La Cosa del Pantano #07

 

Edición original: Swamp Thing núms. 29 a 32 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Charles Soule
Dibujo: Jesús Saiz, Javier Pina
Entintado: Jesús Saiz, Javier Pina
Color: Matthew Wilson
Formato: Rústica, 96 págs. A color.
Precio: 8,95 euros

 

Cuando la primera historia de La Cosa del Pantano vio la luz en 1971 de mano de Len Wein y Berni Wrightson, ambientada a principios del siglo XX, nadie esperaba que aquella narración corta publicada en el número 92 de House of Secret fuera un éxito rotundo. Como con todo éxito DC Comics quiso darle continuidad, pero los autores declinaron la oferta en un primer momento. Retomaron la idea pasado un año y decidieron lanzar la serie empezando de nuevo, ambientándola en la época actual y así nació Alec Holland.

La serie tuvo un recorrido editorial breve que comprendió desde 1972 hasta 1976, momento en el que fue cancelada y quedó olvidada hasta que en 1982 DC recuperó al personaje motivado por la reciente película dirigida por Wes Craven. La serie deambuló sin mucho rumbo hasta el número 20, momento en el que hace acto de presencia Alan Moore y lo cambia todo.

Actualmente con su inclusión en las 52 nuevas series, DC deja claro que sigue confiando en el personaje lo suficiente para que vuelva a tener serie propia y tras unos inicios titubeantes y poco inspirados llega Charles Solue y lo cambia todo.

Ya hemos comentado como Soule se desprende de las influencias de Moore y se centra en escribir su propio camino con el personaje. Soule tiene claro que no se ha contado todo de este personaje y que la mejor forma de demostrarlo es expandiendo los conceptos que estaban ahí, listos para llegar y ser usados.

En este número el Avatar del Verde tiene seguidores. Una secta dispuesta a darle de nuevo un cuerpo humano con el que saborear su anterior vida, aunque sea de manera temporal. Tentado por dicha posibilidad, Alec, se deja hacer y descubrirá que no solo existe el Verde, el Rojo y la Pudrición, sino que también está el Gris, cuyo avatar no es como podría esperarse en un primer momento. Mientras tanto Alec Holland emprende una carrera contra reloj por salvar su cuerpo vegetal de las garras de un nuevo desconocido enemigo.

Soule lo hace de nuevo. Sigue creando nueva mitología alrededor del personaje para poder seguir explorando diferentes facetas del mismo. Los avatares que arrastró tras de sí cuando eliminó al Parlamento, viven a su alrededor a regañadientes… tramas y personajes se mueven fluidamente entre las páginas de este cómic. Puede que parezca que algunas son obviadas, olvidadas, poco desarrolladas, pero no es así, se puede ver el entramado y como las piezas van encajando con precisión matemática. Hay un plan y Soule lo está ejecutando perfectamente. Hay fecha de caducidad por la marcha de Soule de la serie y está claro que no quiere abandonarla sin antes cerrar todas las tramas que tiene abiertas.

La nueva inclusión del Gris es de lo más relevante del tomo. Su aparición demuestra que Soule está meditando sobre lo que implica el Verde. En nuestro planeta no solo hay vida en forma de plantas o animales, también hay un enorme grupo biológico cuya existencia pasa desapercibida: los hongos. Sin celulosa en sus células está claro que no son plantas (los hongos tienen quitina en sus paredes celulares), pero tampoco son animales, pero están vivos más allá de cualquier sombra de duda. Por lo tanto ellos solos forman el Gris. Esto demuestra como Soule hace los deberes a la hora de escribir estas historias. No se trata tan solo de meter a Alec en una sucesión implacable de amenazas, se trata de contar historias que permitan hacer que el personaje evolucione.

Otra faceta que parece seguir explorando Solue es la de una Cosa del Pantano novata. No lo sabe todo de todo y sin el Parlamento la posibilidad de poder consultar ha desaparecido y depende para ello de la buena fe de los avatares con forma humana, cuyas personalidades se van perfilando más detalladamente número a número.

Soule consigue transmitir esa inseguridad al lector y se puede palpar una más que trabajada sensación de desasosiego con todos los que rodean a La Cosa del Pantano. Uno no puede dejar de fascinarse por la habilidad que tiene el guionista para ir desgranando las motivaciones que impulsan a los personajes secundarios a hacer lo que hacen.

Pero nada de lo anterior sería igual si a los lápices no continuara Jesús Saiz y Javier Pina. Su labor es primordial para terminar de elevar a esta serie como la cuarta mejor serie de 2014 en ZN. Jesús Saiz también comparte dicho puesto como mejor dibujante DC de 2014 en ZN y con toda justicia ya que su labor en la serie no puede ser clasificada más que de perfecta. Su capacidad para el diseño de criaturas de todo tipo, su rediseño constante de La Cosa del Pantano según su entorno, su talento para narrar y su trazo limpio hacen de los guiones de Soule (segundo puesto como mejor guionista de 2014 en ZN) toda una experiencia.

La serie de La Cosa del Pantano vive su mejor época desde la marcha del barbudo inglés y no debemos dejar de disfrutarla mientras podamos. Historias sólidas, bien narradas y fluidas, con personajes absorbentes y un dibujo sobresaliente hacen que sea un imprescindible mientras podamos seguir disfrutando del tándem Soule/Saiz.