Kakegurui 1-6

Edición original: 賭ケグルイ (Kakeguri), Square Enix vol. 1-6 JP.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: KAWAMOTO Homura.
Dibujo: NAOMURA Toru.
Formato: Tomo rústica con sobrecubiertas, 248 págs.
Precio: 9,95 €

Cuanto más demente… más divertido resulta el juego

Hay algo sorprendente y adictivo en el juego que es capaz de enganchar casi a cualquier persona, en mayor o menor medida. Y con enganchar me refiero a que, de una manera u otra, todo el mundo acaba encontrando un juego que le encanta. Pero, más allá del tipo de juego que se trate, la variable que marca la diferencia son las apuestas. Cuando te juegas algo, normalmente dinero, todo cobra un sentido mucho más serio, emocionante y divertido. La adrenalina sube, y cada jugada supone un vaivén emocional según lo que ocurra: si te sale bien, o si te sale mal.

Ahora imaginad que alguien captura esas potentes sensaciones del juego y las apuestas y las plasma en un manga con personajes absolutamente disparatados y desatados. Esto es Kakegurui, ni más ni menos, un manga con unas pretensiones muy sencillas: mostrarnos hasta qué punto insano y demente pueden llegar la locura por las apuestas. Conocí esta historia por el anime, cuya primera temporada devoré antes incluso de que se estrenara en Netflix. Posteriormente, y por la impaciencia de tener que esperar a la segunda temporada, comencé a leer el manga, que, por cierto, es prácticamente idéntico, por lo que la adaptación es muchas veces casi calcada plano por plano.

Hace tiempo que ECC Ediciones decidió apostar fuerte por este manga, comenzando su publicación hará aproximadamente un año, junto a unos obsequios en forma de fichas, así como también licenció el spin-off Kakegurui Twin, que se centra en los primeros meses de Mary Saotome, uno de los personajes principales, en la Academia. La publicación de cada uno se realiza de forma alterna, es decir, un mes la serie principal, y el otro el spin-off, también guionizado por el mismo autor, aunque con otro dibujante. Así mismo, también se vende un pack con ambos tomos, las fichas y unas cartas especiales y temáticas de la serie. Como veis, una apuesta, nunca mejor dicho, a la que hoy vamos a dar cobertura analizando hasta el tomo seis de la serie principal.

Debo confesar que hace tiempo que tenía ganas de hablar de esta obra, y por unos motivos u otros, no había podido sacar el tiempo necesario. Uno de mis mangas favoritos de los últimos años, y un placer culpable, puesto que, si algo es esta obra, es absolutamente de nicho: o te encanta, o la aborreces. Y ahora entenderéis por qué. Empezamos la historia con una nueva alumna, Yumeko Jabami, ingresando en la prestigiosa Academia privada Hyakkaô, en donde los hijos de las personas más ricas y poderosas del país se preparan para en un futuro suceder a sus parientes en sus respectivas posiciones de poder, ya sea político o empresarial. Jabami es una chica alegre, inocente y dulce que tarda muy poco en integrarse en el oscuro juego interno de la academia: las apuestas. Aquí existe una terrible y cruel jerarquía, quienes tienen más dinero, son los más populares de la escuela, y los que se quedan sin capital y acumulan deudas, se convierten en “mascotas” de sus acreedores. Por encima de todos ellos, se sitúa el Consejo Estudiantil, compuesto por diferentes estudiantes que marcan las normas a seguir en este insano mundo de las apuestas, y tratan de mantener el orden.

Desde el primer capítulo, el autor nos muestra sin paliativos el tono que va a tener la historia. Mary Saotome reta a Jabami a un juego en el que apuestan mucho dinero, y mediante el cual nuestra protagonista consigue ganar y liberar a Ryōta Suzui, un tímido chico de su clase, de su esclavitud y sus deudas con Saotome, y desde entonces se convierten en inseparables amigos. Así pues, parece que los planes de Jabami van mucho más allá de derrotar a Saotome, puesto que su verdadero objetivo es Kirari Momobami, la presidenta del Consejo Estudiantil. Poco a poco, desafiando y derrotando a los diferentes miembros del consejo, planea llegar hasta ella, pero los motivos y las razones que impulsan este plan permanecen completamente en el misterio. Simplemente nos muestran a un personaje que cambia por completo cuando está inmersa en un juego de apuestas, y se vuelve un ser enloquecido, excitado, me atrevería decir incluso sexualmente, que, apuesta, en ocasiones todo lo que tiene, simplemente por saborear esa adrenalina y sensación de ganar o perder. Así es Yumeko Jabami, que, no obstante, pese a ser una demente de las apuestas, es tremendamente inteligente, y cuando parece que va a perder y su rival la tiene contra las cuerdas, consigue salir del aprieto con un plan oculto que seguía a pies juntillas desde el principio y que su rival, casi siempre muy narcisista e infravalorando a Jabami, no ha conseguido averiguar. Un modelo que se repite una y otra vez en las diferentes apuestas, pero que, sin embargo, y por lo menos hasta donde he podido leer, se hace muy entretenido.

