El verdadero engendro no anida en las cloacas…
«El Kraken… ¿No lo oyes? Está ahí entre las sombras, acechándome…»
A principios del mes de junio, la editorial DQómics ha publicado un álbum recopilando la serie
La edición que ahora nos presenta DQómics es bastante correcta. Presenta tapa dura, un tamaño suficientemente adecuado, al filo de lo pequeño, con un papel bueno y una impresión aceptable, un poco saturada de negros. La maquetación y el diseño gráfico son algo artesanales. Cuenta, además, con un breve prólogo – genial y divertido – del gran Leopoldo Sánchez y un dossier final con otro breve texto de Jordi Bernet y numerosos bocetos, ilustraciones y fotografías de la época. A pesar de titularse como un integral, no incluye la historia breve de dos páginas titulada Ruidos, publicada en el #36 de la revista Zona 84, de la que tan solo un podemos ver un fragmento de la segunda página en la galería del final. El precio es bastante razonable.
Sobre la obra; decíamos ayer…
En un momento concreto de la serie los autores nos describen el entorno de esta manera: “Las cloacas, taladrando el subsuelo de la ciudad en un número tal y a tan distintos niveles, que en la actualidad aún no se ha logrado trazar un mapa minucioso que las describa en toda su aterradora vastedad. Las cloacas, el reino de Kraken”.
Desde que el director de cine Carol Reed hizo bajar a las alcantarillas de la Viena de postguerra al «monstruo» Harry Lime encarnado por Orson Welles en la película titulada El tercer hombre, este peculiar y perfumado paisaje urbano ha sido testigo de las peores acciones del ser humano en todo tipo de ficciones. Will Eisner era muy amante de ubicar a los personajes de su serie The Spirit en esta zona de Central City; sobre todo en el magnífico episodio del 22 de febrero de 1948 titulado Life Below. Más tarde, en la década de los ochenta, Frank Miller y Chris Claremont también harán varias incursiones en este submundo en series tan recordadas como Daredevil o Uncanny X-Men. Sin embargo, la obra definitiva ambientada en este fétido, oscuro y laberíntico escenario es para mi gusto la serie Kraken. Es donde se refleja con más claridad y contundencia que a las cloacas van a parar los peores excrementos físicos y morales de la ciudad y es en esta serie, realizada en un maravilloso blanco y negro, donde asistimos a la descripción más detallada de estos detritos.
Kraken nació en los famosos años del boom del comic español – en los ochenta – en una revista de corta vida titulada Metropol. La acción transcurre en una urbe imaginaria llamada también Metropol donde el Teniente Dante y sus krakaneros (una división de la policía llamada Grupo de Acción Subterráneo) vigilan a un indescriptible monstruo que mora los infinitos túneles de la ciudad: el Kraken. Metropol es como Nueva York, Londres, París, Berlín, Moscú o Barcelona; en sus cloacas se tiran los peores desechos y hasta allí bajan los peores especímenes humanos provenientes de la superficie; desde mafiosos a peligrosos criminales, chulos y prostitutas, pasando por policías y políticos corruptos hasta locutores estrella de la radio o curas exorcistas. El monstruo, el Kraken es en el fondo una metáfora sencilla, directa y precisa de los peores males del ser humano y encarna todos los vicios y todos los defectos de la vida en sociedad.
Kraken se estrenó en el número tres de la revista Metropol de junio de 1983. En esta publicación mensual se acabaron publicando ocho episodios. Posteriormente la revista Zona 84 ofreció once historias más entre 1986 y 1987. En 1985 la editorial Toutain agrupó la serie en una colección de tres álbumes en tapa blanda que llevaban el título de Kraken, Kraken 2 y Kraken 3 que se publicaron hasta 1989. La editorial Glénat lanzó a partir de 1997 una serie de ocho comic books donde se recopilaban las dieciocho historias de la serie, a razón de dos relatos en cada uno de ellos, menos en el primer y el último volumen que salieron con tres relatos cada uno. Tampoco se incluyó la breve historia de dos páginas titulada Ruidos que aparecía en la revista Zona 84, en su número 36. Finalmente la misma editorial Glénat publicó un álbum integral en 2003 en tapa dura y que contenía todo el material de la serie.
A pesar de contar con un abominable monstruo lovecraftiano, Kraken no es un comic fantástico, es pura serie negra. La descripción que hace Segura de la sociedad es descarnada y vitriólica y el ente subterráneo sólo es un logrado macguffin para describirnos las actitudes y los comportamientos nauseabundos de los seres humanos.
Segura era un guionista, a mi modo de ver, violento y esto lo podemos detectar en series como Las mil caras de Jack el Destripador o en el modo en que resuelve sus argumentos en Bogey. Aquí, en Kraken, esta violencia alcanza grados casi insoportables, sobre todo en algunos episodios como Ajuste de bragas o Querido embajador. Sin embargo, en su conjunto la obra es muy atractiva e interesante y consigue mantener su coherencia a pesar de su difícil periplo por diversas revistas, formatos y editoriales. El resultado final es mucho más profundo y reflexivo de lo que aparenta. El guionista valenciano afirmaba rotundamente que «la sociedad está demenciada» y nos aseguraba que la descripción de esta colectividad que él hacía en sus obras no puede ni compararse a la lectura de cualquier periódico o con la visión de cualquier informativo televisivo actual. En Kraken detalla con mucha contundencia estos argumentos.
