato de aventuras que apenas se llega a desarrollar en este primer número, atando cabos Mark Millar de forma rápida y apresurada sin profundizar mucho en todos los personajes que llega a poner en juego y dejando eso al carisma de los lápices de Frank Quitely. En todo caso, estos primeros compases, con un grupo de personas ‘elegidas’ y atraídas por una isla misteriosa que no aparece en los mapas -no hace falta ni mencionar la referencia de la que se sirve Mark Millar para dicha isla- parece más interesante que lo que encontramos después del salto temporal con una búsqueda de contrastes entre los primeros superhéroes y sus hijos que han abandonado el camino de sus padres para darse a una vida de placeres, es decir, sexo, drogas y fama. Estos son los temas que Warren Ellis ha tratado en obras como Black Summer o No Hero, a los que recuerda mucho la propuesta de Mark Millar, y habrá que ver hacía dónde evoluciona este último sus planteamientos pero, por el momento, este primer número no aporta nada especialmente novedoso al cómic superheroico.
El dibujo de Frank Quitely, por supuesto, destaca sobremanera en el conjunto y ayuda a realzarlo, aunque hay que reconocer que Mark Millar no parece saber explotarlo, al menos en este primer contacto, como si lo ha hecho Grant Morrison o, anteriormente, él mismo en su etapa en común en The Authority. No obstante, no cabe duda que muchos aficionados seguirán esta colección simplemente por el dibujo de Frank Quitely, y esperando que en este caso su compatriota tenga algo que contarnos si logra apartar un poco la mirada de los focos de Hollywood. Pero, en definitiva, hemos de asumir que Mark Millar se ha convertido en una auténtica marca de nuestro tiempo, resulta difícil analizar las claves de su éxito pero claramente este autor maneja muy bien los resortes que separan el mismo cómic del lenguaje cinematográfico, los explota y sabe venderlos, y eso lo saben las editoriales, las productoras de cine y, también, sus compañeros y dibujantes lo que explicaría su éxito para poder contar siempre con algunos de los artistas más interesantes del panorama estadounidense como es el caso del presente Frank Quitely. ¿Estará pensando ya Mark Millar en el casting para su nueva historia…?»
Marcos Martín: «De entrada he de decir que Jupiter´s Legacy me ha gustado. Ya todos sabemos cómo suele trabajar Millar y no debería sorprender que sus argumentos vengan acompañados de un precepto conocido por todos. Sí, hay quien puede decir que hace ‘trampas’, que toma una idea de otros autores y la utiliza, pero creo que es el mejor haciéndolas y en este caso a mi me la ha colado.
Mi compañero Jordi ha mencionado a Warren Ellis, pero yo de quien me he acordado desde el principio es de Mark Waid y su Kingdom Come. La idea original sitúa a los héroes del pasado y sus ideales en contraposición con los héroes del presente y su carencia de motivación. Hasta ahí la idea es básicamente la misma, pero creo que Millar va un paso más allá; la adapta y agrega otras temáticas que creo que pueden dar mucho juego al devenir de la serie. Primero porque situa bajo el mismo rasero a los dos tipos de superhéroes, tanto a los veteranos como a las nuevas generaciones. Unos tienen unos ideales inamovibles por los que han luchado hasta hoy en día, mientras que los otros son hijos de su tiempo, criados a finales del siglo XX y comienzos del XXI que piensan y actúan de manera diferente a sus progenitores ¿Quién se equivoca? He aquí donde radica el interés que suscita para mi Jupiter´s Legacy. Ambos bandos, que no antagónicos, se mueven en una escala de grises que a mi parecer, al menos, no hacen que me identifique con ninguno de ellos definitivamente, quiero ver cómo se van desarrollando para yo al mismo tiempo crear mis filias y fobias. Además, agregemos a este cóctel que dentro del bando de superhéroes veteranos encontramos también voces discordantes con su propia forma de proceder, momento en el que sale a colación temas como la política occidental, la crisis actual, los límites de los superhéroes y sus incapacidades. Y luego, viendo a los superhéroes que representan a las nuevas generaciones ¿Faltan valores? ¿Se debe luchar por algo más que contra unos supervillanos? Es más, creo que la crítica puede ser extensible al cómic de superhéroes ¿Hay algo más que contar? Eso es lo que quiero ver en las siguientes entregas de la serie de Millar.
Por lo pronto estoy expectante y este primer envite me ha llamado la atención. Si he de ponerle un pero al cómic es el trato que hace el escritor de las mujeres. Creo que ya va siendo hora de dejar de utilizarlas como recurso sexual barato. Tal vez Chloe, la joven con superpoderes, tenga un desarrollo futuro interesante (aunque ya es presentada con ciertas adicciones) pero por otro lado no hace falta denigrar a una joven para explicarnos cómo de molón es Brandon Sampson. Y luego nos preguntamos por qué no se acercan las chicas a los cómics.
De Frank Quitely he de confesar una cosa: nunca ha sido santo de mi devoción. Ya en The Authority no me terminaba de convencer y desde entonces no he podido apreciar su arte como muchos sí hacen. Pero he de reconocer que en este cómic lo he podido disfrutar bastante, sobre todo la primera parte en la que se cuenta toda la historia en la década de los 30. Tal vez sea esta la serie en la que empiece a ser un nuevo seguidor suyo.»
Mariano Abrach: «Mis compañeros han dicho todo ya sobre lo descriptivo y más bien objetivo del cómic, y poco me queda por agregar más que mi propia opinión al respecto.
En pocas palabras, Jupiter’s Legacy es para mí una reafirmación de dos grandes verdades en las que creo. La primera, que Frank Quitely es uno de los mejores artistas de cómics de nuestra época. Y la segunda, que Mark Millar ha dejado de escribir obras que cuenten historias interesantes y entretenidas hace muchos años.
Con la primera escena, situada en el pasado con un tono aventurero al mejor estilo de los clásicos de Indiana Jones, parecía refutarme esa segunda verdad. Pero como dijo ya Pedro, eso es un espejismo, cayendo en tópicos repetidos (por tantos autores, y hasta por el mismo Millar) sin aportar ninguna característica que lo haga relativamente novedoso y atractivo.
