Kitarō continúa con sus espectrales aventuras
La Editorial Astiberri continúo la edición de las aventuras de Kitarō en este cuarto volumen en el que vemos desfilar a nuevos yōkai. Estos continúan atormentando la tranquila vida de los humanos, que no dudan en pedir ayuda a nuestro joven protagonista para resolver cada uno de los entuertos en que se ven involucrados. En este cuarto volumen podremos vivir cuatro fantásticas y fantasmagóricas historias. En cada una de ellas, podremos continuar disfrutando de los ágiles trazos del maestro MIZUKI Shigeru y de los dinámicos argumentos de cada una de las tramas. Para aquellos seguidores acérrimos de la mitología japonesa seguro que disfrutarán con la aparición de estos seres dedidados a sembrar el miedo en las noches más oscuras de Japón:
NURARIHYON: En esta historia, nuestro héroe deberá enfrentarse a un poderoso yōkai, llamado Nurarihyon, un anciano millonario que quiere eliminarle para poder seguir haciendo sus fechorías. Para ello no dudará en recurrir a la ayuda del Hombre Rata para que sus planes tengan éxito. Pero como siempre ocurre, Kitarō conseguirá salir airoso.
LAS BESTIAS ‘YOKAIS’: Esta segunda historia es la más larga de este cuarto volumen, siendo la que tiene una trama mucho más elaborada. La historia narra la amenaza que representa para Japón el despertar de los 808 tanukis de Shikoku, que están sellados en una cueva. La intención de estos malévolos seres es convertir a los hombres en salchichas y hacer que todas las mujeres guapas de Japón sean sus criadas. Para ello realizarán un golpe de estado para obtener el control político del país.
Lo más interesante de esta historia es la influencia que ha tenido en mangas posteriores. Por ejemplo, la caída del sello de los 808 tanukis, que encerró un anciano monje que estuvo allí vigilando nos recuerda muchísimo a la misión de Dōko de Libra en Saint Seiya, cuando vigila el sello que encierra el alma de Hades y los 108 espectros, o al golpe de estado que realizó Piccolo Daimaō para controlar la Tierra en Dragon Ball para sembrar el caos y la destrucción. Por desgracia para nuestro héroe, su victoria será pírrica y acabará siendo desprestigiado por el resto de la sociedad que confiaba en sus poderes.
EL FANTASMA PELUDO: Un nuevo ser espectral hace su aparición se trata de Furabibi, que servirá de ayuda para encontrar quién está haciendo desaparecer a los niños en una región remota y montañosa de Japón. Lo que pronto descubrirá nuestro héroe es que Furabibi está al servicio de otro yōkai, que dedica su tiempo libre a robar el alma de los niños que está secuestrando. Este ser es un fantasma peludo llamado Keukegen. Su malévolo plan es resucitar a mil dinosaurios con las almas de los niños y atacar la ciudad de Tokio, ya que odia la civilización y la contaminación acústica. Su deseo es volver a la paz existente durante la prehistoria. Finalmente, Kitarō llega a un pacto con Keukegen y salva las almas de los niños secuestrados.
EL ‘YOKAI’ DEL DESFILADERO: En esta historia entramos de lleno en un argumento que nos puede ser muy familiar. Tiene cierta relación con la leyenda urbana de la mujer en el desfiladero y los accidentes mortales que provoca tras su aparición. En este caso el espectro que provoca todos los accidentes es el yōkai llamado Buruburu. Ante la imposibilidad de poderle vencer, nuestro héroe tiene que consultar la gran enciclopedia espectral para dar con la solución a los problemas que causa este ser fantasmagórico ser con una cara espantosa. En esta historia vemos una vez más como MIZUKI Shigeru se las ingenia para dar una solución extravagante y surrealista para solucionar el encargo de nuestro héroe, y nos muestra como su antítesis, el Hombre Rata, acaba sufriendo las consecuencias de sus ambiciones y egoísmo. Quién sabe, quizás a partir de esta historia surgió la leyenda de la mujer de la curva. 
EL YOKAI ELÉCTRICO: Esta última historia es la más corta de este volumen. Esta vez vemos el enfrentamiento entre el mundo tecnológico y la mitología tradicional. Nuestro héroe reside plácidamente en el bosque de Gueguegué y recibe la extraña misión de investigar la desaparición de unos sabios, que intentaban crear lluvia artificial. Pero los científicos se verán secuestrados por Kaminari, el dios del trueno y los relámpagos, que intentará evitar que Kitarō cumpla con su misión de salvamento. Por suerte para él, tendrá la ayuda del viejo yōkai Konaki.
En este volumen vemos una evolución delirante de las aventuras que vive Kitarō al mezclar el desarrollo tecnológico, los viajes en el tiempo y amenazas globales, que por aquellas circunstancias de la vida, solo acaban afectando a los japoneses. No dejamos de ver el enfrentamiento que existe entre el mundo moderno, representado por las grandes ciudades y lo avances científicos que parece no ligar demasiado con ese mundo tradicional y popular que se resiste a desaparecer. Es una lucha eterna entre los conceptos de la modernidad y de la tradición que MIZUKI Shigeru intenta mostrarnos en cada una de sus historias por muy surrealistas que estas sean.
Lo mejor
– Es un clásico de la historia del manga.
– Las historias se basan en la mitología japonesa.
– Es un contraste cultural entre el Japón moderno y el tradicional.
Lo peor
– Los años no pasan en balde.
– Los guiones de las historias cada vez son más recambolescos.
Valoración
Guion - 8
Dibujo - 8.5
Interés - 9
8.5
La editorial Astiberri continúa con la edición de las aventuras de Kitarō en este cuarto volumen en el que vemos desfilar a nuevos yōkai. Estos continúan atormentando la tranquila vida de los humanos, que no dudan en pedir ayuda a nuestro joven protagonista para resolver cada uno de los entuertos en que se ven involucrados.
