Un Cluedo en el universo de Hellboy
El Mignolaverso, conocido más comúnmente como Universo Hellboy, ha resultado ser muy rico. Con casi treinta años de historias a sus espaldas, lo que se inició como un conjunto de series limitadas basadas en el personaje acabó por tener todo un mundo de historias oscuras para explorar. A Hellboy le siguió la AIDP, resultando ser la que más páginas ha acumulado, y con series de una duración considerable centradas en otros personajes como Abe Sapien, Bogavante Johnson y Sir Edward Grey: Cazador de brujas. Pero este Mignolaverso también se ha ampliado gracias a pequeñas miniseries de carácter muy diverso, destinadas a narrar episodios en la vida de personajes mucho más secundarios, incluso orígenes de villanos. El tono de historias sueltas que caracteriza a Hellboy se llena con un abanico de series limitadas el los que sus autores juegan con el amplio concepto de fantasía oscura o terror, mezclándolo con un estilo aventuresco, bélico,, ciencia-ficción o, como es el caso de hoy, con las historias de misteriosos asesinatos.
La comparación con Agatha Christie es obvia y no se oculta en ningún momento. Una casa en una isla prácticamente inaccesible, una noche de tormenta y un asesinato en una habitación cerrada nos retrotrae a Y no quedó ninguno (Diez Negritos), y, por tanto, a decenas de obras, ya sean literarias o audiovisuales, basadas en la famosa novela. Es decir, no es un producto que alce la bandera de la originalidad, pero sí que es un tipo de misterio muy funcional y que, a nada que esté bien escrita y dibujada, consigue el efecto de entretenernos durante un buen rato. Baste decir que esta lo consigue sin problemas.
Bien se podría afirmar que sirve para cualquier persona que le apetezca una historia que tira de los tópicos de asesinatos misteriosos en un entorno cerrado, con sus investigadoras en este caso y un conocido halo de magia, que si bien no tiene explicación tampoco la necesita por enmarcarse en el universo de Mignola. Curioso, eso sí, que esta es una de las pocas historias de su mundo en las que no ha participado.
Mignola, como mínimo, suele trabajar en el argumento de las series relacionadas con Hellboy, si no lo hace como dibujante o guionista (o co-guionista en la mayoría de los casos). Sin embargo aquí lo deja todo en manos de otro escritor. Uno nada desconocido para los seguidores del universo Hellboy, pues Chris Roberson ha co-escrito, y lo sigue haciendo, muchas historias para Mignola, incluyendo arcos de Hellboy y la AIDP. Pero hay que fijarse en dos fundamentalmente para entender mejor este tomo: Sir Edward Grey: Cazador de brujas y El origen de la Llama Negra. No porque sean necesarios, La casa de los horizontes perdidos es un tomo autónomo que no necesita de más, pero su protagonista aparecía con cierta importancia en esas dos series mencionadas, Sarah Jewell, que aparece con su compañera Marie-Therese LaFleur.
Las detectives asociadas a lo paranormal aparecen en las Islas de San Juan para asistir a la subasta de objetos sobrenaturales que ha dejado el millonario Q. Whelstone pero, nada más pisar tierra, la viuda, y amiga de Sarah, les informa de un asesinato entre los asistentes. A partir de aquí la serie tiene dos alicientes, la resolución del asesinato y asistir a un punto más en la vida de Sarah Jewell, un personaje muy atractivo desde su presentación y con uno de esos pasados misteriosos a los que cualquier lector quiere ir.
El segundo punto resulta menos importante de lo que parece, porque lo que se explora de la vida de Sarah es más bien poco, con lo que en realidad lo que sustenta la obra es la búsqueda del asesino. Su punto fuerte son los personajes que encontramos en la casa. Cada uno de ellos con sus extrañas motivaciones y su peculiar unión con el mundo mágico. Eso sin olvidar al personal de la casa, todos ellos con intenciones poco claras con respecto al botín que se esconde en la casa. Unir los dos mundos, lo sobrenatural y los asesinatos misteriosos, resulta ser una buena idea para lograr una lectura ligera que nos haga pasar una buena tarde de sofá, con una resolución bastante clásica (y no, no hay mayordomo) pero no por ello menos interesante.
Para los seguidores de este universo, o del personaje de Sarah Jewell, se encontrarán con guiños a sociedades secretas, menciones a otras series y alguna que otra cosa más que siempre hace que uno entre mejor en la obra. Pero básicamente lo que se ve es lo que hay, una historia de asesinatos e investigación resultona pero con poco más que rascar.
En el Mignolaverso siempre se ha cuidado el dibujo de sus series, teniendo a alguien como Mike Mignola al frente no podía ser de otra manera, y normalmente tira por dibujantes que reflejen bien este tono de oscuridad de la que el autor hace gala, por eso sorprende el trabajo de Leila Del Duca en este tomo. Se trata de una dibujante muy clara y de líneas suaves, que potencia la expresividad facial en detrimento de los grandes fondos, aunque se arriesga con las perspectivas de algunas viñetas, con un estilo gráfico mucho más actual que algunos de los dibujantes que se suelen dedicar a estas colecciones. A priori puede parecer mucho más simple en comparación con el resto del universo de Hellboy, pero tiene páginas concretas muy llamativas, solo hay que ver la entrada en la casa, y muestra una gran capacidad para reflejar el miedo en la cara de los personajes, lo que es un punto a su favor teniendo en cuenta el tipo de obra ante la que estamos.
La casa de los horizontes perdidos es puro entretenimiento y además tiene un buen añadido, otro pequeño misterio de Sarah Jewell realizado por los mismos autores y que se publicó en el especial de invierno de Hellboy de 2019. Una historia corta que también funciona a las mil maravillas y que sí sigue más dentro del tono general de este Mignolaverso, con más presencia de terror al estilo lofcraftiano.
Lo mejor
• Es una historia de asesinatos clásica y resultona que asegura un buen rato.
• Sarah Jewell es un personaje enigmático de esos que nos encandilan.
Lo peor
• No destaca entre los spin-offs de Hellboy, cosa que tampoco es fácil dado el alto nivel de alguno de ellos.
Guión - 7
Dibujo - 7.2
Interés - 7.4
7.2
Un buen dibujo y un guion funcional hacen de esta historia de Sarah Jewell una buena forma de pasar una tarde agradable resolviendo asesinatos.