Los juegos que nos muestran son muchos y muy variados. Desde un simple y sencillo piedra, papel, tijeras, hasta un concurso de idols en el que tienen que cantar, bailar o responder preguntas, o diferentes variedades de póquer como el Póquer Indio. Hay para todos los gustos, y algunos de ellos son incluso juegos originales creados por el propio autor, y aunque de apariencia sencilla, a veces no es fácil seguir las jugadas con una simple lectura superficial, sino que tienes que releer los diálogos una y otra vez, y sobre todo estar atento a lo que te muestra el autor en las viñetas para seguir el juego. Un punto de complejidad que se agradece, especialmente para aquellos que buscan un manga de juegos. Aunque quizás ésta no sea la mejor opción para esto, por lo menos sí tiene diversos elementos que pueden satisfacer a ese tipo de lectores. Y con respecto a las apuestas, pues igualmente hay de todo, desde dinero, hasta cosas muy particulares como uñas, ojos, o la propia vida. No os preocupéis, que la historia no adquiere nunca un cariz tan serio, pero no por ello le resta emoción en determinados momentos.

En estos primeros seis tomos, se abarca hasta más o menos el primer tercio de la segunda temporada del anime, lo cual significa que nos metemos directamente en el arco de las elecciones, aunque algunos elementos están ordenados de forma diferente, como la lucha entre Yumeko y Sayaka Igarashi, la secretaria de la presidenta del Consejo Estudiantil. Los misterios detrás de la presidenta y de Yabami se nos van revelando muy a cuenta gotas, y la trama en ese aspecto avanza muy poco. No obstante, lo mejor de la historia no es esto, si no los personajes. Todos y cada uno de ellos son diferentes, pese a que a veces tengan actitudes similares, especialmente en los juegos. Si tuviera que destacar dos serían a Mary Saotome, de la que ya he hablado y que se convierte casi en una segunda protagonista de la historia, con sus propias ambiciones y trama, que en ocasiones se interrelaciona con la de Yabami, y Midari Ikishima, una miembro del Consejo tuerta que está enamorada de Yabami, y que es con diferencia el personaje más demente, enloquecido y obsesionado con las apuestas, hasta el punto de encerrarse en un baño y, para pasar el “mono” de las apuestas, jugar a la ruleta rusa consigo misma con un revólver que siempre lleva encima para utilizar en sus juegos.

Y aquí abordamos otro tema interesante, que es el de la presencia e importancia de los personajes femeninos, puesto que son, con diferencia, más numerosos e interesantes que los personajes masculinos, que se reducen básicamente a dos: Suzui, del que ya hemos hablado, y Kaede Manyūda, el tesorero del Consejo Estudiantil. El primero es bastante malo en las apuestas, y adquiere un rol secundario y de soporte para Jabami, con la que mantiene una relación de dominación-sumisión, aunque no en un sentido sexual, que define muy bien Midari en un momento dado de la historia. El otro es un ególatra y narcisista con unas ansias de poder y una ambición que le duran muy poco, y que es ridiculizado por Jabami, como el resto de personajes masculinos que aparecen de forma muy fugaz. Por lo tanto, aquí lo importante son las mujeres, que son las más inteligentes y las más interesantes. No podemos decir que sea una obra feminista como tal, puesto que no escapan a la cosificación típica de los mangas japoneses, pero al menos sí que hay que concederle al autor la importancia que le ha dado a las mujeres, algo no tan común en este tipo de historias. Al César lo que es del César.

Hablando del tema de la cosificación, algunos personajes se encuentran constantemente, especialmente en los juegos de apuestas, en un perpetuo estado de excitación sexual, con gestos y miradas, a menudo orgásmicas, especialmente en personajes como Jabami o Midari, y otras veces tiene una sensualidad mucho más sutil, como la que proyecta Momobami, con un punto también de dominación. Así pues, la tensión, tanto a nivel sexual como en general, se encuentra constantemente a flor de piel durante toda la historia. Y buena parte de la culpa de que los personajes transmitan esto tan bien es del dibujante, Toru Naomura, cuyo trabajo es excelente en el diseño de los mismos, con unos trazos y unas líneas limpias y claras, dotando a los personajes de una expresividad asombrosa. Podemos ver en todo momento en qué estado emocional se encuentra cada uno de ellos con un simple gesto de los ojos o las cejas, a veces sin florituras, y otras con divertidos excesos, según lo demande el guion. La tensión, insisto, se palpa constantemente en el ambiente, y es lo que hace, en definitiva, que este manga sea tan adictivo. Como fan predilecto, espero que ECC se anime a publicar el spin-off basado en Midari, que ya tiene 3 tomos publicados en Japón, y que, seguro que es tan entretenido como la serie principal o como Twin, ya que están todos ellos escritos por el mismo autor.