A esa repetición de lugares comunes, Millar la aborda con un tratamiento por demás simplista de la realidad mundial actual (y del 1930) que, para peor (desde mi punto de vista, claro está), la presenta desde perspectivas ideológicas con las que no concuerdo. Pero más allá de lo ideológico, el problema es dar un rol tan central a los aspectos políticos y económicos de nuestro mundo, para luego presentarlos de una forma muy alejada de la complejidad real, lo cual molesta mucho más que el estar o no de acuerdo con la visión. Si el estado socioeconómico y político actual estuviera al servicio de la historia, y fuera tan sólo un detalle en pos de lograr un cómic entretenido, otra sería la cuestión. Pero, al menos por lo visto en este #1, eso no es así ya que desde el comienzo hasta el fin la narración parece estar movilizada por lo que sucede en la política norteamericana y mundial, dándose la inversa de lo señalado antes, con una historia al servicio de la presentación de la situación económica y política actual (siempre de forma simple y básica).
Resumiendo, con Jupiter’s Legacy tengo mayores problemas que con otras obras de Millar, que simplemente me aburrían por repetitivas, y con la lectura de este cómic pensaba en que el escritor escocés está tornándose en el nuevo Frank Miller, pero por sus posturas ideológicas.
Sin lugar a dudas, si no fuera por Quitely ni siquiera me habría acercado a estas páginas, y por lo mismo es que leí hasta el final. Y si sigo leyendo la serie, también será sólo por sus dibujos.»
Boicot a Mark Millar YA!!
Pues entre que el retraso digital va a ser de tres meses y que todas las críticas apuntan a lo mismo, por enésima vez, ¡que te zurzan Mark Millar del presente!
Me acabo de terminar Hijo Rojo y, aunque me ha gustado, tampoco me ha explotado la cabeza. Todavía tengo que leer una obra de Millar que consiga eso, pasar de notable (y ni siquiera un notable constante), aunque todavía tengo tiempo y bibliografía suya por leer.
Lo último que ha hecho ha sido una bazofia, especialmente la decepción de los Supercroquetas que tiene que salvar Vigalondo.
Algún día caerá The Authority…
Es que ya no confío en que Millar sea capaz de escribir una buena historia. No sé si se ha dejado arrastrar por la pasta, por la fama o por el personaje que se ha creado.
Se enmascara en polémicas, en una guerra contra todo y contra todos y en una visión egocéntrica encantada de conocerse.
Cuñado de Mourinho.
«Me acabo de terminar Hijo Rojo y, aunque me ha gustado, tampoco me ha explotado la cabeza. Todavía tengo que leer una obra de Millar que consiga eso, pasar de notable (y ni siquiera un notable constante), aunque todavía tengo tiempo y bibliografía suya por leer.»
Pruebe con The Authority Vol 2. No es la hostia en verso, pero, hoyga, tiene su aquel.
Yo lo único que espero es que esto no retrase el trabajo de Quitely en Multiversity, que es lo que de verdad estoy esperando con ansia.
Millar es el amigo tonto de Ennis.
» Lleva viviendo de lo mismo desde que le dio una vuelta de tuerca a lo que venía haciendo Warren Ellis (otro “genio” del que podríamos hablar largo y tendido) »
Hoyga, hoyga, respeto que no le guste The Authority, pero también existe Planetary, y eso si que es lo más grande desde la tercera venida de Jesucristo 😉
Lo de la vuelta de tuerca es completamente cierto, pero también (al menos, para mí) es una vuelta de tuerca muy chula (¡ese primer arco enfrentándose a esos sosias de los Vengadores creador por ese Kirby-demiurgo!).
Por lo menos a Ellis se la han visto registros diferentes dentro de un estilo. Y lo más importante bajo mi punto de vista es que «ha contado historias», mejores o peores.
Pero Millar qué ha contado? Qué personajes ha definido? Ha habido algo detrás de su artificialidad y su efectismo?
Aprovechando un viajecito, pille el #1 (ni siquiera sabía que salía ya) y la verdad es que concuerdo, y la verdad es que decepciona, deja sensación de rutina, no me parece un buen comienzo. Y desde luego, el cliffhanger es más bien poquita cosa.
Un guionista demasiado «molón» para mi gusto al que ignoro desde hace mucho tiempo. Bueno, ignoro sus tebeos. Sus entrevistas son un despiporre…
Pues yo voy a romper media lanza a favor de Millar. O por lo menos, del Millar ‘clásico’.
Sus cómics estaban llenos de burradas provocadoras pero no ver más allá de ellas es un error. El tipo tenía una mente muy certera para crear premisas potentes y meter el dedo en la llaga.
De hecho, Authority no fue realmente nada más que splash page molonas con gente dándose tortas hasta que la cogió él, quien empezó a jugar con ideas realmente interesantes que rompían con la barrera de lo establecido y se atrevía con ideas tan valientes como que unos superhéroes que buscaban el bien de todo el mundo fueran enemigos naturales del statu quo de los gobiernos existentes.
Más de lo mismo con sus Ultimates, que aunque hoy estamos tan a vuelta de todo que nada nos sorprende, el usar un ‘storyboard’ para la gran película jamás hecha de los Vengadores como retrato de la américa de George Bush fue brillante. El universo Marvel difícilmente podría ser lo que conocemos hoy si no fuera por sus dos primeros volúmenes en esta serie.
Del resto de su obra destacar el blockbuster de acción que fue su Lobezno (que básicamente es la saga de Lobezno que tiene todo lo que debe definir una historia de Lobezno), Civil War (que pese a sus irregularidades marcó el camino a seguir), su entrañable homenaje al cómic de su niñez que fue 1985 y la cafrada de The Unfunnies. Cafrada que a parte de mal gusto está hecha con bastante idea y coco, que no todos los cómics van a estar escritos para dejarte buen cuerpo.
Es más, considero que es bueno que haya autores de cómics con este gamberrismo innanto para desafiar lo establecido, decir barbaridades tal como las piensan y crear cosas nuevas (que últimamente estamos entrando en un ciclo en el que el cómic parece envuelto entre algodones, piruletas y rosas). Y aunque es cierto que desde la chorrada de Nemesis ha perdido el norte (o incluso antes), yo no reduciría su obra a la mera provocación. Millar es el Guy Ritchie del cómic que a veces juega a ser Michael Bay y otras quiere ser Tarantino (aunque generalmente no le salga).
Pero nadie puede negarle que en su mejor periodo de creatividad le dio un empujón a la industria animando a los autores a ofrecer espectáculo, novedad y ganas de remover consciencias. Tres pilares básicos que deberían estar entre el A-B-C de todo guionistaque se precie.
