Edición original: ene. 1984/sep. 1987; DC Comics.
Edición España: I Zinco; II Norma; III Planeta DeAgostini (mensual); IV Planeta DeAgostini/ECC Ediciones (ene. 2011/ago. 2012); V ECC Ediciones (mar. 2014/-).
Guión: Alan Moore.
Dibujo: Stephen R. Bissette, Rick Veitch.
Entintado: John Totleben, Alfredo Alcala.
Portadas: Stephen R. Bissette, John Totleben, Thomas Yeates.
Color: Tatjana Wood.
Rotulista: John Costanza, Todd Klein.
Precio: 6 tomos a 17,95 € c/u (Cartoné, 208 págs. c/u). Otras ediciones descatalogadas.
En el verano de 1971, la cabecera House of Secrets vio nacer un personaje que estaba destinado a convertirse en símbolo y leyenda de una nueva forma de hacer cómics: La Cosa del Pantano en la que se había convertido ficcionalmente Alex Olsen. El éxito fue tal que, bajo la pluma de Len Wein y el lápiz de Berni Wrightson, el monstruo conoció en el otoño de 1972 una serie regular propia –bautizada Swamp Thing, a secas– que con un recorrido de 24 números siguió las aventuras de un ente similar nacido de las cenizas de Alec Holland, si bien a partir del #14 serían David Michelinie y Gerry Conway los encargados de llevar a buen puerto el proyecto con dibujantes como Nestor Redondo (a partir del #11) o Fred Carillo (#24).
Y todo habría quedado ahí de no ser por una película de Wes Craven estrenada en julio de 1982 que adaptaba la obra de Wein y Wrightson. La cinta, un subproducto de serie B tan curioso como prescindible con Ray Wise (el de Twin Peaks y Robocop) como Holland en su versión humana y Louis Jourdan haciendo de villano (antagonista de James Bond en Octopussy por esas mismas fechas), fue un horror para la crítica y tuvo una irregular acogida entre el público, pero sirvió para que en DC se decidieran a relanzar al personaje de cara a la promoción. Así, en mayo de 1982 se publicaba la primera entrega de una nueva cabecera titulada The Saga of the Swamp Thing, escrita por Martin Pasko.
Pasko optó por devolver al personaje parte de su esencia original, eliminando muchos de los puntos que Michelinie y Conway habían introducido hacia el final de la anterior etapa. De hecho, en el número #6 de la nueva cabecera el mismísimo Len Wein se ocupó de borrar –verbalmente– de la continuidad cualquier evento sucedido a partir del Swamp Thing #21, incluyendo multitud de crossovers, la recuperación de la humanidad por parte de Holland o la aparición del hermano del protagonista, Edward.
Pero lo realmente importante de la etapa de Pasko fue que, pese a tener a Tom Yeates a los lápices en la mayor parte de los números, recomendó hacia el final a Stephen R. Bissette y John Totleben para sustituirlo. Con estos cambios todo quedó listo para que, tras la marcha del guionista en el número #19, llegara un poco conocido escritor británico para completar el trío de autores que elevarían a Swampy –como se le conoce cariñosamente– a la estratosfera de calidad. ¿Su nombre? Su nombre por supuesto era Alan Moore.
Portada de The Saga of
the Swamp Thing #20 USA
Con una libertad creativa insospechada debido a que el título iba a ser cancelado por bajas ventas –«éste es el país del haz lo que quieras», debieron de decirle– el británico consiguió no sólo revitalizar las mismas, sino marcar el camino de toda la producción de cómic adulto de los ochenta y los noventa. Eso sí, editorialmente hablando el período con Moore a los guiones fue un auténtico caos: a partir del #31 USA la cabecera seguía siendo The Saga of the Swamp Thing, pero el título de los cómics rezaba Swamp Thing a secas; a su vez a partir del #39 USA, la cabecera pasó a llamarse sólo Swamp Thing, pero los números #43-45 USA volvían a tener el otro logotipo. Si a eso sumamos los anuales, el DC Comics Presents con Superman, una legión de artistas invitados y los cambios en el equipo creativo (Alfredo Alcala o Ron Randall como entintadores, Rick Veitch como dibujante, Totleben de artista completo o Bissette escribiendo el guión del #59 USA) tendremos tal desbarajuste que sería imposible resumirlo o intentar ponerle orden.
En todo caso, en septiembre de 1987 Alan Moore –quien llegó a decir que colección era un trabajo experimental en el que por primera vez tenía para jugar un cómic de 24 páginas a color– dejó de guionizar la serie en el número #64 USA, a partir del cual todo fue de mal en peor. Rick Veitch –dibujante regular de La Cosa del Pantano por aquel entonces– tomó el relevo de una forma más o menos hábil, pero su número #88 no fue aprobado por DC Comics debido a que introducía a Jesucristo como personaje; un elemento un tanto conflictivo como se había demostrado con La última tentación de Cristo. El caso es que Veitch, airado, renunció a su puesto y los guionistas pensados para sustituirle –Jamie Delano o Neil Gaiman, ahí es nada– se solidarizaron con él y tampoco aceptaron el puesto, si bien Gaiman consentiría escribir un número de enlace mientras se deshacía el entuerto. De una u otra manera, nadie pudo o supo rescatar la esencia de Moore; y eso que el plantel de escritores que vinieron después es de aúpa: Doug Wheeler, Nancy A. Collins, Grant Morrison, Mark Millar, Brian K. Vaughan (en el tercer volumen editorial), Andy Diggle, Will Pfeifer o Joshua Dysart (estos tres últimos en el cuarto volumen de la serie, que empezó en 2004). Pero todo dio igual: la mejor forma de leer La Cosa del Pantano fue y sigue siendo averiguar sucintamente el origen del personaje y después hacerse con la etapa de Alan Moore, bastante autoconclusiva por otra parte. Tan es así que es la única –junto a la de Veitch– sobre la que actualmente se hacen recopilatorios.
Fotograma de la película de Wes Craven
Y de la misma forma que una película de serie B consiguió devolver el personaje a la vida en el cómic, ese mismo cómic renacido se enraizó en la cultura popular a través de una miríada de medios: una especie de secuela de la película original en el 89 protagonizada por Jourdan y Heather Locklear –de título The Return of the Swamp Thing–, una serie de TV de tres temporadas (1990-93), una serie de animación, muñecos, videojuegos o cameos en otras series de dibujos animados. Incluso en un cómic de Los Simpson se parodia la historia original del monstruo. Además, recientemente el productor y guionista Akiva Goldsman ha indicado que el personaje podría conocer una nueva adaptación cinematográfica más acorde al tono que le imprimió Moore.
Respecto a la edición en nuestro país, Swampy ha conocido muchas: con Zinco, con Norma Editorial (en riguroso blanco y negro) y, desde que obtuvieron los derechos, con Planeta DeAgostini. En este asunto cabe destacar que la edición de Norma potenciaba enormemente la calidad del dibujo y el entintado suprimiendo un color un tanto anodino, si bien no recogía el primer número de Moore en la serie y –por más mejora que introdujese– no respetaba el espíritu original. No obstante, todo hay que decirlo, la propia Vertigo en septiembre de 1996 fue la que comenzó editándolo de esta forma en USA bajo la cabecera Essential Vertigo: Swamp Thing. Para los nostálgicos, esta edición de Norma se compuso de seis volúmenes: En el pantano (#21-27 USA), Amor y Muerte (#28-34 USA), La maldición (#35-42 USA), Una bandada de cuervos (#43-50 USA), Tierra la tierra (#51-55 USA) y Reencuentro (#56-64 USA). En todo caso, la única edición que estuvo disponible durante mucho tiempo en nuestro país fue la primera de Planeta DeAgostini, a color e incluyendo el #20 USA (primer numero del inglés). La única pega, claro está, es que debido a la política inicial de editarlo casi todo en formato quiosco, la colección se reparte entre 13 prestigios de dos números cada uno (excepto el primero) y 3 tomos de varios números USA que siguen, eso sí, la numeración establecida.
