Está en tu naturaleza. Eres tan increíblemente malvado que no te das ni cuenta.
Armand Orsini, Félix Cantor, Charlie y Alicia siguen intentando conseguir los diamantes mientras la situación política y social de Katanga está a punto de hacer estallar el país en mil pedazos. Los cuatro tienen la meta cada vez más cerca, pero todavía quedan muchas traiciones y peligros para obtener el premio ya que ninguno de ellos es lo que parece ni son de fiar.
Hasta este álbum la historia estaba más enfocada hacia la acción, el género de espías y la trama política, pero en el desenlace se acerca mucho más a los clichés del polar y el western. Sobre todo, en la figura de Castor que se convierte en el arquetipo del detective, un perdedor fuera del sistema que decide que ya no quiere seguir colaborando con él y que hará lo necesario para que caigo quien tenga que caer. Pero si los guiones de Nury destacan por algo es por alejarse de lo lugares comunes y Katanga no es la excepción. La cercanía al western la vemos en la escena del desenlace que cumple con todo lo que se puede esperar de un duelo al sol final. De todas formas, aunque reducida, la parte de intriga política tiene también gran importancia y Nury sabe aprovechar muy bien los sucesos reales para integrarlos en su historia. Aunque quizás se podrían haber aprovechado más porque como siempre la historia real supera con mucho la ficción.
Durante los tres álbumes hemos conocido el pasado de los personajes mediante flashbacks y nos ha permitido ir conociéndolos mejor, algo que choca con la evolución del personaje de Orsini que pierde los grises que tenía desde el primer álbum para convertirse un malo malísimo. Posiblemente este sea el punto más flojo de obra. Los cuatro personajes principales tenían esa gran cualidad de estar siempre en el alambre, sin que supieras de qué lado iban a caer y ninguno de ellos era remotamente parecido a un héroe. Para que el final de la historia es necesario que se posicionen, pero se podrían haber logrado de manera más satisfactoria y consecuente con la obra hasta ese momento.
El final es una de las grandes virtudes de la serie, si bien no es muy sorprendente, pero sabe reflejar el tono negrísimo de la historia. Una de las grandes virtudes de la serie es que sirve como crítica al capitalismo voraz que es capaz de colaborar con los peores dictadores con tal de obtener beneficios. Muchas veces auspiciado por la ONU. La escena final es un perfecto resumen de la política de Europa en África durante los últimos cien años.
Gráficamente el estilo de Vallée está plenamente consolidado. Un dibujo que mezcla el realismo con la caricatura, algo que sirve para diferenciar al nutrido grupo de personajes que aparecen en la serie y dotarlos de expresividad. A lo que también ayuda el uso, a veces excesivo, de primeros planos, lo que nos recuerda al cine de los años setenta como todo en la serie. La gran mayoría de las viñetas usan formatos panorámicos lo cual potencia su espectacularidad y también su legibilidad. Su estilo le permite mostrarnos igual de bien la selva africana y las ciudades. Dispersión es un trabajo con la calidad habitual de Vallée, al que personalmente me gustaría ver en otro tipo de historias.
La edición tiene la misma calidad que los dos álbumes anteriores. Hay que agradecer a Norma lo rápido que han publicado la serie ya que en quince meses hemos podido disfrutar de la obra completa. Algo acorde con las nuevas tendencias del mercado francobelga que cada vez está acortando más los plazos de publicación de las series. Lo que a la larga puede acabar haciendo que la autoría de las mismas se acabe diluyendo y se cree un mercado similar al de los superhéroes.
Katanga es una serie de mucha calidad que mezcla varios géneros con habilidad y que también sirve de denuncia a la actitud de empresas y gobiernos europeos en África. Sin llegar a la excelsa calidad de Érase una vez Francia, Nury y Vallée demuestran porque son dos de los autores más interesantes del mercado francófono.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8.5
Noir
Un gran final a una de las mejores series que nos han llegado desde el otro lado de los Pirineos en el último año.
Muchismas ganas de leerlo, estupenda reseña.