«Me acabo de terminar Hijo Rojo y, aunque me ha gustado, tampoco me ha explotado la cabeza. Todavía tengo que leer una obra de Millar que consiga eso, pasar de notable (y ni siquiera un notable constante), aunque todavía tengo tiempo y bibliografía suya por leer.»
Hijo Rojo empieza muy bien, pero manda todo al traste con un tercer acto demasiado facilón y, encima, un bajón en el nivel del dibujo tremendo.
Parece que Jupiter’s Children es otra Millerada cutronga de las suyas. Pero es que es Quitely… lo cual significa que He De Leérmelo. Ya. Orgasmo un poquitín cada vez que le veo algo nuevo.
Yo me leí el primer número sin recordar que lo escribía Millar, era la serie Frank Quitely que escribía con no se quien pero que tenía muy buena pinta.
Cuando terminé de leerlo y vi la entrevista posterior a Millar, de pronto un resorte de mi cabeza se activó y soltó un «Lo escribe este, pues vaya…».
Y ya el egocentrismo de «esta historia es mejor tributo al 75º aniversario de Superman que todas las historias actuales de Superman» ya me repateó totalmente.
No señor Millar, el Superman #19, sin ser Kenneth Rocafort alguien del nivel de Frank Quitely (aunque pocos en la actualidad lo son) y pese a los defectos de Scott Lobdell, fue mucha mejor historia de Superman que Jupiter’s Legacy.
Posiblemente la siga leyendo por Quitely, pero como no le pongan más «factura europea» en los futuros números, no se si aguantaré hasta el final.
Y a mí que no me gusta nada el estilo de Frank Quitely… :S
Y a mí que no me gusta nada el estilo de Frank Quitely… :S
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Pues a mi me ha gustado, quizás sea porque después de cosas como Némesis o Supercrocks (por parte del guionista) o Uncanny Avengers (por el dibujante) el nivel estaba tan bajo que este primer numero me ha dejado al menos con ganas de mas.
Y mi opinión de Millar, no se puede negar que marco un hito a principios de siglo con su Autorithy y sus Ultimates (solo los Millar-haters pueden negar que fueron una revolución en el concepto de superhéroes del momento) y que ha tenido obras muy notables como Hijo rojo, o incluso el concepto de Civil War (como discurrió la cosa, eso es ya harina de otro costal) pero lo que tampoco se puede negar es que hace años que no se dedica a guionizar comics, sino a inventar conceptos «molones» diseñados para ser explotados en una pantalla de cine.
o Uncanny Avengers (por el dibujante)
No creo yo que sea justo hacerle pagar a Quitely la total falta de ganas que Cassaday puso en esa serie.
E Hijo Rojo fue una idea de Grant Morrison (su «padrino») que se la cedió totalmente a Mark, cosa que luego en entrevistas negaba y se apropiaba totalmente de la idea.
Pues a mi no me desgradadó este 1er numero..
mejor la parte del pasado que el salto al presente… pero introduce suficientes conceptos para querer leer más, aún con un cliffhanger tan soso.
Lo cierto que leido, me reafirmo en mi idea inicial, que es el comprar el tomo. Esta historia es para ser leida en tomo mejor que mes a mes (que no será, Quitely no aguantará ni coña el ritmo mensual, no importa con cuanto margen empezara a trabajar en esta serie…)
En este 1er número Millar tampoco le da oportunidad para lucirse a Quitely, supongo que cambiará en próximos números.
…
Por otro lado, no entiendo el Millar-bashing mayorirario que leo, aunque seré minoritario, creo que Millar SI ha escrito obras varias importantes en el mainstream USA de la última década, empezando por Civil War…
aunque pese a mucha gente…
La imagen de DIVO que da, me parece eso… un personaje… un pose para vender mejor sus comics, y sus ideas para películas…
Jorgenexo a dicho:
«Lleva viviendo de lo mismo desde que le dio una vuelta de tuerca a lo que venía haciendo Warren Ellis (otro “genio” del que podríamos hablar largo y tendido) en The Authority.»
No podría estar más en desacuerdo con esta afirmación.
Warren Ellis no estará seguramente a la misma altura que Alan Moore, pero merece sentarse a su diestra.
Su Planetary, Transmetropolitan, The Authority, Thunderbolts, Hellblazer, Desolation Jones y otras obras de este genial guionista hacen que esté por encima de la media, y ya no hablamos comparado con Millar…. ¡está a años-luz!
Entiendo que pueda gustar más o menos, pero precisamente Warren Ellis no es un vende-humos y sus guiones tienen un mínimo de calidad y muchos conceptos dignos de analizar.
Sólo por Transmetropolitan y Planetary ya se merece un monumento.
Yo con su Authority flipé, pero por Quitely, que ya lo conocía por JLA Tierra 2, pero ahí fue donde dije «Cooooooñooooo». De Millar me gustaron bastante su Ultimate X Men y Ultimates, pero no sé, tengo la sensación de que si los leyera ahora me parecerían más bluff que otra cosa. Y no creo que revolucionara nada con esas obras, eso mismo lo hizo antes Ellis en su Stormwatch-Authority, y tampoco tengo claro que éste revolucionara nada ahí, así que Millar menos.
Del resto de obras de Millar diría que ninguna pasa de decente y la mayoría se quedan en poca cosa, de las que he leído, claro.
Una cosa, ¿y esa manía que veo en blogs y foros que a la mínima ya se está bautizando a la gente de «autordemoda-hater»? ¿Nos tiene que gustar a todos lo mismo porque si no somos haters? No lo entiendo, ya lo he visto con varios autores, guionistas, editoriales…
Seré un Millar-hater pero Ultimates no me parece ninguna revolución. De hecho, me parece un cutre intento de marcarse un Watchmen con Los Vengadores, que tampoco ha tenido demasiadas consecuencias, más allá de que CHUCK! Austen lo imitase en su gloriosa (sic) etapa en los Vengatas. Los cómics mainstream buenos de hoy en día (Daredevil, Ojo de Halcón, X-Factor) no se parecen en nada a lo que Millar planteaba, que era un refrito de viejas ideas de Moore o Miller adaptadas a un público acostumbrado a leer cómics en 10 minutos.
Reverend Dust
ha comentado e
Millar es el amigo tonto de Ennis.
Ennis es el amigo tonto de Ennis.
«Millar es el amigo tonto de Ennis.
Ennis es el amigo tonto de Ennis.»