Portada del número #1
en la edición de Planeta DeAgostini
Todo esto cambia en enero de 2011, con la llegada del primero de los tres integrales (cada uno equivalente a dos tomos –unos 15 números USA aproximadamente– de la edición de Norma Editorial) que recogieron toda La Cosa del Pantano de Moore para uso y disfrute del aficionado y del público generalista. Una edición que presumió de ser la definitiva de todas cuantas había conocido la obra y cuyo tercer número fue editado, eso sí, por ECC Ediciones, editorial que recogió el testigo de Planeta DeAgostini en los derechos de DC Comics/Vertigo para España. El primer tomo carecía de problemas de traducción y similares, si bien hay que hacer constar que se trató de una coedición con Italia (con lo que ello conlleva para la rotulación) y que, por el formato empleado, las portadas originales aparecieron ligera aunque perceptiblemente recortadas, hasta el punto de que algunos títulos quedaban truncados.
Sea como fuere, en marzo de 2014, la nueva licenciataria de DC Comics/Vertigo para España, ECC Ediciones, comienza en nuestro país la publicación de su propia edición de La cosa del pantano, que constará de 6 recopilatorios de aparición bimestral, en cartoné, de unas doscientas páginas cada uno y a 17,95 € el ejemplar.
Alec Holland murió víctima de sabotaje industrial en un pantano de Louisiana mientras investigaba una formula biorregenerativa basada en la flora de la zona. Contaminado por su propia creación, el científico surgió de un mar de llamas sólo para encontrar la muerte carbonizado y asimilado por el ecosistema del lugar. Pero algo alteró este final que, en realidad, es sólo el principio de la historia: la fórmula en la que el investigador trabajaba afectó a las plantas que descomponían su inerte materia orgánica, provocando que estos vegetales se organizasen como un ente con conciencia propia que creyó, en un primer momento, ser el propio Alec Holland. Su drama fue averiguar que, aún con sus recuerdos, nunca llegó a serlo.
La Cosa del Pantano y Abby
Una vez tomado conciencia de su condición, la así llamada Cosa del Pantano vivirá muchas aventuras mientras lucha por aceptarse a sí misma y trata de corresponder al amor que una humana, Abigail Cable, siente por él. Estas aventuras, que incluyen pugnas ecologistas, viajes interespaciales, visitas al Infierno o combates con las fuerzas más oscuras de la creación suponen en realidad una travesía de autodescubrimiento que llevará a ese mismo ser a averiguar de qué es capaz, qué conexión posee con la naturaleza, quiénes fueron sus antecesores e incluso, conocer el propósito de su existencia.
La Cosa del Pantano. La entidad que a lo largo de los siglos ha sido conocida como La Cosa del Pantano es en realidad un «elemental» de la naturaleza; es decir, un ente corpóreo en comunión con la vegetación que se constituye a partir de tejido animal y humano. Pero, en realidad, no ha habido uno sino muchos hombres que han tenido el honor de prestarle sus recuerdos a las distintas encarnaciones de este ser: el primero, Alex Olsen, fue sobre el que Len Wein ideó el mito; y aunque también se han mencionado o aparecido en la colección Albert Hollerer, Aaron Hayley y Alan Hallman, el personaje que realmente tiene derecho a reclamar el cetro de Swampy es Alec Holland; ése que Moore tomó para hacer de él una leyenda. Como personaje, Holland es perfecto: el guionista supo darle el toque exacto de omnipotencia para que resultara temible aunque vulnerable; la pizca justa de humanidad para empatizar con él aún a sabiendas de que es muy distinto de nosotros; y la dosis necesaria de existencialismo para resultar profundo, conmovedor y llevar a los lectores a una reflexión sobre la propia personalidad.
En un sentido más descriptivo, los poderes de La Cosa del Pantano son tremebundos: prácticamente indestructible, puede recrearse a partir de cualquier tipo de vegetación; es capaz de viajar a través del «verde» para aparecer y reaparecer en cualquier lugar al instante; puede alterar su forma y tamaño; puede ordenar a la vegetación la formación de construcciones complejas (incluso humanoides); puede hacer múltiples copias de sí mismo; es capaz de controlar los procesos de la vegetación (velocidad de formación de raíces, producción de feromonas, forma, etc.); puede hacer germinar sobre su cuerpo tubérculos psicotrópicos que hagan a su consumidor entrar en conexión con el verde; y un largo, larguísimo etcétera.
Abigail Arcane/Cable. Sobrina del peor enemigo del protagonista –Anton Arcane– y futura esposa del agente federal encargado de atrapar al monstruo –Matthew Cable– Abigail Cable (cariñosamente, Abby) es a un tiempo el interés romántico del protagonista, la típica damisela en apuros –aunque con una personalidad bastante fuerte– y la única persona capaz de tratar con humanidad y respeto, como si fuera un igual, a quien una vez se creyó Alec Holland. Cómo trata al monstruo y cómo termina amándolo sea tal vez el aspecto más controvertido y al mismo tiempo más agresivo para con los prejuicios de un lector que en más de una ocasión se pregunta qué haría él de ser tanto Abby como uno de sus vecinos.
John Constantine. ¿Qué decir del personaje más longevo del sello Vertigo? Pues que, desde su primera aparición en junio de 1985 (The Saga of the Swamp Thing #37 USA) es un auténtico canalla sin escrúpulos pero con buen fondo, diseñado a imagen y semejanza –voluntariamente– del cantante Sting. En manos de Moore, Constantine desprende auténticas chispas y sirve para dar comienzo a la celebérrima saga American Gothic, en la que –en preparación de la primera Crisis del UDC– La Cosa del Pantano deberá enfrentarse a los horrores de todo un país (vampiros, licántropos, ritos ancestrales y un largo etcétera). El destino de John es conocido por todos: Hellblazer, la serie más longeva del sello Vertigo (300 números USA, finalizada en febrero de 2013) y por la que han pasado infinidad de guionistas (incluyendo a Delano, Ennis o Azzarello). Actualmente, el personaje sigue dando guerra en series regulares del Universo DC como JL Dark o Constantine.
Como debido a la antigüedad de esta serie es casi imposible recolectar entrevistas o palabras de los autores a propósito de la obra (más allá de unas cuantas líneas sin interés) he visto bien ofreceros en esta ocasión un repaso por la carrera de los principales implicados en la etapa. No se trata, empero, de ofrecer biografías al uso, sino de contextualizar la obra en el momento en que fue escrita, prestando especial atención a cómo llegó a ella un equipo creativo con muchísimo en común tanto antes como después de su paso por la colección.
Empezaremos, como no puede ser de otra manera, con el propio Alan Moore. El genio de Northampton nació un 18 de noviembre de 1953 en el seno de un barrio pobre. A los 17 años, tras haber sido expulsado del colegio por traficar con LSD, empezó a dibujar tiras de prensa para varias revistas musicales, llegando a tener una sección regular para el periódico Northants Post –Maxwell the Magic Cat– bajo el pseudónimo de Jill de Ray.
Dándose cuenta de que realmente se le daba mucho mejor escribir, empezó a realizar labores de guionista para revistas como Marvel UK –Captain Britain–, 2000AD –La balada de Halo Jones– y Warrior –Miracleman, V de Vendetta–. El éxito de crítica y público obtenido por estos trabajos llamó la atención de Len Wein (creador de La Cosa del Pantano y editor de DC Comics por aquella época tras unos años en la Marvel) quien le contrató para hacerse cargo de la serie del monstruo verde. Sin mucha presión por las malas ventas, Moore hizo maravillas con el personaje, disparando su creatividad y su fama. El resto, es historia: guiones para Superman y Batman, Watchmen, From Hell, Lost Girls, WildC.A.T.S., e incluso America’s Best Comics, una línea editorial propia que nos estuvo regalando estupendos cómics a cargo del inglés hasta que WildStorm (su casa madre) fue vendida por Jim Lee a DC Comics, editorial con la que Moore no acabó nada bien a cuenta de los derechos de merchandising sobre sus obras. Desde entonces, el autor se encuentra casi retirado.
