La Cosa del Pantano de Brian K. Vaughan núm. 01 (de 4): Seres queridos

 

Edición original: Swamp Thing v3 núms. 1 a 5 USA, Vertigo, mayo-septiembre 2000.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones, Agosto de 2014.
Guión: Brian K. Vaughan.
Dibujo: Roger Petersen.
Tinta: Joe Rubinstein, Mark Lipka.
Color: Alex Sinclair.
Portadas: Phil Hale, Rick Berry.
Formato: Rústica, 120 págs. A color.
Precio: 11,95€.

 

Tefé Holland despierta a la vida después de un largo sueño en el cuerpo de una adolescente californiana. Pero la vigilia también puede ser una pesadilla para quien domina la carne y el tejido vegetal. Envuelta en una guerra entre el mundo del Verde y el de la raza humana, Tefé trata de detener la escalada de violencia embarcándose en la búsqueda del Árbol del Conocimiento, una planta legendaria cuyos frutos podrían proporcionar la clave para cortar de raíz este antiguo conflicto.

El bueno de Brian K Vaughan parece una garantía de calidad, ¿verdad? Se trata de un autor más que competente que, desde que demostró lo que era capaz de hacer si le daban vía libre, ha logrado pequeños y grandes éxitos de público y crítica como Runaways (su gran momento), Y, el último hombre, o Ex-Machina, aunque fueran recibidas de forma desigual. Estaba claro que lo suyo eran los personajes, por encima de las catástrofes mundiales o de las crisis clásicas y tópicas de los superhéroes, lo primero era el drama humano. Así que saber que se dedicaría a una serie Vertigo, que estaría enmarcada en el género de terror, y que además sería la secuela de Swamp Thing, por donde ya habían pasado Alan Moore, Rick Veitch, Nancy A. Collins, Grant Morrison o Mark Millar, como mínimo despierta nuestra atención.

No me daba cuenta de que era un encargo. Tiene que serlo, ¿verdad?, porque esto no acaba de funcionar. Y me refiero a diferentes niveles. Aclaro que lo he leído con la mente bien abierta, deseando que me guste, pero la mala ejecución de diferentes aspectos de este cómic no ha ayudado nada a que así sea.

Desde luego Vaughan estaba en un buen brete, al tener que defender esta nueva serie después del escenario que había heredado del anterior volumen. El primer paso es salir del bache, el segundo sería dar con un argumento que diese vida a la serie protagonizada por Tefé Holland. La primera fase es meritoria, teniendo en cuenta que la Cosa del Pantano terminó su anterior andadura convirtiéndose en el avatar del mundo en sí mismo, un avatar por encima de los que habíamos conocido antes. Vamos, un dios entre los suyos. ¿Y ahora? Pues ahora la protagonista es su hija Tefé, un lienzo casi en blanco con interesantes posibilidades, y que hasta el momento solamente había protagonizado el anual correspondiente del crossover La Cruzada de los Niños, y por entonces apenas era un bebé, con lo que poca idea nos podíamos hacer de lo que podía dar de sí el personaje.

Cuando da comienzo la historia (sin entrar en spoilers), Tefé se ha convertido en una adolescente con una vida tirando a normal sin relación con sus padres biológicos, pero un trauma le devuelve el recuerdo de quién y qué era: la hija del avatar del Verde. La joven abandonará su vida y se embarcará en una búsqueda de respuestas que la llevarán por todo el mundo.

No suena tan horroroso, ¿verdad? Es en el momento de dar con un argumento que justifique esta serie que realmente todo se desmorona, porque muy buena idea tendría que ser para que no viésemos todas esas chispas que está soltando el engranaje. Y no es bueno. Por no ser no es ni argumento. Tefé comienza su búsqueda un poco “porque se lo han dicho”, algo que parece impropio del personaje que se está definiendo en estas páginas. En cierto modo la idea me recuerda a cuando comencé a leer Predicador, pues la excusa argumental era casi la misma, con la diferencia de que en aquel caso la idea partía del protagonista. Obviamente la comparación entre las dos series es desproporcionada.

En ningún momento nos da la sensación de que Vaughan sepa lo que está haciendo y además, lo que en otras de sus obras me parece una virtud, aquí me parece un signo de miedo por su parte. La sobreexplicación por parte de los personajes, de sus vidas, de quiénes son, de sus pasados y, en esencia, del argumento y sus detalles, aunque venga a poca colación o no encaje con las personalidades que nos muestran, me hace pensar que Vaughan temía la inminente cancelación de la serie y se apresuraba a mostrar sus cartas, dejando poco espacio a un desarrollo orgánico de la trama y de las relaciones.

Que conste que, precisamente, lo mejor son los personajes. O, para ser exactos, lo mejor es Tefé. Me subyuga, me hipnotiza y me fascina… No hay misterio en su carácter, pero te hace sentir que sí lo hay. La comprendes y un poco te asusta, como una adolescente cabreada llevada al extremo, aunque no lo demuestre si no la provocas. Me recuerda enormemente a la Alraune de La mandrágora, lo que no me extrañaría que no fuese algo casual, dada la conexión vegetal entre las dos jóvenes.

El dibujo me disgusta enormemente, con un estilo que arruina completamente el tono que pretende dar el guión al cómic o el que las preciosas portadas de Phil Hale prometen antes de abrirlo. Los momentos de terror te dejan indiferente, los dramáticos un poco de risa, y esto ya simplemente por el aspecto que presenta la puesta en escena. Curiosamente, cuando funciona, vuelve a ser cuando se trata de Tefé. Y os lo digo yo que siempre pongo el guión muchos peldaños por encima del dibujo en mis valoraciones, pero es que este estilo siento que, simplemente, no encaja aquí.

La edición de ECC Ediciones apela a los seguidores de Vaughan, dando al tomo el mismo diseño que se dio a Y, el último hombre. Queda bonito, y le da un aspecto más «de colección» que la original, a mi gusto. Además incluye las portadas de Phil Hale a toda página, lo que es un placer. Es de agradecer esta clase de iniciativas por parte de ECC, de recuperar material del fondo editorial de Vertigo, que no es poco el inédito, y además que sea de Swamp Thing, del que pocos han leído más que el de Alan Moore. Ojalá, una vez completada la nueva edición del material de Moore continúen la serie hasta el final, en un formato más económico/comercial, claro, que hablamos de una serie de 171 números…

¿Que si me gusta este Swamp Thing? Quiero que me guste, y tiene algunos elementos que me hacen continuar, le daré una oportunidad hasta el siguiente número, el ecuador de la serie, aunque con poca curiosidad. Hablaremos entonces.

 Artículo de Jorge García para la edición española por parte de ECC Ediciones