Ergo todos los griegos son Garth Ennis.
No pude resistirme a terminar el silogismo de Javié…
«Pero en su honor hay que decir que nunca ha guionizado a nunguno de esos personajillos del Universo DC (creo)…»
¿No escribió un arco argumental de JLA Classified? ¿No se qué del Infierno?
Que yo recuerde ahora, aparte de Swamp Thing (que no sé si entra en personajillo de DC o en otra categoría), escribió Flash junto con Morrison, y Aztek para DC, también con Morrison, ahora mismo no recuerdo más. De JLA CLassified no me suena, pero puede ser, no presté mucha atención a esa serie
Ergo Garth Ennis es gay.
Espera, que os referíais a Ellis, entonces no vale nada de mi comentario anterior, creía que hablabais de Millar. Bueno, pues Ellis hizo como mínimo un arco para Legends of the Dark Knight, dibujado por McCrea, Infestado se llamaba, o algo así, lo publicó Norma en un prestigio.
Pues yo apoyo a Jorgenexo. No se puede defender a Warren Ellis después de lo que le hizo a Excalibur. Vale, sí, las circunstancias y tal. Pero es que aquello era infumable. Sí, ya se lo había cargado previamente el hijoputa de Lodbell, pero es que hasta los números de Ben Raab que vinieron después eran mejores. Y eso que eran un truño. Es más, añado, no tiene perdón de Dios cargarse también la Generación X de Jay Faerber y la X-Force de John Francis Moore, dos cómics que hay que reivindicar y que fueron sustituidos por una chorrada con ínfulas de modernez que llevó a ambas colecciones a un callejón sin salida. Sí, Metropolitan y Nextwave, pero nunca le perdonaré que matara a Sincro.
Pues yo debo de ser raro, su Excalibur no me parece tan malo, no para tirar cohetes, pero malo tampoco. Me parece mucho peor lo de Raab, que fue la etapa que me hizo abandonar definitivamente la serie (me tragué al infumable Lodbell, también peor, sí,qué le voy a hacer). Vamos, que yo diría que después de Davis y de Claremont-Davis, es la mejor etapa de Excalibur, claro que comparado con el resto, no es decir mucho.
sois la hostia; que manía que tenéis/tenemos de llevarlo todo al extremo; vale que últimamente millar anda más perdido que un pulpo en un garaje, pero de ahí a denostar toda su obra va un trecho; personalmente a mi me parecen ‘sobresalientes’ (en el sentido que sobresalen sobre la calidad media de tebeos de su época) sus ultimates (sobre todo el primer arco) y su authority (que, para mi gusto, le da sopa con ondas a la etapa de ellis), aunque no se puede negar que últimamente el tío se ha acomodado y peca de todos los defectos que jorge le achaca y alguno más (yo, después de su némesis, había tomado la decisión de dejar de leerle, pero picaré seguro, y es que quitely es mucho dibujante).
en cuanto a ellis, pues otro tanto de lo mismo; ha escrito verdaderos truños, muchos tebeos mediocres, algunos ‘sobresalientes’ y alguna que otra obra maestra (como el jodido planetary que, por cierto, está a mucha distancia de cualquier cosa que haya escrito millar).
lo dicho, no seáis extremistas, que hasta el mejor autor tiene unos cuantos borrones en su historial (ejem alanmor ejem).
Yo solo por Quitely me lo compraré, lo que haga Millar me importa menos pero a mi siempre me ha gustado y siempre me ha parecido buen guionista, no he leído sus últimas obras (nemesis, supercrocks y kick ass2) pero creo que su producción para Marvel siempre ha estado a un buen nivel, y si es cierto que es un bocas y que su principal cualidad con el paso del tiempo ha acabado siendo el oportunismo, pero si que creo que suele introducir temas interesantes en sus tebeos y de vez en cuando deja conceptos interesantes, hasta hace cuatro días todavía se estaban utilizando ideas que introdujo en los 4F. Curiosamente de sus tebeos para Marvel el menos divertido me resultó Civil War, si bien la idea era interesante y la situación que dejó fue muy positiva, la historia no tuvo el ritmo adecuado
¿Nadie va a comentar que el colorista de Jupiter’s Legacy es Peter Doherty? ¿usará su propia sangre para colorear los dibujos de Quitely? 🙂
Tras la referencia cómicohipsterpija decir que Millar normalmente me entretiene mucho (Kick-Ass 1 y 2, Ultimates) y puntualmente me sorprende con obras de verdadera calidad (Hijo Rojo) pero Ellis está en otra órbita, no hay punto de comparación.
Esos cielos fotochoperos de las dos últimas páginas son dignos de una portada de Camela.
Cuando Ellis quiere reirse de lo absurdo que son los superheroes le sale un Nextwave.
Cuando Millar intenta lo mismo le sale un Kick Ass.
Poco mas añadiria yo…
De hecho, Authority no fue realmente nada más que splash page molonas con gente dándose tortas hasta que la cogió él, quien empezó a jugar con ideas realmente interesantes que rompían con la barrera de lo establecido y se atrevía con ideas tan valientes como que unos superhéroes que buscaban el bien de todo el mundo fueran enemigos naturales del statu quo de los gobiernos existentes.
Amoshombreacagaralavia… Ellis desarrolla el tema de que los SHs (ejem…) defienden el statu quo en Stormwatch, donde ya introduce al grupo de Authority como «enemigo». Y precisamente cuando algunos superhumanos se plantean que lo que hacen al servicio de la ONU no es por el bien de la gente, sino en los juegos de poder de los dirigentes de turno, es cuando se produce el cambio a The Authoriy.
Que sí, que yo creo que Millar en su primer arco se marca el punto álgido de la serie (tal vez también porque usa a los Vengadores como los «malos»), pero de ahí a decir que lo de antes sólo son splash page molonas… Pues como que no
Lo del espectáculo no te lo niego, pero ni lo segundo ni, pero ni de palo ni conciencias, lo tercero
No estoy para nada de acuerdo en esta afirmación, Jorge.
Novedad: Millar estaba entre aquella generación de escritores que en un entorno en el que primaba la autocomplaciencia se atrevieron a llevar los conceptos más allá, más lejos. A hecerlos más grandes y expandir sus consecuencias. Basta de historias en las que la gente solo habla de cosas intrascendentes y actúan bajo límites prefijados. Cada historia era un blockbuster que posaba sus miras más allá del alcance de cualquier superproducción de la industria cinematográfica, aprovechando que en el cómic no hay barreras más allá de las que determinan la imaginanción.