Portada de
V de Vendetta
Por su parte, Stephen R. Bissette nació un 14 de marzo de 1955 en Vermont, donde aún vive. Tras estudiar en la Joe Kubert School of Cartoon and Graphic Art –donde conoció a Rick Veitch, John Totleben y Tom Yeates, también dibujantes de La Cosa del Pantano en la era Moore– Bissette, quien ya había trabajado en Soujourn, Sgt. Rock o Heavy Metal en sus años de estudiante, empezó a colaborar con multitud de revistas y editoriales antes de enrolarse en la obra que hoy comentamos. Tan buen sabor de boca debió quedarle que, de hecho, el equipo creativo entero (Moore, Veitch, Totleben y él mismo) sacaron adelante 1963 para Image años después, además de editar From Hell para Moore. A partir de ahí, y tras unos cuantos trabajos menores, emprendió una carrera como profesor en el Center for Cartoon Studies de Vermont, donde sigue ejerciendo hoy en día. Como curiosidad, deciros que en su blog posteó extractos (y sus correspondientes análisis) del primer guión de Moore para La Cosa del Pantano. Un documento realmente impagable.
Una carrera parecida en su comienzo tuvo John Totleben. Nacido un 16 de febrero de 1958 en Pennsylvania, Totleben acudió como hemos visto a la misma escuela que Bissette y los demás, y también en sus primeras publicaciones tras graduarse se cuenta Heavy Metal. Tras su aclamado paso por Swamp Thing, sacó adelante el proyecto Taboo junto a Bissette y ejerció de artista completo para el tercer volumen del Miracleman de Alan Moore. Durante este tiempo, le fue diagnosticada una retinitis pigmentosa que le condujo paulatinamente hacia una ceguera casi completa que, aunque le permite seguir trabajando –esencialmente como portadista– le obliga a un ritmo de trabajo inusualmente lento. Su labor en la colección, muy por encima de su teórico cometido, podéis apreciarla en este artículo en el que Bissette compara una página dibujada por Dan Day con el mismo material tras el embellecimiento de Totleben.
Por último tenemos a Rick Veitch, quien tras su paso por la Joe Kubert empezó trabajando para Epic Comics –Abraxas and the Earthman, Heartburst, The One– antes de unirse al equipo de La Cosa del Pantano en el número #37 y volverse regular a partir del #50 (si bien, según él, empezó a colaborar como negro mucho antes, debido a la lentitud de Bissette). Tras la marcha de Moore, Veitch ejerció de guionista y artista (a medias con Alfredo Alcala) de la colección antes de una repentina despedida, que le llevó a incorporarse al mercado independiente (con Las Tortugas Ninja o The Maximortal, por ejemplo). Pero su nombre y su trabajo habrían de quedar para siempre ligados al inglés de Northampton: no sólo había colaborado con él en Miracleman y Swamp Thing, sino que también lo hizo posteriormente en la citada 1963, en Supreme y en toda línea ABC. Cuando DC Comics compró WildStorm, a diferencia de Moore, Veitch aprovechó para saldar cuentas e incorporarse de nuevo al mainstream con títulos como Aquaman o The Question y –para la línea Vertigo– Can’t Get No o, actualmente, Army@Love.
Portada de
Army@Love #1 USA
Dada la similitud existente entre La cosa del pantano y otro personaje de la Marvel llamado Man-Thing, entre los aficionados siempre ha existido la sana costumbre de discutir qué creación es la que plagia a la otra. Sin embargo, la cosa no es tan sencilla. Man-Thing (Marvel Comics) debuta en Savage Tales #1 (mayo de 1971). El personaje y su trama nacieron de un puñado de reuniones entre Stan Lee y Roy Thomas, que le dieron los conceptos de partida a Gerry Conway para que los desarrollara en un guión completo que dibujaría Gray Morrow. La segunda historia de Man-Thing fue escrita por Len Wein (compañero de habitación de Conway), pero como Savage Tales fue cancelada, la publicación de este material no se produjo hasta Astonishing Tales #12 (junio de 1972). ¿Cuál es el origen de Man-Thing? El bicho en cuestión es el Dr. Theodore Sallis, un bioquímico que trabaja en Florida tratando de recrear el suero del supersoldado. Durante la investigación, un grupo maligno ataca el laboratorio, el buen doctor se inyecta el suero y se acaba estrellando en un pantano, donde acaba transformado en un monstruo cenagoso.
The Heap, Man-Thing y Swamp-Thing
Por su parte, La cosa del pantano (DC Comics) nace en House of Secrets #92 (julio de 1971), creada por Len Wein y Berni Wrightson. El bicho en cuestión es Alex Olsen, un científico de principios del XX cuyo laboratorio explota (debido al sabotaje de un rival amoroso) y que va a parar a un pantano en el que, reacción química mediante, acaba transformado en un monstruo cenagoso. El material de House of Secrets era sólo una historia corta, pero como tuvo cierto éxito, le pidieron a Wein y Brightson que escribieran una regular que comenzó su andadura como Swamp Thing #1 (noviembre de 1972). Aquí el bicho en cuestión es Alec Holland, un científico que intenta descubrir una fórmula revolucionaria en Luisiana. Durante la investigación, los malos atacan el laboratorio, y el buen doctor –embadurnado con su creación– se precipita al pantano, donde acaba transformado en un monstruo cenagoso.
¿Plagio? Pues NO. Porque lo cierto es que ambos personajes eran una copia de The Heap (Hillman Periodicals), que debutó en Air Fighters #3 (diciembre de 1942) creado por Mort Leav y Harry Stein. El bicho en cuestión es el barón Eric von Emmelman, piloto alemán derribado en 1918 sobre un pantano polaco cuyo cadáver se combina con la flora de la charca, donde acaba transformado en un monstruo cenagoso que resurge a principios de la Segunda Guerra Mundial. Uno de los mayores fans de este personaje era… Roy Thomas, quien de hecho animó a la Skywald para que recuperara al personaje en la década de los 70. ¿Lo más curioso de todo? Pues que Alan Moore, siempre atento a la retrocontinuidad, crea durante su etapa el célebre Parlamento de los Árboles, entre cuyos componentes se encuentran a) Un científico de principios del XX (Alex Olsen) y, notablemente, b) Un tal Albert Höllerer, piloto alemán durante la Segunda Guerra Mundial, caído en combate sobre un pantano, anterior encarnación de La cosa del pantano y, por supuesto, un homenaje al personaje en el que Marvel y DC se inspiraron en realidad.
Fiel a aportar en la medida de lo posible su visión única acerca de los personajes que trata, lo primero que hace Alan Moore al llegar a Swamp Thing es matar al protagonista para, cambiando las reglas, resucitarlo un número después. En el proceso, Alec Holland deja de ser un monstruo mutante para convertirse en un ser totalmente distinto que ni siquiera es Alec Holland, y el concepto fundamental de la serie pasa de las aventuras de un bicho deforme que clama venganza mientras se acepta a sí mismo a constituir una amalgama de terror, emoción y existencialismo que aglutina las grandes preguntas que todo ser humano se hace alguna vez: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cómo soy? ¿De qué soy capaz? y, especialmente ¿Cómo me relaciono con los demás y, en concreto, con aquéllos a los que amo? Todo lo que viene después, mensaje ecologista y hippie aparte, es el personal desarrollo que Moore le daba a esas preguntas hace un cuarto de siglo. Pero ¡ay! qué gran desarrollo y que magníficas contestaciones las que ejecutó el bardo inglés.
