+ 64 páginas a color.
«Los gatos son extraños.»
Milky Way Ediciones lleva tiempo construyendo un catálogo alternativo y muy cuidado con sus publicaciones. Uno por el que se pasean Shuzo Oshimi, Yoshitoki Oima, Masasumi Kakizaki o Asumiko Nakamura. Desde su nacimiento la editorial ha apostado por una línea no excluyente, una en la que prima la calidad de sus propuestas independientemente del renombre su autor y el género al que se adscriban. Es por ello que pueden convivir en su seno obras tan dispares como Innocent, el drama histórico de Shin’ichi Sakamoto; la fantasía distópica que representa Children of the Whales de Abi Umeda; Last Hero Inuyashiki, lo último de Hiroya Oku; un thriller ligero como Tomodachi Game de Mikoto Yamaguchi y Yuki Sato; e, incluso, un manga tan peculiar como el presente Kuro de Somato. Esta obra publicada en Japón en 2013 en las revistas Aoharu y Tonari no Young Jump de Shūeisha ha sido licenciada acertadamente en nuestro país por Milky Way ofreciéndonos un trabajo con un enfoque y personalidad que se sale fuera de lo común.
Kuro es la historia de una niña llamada Coco que vive sola en una mansión familiar con un misterioso gato negro. Pero entre las simpáticas anécdotas cotidianas de la vida de Coco y la bucólica ubicación de su residencia subyace una historia marcada por el misterio, la nostalgia y el terror. Hay algo que acecha en las sombras, unas criaturas escalofriantes que atacan a los habitantes de los alrededores si estos osan apartarse del camino y adentrarse en el bosque. Todo ello parece relacionado de alguna manera con nuestra protagonista y con un solitario día a día que no es exactamente el cuento de hadas que reflejan sus páginas. Durante tres únicos tomos Somato nos mantiene enganchados a una obra con un apartado visual exquisito y una trama sencilla pero cautivadora que nos puede recordar a La pequeña foresta, el manga de Nagabe publicado por ECC Ediciones.
Lo primero que llama la atención de Kuro son la gran cantidad de páginas a color que incluye cada tomo. Milky Way ha respetado así la edición original de la obra, una decisión que nos permite abordar su lectura captando la verdadera dimensión de este trabajo. El color de Kuro nos asalta en sus espectaculares y embaucadoras portadas y nos acompaña durante gran parte de este drama sobrenatural. Los matices son destacables, tanto que, en ocasiones, al pasar de estas páginas a color al tradicional blanco y negro, y también debido al carácter autoconclusivo de algunos de los relatos, nos puede dar la sensación de estar ante dos obras muy distintas. Por un lado, tenemos las páginas a color en los que se nos narra de forma lineal, salvo por algunos flashbacks, la trama principal de esta historia; por otro lado, los relatos en blanco y negro tienen un carácter autoconclusivo y funcionan como relleno, siendo también más bucólicas y limpias de elementos más oscuros como ocurre en el entramado principal.
La propia figura de Somato resulta todo un misterio pues estamos hablando de una pareja de autores que nos presenta en Kuro un trabajo que nada tiene que ver con su desempeño en sus otro mangas conocidos. En el guion y el diseño tenemos a Nori mientras que del dibujo se encarga su compañero Hisshi. Fue en 2012 cuando Somato adaptó al manga la novela ligera de Izumo Sunagi titulada Kisei Kanojo Sana: Parasistence Sana. En solo dos volúmenes Somato nos narraba en clave de comedia la historia de un joven que se enamoraba de un parásito estomacal con forma de chica que había salido de su propio cuerpo. Esta curiosa propuesta se suma a la otra obra de Somato, una historia con elementos ecchi titulada Girigiri Out que se comenzó a publicar igualmente en 2012 y que con cinco tomos a sus espaldas sigue todavía abierta en Japón. En este caso nos encontramos con el relato de las peripecias de una chica con incontinencia urinaria y un compañero que intenta ayudarla.
Está claro que Kuro es una obra diametralmente opuesta a todo lo que Somato había realizado hasta el momento, sustituyendo la comedia ecchi por el misterio y el drama que caracterizan este trabajo. Sus autores nos pilla así desprevenidos con una obra dotada de una gran sensibilidad, preciosista en su forma y emotiva en su fondo. Es una pequeña obra que en solo tres tomos nos dibuja un universo de bolsillo con sus propias reglas y unos entrañables personajes cuya aparente fragilidad nos hacen temer que puedan romper nuestro propio corazón. Esta es la historia de una niña y su gato, pero a través de ella Somato materializa y da forma al miedo, la soledad y la pérdida. Lo que nos demuestra Kuro una vez más que es ni la forma ni el fondo son incompatibles con abordar temas de cierto calado pero que además cuando ambos logran desarrollar una sinergia de colaboración el resultado por fuerza acaba dejando un poso perdurable en el lector.
Preciosa
Guión - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8
Kuro tiene la forma de un cuento de hadas, una obra dotada de una gran sensibilidad, preciosista en su forma y emotiva en su fondo. En solo tres tomos Somato nos regala una historia sencilla que destaca sobre todo por sus páginas a color. Todo un acierto por parte de Milky Way Ediciones.