Si vas a hacer una historia de acción de Lobezno, hazla con todas sus consecuencias. Si vas a adaptar a los Vengadores a la actualidad, echalo todo. Pero me voy a quedar con el ejemplo más claro: Sus 4 Fantásticos. Aun con todas sus virtudes y sus defectos, Millar fue de los pocos que se salieron del sota, caballo y rey de toda la vida.
Las historias de este tío tienen el mismo atractivo que un crío de cinco años diciendo tacos
Compara su Authority con el de Ellis. Solo la miniserie de Jenny Sparks dedica más espacio al desarrollo de personajes de los 12 números de Warren. De hecho fue en la etapa de Millar donde el equipo comenzó a coger verdadero cuerpo.
Pero la cosa va más allá si comparamos sus Ultimates con los Vangadores que había en la época, teniendo por la parte de Millar a personajes complejos y llenos de contrastes según la línea del héroe con pies de barro (y mucho barro) de Marvel frente a la iconicidad nostálgica e inamovible de Busiek. Por lo que no me parece precisamente un autor al que se le pudiera acusar de limitarse a «tirar piedras y esconder la mano».
Pero si entramos en el tema de agitar conciencias, solo te voy a pedir que me cites al menos 10 obras del cómic mainstream de superhéroes de los últimos 25 años que tengan el mínimo de trasfondo político social que sus Ultimates con aquellos héroes que eran creados para defender una nación solo para acabar siendo los responsables de la destrucción de media Nueva York, o que se metieran en el ajo de una circunstancia tan polémica como fueron las medidas de Bush tras el 11 de Septiembre, con la conversión de los «superpolis mundiales» en «gran satán» incluida.
defienden el statu quo en Stormwatch
Tu lo has dicho. En Stormwatch. Pero no en Authority. Los Authority de Ellis son iconicidad superheroica en estado puro sin ningún aditivo ni añadido. Ni una excesiva complejidad, ni desarrollo de personajes ni nada que pueda estorbar al espectáculo superheroico en su máxima potencia. Ahí radica su encanto y su limitación
«Daniel Gavilán
ha comentado el 8 mayo, 2013 a las 22:13h
defienden el statu quo en Stormwatch
Tu lo has dicho. En Stormwatch. Pero no en Authority. Los Authority de Ellis son iconicidad superheroica en estado puro sin ningún aditivo ni añadido. Ni una excesiva complejidad, ni desarrollo de personajes ni nada que pueda estorbar al espectáculo superheroico en su máxima potencia. Ahí radica su encanto y su limitación»
Como muy fan de las dos primeras Authoritys, me gustaría argumentar que la semilla de la vuelta de tuerca de Millar ya está en el segundo arco de la de Ellis, cuando la invasión de la tierra paralela, y Jenny decide modificarla profundamente y dice aquello de… lo que ocurre es que ahora mismo no tengo tiempo. Pero que conste que no estoy de acuerdo, y que tan buena me parece la Authority I como la II.
Daniel, Ellis hace evolucionar a unos agentes metahumanos de una agencia estatal que defiende los intereses de los poderes facticos para convertirlos en los nuevos integrantes de un grupo considerado «terrorista», presentandolos como autenicos heroes dado que buscan un bien mayor para toda la sociedad.
Buena reseña coral, coincido con los comentaristas. Un cómic sobrevalorado pero que ha vendido mucho.
Lo ojeé para ver si me seducía y lo compraba, no lo logró.
Quizá gustan los dibujos de la primera parte, cuando los futuros superhéroes se van a una isla que recuerda la versión más reciente de «King Kong».
«No creo yo que sea justo hacerle pagar a Quitely la total falta de ganas que Cassaday puso en esa serie.»
Tienes razón, joder, pocas veces se me ha ido la pinza tanto! 🙂
«Seré un Millar-hater pero Ultimates no me parece ninguna revolución. De hecho, me parece un cutre intento de marcarse un Watchmen con Los Vengadores, que tampoco ha tenido demasiadas consecuencias, más allá de que CHUCK! Austen lo imitase en su gloriosa (sic) etapa en los Vengatas. Los cómics mainstream buenos de hoy en día (Daredevil, Ojo de Halcón, X-Factor) no se parecen en nada a lo que Millar planteaba, que era un refrito de viejas ideas de Moore o Miller adaptadas a un público acostumbrado a leer cómics en 10 minutos»
Los Ultimates en su momento fueron una revolución tanto en lo visual, concebidos para ser el equivalente de una superproducción de Hollywood, como en lo conceptual (sobre todo en su ultimo acto en el contexto de la guerra de Irak) Pocas veces un comic ha reflejado la realidad política de la época y del país en que se produjo, quizás el Capi de Englehart, pero de eso hace ya 40 años, así que SI, los Ultimates marcaron una época, y decir que fueron cutres por el hecho que los comics actuales no sigan su tendencia es como decir que Watchmen o Dark Knight no tuvieron ninguna importancia porque los comics que se hacen hoy son de otro estilo.
pues le han dado buenas criticas en este lado del charco, me hacen pensar que aun no han superado eso que dijo de españa
y bueno mi opinion: me ha encantado, no me he corrido del gusto pero ha sido la mar de entretenido, un poco gastada la formula pero quitely le da un levanton de aquellos
y todavia para que se enojen mas: ha sido uno de los comics de autor mejor vendidos del noveno arte, ale a festejar todos jajajajajaja, que millar paga la primera ronda no puedo odiarlo aunque me esforzara (y no lo hago para nada)
THFHPH, ¿tás tonto tú? Primero, lo que dijo de España lo dijo en broma. No en vano está trabajando con un director español para la adaptación de Supercrooks.
Segundo, si la mierda es mierda, lo es aunque su autor diga que tu edificio es el más bonito que ha visto en su vida o si le parece que vives en una chabola hecha de heces y paja. No importa para juzgar objetivamente su trabajo.
Y los guiones recientes de Millar son TODOS mierda autocomplaciente. ¿Que vende bien? Y yo que me alegro de que un cómic independiente venda bien, aunque sea de Millar y aunque sea una puta mierda. Es motivo de alegría y no creo que nadie de los comentaristas o de los autores de la crítica vayan a rechinar los dientes porque alguien gane dinero fuera de Marvel y DC.
