Justo después de terminar El hombre sediento y Hanzô, el camino del asesino, ECC Cómics amplía su catálogo manga incluyendo esta obra de tan solos dos tomos de los maestros
Esta obra es una serie derivada de Asa, el ejecutor, que narraba la vida de Yamada Asaemon, el verdugo oficial del shogun. Asaemon era el encargado de quitar la vida de todos los condenados a muerte y, como tal, era el confesor que escuchaba sus últimas palabras. Su personaje poseía una fuerte carga dramática y moral, pero en esta obra nos encontramos con todo lo contrario: Kasajirô es el encargado de apresar a aquellos que Asa después ejecutará, un personaje con una carga dramática mucho menor. Kasajirô, el protagonista de esta historia, es el encargado de resolver los crímenes que acechan Edo, que van desde la investigación sobre una red de prostitución que se extiende por el río Ookama hasta el asesinato de una geisha. Nos vemos otra vez ante un manga de temática similar a Relatos de Sabu e Ichi, en el que Sabu era un policía honrado que resolvía crímenes junto a Ichi, una especie de Zatoichi creación de
En cuanto a sinopsis, Kasajirô, el clava-tatamis es una obra que se aleja de la épica de la historia de Hanzô e Ieyasu, de la dramática búsqueda de la amada de Kei o de la labor de salvaguardar al shogun de Mondo Kaigane: con lo que aquí nos encontramos es con un policía, un mero funcionario (no exactamente) preocupado en hacer su trabajo todo lo mejor que puede. Y la gracia es que Koike y Kojima rebajan totalmente el tono y nos ofrecen la historia un empleado de la época. Con esto no quiero decir que no haya escenas de acción, que Kasajirô no sea un policía extraordinario con un olfato increíble para detectar criminales, sino que los autores amplían su catálogo con escenas mucho más íntimas y les dan mucha más importancia. Los protagonistas de la historia son Kasajirô y su mujer, Shinko, famosa por su tatuaje de un enorme kappa en la espalda, una criatura mítica del folclore japonés, que también trabaja para el departamento de policía. La fuerza del cómic radica en el inmenso trabajo que los autores dedican a construir los personajes. Kasajirô y Shinko son una pareja que trabaja junta, pero también un matrimonio que convive, que tiene una vida sexual activa, que discute y disfruta de momentos íntimos. Koike y Kojima dan tanta importancia al ámbito privado como al profesional, y gran parte de la gracia del cómic y lo novedoso que resulta es ver a los dos protagonistas interactuar más allá del deber y las normas.
Kasajiro, el clava-tatamis es una obra que mantiene toda la esencia del resto de obras de los autores pero que basa su interés tanto en las escenas de acción como en la intriga pero que presta mucha más atención al ámbito privado. Koike y Kojima son unos creadores de primera categoría, y aunque sus historias no sean del interés de todo el mundo, es innegable la consistencia de sus personajes, la espléndida narrativa, tanto en escenas de acción (donde Kojima juega con las sombras y la perspectiva) como en el interés que Koike consigue crear en los crímenes y la resolución de estos. Como último apunte, no creo que haya diferencia entre guionista y dibujante. Ambos son creadores de la obra y el resultado final es de los dos: la historia de Shinko y Kasajirô es una narración a dos niveles que dan un resultado final en el que ambas partes están tan intrínsicamente ligadas que es imposible separarlas.
Narrativa - 9
Historia - 8
Interés - 8
8.3
Kasajiro, el clava-tatamis es la nueva e imprescindible obra de Kazuo Koike y Goseki Kojima.
Estupenda reseña. Y das en el clavo con lo que hace tan especial a esta miniserie. Tan solo una pregunta ¿Cómo demonios no se encuentra ninguna obra de Koike y Kojima entre las nominadas a mejor obra extranjera del Saló? Junto con el embriagador Zanardi de Andrea Pazienza, y el superclásico del tebeo independiente ochentero Mr. Monster. Origenes, Hanzo, el camino del asesino y Kei, Crónica de una juventud fueron los mejores tebeos del 2015. Y ni una sola mención. Lástima.