Antonio Segura (1947-2012) ha sido uno de los mejores guionistas españoles de finales del siglo pasado. Trabajó para numerosas revistas de los años 80 y 90 como Creepy, Cimoc, Metropol y Zona 84 donde creó grandes series como Hombre, Ives/Morgan, Burton y Cyb y Las mil caras de Jack el Destripador con José Ortiz como dibujante; también Kraken y Sarvan junto a Jordi Bernet o Eva Medusa con dibujos de Ana Miralles. Participó en la creación de las revistas K.O. Comics y Metropol y al final de su carrera escribía guiones de la serie Tex para la editorial italiana Bonelli.
Su estilo seco, directo y sin concesiones le hacía especialmente apto para la serie negra donde nos ha dejado grandes ejemplos como Ives/Morgan pero sobre todo Bogey o la que nos ocupa, Kraken; dos auténticas obras maestras del género.
Por su parte Jordi Bernet realiza en Kraken, para mi gusto, uno de los mejores trabajos de su larga carrera. Segura afirmaba que si Bernet le hubiera ofrecido una plancha, del inmenso conjunto de su obra, él le hubiese pedido la quinta página de un episodio titulado Cementerio S.A. de la serie Kraken. Siguiendo con el juego, si me lo propusiera a mí le pediría la primera del episodio La muerte blanca – también de Kraken – un espléndido ejemplo de gran dibujo y mejor técnica narrativa. En Kraken, Bernet se suelta definitivamente de la rigidez anterior y exagera descripciones físicas y posturas corporales para enfatizar las acciones. Su narrativa es sobresaliente (no en vano Will Eisner lo alabó por ello en cuanto leyó Torpedo, 1936) y el entintado no tiene nada que envidiar a maestros como Joe Kubert o Ivo Milazzo.
El artista barcelonés divide la página en tres tiras de dos o tres viñetas cada una. Es un esquema bastante fijo que rompe en contadas ocasiones. Su descripción de los personajes es espléndida, dotándolos de personalidad y carisma. A medida que la serie va avanzando, Bernet se va distanciando del realismo para abrazar un estilo cercano a la caricatura, siempre matizado por un magnífico diseño de escenarios y una sólida descripción de vehículos y mobiliario diverso. Sin embargo, donde el arte de Bernet sobresale, donde resulta extraordinario es en el uso del claroscuro, en el tratamiento de la iluminación y en el entintado. Proveniente de la escuela de Noel Sickles y Milton Caniff, el dibujante de Sarvan aporta un virtuosismo técnico y una elegancia natural a esta tradición que agrupa a grandes artistas como Alex Toth, Hugo Pratt o Manfred Sommer, por poner algunos ejemplos.
Otro de los puntos fuertes de esta serie es el impresionante despliegue de recursos narrativos que contiene. La claridad expositiva no está reñida con la espectacularidad y Jordi Bernet se luce con escenas de persecuciones, tiroteos, peleas y sobre todo con páginas de apertura como la que podemos ver a continuación.
Jordi Bernet nació en Barcelona en 1944. Su familia está fuertemente ligada al mundo del cómic o de la producción artística y literaria. Su padre Miguel Bernet fue el creador del personaje Doña Urraca para la revista Pulgarcito de la Editorial Bruguera. En 1960, a la muerte de su creador, un joven Jordi de quince años, consiguió convencer a los responsables de Bruguera para que le dejaran seguir con la serie que acabó abandonando en manos de Francesc Torà Margalef, un año después. Jordi Bernet era sobrino, además, del ilustrador Joan Bernet Toledano y del guionista y novelista Miguel Cussó, ambos ya fallecidos.
A los dieciséis años entra como ayudante de Jordi Buixadé para la serie Jim Huracán publicada por Toray y dos años más tarde engrosa la plantilla de la agencia Bardon Art donde empieza a realizar sus primeros trabajos como Poncho Yucatán con guiones de Miguel Cussó, su tío.
Durante esta época publica numerosas historietas e ilustraciones para el mercado británico en revistas como Hornet, Tiger o Smash y sobre todo en el mercado franco-belga con series como Paul Foran y Michel en las que trabaja como ayudante sin acreditar de José Ramón Larraz y especialmente Dan Lacombe, con guion de Miguel Cussó, en la que por fin puede firmar su trabajo.
La década de los setenta la inaugura dibujando para el mercado norteamericano una historia escrita por Gardner Fox y publicada en el primer número de Vampire Tales de Marvel. Además publica para revista alemana Pip la serie erótica y humorística Wat 69 y diversos trabajos en la revista española Dossier Negro.