Tiene buena pinta, a ver si me llega ya.
Sobre el tema Millar, solo voy a decir que es uno de los autores más importantes hoy en día. Sus Ultimates (que me parecen algo sobrevalorados) reflejan la sociedad de la época y todo eso que ya ha mencionado Gavilán. Ya se ha mencionado su Authority. Su Kick Ass, como comentó hace tiempo Torralba, es una adaptación del Quijote muy suya (y tiene razón). Y dentro de Marvel, su Viejo Logan mola, no es la rehostia, pero entretiene; Civil War está bien y planta conceptos interesantes, su MK Spiderman es de lo mejor de Spidey en este siglo, Nemesis es un producto de consumo rápido, pero muy adictivo, etc.
Que sí, que sus últimas obras son una puta mierda, sobre todo Kick Ass, pero es un autor que ha influido bastante, y que ha parido una forma de hacer comics chula.
Vamos por partes:
A ver ¿qué es el sota, caballo, rey de toda la vida?
Skrulls, Inhumanos, Galactus, Cuatro Terribles, Zona Negativa, la Cosa quiere ser humano… A lo único que recurrió Millar de los temas de toda la vida fue al Doctor Muerte (porque se nota que le gusta más que los propios Cuatro Fantásticos) y para meter a un personaje nuevo. En el resto de sus tramas solo salía el devorador de mundos muy de refilón. Que vale que la mayoría de tramas fueron una chorrada, pero al menos recuperó el interés por la ciencia ficción. Si hasta hizo que Ben tuviera una relación que no se basara en el ‘es que soy mu feo’ y ella es ciega / un monstruo como yo.
coño, que con Lobezno lo que hizo fue ¡descerebrarlo para convertirlo en un arma mortal!, qué pasada
Creo que fue uno de los compañeros quien expresó de forma acertada como la mayoría de etapas de Lobezno buscan excusas para contar cualquier cosa menos una historia de Lobezno. Y aunque no se puede decir que reinvente la rueda, su gracia radica precisamente en congregar todo lo que mola del personaje para dar forma en 12 números al blockbuster de acción definitivo de Lobezno. Ninjas, superterroristas, lavado de cerebro, venganza, peleas contra otros superhéroes, villanos cabrones, los cuadros de texto estilo Miller… por no faltatarle tiene hasta síndrome de culpa del personaje. O lo que decía antes, quitarse el miedo de llevar las historias más allá, de abordarlas a lo grande y sin limitaciones de ningún tipo.
¿trasfondo político social en los Ultimates? ¿trasfondo político-social?
SPOILERS de Ultimates y esas cosas: La creación del grupo nace frente a una sona de desastre en Nueva York al más puro estilo del 11-S y hablando de Magneto como si fuera Bin Laden. Los EEUU se gastan millones de dolares en una iniciativa superhumana para luego encontrarse que no tienen nadie contra quien pelear y que pasan casi todas las tardes en la base hablando de películas y frivolidades. Para rematar la faena, acaba siendo uno de los suyos (Banner) el que se descontrola y mata a miles de personas en Nueva York. Lo esconden de los medios como buenamente pueden y se dedican a hacer de superpolis por todo el mundo, imponiendo su ideal de justicia. En el acto final es una iniciativa creada por las naciones que estaban hasta las narices de ellos y que veían en su proyecto superhumano un recrudecimiento de la política autoritaria de los USA plasmado como la caída de Bagdad en la última Guerra del Golfo. Al final el capi ve en estos ‘Libertadores’ una consecuencia de sus propios errores y abandona. Adios al ídeal de las barras y estrellas. FIN DE LOS SPOILER.
Este es en resumen la base argumental de los volúmenes 1 y 2 de Ultimates. Una base a lo que hay que sumar todo el jaleo mediático de los superhéroes como superestrellas contemporáneas, a Thor liderando a una peña de adeptos al margen del sistema al más puro estilo Jesucristo, Pym venido a menos bajo los efectos del veneno de la fama… si eso no es trasfondo político social que venga Odín y lo vea.
Pero es que volvemos al error de infravalorar este elemento olvidando que es un trasfondo y no el objetivo de la historia. Vamos, que parece le echemos la culpa a Millar de no haber escrito un ensayo sobre la américa del 11-S cuando su intención siempre fue crear un cómic espectáculo con un fondo con cierto interés dentro del entorno en el que fue concebido.
Que no dejo de oir a la gente diciendo que no profundiza en ello, que no es Watchmen, que Millar no es Costa Gavras, etc… y tras mirar alrededor pensar que OJALÁ una mínima parte de los blockbusters y cómics de entretenimiento que nos llegan mes a nuestras carteleras y tiendas tuvieran siquiera un 10% de la «superficialidad» político social de sus Ultimates.
Bravo, señor Gavilán,totalmente de acuerdo. Me hubiera encantado decir exactamente lo que acabas de comentar punto por punto porque es exactamente lo que pienso pero yo no hubiera sabido expresarlo. No suelo hablar casi nunca por aquí pero quería decírtelo.
Un saludo a todos
¿Los buenos cómics no deberían seguir siéndolo con el paso de los años?
No soy un ilustrado en el cómic ni un entendido en el mundillo, sólo el típico friki que pilla alguna que otra cosa de vez en cuando y disfruta leyendo a gente rodada de verdad, con años de lectura a cuestas y una miríada de nombres de autores en la cabeza. Sitios como este vamos.
Y me llama muchísimo la atención que obras con las que a todo el mundo se les cayó los cojones al suelo como Red Son, Kick-Ass o The Authority ahora no sólo son criticadas sino que nunca fueron para tanto.
Yo no se si es que se me escapa algo o qué pero cosas the ultimates por decir algo fueron la polla en su momento y otros como el caballero oscuro han sido de siempre referentes en lo que a cómics de culto se refiere.
Que muchas de las obras que cito no las he leído siquiera pero hablo de lo que de siempre he escuchado y leído del público «entendido».
Que habrá n-mil mejores vale. Que sea un prepotente sobrevalorado también. Pero estoy leyendo por aquí cosas como que nunca ha hecho nada bueno y propio de verdad y me parece super chanante cuando llevo años viendo comidas de falo generalizadas ha sus obras (o por lo menos hasta no hace muchos años).