La Cosa del Pantano renace
Ya desde el primer arco argumental, se sientan las bases de lo que La Cosa del Pantano es: un ente básicamente pacífico que, al igual que la naturaleza, suele optar por acompañar al hombre más que oponerle fiera resistencia. Contrapuesto a la figura del Hombre Florónico, Swampy se revela como un monstruo con recuerdo de hombre que se enfrenta a un hombre que clama y desea con toda su fuerza ser ese monstruo que el primero se niega a ser. Frente al pausado razonamiento y la voluntad de coexistencia de uno, tenemos la furia desatada y autodestructiva del otro; frente a la natural capacidad del primero, se opone la manipulación artificial del segundo; frente a los poderes no deseados ganados con sufrimiento por quien se cree Alec Holland, luchan los codiciados y no merecidos de quien se niega a ser Jason Woodrue. Así, no es difícil ver en estos números un claro aviso ante una humanidad irresponsable para con sus logros hacia el final de la Guerra Fría; logros heredados sin esfuerzo de quienes sí eran conscientes de los peligros que entrañaba su poder, y que albergaban en su seno la semilla del futuro o de la absoluta condenación de la vida.
Lo mejor, sin embargo, estaba por llegar. Tras una historia menor acerca de los demonios interiores, Amor y muerte supone la entrada del guionista en el panteón de los clásicos por partida doble: la suya propia, y la de los referentes empleados. Mediante una saga estructuralmente conformada como espejo de La Divina Comedia de Dante Alighieri, la bestia de Louisiana averigua hasta dónde es capaz de llegar por amor mientras aprende que su capacidad es suficiente como para llevarlo incluso más allá de la muerte. Al fin y al cabo, hasta en el Infierno debe de haber flores. Todo ello, culminando en un polémico número #34 –Ritos de primavera– que a un tiempo resulta una sensual tesis acerca del sexo como rito primario y lisérgico, y todo un desafío para un lector que debe aprender a respetar esa intimidad que no daña más que a los que creen que los prejuicios y la moral deberían extenderse al mundo entero (y no sólo a nuestras propias convicciones).
Entre tanto, Moore tiene tiempo de integrar históricamente –otro de los retos que tanto le gustan– la continuidad del personaje, introduciendo a Abby en el número #33 –Casas abandonadas– en plena Casa de los Secretos para asistir a través de una secuencia onírica a la historia fundacional de Alex Olsen; creando de paso, sin quererlo, la inspiración para la otra gran renovadora del género: la mismísima The Sandman. También hay espacio para los mensajes claramente ecologistas o sobre la amistad, como es el caso de la dulce Pog –homenaje al Pogo de Walt Kelly– o el número en que Swampy parece morir víctima de la radiación.
Portadas de House of Secret #92 USA
y Swamp Thing #33 USA
Precisamente a través de este último se introduce la saga más recordada de la etapa; la conocida como American Gothic. De la mano del iconoclasta y mefistofélico John Constantine, el monstruo esmeralda aprenderá muchísimas capacidades y podrá responder a preguntas tales como su objetivo, su condición y su razón de ser. Todo ello sublimado mediante un encuentro con sus predecesores en el cargo de «elemental de la naturaleza»; una familia de afines a orillas del río Tefé en Brasil, constituida en Parlamento de los Árboles al que las anteriores Cosas del Pantano –entre las cuales vuelve a contarse Alex Olsen– acuden a descansar echando raíces cuando su tiempo se ha acabado (y que emulan descaradamente al Bárbol de Tolkien). A cambio de todo este conocimiento, Constantine llevará a nuestro protagonista de un lado a otro del mundo combatiendo versiones actualizadas, y con un potente componente metafórico, del imaginario del terror literario: hombres lobo –machismo social–, vampiros –consecuencias del progreso descontrolado que puede hacer evolucionar enfermedades–, zombies –la persistencia del racismo– o sectas –los peligros de la New Age–.
Esta gran saga culmina, por otra parte, en la confluencia del mundo mágico del UDC con la Crisis en Tierras Infinitas; un evento en el que La Cosa del Pantano vence poniendo de manifiesto y expresando los propios límites. Toda una lección para unos héroes –y una humanidad– demasiadas veces empeñadas por su soberbia en hacer frente a molinos de viento, al tiempo que una gesta bélica de peso que nos remite a los mejores exponentes de la épica medieval (maravillosa la preparación del ejército de Etrigan).
Abby encarcelada
Y si primero se describió el nacimiento de la criatura y luego la adquisición de sus capacidades y sus relaciones familiares, cuando Swampy viaja a Gotham en busca de una Abby apresada por ese amor prohibido que ahora ha salido a la luz, tenemos un feroz relato de furia adolescente y rebeldía social. Con ecos tan poderosos como el de Romeo y Julieta, King Kong o Un enemigo del pueblo, la lucha del ser verde es aquella que mantiene todo individuo cuando, siguiendo los principios de libertad e independencia inalienables a cualquier ser humano, sus intereses chocan contra una sociedad demasiado entrometida en los asuntos ajenos y excesivamente proclive a creerse agredida por actos íntimos que no le incumben ni le dañan. Una sociedad que, al igual que la propia familia cuando uno comienza a desplegar alas, se cree en el derecho de imponer a los demás una moralidad que sólo se sostiene porque es compartida por la mayoría; una sociedad que ignora que hay valores sobre los cuales la democracia –que puede tornarse en tiranía– no tiene ningún valor.
Pero muchas veces descubriremos que tal vez la excesiva libertad que deseamos cuando nos sentimos jóvenes y enjaulados resulta ser más de lo que en realidad deseábamos. Cuando La Cosa del Pantano se ve obligada a abandonar sus raíces y a vagar por el espacio exterior pone de manifiesto esa edad del individuo en el que llega la hora de poner en práctica lo aprendido y hacer frente a la vida por uno mismo. Puede que le temamos, puede incluso que nos construyamos un refugio para evitar el momento –perfecta metáfora la de ese Cielo Azul del número #57 USA– pero siempre debemos enfrentarnos a ella si queremos llegar a ser un hombre completo.
Cielo azul (imagen obtenida del blog 999)
Aunque no debemos olvidar que un hombre completo es aquel que vuelve al principio habiendo cambiado. Porque finalmente, tras la soledad y la independencia, la vuelta al hogar subraya aún más si cabe el crecimiento; un reencuentro con los propios orígenes en el que seremos capaces de mirarlos cara a cara, agradecerles lo vivido y seguir adelante con la cabeza orgullosa y bien alta del que sabe quién es, a dónde va, de dónde viene, cómo es, de qué es capaz… y, especialmente, del que sabe a quién amar. Así es la vida, así es la sociedad, así es la maduración y así es La Cosa del Pantano, de Alan Moore. Un cómic de terror que quiere y consigue ser una enciclopedia sobre nosotros mismos. Una tesis concienzuda, una poesía frágil, una pieza soberbia… en definitiva, una obra maestra.
NOTA: Este apartado, a pesar de que desarrolla un contenido totalmente personal, original y genuino, está estructurado para ser compañero del magnífico ensayo La Cosa del Pantano: La Odisea del Descubrimiento, de Luis Alboreca. Aparte de constituir una inspiración y un modelo enormemente difícil de superar, las posibles coincidencias conceptuales radican en que su análisis de la obra es tan certero que trasciende el mero texto subjetivo para constituir un desglose completamente objetivo de los conceptos que hay tras el cómic. Imposible, pues, realizar nada mínimamente consistente sin que aparezcan similitudes. Desde aquí, felicidades –y gracias– por el trabajo bien hecho.
Cuando se habla de La Cosa del Pantano en la etapa de Alan Moore no puede definirse una composición de página fija. Es más, no puede evaluarse la composición de página aislada del dibujo y ni siquiera puede hablarse del dibujo sin mencionar el entintado. En efecto, áreas que siempre guardan relación pero que también pueden evaluarse por separado aquí se compenetran de una manera indivisible.
Dicho esto, podríamos decir que en Swamp Thing el tipo de viñeta más usada es la rectangular, bien en versión apaisada –panorámica– , bien más reducida y vertical. Otras veces prima una clásica viñeta cuadrada, pero de la misma forma lo hace un tipo de viñeta trapezoidal que aporta muchísimo juego dinamizando la narrativa y cohesionando la estructura de la página de una forma inusualmente fuerte. Por su parte, el espacio interviñeta se encuentra a veces respetado, otras veces parcialmente presente y en otras ocasiones se opta por prescindir de él o de reutilizarlo para introducir narraciones en primera o tercera persona. También es posible encontrarnos dibujos que se asientan sobre la página sin ningún tipo de límite visual.