En 1974 empezará a dibujar Andrax, una serie de ciencia ficción creada para el mercado alemán que se publicó también en Italia y Portugal. El guion es, como no, de Miguel Cussó aunque Antonio Segura también participó en los momentos finales de la serie, en 1989. Entre 1975 y 1979 dibuja la serie El Cuervo – junto a José Ortiz – para la editorial alemana Bastei-Verlag, los guiones eran de Andreu Martín y Carlos Echevarría.
A principios de la década de los ochenta empieza a colaborar con la editorial Toutain que estaba preparando algunas de las revistas más importantes del panorama de aquel momento. El espaldarazo decisivo de cara al gran público y también para la crítica especializada lo obtiene cuando se encarga de substituir al maestro Alex Toth en el tercer episodio de la serie Torpedo 1936 que escribía Enrique Sánchez Abulí. Su trabajo mereció la atención de todo el mundo de la historieta mundial y fue alabado universalmente por figuras como Will Eisner, entre otros. Paralelamente a la publicación de Torpedo, Bernet trabajó en series como Custer con guion de Carlos Trillo, Kraken y Sarvan con historias de Antonio Segura y De vuelta a casa, La naturaleza de la bestia o Historias negras junto a Sánchez Abulí.
Cuando el mercado de las revistas se desmorona, Bernet consigue publicar en la revista de humor semanal El jueves la serie Clara de noche junto a los guionistas Eduardo Maicas y Carlos Trillo, para la Editorial Bonelli realiza una historia de más de 200 páginas de la serie sobre Tex Willer, titulada L’uomo di Atlanta con guion de Claudio Nizzi y para la revista francesa L’Echo des Savanes dibuja el western titulado Snake con los textos de Enrique Sánchez Abulí.
A finales de siglo empezará otra colaboración con Carlos Trillo para realizar la serie erótica Cicca Dum-Dum de la que se publicarán cinco álbumes.
En 1999 empieza a colaborar con la editorial norteamericana DC Comics donde trabajará para las series Batman, Weird Western Tales, Jonah Hex y hará colaboraciones en The Spirit. New Adventures y American Vampire. En 2013 se encargó de ilustrar la edición especial de la novela 1280 almas de Jim Thompson editada por Libros del Zorro Rojo.
Jordi Bernet ha obtenido numerosos premios a lo largo de su carrera entre los que destacan; El Gran Premio del Saló del Còmic de Barcelona en 1991 por su trayectoria artística y el Premio Yellow Kid en 1995, al Mejor Artista Internacional otorgado por el Salón Internacional de Comic de Lucca, además del Inkpot Award de la Comic-Con de San Diego en el 2011.
En uno de los mejores relatos de la serie titulado Juego de niñas, las cloacas van recibiendo los fetos desechados de una clínica abortista ilegal, gestionada por la Mafia. Dante y una inspectora encargada del caso intentan acabar con este siniestro negocio pero al final el monstruo que puebla la superficie acaba triunfando y enviando un macabro regalo al mundo subterráneo. Segura escribe: “Nadie fue detenido como resultado de las investigaciones. Los fetos siguieron flotando en las aguas negras de las cloacas de Metropol”. El reino del Kraken es un sumidero global que funciona como la alfombra de casa, debajo de la cual acabamos escondiendo nuestras peores miserias.
El monstruoso Kraken no es sólo una metáfora de los venenos morales que produce nuestra sociedad, es también un espejo de lo peor que habita en cada uno de nosotros. Nuestra misión, como la de Dante en el mundo subterráneo de Metropol, es confinar este monstruo en lo más profundo de nuestras cloacas. Por esto Kraken es una de estas series básicas que surgieron en una época especialmente fértil del comic español, es imprescindible porque nos interpela y porque nos retrata. No es una obra de fácil lectura, pero atesora en su interior un mensaje de esperanza oculto entre tanta inmundicia. Una auténtica perla negra por la que vale la pena bajar hasta los mismísimos infiernos para encontrarla. El teniente Dante nos guiará por este incierto camino…
Ahora con esta nueva edición a cargo de DQómics los potenciales lectores podrán comprobar si realmente exageramos en algo…
Salut!
Lo mejor
• El maravilloso arte de Bernet en plenitud de facultades.
• Las apasionantes y violentas historias de Segura.
• Una edición que agrupa la serie en un formato bastante adecuado y a un precio razonable.
Lo peor
• La ausencia de la historia de dos páginas titulada Ruidos.
Guion - 8.5
Dibujo - 10
Interés - 9.5
9.3
Cloacas
Un clásico de los ochenta, plenamente vigente
Segura y Bernet trabajando juntos son un duo ganador. Dos GIGANTES capaces de parir una OBRA MAESTRA del noveno arte como es «Kraken». Compra asegurada
El Kraken! Miticidad a la enésima potencia encontrada aquí o allá en aquellas oscuras revistas de cómic ochenteras. Todo un acierto esta recopilación
Totalmente de acuerdo, compra segura lo antes que pueda.Imprescindible
Qué bueno que se reedite este tipo de material. Ojalá ocurra lo mismo con Ives/Morgan