Y para eso se creo el concepto de «envejecer mal», que aqueja a obras que se adscriben, en este caso, al shock-value de una época en la que había más bien poco pero que hoy en día es la norma. ¿Eliminado este shock-value qué queda en la obra de Millar (en lo que llevo leído y por lo que deduzco de las opiniones de los demás)? Buenas ideas mal ejecutadas y explotadas hasta la saciedad, dentro de la propia obra o en las siguientes.
Estoy seguro de que recuerdas un buen puñado de películas que en su momento lo petaron, todo el mundo hablaba bien de ellas y el tiempo «las ha puesto en su sitio» (#RancioFacts) consecuencia inevitable del «envejecer mal» en este caso.
No veo en ningún lado la contradicción salvo que no hayas entrado a internet en los últimos 10 años y de repente, uh-oh, Millar no mola.
y me parece super chanante cuando llevo años viendo comidas de falo generalizadas
Pero eso es porque aquí somos muy viciosos, lo cual no quita que el tipo efectivamente sea un inútil.
Bueno, Reverendo, también hay otro fenómeno que es el gusto que tenemos por derrumbar ídolos casi tanto como como erigirlos, pasando de 0 a 100 en menos de 5 segundos. Básicamente lo que se ha dicho siempre de que el aficionado medio solo tiene dos categorías: «Obra maestra» o «puta mierda» (y como mucho, «placer culpable») y que en cuanto algo comienza a sonar a viejo, nos lanzamos sobre él como si fueramos buitres acechando el cuerpo de Raúl González Blanco durante sus últimos días blancos.
Yo sigo revisionando las obras que me gustaron de Millar y lo que encuentro es lo mismo de siempre: Un tío que ha mamado del cine de acción ochentero al que no le gusta andarse con niñerías y que tiene una extraña habilidad para concebir premisas potentes y meter el dedo en la llaga. Y dentro de esa base, le sigo viendo en sus obras cosas que no hacía la gente antes de su llegada y que siguen sin hacer después de su ‘marcha’, desde las voz descreída de unos personajes que -a Dios gracias- se alejaban del ideal del tipo que se convierte inmediatamente en el canon del superhéroe desde el pomento en el que obtiene poderes hasta su gusto por la acción adrenalínica y las aventuras más grandes que la vida.
Esas cosas siguen en su obra con sus cajas sorpresas, ‘A de Francia’ u ‘Os habéis metido con el hijo de puta equivocado’. Son tan ‘shock value’ como el cine de acción de los ochenta/noventa con McTiernan y Verhoeven a la cabeza o las películas de artes marciales. Algo que tuvieron éxito por ser rompedoras y a lo que hoy nos podemos vernos tentados a quitarles mérito porque nos parezca algo desfasado y caduco, pero sin cuya contribución sería incapaz de entender el medio tal y como es hoy.
Hoy Millar habrá perdido el norte detro de su autocondescendencia. Pero lo que hizo en sus buenos tiempos sigue ahí, y por manoseado o pasado de moda que nos pueda sonar hoy, todavía manitiene las bases que consiguieron darle un revulsivo al medio hasta convertirlo en lo que es hoy.
Y precisamente si lees mi opinión sobre «Hijo Rojo», leída una única vez hace unos días, verás que ni «Obra maestra» ni «Puta mierda». Y que de lo que he leído de él, no pasa del notable. «Puta mierda» te lo puedo decir de «Supercrooks» o, de momento, de «Jupiter’s Legacy».
Entiendo precisamente que es necesario un cambio en el horizonte de expectativas para adaptarse a «lo que significó» en lugar de «lo que hoy significa». Nadie ve una película de los años 50 y se sorprende porque besen raruno, pongan la pistola en la cintura para disparar o se mueran de una forma, err, «extraña». Se entiende la brecha generacional, se entiende que a día de hoy esas obras deben verse como piezas de museo y no tanto como referentes (ya superados).
PERO, es normal la desmitificación cuando la propia mitificación no estaba justificada, los árboles no nos dejaban ver el bosque, etc. etc. (hoy estoy muy #RancioFact). Es inevitable y no creo que no te haya pasado alguna vez el leer una obra que en su momento consideraste una obra maestra y que a día de hoy le ves muuuchos fallos. La «obramaestricidad» de obras que no lo merecen, que han apelado a uno de nuestros puntos débiles en su momento, se diluye SIEMPRE desde el instante en que ya hemos construido muros alrededor de esos puntos débiles.
El factor nostalgia sólo funciona si uno vive del recuerdo y no de revivir la experiencia, porque lo más probable es que la decepción sea grande. Ejemplo práctico: guardo con cariño y nostalgia mi recuerdo de «Batman Forever», pero no creo que tenga JAMÁS pelotas de volver a verla por voluntad propia, porque sé que acabaré echando espumarajos por la boca y con ganas de asesinar a Schumacher, a Chris O’Donnell y a Nicole Kidman (he tenido que buscar quién era «la chica» en esta peli, del papelón que hacía…). Mi recuerdo de infancia (salió cuando yo tenía 6 años o asín) es uno, mi experiencia actual sería otra. Muy otra. Y a pesar de todo estoy seguro de que habrá gente que en su momento (habrá alguno que incluso ahora…) les encantó, les pareció jodidamente brillante, y que pagaron por ver años después la de Chuache…
Hombre, Reverendo, pero es que no creo la ‘obramaestricidad’ implique ser perfecta o carente de fallos. Si por verle fallos al releer se los veo hasta ‘Watchmen’. Ahí hay que barajar entre virtudes y defectos, donde no creo además que haya mucha diferencia entre las fisuras que aceptamos por ‘el encanto de la época lejana’ con la derivadas de ‘el desencanto de las épocas más cercanas’
«THFHPH, ¿tás tonto tú? Primero, lo que dijo de España lo dijo en broma. No en vano está trabajando con un director español para la adaptación de Supercrooks.»
No lo dijo de España, se metió directamente con Canarias. Y no fue en broma, fueron declaraciones muy desafortunadas.
El tío tiene pinta de ser un capullo integral… peeero, a mí me sigue pareciendo un guionista cojonudo.
Que está quemado? Vale, pero que le quiten lo bailado. A mí toda su producción marveliana hasta el Viejo Logan me parece muy meritoria.
Éste sí es un tío que se dejó sus mejores ideas para la compañía y dio lo mejor de sí.
Y Millar tiene obras mejores y peores, incluidas algunas excelentes. A mí Ultimates me parece que es mucho más que la moda del momento. De hecho, creo que es de esas obras que Marvel debería lucir con orgullo.