Composición representativa
A nivel formal, hay que destacar asimismo uno de los aspectos más creativos, vistosos y característicos del tebeo en cualquier etapa: la integración de la cabecera y los nombres del equipo creativo –tradicionalmente ubicados hacia la segunda o tercera página de la narración– no aparecen en un espacio separado del dibujo y las viñetas, sino que se integran en el mismo habitualmente mediante motivos vegetales en un estilo experimental que recuerda al Eisner del mejor The Spirit.
Títulos integrados
Pero dejémonos de preámbulos y analicemos el magnífico y compenetrado trabajo que realizan Stephen R. Bissette y John Totleben. A pesar de lo complejo que puede parecernos el resultado final, el trabajo del dibujante es relativamente sencillo: con unas líneas extremadamente finas y precisas ejecutadas con pleno sentido de la proporción, tanto las formas generales como los detalles más ínfimos se plasman a través de una economía de medios pasmosa, sólo interrumpida –evidentemente– por el mayor grado de detalle que requieren las sinuosas formas de La Cosa del Pantano o criaturas similares.
Sin embargo, el dibujo alcanza un desarrollo intrincado cuando se une el entintado y todo lo demás. Ya hemos hablado aquí en muchas otras ocasiones de cómo la economía de medios tiende al embellecimiento y la estilización y, en oposición, una mayor profusión de líneas potencia la fealdad, el envejecimiento, el horror. Perfectos conocedores de ambas situaciones, Bissette y Totleben integran sus labores de tal forma que a la línea fina del primero se une un entintado/repaso vigoroso del segundo, en el que las manchas de tinta propiamente dichas se usan únicamente para resaltar volúmenes y reflejar la coherencia de la iluminación. Pero lo realmente característico de este trabajo es todo lo demás: el efecto de terror y ensoñación se consigue a través de la disposición de cientos de líneas paralelas muy próximas (una técnica conocida como hatching) y una cantidad menor de diminutos puntos (stippling) cuya combinación sobrecoge y desasosiega a partes iguales. Y precisamente el hecho de que el trazo mas funcional sea fino contribuye al acabado definitivo, al confundirse con estas dos técnicas ornamentales. Como alguien dijo una vez, sólo el que domina la técnica, puede dar rienda suelta a los sentidos.
En B/N y en color
La parte tibia del aspecto gráfico radica en un Rick Veitch demasiado empeñado en demostrar que sabe detallar estupendamente cuando se hace cargo de los lápices, aunque eso conlleve un estilo mucho más convencional y típico tanto en los volúmenes como en los rasgos faciales –puro años ochenta, he de decir–. Y la parte negativa, por su parte, se centra en la limitadísima paleta de colores de Tatjana Wood, quien aunque de vez en cuando consigue excelentes resultados –aumentando la complejidad de esa misma paleta–, la mayor parte de las veces desmerece el trabajo del resto del equipo proporcionando un aspecto similar a la plastilina.
Para terminar, las portadas al óleo y acrílico que John Totleben creara para la serie permanecen en el recuerdo de los lectores por su gran plasticidad y por su fluidez en la composición. Aquí os dejo mis favoritas, correspondientes a The Saga of the Swamp Thing #33 y #34 USA. Una delicia.
Dos soberbias portadas
Esta etapa de La Cosa del Pantano es por derecho propio todo un clásico de la Historia del Cómic, al tiempo que germen del genio de un autor tan consagrado como Alan Moore y símbolo plenamente vigente de una forma de hacer tebeos que, surgida en los años 80, buscaba demostrar que el medio es capaz de desarrollar cualquier concepto o género, de resultar enormemente potente, y de atraer a cualquier tipo de lector por exigente que éste sea.
En este mismo sentido, el altísimo grado de libertad creativa que se le concedió al guionista puso de manifiesto que, dentro de una gran editorial como DC Comics, los superhéroes en su visión más clásica y el Comic Code Authority podían permanecer en segundo plano para dar lugar a un tipo de historias mucho más adultas y consistentes. El tipo de historias –y personajes– que hicieron nacer el mismísimo sello Vertigo algunos años después (y bajo el que la colección se edita actualmente).
Pero es que además, más allá de lo que supuso para el cómic de la época, La Cosa del Pantano ha demostrado envejecer estupendamente, conservando sus tramas –y los ecos que de ella se desprenden– plena vigencia hoy en día. Estremecimiento, autodescubrimiento, horror, empatía, angustia, ecologismo, amor o violencia son muchos de los conceptos que se expresan a través de un cómic que, aunque tiene el aspecto formal de los relatos de terror, se construye sobre elementos tan antiguos como las emociones, las tensiones y el drama más clásico.
Sexo vegetal
Por todo ello, no puedo sino recomendar un tebeo que es por derecho propio una obra maestra y todo un clásico del Noveno Arte, sólo empañado por la presencia de unos personajes superheroicos que tal vez sobraran. Pero son menudencias… cualquiera que sepa un mínimo sobre el Universo DC (y ese mínimo básicamente consiste en saber quiénes son Batman, Superman, Green Lantern y la Liga de la Justicia) puede seguir la historia de quien una vez se creyó Alec Holland sin problemas. Al fin y al cabo, las concepciones que cambian un paradigma artístico siempre adolecen de vivir entre dos mundos sin pertenecer totalmente a ninguno de ellos: ése que cambian irremediablemente, y ése otro al que dan lugar. Honremos, pues, esta concepción de ese genio que es Alan Moore porque ambas –la concepción y Moore– se lo ganaron con creces.
Como viene siendo habitual, ofrecemos el enlace al artículo correspondiente de la Wikipedia (en español y en inglés), así como a las fichas en Comic Book Database (1 y 2). Además, también resulta imprescindible tanto el artículo general como el dedicado en concreto a la etapa de Alan Moore en The Continuity Pages.
Igualmente esenciales resultan la impresionante base de datos Roots of The Swamp Thing, el artículo La Cosa del Pantano: La Odisea del Descubrimiento (una pequeña delicia) o el texto Swamp Thing: De Luisiana al final del universo (apabullante). Y no os perdáis tampoco estas completísimas anotaciones o la galería con todas las portadas originales. De postre, análisis de Hellblazer en esta misma web.
Curiosidades: todos las obras con el título Swamp Thing. También os presento una página dedicada a las obras audiovisuales relacionadas con el personaje y las fichas en imdb de la película de Wes Craven, su secuela, la serie de televisión y la serie animada.
Y por último, acceso a los artículos de la Wikipedia (esta vez sólo en inglés) dedicados a Alan Moore, Stephen R. Bissette, John Totleben, Tatjana Wood, Alfredo Alcala, Rick Veitch, Len Wein y Bernie Wrightson. También podéis echarle un ojo a las páginas oficiales de Bissette (la más interesante, con magníficos comentarios acerca de la obra), Totleben y Veitch.
Magnífico artículo, empecé la serie regular hace poco de planeta. Una lástima que los últimos números salgan en tomo pero mirandolo bien acaban la etapa, no como otras que se cancelaron dejando todo colgado(sandman etc)
Pues yo de hecho no la seguí porque no era en tomos, y bastante tenia con Hellblazer en ese formato. Pero bueno, está en la lista de cosas pendientes a comprar 🙂
Excepcional obra en todos los sentidos. Yo tengo los tomos en blanco y negro de Norma y ni maldita falta me hace comprarme el material en color (sobre todo con ese horrible formato sacacuartos de planeta). Alan Moore en estado de gracia con historias fascinantes de terror y fantasía aunque sin dejar esos pequeños argumentos utilizados para criticar la hipocresía americana en cuanto a la sexualidad (si, sexualidad, con todas las letras) y la moral. Considero American Gothic un compendío de grandisimos relatos cortos de terror, excepcionales cada uno de ellos en su género, y por encima de la historia que los engloba y cuyo final, enredado con la Crisis de Tierras Infinitas me decepcionó. Momentos increibles de lirimos y romanticismo mezclados con el terror mas oscuro y crudo (Arcana volviendo del infierno y levantando todas las almas condenadas)y la ciencia ficción en el tramo final (visitas a Rann, peleas con Thanagarianos y un viaje psicodélico con una nave espacial sentiente) y enlaces con el universo DC para que no olvidemos donde vive nuestro protagonista (Pelea contra Batman al que dicho sea de paso le da una paliza, complot de Lex Luthor). Una obra magnifica de principio a fin. Extremadamente recomendable.
