Y, sin embargo, sin ser consciente de ello escribe usted en secreto la historia de África.
Fabien Nury es un guionista francés nacido en 1976. Comenzó su carrera junto Dorison coguionizando la serie W.E.S.T. (Norma), dibujada por Christian Rossi,y desde ese momento se ha ambos se han convertido en los grandes renovadores de la BD de género. En su ya extensa carrera ha demostrado su versatilidad para moverse a la perfección entre los más diversos géneros, aportando una nueva visión. Hemos podido leer su trabajo en series como Yo soy Legión (Norma) con dibujo de John Cassaday y de su continuación Las crónicas de Legión (Yermo) con dibujos de Mario Alberti, Mathieu Lauffray, Tirso Cons, Zhang Xiaoyu y Éric Henninot, Tyler Cross (Dibbuks) con dibujo de Brüno, Silas Corey (Dibbuks) dibujada por Pierre Alary, La muerte de Stalin (Norma) con Thierry Robin de la que hace poco pudimos ver su versión cinematográfica. Esperemos que Charlotte Impératrice su colaboración con Matthieu Bonhomme vea pronto la luz en nuestro país, además de otras obras suyas que permanecen inéditas en nuestro país como Necromancy, Le maître de Benson Gate o Fils du soleil.
Sylvain Vallée es un dibujante francés nacido en 1972. Es conocido en nuestro país sobre todo por sus dos colaboraciones con Nury: Érase una vez en Francia (Norma)y Katanga (Norma). Entre ambas dibujó el séptimo álbum de XIII Mystery titulado Betty Barnowsky, con guion de Joël Callède. Su otra gran serie es Gil Saint-André con guiones de Jean-Charles Kraehn.
En Diplomacia continua la búsqueda de los diamantes que sirve de trama de la serie, para lograrlos los políticos, empresarios y mercenarios europeos no dudarán en desestabilizar y organizar matanzas por todo el país. Como los autores no recuerdan en la primera página, Katanga es una historia imaginaria que no sucedió en realidad, pero que sirve de reflejo para cientos si tuvieron lugar en África, y que siguen sucediendo en todos los países del mal llamado tercer mundo. Las constantes injerencias de las potencias occidentales en África han aupado a dictadores y desbaratados gobiernos legítimos a lo largo del último siglo. Pero nunca lo han hecho por la preocupación por los derechos humanos, sino que los objetivos siempre han sido de índole económica. No conviene olvidar que las multinacionales son capaces de quebrar voluntades y llenar sus manos de sangre de inocentes con tal de conseguir que sus benéficos se disparen.
Como en el primer álbum no entramos de lleno en la acción, sino que, en las primera páginas, Nury y Vallée nos cuentan el pasado inmediato de Orsini, en una historia de espías muy real. Es una historia que no sirve para conocerle mejor y dar sentido a sus actos posteriores. Tras esta volvemos al presente justo en el punto donde acabó el anterior álbum y a partir de ese momento la acción se sucede sin pausa ni tregua. Esto es una de las grandes cualidades de esta serie, ya que el medido guion de Nury hace que todo fluya a gran velocidad, saltando entre las dos distintas localizaciones en la que se divide la trama. No sobra ni una viñeta ni una línea de dialogo, algo cada vez menos habitual en la BD, con argumentos cada vez más estirados de manera artificial. La otra gran cualidad del guion es que consigue hacer una historia adulta y entretenida, equilibrando la denuncia de las practicas occidentales en África con una historia de intrigas políticas y acción que resulta tremendamente entretenida. Aunque con el paso de las páginas la acción toma todo el protagonismo, dejandolo todo listo para el final que llegará con el tercer álbum.
En el primer álbum el protagonismo era más coral, sin embargo, en este Orsini se convierte en la figura principal quedando el resto como secundarios. Es el personaje más complejo y el catalizador de la trama. Charlie, Félix Cantor y el resto de mercenarios son también importantes en la trama, pero son personajes menos complejos y más tópicos. Esto es normal ya que los personajes fueron presentados en el primer número y en este lo que prima es la acción.
Valleé hace tiempo que consolido su estilo que recuerdo al del Uderzo, con su mezcla de realismo y caricatura. Esto consigue que sea capaz de transportarnos a escenarios creíbles y realistas, pero sin que sus personajes pierdan expresividad y estatismo. Una mezcla difícil pero que en su caso funciona muy bien. Narrativamente es muy clásico, sin recurrir a recursos que potencian la espectacularidad pero que muchas veces van en detrimento de la legibilidad, seguramente porque estamos ante una historia muy densa en la que cada viñeta cuenta. El color de Jean Bastide es tan bueno como en el primer álbum, usándolo no solo de manera descriptica sino también narrativa. Está particularmente bien logrado en las escenas nocturnas y de acción demostrando un gran dominio sobre las luces. Un gran trabajo que sirve a Vallée para consolidarse como uno de los grandes dibujantes del momento.
Norma Editorial hace una edición similar a la de primer número con un gran formato, buen papel y buena reproducción, lo ideal para disfrutar del excelente trabajo de Vallée. Esperemos que el tercer tomo que finaliza la serie no se haga de rogar, puesto que ya ha aparecido en Francia.
En este segundo número de Katanga, Nury y Vallée precipitan la acción en los dos frentes en las que estaba abierta, abocando la serie a una conclusión que promete dar como resultado una gran obra que se acerque la altura de su Érase una vez en Francia. Sin duda lo lograran si el último número está a la altura de este, que nos regala una trama absorbente y una acción trepidante, que hace de la lectura un gran rato de diversión.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8.5
África
Nury y Vallée nos cuenta una historia de acción e intrigas políticas, tan realista que podría ser verdad. Con un ritmo que no te da tregua y te atrapa desde la primera página.
con su mezcla de realismo y caricatura
Pues precisamente a mi no me gusta esa mezcla, en fin sobre gustos.
Eso es lo bonito del cómic, a mí el ultrarealismo de algunos dibujantes de bd me deja superfrio.
El problema es la mezcla de ambos estilos, el estilo naturalista es lo que es te puede gustar o no pero a mi tampoco me va el fotográfico ni los colores digitales, pero prefiero ambos estilos por separado aquí no distingo ninguno de los dos y lo veo raro, me deja muy frió también, por eso digo que sobre gustos.Ojo que no digo que sea mal dibujante ni que no este bien dibujado es más un problema de gustos personales sobre determinados estilos de dibujo, otra cosa que no soporto es mezclar el estilo manga con el naturalista que se lleva mucho ahora en la BD.
Para terminar a este guión creo que le va más un estilo naturalista que mezclado con el caricaturesco, a mi me saca de la historia
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