«Que está quemado? Vale, pero que le quiten lo bailado. A mí toda su producción marveliana hasta el Viejo Logan me parece muy meritoria.
Éste sí es un tío que se dejó sus mejores ideas para la compañía y dio lo mejor de sí.»
Ah, pues ahí en desacuerdo, yo pondría primero su Authority Vol 2, después de eso, Hijo Rojo y de ahí cuesta abajo y sin frenos.
Si acaso el primer volumen de los Ultimates, salvable.
Yo con Mark Millar tengo una extraña relación, leo sus cómics malos igual que veo películas malas, me encanta Hijo Rojo, The Ultimates creo que es bastante restacable y su etapa en The Ultimates pese a verse lastrada editorialmente. Luego, como mucho, tiene productos palomiteros, mejores o peores, como sus historias con Lobezno y Spider-man.
El problema de Mark Millar viene de ser un simple fanboy, como guionista tiene la actitud de un niño influenciable, en su caso no usa referentes o se inspira en tal o cual, se limita a copiar, a juntar piezas de aquí y de allá y encajarlas mientras flipa él solo.
Incluso, para mí, en muchas ocasiones bordea el plagio, porque vamos, lo de Némesis claramente surge del día que Mark Millar piensa «hostia, he visto El Caballero Oscuro y mola mazo» y acto seguido escribe un cómic en el que el villano es el protagonista, como el Joker de Heath Ledger, que incluso sigue sus mismos planes e tiene un bat-coche del que se extrae una bat-moto… Muy poco sutil. Y así todas sus obras, que nos quiere vender como originales, son el refrito de algo anterior (especialmente Watchmen a la que tiene expoliada cosa fina)…. y en sus entrevistas siempre nos las vende comparadas con la película tal o cual.
«Ah, pues ahí en desacuerdo, yo pondría primero su Authority Vol 2, después de eso, Hijo Rojo y de ahí cuesta abajo y sin frenos»
Eso es lo bonito de internet: poder estar en desacuerdo con la gente.
A mí me gusta más el Authority de Ellis y coincido con Rev en que Hijo Rojo está muy sobrevalorado (eso sí, la idea del final es muy buena). Pero igualmente me parecen buenos comics.
Gavilán, tío, reconócelo: eres un tío de gustos… populistas
Habló el fan de la trilogía de Lucas 😛
A saber en que sentidos has usado lo de «populista», que últimamente se le ha dado muchas vueltas al tema. Pero yo siempre me he visto más como una encrucijada, condenado a que el espectador medio me tache de «snob» cuando digo que películas de masas como las cintas de Marvel Studios, Big Fish o las últimas de del Toro me parecen un soberano coñazo, o que los más «gafapastas» me tachen ser del «populacho» cuando defiendo los placeres sencillos.
Un tipo que escribe Kick Ass y luego nos regala Kick Ass 2, no ha podido ser bueno nunca en la vida, la primera me pareció horrible, pero cuando leí la segunda parte entendí perfectamente el significado del termino MIERDA.
¿Cómo se puede olvidar alguien de que Nicole Kidman era la tía de Batman Forever si estaba pa comérsela viva en esa película?.
Daniel Gavilán ha comentado: condenado a que el espectador medio me tache de “snob” (…) o que los más “gafapastas” me tachen ser del “populacho”
Vamos, que eres un tibio.
¿Cómo se puede olvidar alguien de que Nicole Kidman era la tía de Batman Forever si estaba pa comérsela viva en esa película?
De hecho, el momento en el que Tomay Lee ‘Jones la arroja por la Trampilla del Supervillano TM y se le sube la falda hasta la altura de la frente -dejando al aire todas sus cachas- debe ser el más icónico de toda la película.
pero, joder, no me digas que te aburriste viendo El Hobbit
Pues te vas a reir, pero tiene guasa que tras discrepar tanto vayamos a coincidir precisamente en esta. De hecho, tras un breve bache durante la reunión de los enanos en Bolsón Cerrado, se me pasó volada y me pareció uno de los mejores blockbusters de estos últimos años (aunque pensaba que era de Jackson y que Del Toro se limitó al guión).
Y si, con las de Marvel Studio (salvo la primera de Iron Man, otra cosa con la que coincidimos) me aburrí de lo que se dice aburrirse, lanzando bostezos e removiéndome en la butaca del cine por el tedio que me invadió en tramos como toda la parte del Helitransporte en Vengadores, toda la parte de Asgard en Thor, casi todas las partes ligadas a Cráneo Rojo en el Capitán América o el tramo que se desarrolla en Tennessee de la última de Iron Man.
Sobre Del Toro, para mi su mejor película es Hellboy. Y después, Blade II (aka la película de cómic más fardona de la historia del cine). Cronos todavía no la he visto
«¿Cómo se puede olvidar alguien de que Nicole Kidman era la tía de Batman Forever si estaba pa comérsela viva en esa película?»
Pues fácil, porque Nicole Kidman suele ser lo más soso de cualquier película en la que participe, de hecho, en su caso, entre estar o no estar muchas veces no hay ninguna diferencia… e incluso a veces acaba transmitiendo su sosería a muchas de las producciones en las que trabaja.
Suscribo palabra por palabras vuestras opiniones sobre El Hobbit, de hecho vamos a ser serio, al salir del cine pensé, No me puedo creer que de un libro amable y repleto de imaginación, pero que ciertamente no hubiera pasado a la historia como nada si no fuese por todo lo que vino después, ha podido salir esta peli, coño que no quería ni parpadear para no perderme alguna virguería de las que estaba viendo en pantalla.
Pero para mi el mejor Blockbuster de los últimos años sigue siendo El origen del planeta de los simios.
Pues fácil, porque Nicole Kidman suele ser lo más soso de cualquier película en la que participe
Hmm ¿seguro que hablamos de la misma Nicole Kidman capaz de izar todos los mástiles en ‘Calma Total’, hipnotizar a la cámara en ‘Todo por un sueño’ y marcarse el monólogo final de ‘Eyes Wide Shut’? Que vale que con el paso de los años haya cogido pinta de ‘Tía May’, pero…
Estoy empezando a odiar el palabro blockbuster.
Y que sepais que Nicole Kidman tocó techo en Los bicivoladores. Luego se puso viejuna y perdió encanto.
Creo que Los Bicivoladores es una de las peores películas que he visto jamás. Y tengo un blog que atestigua que esta afirmación no es baladí.