Excelente artículo, José. Yo que estaba haciendo una deliciosa relectura de la serie aprovechando la edición planetaria y esperaba su conclusión para elaborar uno semejante (más corto, menos profundo) en mi blog, creo que me limitaré a reseñar la serie y linkartelo.
Plas! Plas! Plas!
Entre mis episodios favoritos están La Lección de Anatomía, el homenaje a Pogo, My Blue Heaven, Loving the Alien,… La verdad es que tenía el número 15 en el congelador esperando que saliera el 16, pero después de leer tu artículo, voy a tener que leerlo ya para quitarme este mono que me ha entrado.
Me ha encantado!
Buen articulo. Solo dos cositas:
Stephen Bissete era un dibujante mediocre, sino directamente malo y quien elevaba a la estratosfera el nivel artistico era el redibujado (que no entintado) que le hacía John Totleben. Podeis comprobarlo en las fastuosas páginas que Totleben realizó en solitario en Miracleman.
La edicion Planeta ha sido un desastre, por culpa de los cambios de formato. Hace tiempo les sugerí en su web un «tochal» con todo el Swapy de Alan Moore… que seguro que se vendería como rosquillas en el Saló de Barcelona de 2010.
Hola a todos! En primer lugar muchas gracias por comentar y por los elogios. FranciX, especialmente gracias a ti, aunque la verdad es que me deprimiría si con este artículo le quitase las ganas de escribir a otros… que sepas que espero otro artículo de La Cosa del Pantano de tu pluma 😉
jmponcela… respecto a lo que dices de Totleben… en base a los datos de que dispongo sólo se ocupó del dibujo en los números 48, 53 y 60, realizando labores de entintador de Bissete en el resto de las entregas. De hecho, en la galería de la página oficial de Totleben puede verse claramente cómo los lápices de las páginas que no corresponden a esos números se adjudican a Bissete. En todo caso, al documentarme sí observé que el binomio artístico que se da en La Cosa del Pantano no está tan delimitado como en otros casos y, por ello, introduciré una corrección en el texto para curarme en salud. Gracias!!
Pues, personalmente, yo de la que pasé fue de la edición de Norma porque lo prefería a color, y si la he recuperado con la edición de Planeta (aunque hubiese preferido todo en tomos, y ya puestos, en tapa dura, que la obra sin duda se lo merece).
Por otro lado, sólo comentar que no comparto en absoluto que la reacción de Swampy cuando va a Gotham sea de «rebeldía adolescente», sino más bien todo lo contrario: no es rebeldía sin causa ya que sabe perfectamente lo que quiere conseguir, no busca destruir el orden establecido más allá del impuesto por la doble moral humana (y en ese sentido es genial como convence Batman al alcalde insinuando que Superman es igual de «monstruo» que la Cosa del Pantano), y no necesita dañar a terceros para demostrar que tiene razón.
Eso sí, comparto plenamente que envejece estupendamente como obra maestra que es sobre temas universales…
No me has entendido José, o yo me he explicado mal que es mas probable: quería decir que John Totleben, al entintar a Bissete mejoraba muchisimo sus lapices puesto que, por su forma especial de entintar tenía que redibujar casi enteramente los lapices: cambiaba volumenes, añadía texturas, completaba fondos…
Observando páginas enteramente dibujadas por Totleben vemos que no hay un cambio sustancial en la calidad del dibujo respecto a las dibujadas a medias con Stephen Bissette.
¡Hola Phantomas! Ya te echaba de menos!
Comentar que lo que dices de Swampy… nota que pongo «furia adolescente y rebeldía social», estableciendo comparaciones con Romeo y Julieta en el primer caso y con Un enemigo del pueblo en el segundo. Vaya, que van por separado y el resto del párrafo va en consonancia con lo que tú expones. Lo de la furia adolescente lo incluyo porque se encuentra ese componente de ceguera típico en los amores de la adolescencia, capaces de sobreponerse a mil y una dificultades, y porque –quieras o no– es cuando vemos por primera vez a La Cosa abandonar su tranquilidad y su pausa habituales para entregarse enteramente, desatándose, a las emociones (no sólo el amor, sino también la furia).
Mitad y mitad entonces, jmponcela… tú no te has explicado de una forma soberbia y yo he andado un poco corto a la hora de leerte XD Con la aclaración, totalmente de acuerdo.
Por cierto… si no es indiscreción, y dado que eres un comentarista habitual que tengo en bastante estima, ¿podrías decirme tu nombre de pila? Es que llamarte jmponcela me resulta extraño, aunque si lo prefieres te sigo llamando así.
La Cosa del Pantano es un cómic al que he tardado un tiempo en pillarle… la ‘maestría’. Es decir, desde el principio me gustó (la he comenzado con Planeta) pero no entendía muy bien el por qué de tantas alabanzas, ¿sería sólo por ser una obra de Moore? Pero ahora, con los últimos números y, sobre todo, con la macrosaga ‘American Gothic’ me estoy dando cuenta que estoy leyendo un cómic muy grande, influyente y decisivo. Es una serie que me ha ido calando poco a poco, hasta que sin darme cuenta voy a la tienda con ansias de más aventuras del monstruo del pantano. La pena es que ya sólo me quedan dos tomos por leer, pero al menos el recuerdo y las relecturas permanecerán. Todo un hallazgo, vaya.
P.D.: aunque sea inferior en calidad, espero que publiquen la etapa de Rick Veitch en 2009.
Sin duda, esta es una de mis grandes asignaturas pendientes. Aunque la leí en su día, quiero hacerme con la colección. Me compré los 2 primeros tomos en b/n que sacó Norma y en cuanto compruebe a partir de que número me tengo que subir al carro, me pongo a ello. Del mes que viene no pasa. Ah, excelente artículo, si señor.
Sobre la pareja Bissete/Totleben, es cierto que el aspecto entrincado y fantasmagórico de parte de la serie es debido al fastuoso entintado de Totleben.
Sin embargo, creo que Bissete, que era además un fanático de los bichos monstruosos, hacía muy bien la función de espina dorsal sin la cual los dibus de Totleben parecían perder la compostura por la falta de un buen diseño estructural y distribución de fuerzas.
Enmo, se notaba muchísimo cuando Totleben volaba sólo, sin Bissete, como pollo sin cabeza.
José, si entiendo que lo que quieres decir es que Swampy se rebela socialmente porque le afecta a su relación sentimental al igual que en Romeo y Julieta, pero si bien en esta última es el enamoramiento adolescente lo que existe y lo que genera el enfrentamiento contra todo y contra todos, el orden establecido era anteriormente perfectamente acatado, aqui creo que la relación de Alec y Abby es más profunda, y está basada en lo que cada uno de ellos aporta al otro a un nivel mucho más intimo que la simple calentura adolescente que todos conocemos, lo que me lleva a que la comparación evidente para mi sea La Bella y la Bestia, y no Romeo y Julieta, y la historia de fondo sea la incapacidad de aceptar al diferente y a como pretendemos imponer nuesta visión del mundo a los demás, antes que la rebeldía adolescente.
Uff, creo que lo de antes me ha quedado demasiado compacto… Mil perdones
No, lo que quiero decir es que se rebela socialmente con un componente secundario de furia adolescente, entendiendo «adolescente» no como sinónimo de «calenturiento» sino de «tortuoso e intenso». Si te das cuenta, la relación entre Abby y La Cosa antes de estos números era casi bucólica (sí, incluyendo el sexo).
