Juventud, drogas y otras fantasías
«Adolescence sucks. Luckily it has always been a temporary problem.»
¿Mundo distópico? Check. ¿Misterioso virus? Check. ¿Jóvenes encerrados? Check. ¿Drogas? Check. Con este coctel estaba claro que había que poner un ojo en Juvenile.
Sin ser yo precisamente una persona que mire mucho la nacionalidad de los demás, me pasa que cuando veo artistas españoles (o hispanoparlantes) sacar algo por los USA siempre procuro acercarme a ver qué proponen. Muchas veces me sorprendo del poco eco que los medios se hacen aquí de ello, de la dificultad de acceder a la información y la poca publicidad que se dan los autores (cosa que tampoco es su trabajo, por cierto) mientras que me satisface ver cómo sus planteamientos no tienen nada que envidiar al resto (quien lea cómic español o latinoamericano eso ya se lo sabe de memoria). Sea como sea, me acerqué a Juvenile solo por el hecho de que Maria Llovet hacía las portadas, y admiro mucho su trabajo, y me encontré un cómic tan interesante como para querer que sepáis de él con una modesta reseña. A saber, uno de esos momentos en los que divulgar apetece solo por contarle al mundo que hay un cómic con el que me lo he pasado muy bien.
Juvenile nos cuenta la historia de un grupo de jóvenes encerrados en una antigua base militar reconvertida a institución sanitaria llamada El Castillo. Su premisa es que el mundo como lo conocemos se ha acabado, en el exterior un virus a acabado con todos aquellos que llegan a la vida adulta, con lo que los supervivientes experimentan con los jóvenes para encontrar una cura… y algo más. Medicación extraña, cirugía a la que no todos sobreviven y un ambiente opresivo dado por el encierro es el entorno en el que se mueven sus protagonistas.
Esta miniserie de cinco números está realizada por Jesús Orellana al completo, autor conocido en el campo de la animación por su exitoso corto ROSA, que podéis ver aquí, y comiquero declarado que se estrena directamente en Image Comics como autor completo. Su planteamiento en Juvenile suena a muchas cosas, pero no se parece a una en concreto. Lo cual ya de entrada es muy positivo en tanto que logra identidad propia.
El autor consigue recrear esa atmósfera opresiva gracias a la localización. El Castillo se cimienta muy bien en nuestras cabezas por la pulcritud blanca aderezada con dibujos infantiles y alguna que otra humedad en las esquinas, que le dan ese toque de decadencia, toda llena de jóvenes de diferente índole, acompañados de adultos que parecen sacados de un sanatorio de terror de los años sesenta. Orellana se maneja muy bien con una especie de terror naive y ciencia-ficción, mientras que sus diálogos van más a reflexionar sobre la juventud y el cambio. Y, cómo no, a cuestionar la realidad y lo que ha pasado fuera, todo un clásico en el género.
El misterio está muy bien presentado, centrándose en pocos personajes y con la llegada de uno que sirve para introducir todo este mundo al público. Siempre me gusta ser cuidadoso con los primeros números, porque no deja de ser más que una presentación, pero en este caso todo parece estar en su lugar. Apetece seguir leyendo por el misterio, pero todo pinta a que lo que va a enganchar son los personajes, en especial los dos a los que el autor dedica las últimas páginas, con un ligero giro que hace este capítulo más interesante.
El dibujo es limpio y claro. Los personajes están muy bien definidos y va muy en consonancia con lo que se quiere contar, pero lo que realmente me ha gustado es su constante trabajo con las perspectivas. Tiene partes muy interesantes, destacaría el final por encima del resto, pero la verdad es que Orellana se la juega en unas cuantas páginas con puntos de vista complicados y sale vencedor. Sus personajes recuerdan algo a la artista antes mencionada y portadista de la serie, Maria Llovet, aunque su tono es mucho más inocente, menos arrollador. Eso sí, se nota que nos queda mucho por ver.
Valoración: Juvenile empieza muy bien. Una presentación impecable en guion y dibujo que puede encandilar a un público diverso, que guste de historias de misterio, distópicas y con un trasfondo interesante. Esperemos que llegue a España para poder leerla completa, pero de momento tiene mi atención.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Juvenil
Una obra distópica con un buen arranque que deja con ganas de leer más. Todo lo que se puede pedir a un número uno.