Respecto a lo de La Bella y la Bestia, estoy de acuerdo en que supone una inspiración principal para la obra en cuanto a la caracterización de los personajes, pero no así de este arco argumental. Y es que la revuelta que vemos al final de la versión de Disney creo que es un aspecto inédito en la misma, no teniendo las versiones anteriores en cine o teatro (ni el cuento original, ni el mito de Eros y Psique en que se basa), ese componente. Los villanos en esas otras versiones de la historia solían ser menos (uno o dos, sin contar con las hermanas de Bella) y tener motivos económicos –como Avenant y Ludovic en la versión de Cocteau, que es bien conocida por Moore–.
Ahm… y por lo de compacto, no soy quién para hablar 😉
«…Enmo, se notaba muchísimo cuando Totleben volaba sólo, sin Bissete, como pollo sin cabeza….»
Te remito a los ultimos numeros del Miracleman de Alan Moore donde John Totleben te va a dejar sin habla… y donde vas a ver que Stephen Bissette tampoco aportaba tanto en los diseños de criaturas en Swampy.
Por cierto José, me llamo José Miguel Poncela: jmponcela
Gracias entonces José Miguel… supuse que la j y la m serían indicativas (menudo Sherlock estoy hecho ¿eh?) pero la cantidad de variaciones posibles a base de José, Juan, Miguel o Manuel –por poner los más comunes– me hizo desistir de aventurar nada.
o María… yo apostama por José María 🙂
José, es que lo de «tortuoso e intenso» no creo que sea característica exclusiva de la adolescencia, tal vez por eso no nos ponemos de acuerdo… Y la furia de Swampy es muy controlada y está perfectamente enfocada, cosa no tan habitual en la rebeldia adolescente permitiendo que aquella gente que no está involucrada en la contienda y que moralmente se posiciona de su parte hasta confraternice con él.
Por otro lado, aunque es cierto que tenía en la cabeza la versión Disney de La Bella y la Bestia, en el mito de Psique y Eros el motivo había un componente de celos muy importante, motivo que también interviene en la obra de Moore aunque más soterradamente…
Te quiero, tio. Pero mucho. Pedazo artículo. Clap, clap, clap.
Absolute ya! XD
Hace poco pude por fin leerme toda la etapa Moore de un tirón, y la verdad me quedé sin palabras. Es un comic que todo friki o aficionado al terror en general debería leer.
No estoy de acuerdo Phantomas… échale un vistazo al último tomo de Planeta a partir de la página 23 y verás una narración que usa palabras, verbos y expresiones como «encolerizar», «arrasar» o «evitar el poder y la ira». Para mí aquí es donde La Cosa desata absolutamente sus emociones –con moraleja incluida– y, aunque no llega a matar a nadie, tampoco un adolescente lo hace cuando se empecina en embarcarse en una relación prohibida (como la que podría establecerse entre un español y una inmigrante no caucásica y viceversa). Y ya que metes los celos… ¿no son estos propios de amor más tempestuoso y quebradizo? Los adolescentes son mucho más celosos que la mayor parte de los adultos en sus relaciones.
Ahm y Alberto… jejejejejej… se hace lo que se puede. ¡¡Muuuuchas gracias!!
En mi opinión. SWAMP THING es un comic imprescindible y uno de los gérmenes de VERTIGO.
¿Nádie tiene la edición de Zinco? A mí no me costó mucho hace unos años encotrar los retapados.
Por cierto, ¿alguién se acuerda de esta cita?:
«Quizá los Terrestres no sepamos mucho de las ocho estrategias básicas del combate aereo por inercia… Pero somos muy hijos de puta.»
Una una de los muchos muchos muchos momentos geniales de la collección.
Una de mis colecciones favoritas que ya tengo de la época de «Zinco», e incluso el «Dossier negro» con «Lección de anatomía» que es una joya. Mi momento es la fantástica presentació y descripción de los miembros de la JLA en uno de los primeros números descritos como dioses impasibles que vigilan con curiosidad.
La etapa de Moore está llena de ejemplos de su maestría. Lección de anatomía, American Gothic y algunos números de la Saga del exilio son de lo mejor que ha escrito el barbas.
Gran artículo, como siempre..¿De qué me suena a mí esa imagen de ‘Mi cielo azul’? 😉
Jjejejejej, en realidad la saqué de Google Imágenes, Bruce… sin saber de dónde era (parámetros de búsqueda: «my blue heaven swamp thing»). Ya he hecho mención 😉
Cojonudo un post sobre Swampy, José. En mi opinión, la de Moore es la mejor etapa que haya habido en un cómic en toda la historia. Su Swamp Thing es mi tebeo favorito porque nunca he visto nada más increíble. En unos días me explayo con calma. Atesoro esta colección, de hecho suelo releer los tomos de Norma muy a menudo.
Esroy en total desacuerdo con la minusvaloración de la pobre Wood (qué apellido más acorde con un cómic en el que el prota es un vegetal). Yo tengo la edición de Zinco, y ese color en papel normal gana muchísimo. Lo que pasa es que no es apropiado para el papel satinado. de hecho, creo que la edición de Zinco es la mejor de todas, si perdonamos la cagada de la splash page doble que aparece en las 2 caras de la misma página. Y si alguien hace filología en la UB, que sepa que la profesora Dúnia Gras se encargó de la traducción de esta edición, y de otras series de Zinco, y que su hermano es Sergi Gras. Pedidle un autógrafo!!
No hacía falta. Buen rollo siempre 🙂
Y American Gothic superchula, pero el final… Y el Invunche no me parece una amenaza amenazante, no sé si me explico.
My Blue Heaven,Roots,el crossover con Crisis,el de la nave espacial femenina…y a no olvidar los dos números de rick veitch con metron (homenajeando a Jack Kirby y a Jorge Luis Borges,nada menos)
Jaajaja…
No siempre podemos estar de acuerdo siempre, José…
Y tampoco olviden la etapa de Mark Millar! es buenísima,no sé porque la defenestran tanto.
Además sería muy aburrido, Phantomas 😉
Y tampoco es que discrepemos en mucho… Un matiz si acaso 😉
NOTA: Este apartado, a pesar de que desarrolla un contenido totalmente personal, original y genuino, está estructurado para ser compañero del magnífico ensayo La Cosa del Pantano: La Odisea del Descubrimiento, de Luis Alboreca. Aparte de constituir una inspiración y un modelo enormemente difícil de superar, las posibles coincidencias conceptuales radican en que su análisis de la obra es tan certero que trasciende el mero texto subjetivo para constituir un desglose completamente objetivo de los conceptos que hay tras el cómic. Imposible, pues, realizar nada mínimamente consistente sin que aparezcan similitudes. Desde aquí, felicidades –y gracias– por el trabajo bien hecho.
Muchas gracias por los halagos. Es agradable que valoren el trabajo que uno realiza. Vamos, que me has subido la moral…
Tu artículo es muy bueno e instructivo.
Enhorabuena por esta magnífica página.
Muchísimas gracias Luis, pero tus parabienes no se merecen. Tu análisis era magnífico y dado que en cierta manera me inspiró en el mío, era justo reconocerlo. Enhorabuena también por tus textos.
Un saludo.
Un buen artículo merece los parabienes.
Un saludo.
Se ha confirmado ya que el primer tomo de la edición absolute de Planeta de «Swamp Thing» estará lista para el Expocómic de Diciembre.
Una buena noticia para los que no hayan leído la que en mi opinión, es la mejor obra de Alan Moore y uno de los mejores cómics de la historia (mi favorito de hecho).
Serán tres tomos a 35€ cada uno y de unos 450 páginas.
Recemos para que el color permanezca intacto y no hagan lo mismo que con la edición Absolute de «The Sandman».
Por cierto, ahora que José no está, quien va a editar esta entrada?
Hola Bartholomew! Los datos de la nueva edición están ya incorporados. Su comentario no sé dónde se hará o a cargo de quién correrá, pero no será en esta entrada, ya que habría que cambiar la autoría original y en principio no es algo que me guste. ¡Un saludo!
Gracias José.
La verdad es que una edición aboslute para esta jodida maravilla era algo cuasi necesario. Yo no la compraré por que ya tengo otras ediciones, pero lo cierto es que es una golosina muy apetecible, independientemente de que ya la tengas o no.
El recoloreado es algo que no me gusta ni un pelo, así que particularmente espero que lo dejen intacto.
Siento lo de la autoría, no me había ni puesto a pensarlo. Además, ya veo que está puesto tanto en el texto del artículo como en la pequeña ficha de la izquierda.
Me interesa esta edición Absolute, aunque el precio haga llorar al niño Jesús.
¡De nada! ¡Faltaría más! Metí todos los datos nuevos cuando salió el plan editorial… arriesgado por si lo incumplían, pero bueno, ahorra trabajo después. Respecto a la nueva edición, va a ser integral en tres tomos pero juraría que no será en formato absolute (tipo V de Vendetta y demás) sino como las recientes ediciones de The Sandman y Predicador.
Mejor aún, yo ya tengo los dos tomos de Sandman y la presentación es inmejorable.
Entonces he resbalado.
Lo más probable es que únicamente se vaya a editar en formato «de lujo», lo que viene siendo los tomazos en cartoné de toda la vida.
hola a todos los interesados en la cosa del pantano aunque breve es intensa me ncanta pero lo que me falta es la serie que echaron de la cosa del pantano en español si alguien la tiene estaria interesada en adquirirla era una niña cuando la veia me encantaba gracias
Mi primer tomo ya viene en camino,una semanita y será mio,no puedo negar que tengo bastantes ganas de hincarle el diente.
Por cierto,pedazo de articulo que se me pasó en su día y he leido hoy con gran interes,una pena la nueva ¿Situación? de Vertigo y una pena que Torralba haya dejado de regalarnos textos como este.
Gracias por tan geniales reseñas, alguna recomendaciòn de que hay qnleer o donde conseguir un resumen de lo q hay q saber para leer directamente los tomos de la etapa de moore sin pasar por la etapa anterior?
Gracias!!!
Hace unos días (y por fin), me pillé el Génesis oscura, La cosa del pantano (Len wein y Berni wrightson), que contiene la primera historia de 8 paginas de House of secrets, y a continuación los números del #1- #10, primera pregunta:
¿se puede llegar hasta el #13 que fue el ultimo de Wein o no está publicado en Español?, de ser así que formato o que edición sería la ideal, imagino que tratándose de números sueltos debe ser en grapa o tomos de dos números.
Siguiente pregunta, tras los numeros de Wein, ¿Existe alguna edición en castellano con los números de David Michelinie y Gerry Conway?
Ultima pregunta, ¿ Es posible encontrar la edición de la etapa de Veicht en castellano aunque sea a falta del famoso numero de cristo?
Muchas gracias.
Por cierto,pedazo de articulo que se me pasó en su día y he leido hoy con gran interes,una pena la nueva ¿Situación? de Vertigo y una pena que Torralba haya dejado de regalarnos textos como este.
No obstante, nada es imposible. Si dependiera de mí barajaría tres cosas: a) Editar sólo buen material, de forma cerrada. En ese caso, haría un tomo con los números #65-79 y santas pascuas. Es un momento cojonudo para cerrar la etapa de Veitch, y encima tienes todo el material disponible. b) Ser completista estricto, porque soy friki y quiero todo, todo lo de Veitch (y nada, nada más). En este caso, pues nada, tomo con #65-87 al canto. Acabo el tomo con 8 números de relleno de un crossover o de una trama sin terminar, según se mire (no son malos, porque básicamente son fill-ins). Pero es el Swampy de Veitch… que nadie se queje. O c) Meto del #65 al 87, después un artículo que explique los problemas de Veitch para terminar su etapa (y de qué iban a ir los números subsiguientes) y comento que para cerrar las tramas de una forma satisfactoria, necesito incluir tres números más, hasta el #90, escritos por Doug Wheeler. Así tengo todo lo de Veitch y un tomo con tramas cerradas, aunque ligeramente más caro que la opción b y bastante más caro que la opción a. Me da que me darían palos eligiera lo que eligiese, por dejar el tomo corto, abierto o largo y caro.
Ufff, muchisismas gracias Jose, tener a alguien como tu disponible 24/7 es un lujo del que poca gente puede presumir.
El tomo de Génesis oscura que me pillé es el que editó planeta (creo) a la misma vez que el primero de Moore, pero al hablarlo con amigos se percataron de que efectivamente, esta edición era ligeramente mas corta que su homologo americano, mi intención claramente apunta al completismo, es decir, todo lo que se haya publicado lo iré pillando, recientemente he conocido una tienda en nuestra querida Sevilla que tiene muchisimo material descatalogado apilado en el almacén, de hecho este tomo no lo encontré en ningún lado y el hombre me miró atrás y lo saco de una pila de «cosa del pantano» que llegaba al techo.
Entonces recapitulando, a parte de los 3 números que me faltan de Wein, también faltan los (Swamp Thing #14-24 USA). cuya única edición en Español es la de Zinco, ¿correcto?, ojala este tomo fuese el 1 de 2 y estuviera recopilado todo en tomos y en castellano.
Bueno con esto acabo dándote de nuevo mil gracias, un abrazo!!
¡De nada, Javié! A ver… de Swamp Thing, la serie de 1972, tienes en el tomo Génesis Oscura el House of Secrets inicial y los números del #1-10, que son de Wein. Te faltarían los números #11-13 (que son de Wein/Brightson) y los números #14-24 (que son de Michelinie/Conway). Estos son los que tienes en los números de Dossier Negro #96-109 (Ibero Mundial de Ediciones). Seguidos y del tirón. Pero ya te aviso que va a ser muy difícil encontrarlos.
Después, esta serie acabó y nunca más se supo hasta que estrenaron la película en 1982, momento en el que iniciaron una nueva serie con nueva numeración: The Saga of the Swamp Thing, con guiones de Martin Pasko en los números #1-19 (después ya llega Alan Moore). De esto calculo que no tienes nada. En español sólo se llegaron a publicar los números #1-10 dentro de la primera colección que Zinco le dedicó al personaje, publicada entre 1984 y 1985 bajo el nombre La cosa del pantano y compuesta por diez números.
Vale Jose, ahora si lo he entendido, pues me pondré manos a la obra a ver si soy capaz de encontrarlo por algún lado, si no los tendré que buscar en inglés, que a pesar de tener el suficiente nivel como para leer una grapa sin tener que mirar ninguna palabra en el diccionario (unas veces si, otras no), no me siento lo suficientemente seguro como para afrontar una lectura de estas característica con tal cantidad de matices y referencias.
Una vez mas te lo agradezco enormemente y disculpa por la doble explicación.
Por cierto, ¿Conoces Wizard comic?
¡De nada, Javié! Como siempre, un placer. Y sí, claro que conozco Wizard. Justo al lado de Edición Limitada. Más destartalada, pero con un buen fondo de cómics antiguos y descatalogados. Como Don Cecilio pero en pequeñito. No obstante, voy poco… soy muy fiel al Cards & Comics, y los cómics que Juan ni tiene ni me puede pedir los suelo buscar por internet, que me resulta más cómodo que peregrinar (aunque antes llamo a un par de tiendas).
Muy grande el amigo Juan, a el tengo que agradecerle que me consiguiera La isla sin sonrisa de Enrique Fernandez y sobre todo, que fue el quien me buscó por cielo y tierra la figura de plomo de Swampy hasta que encontró una que le tenían reservada desde hace meses y me dijo, «pues toma para ti», casi lloro en ese momento.
Edición limitada fue mi tienda habitual hace unos años, pero macho, parece que les ha cogido un tsunami, la sensación es rara al entrar, casi toda la tienda vacía, yo por este orden frecuento, C&C, Wizard y Racoon (justo al lado del campo del Sevilla).
Gracias a la inestimable ayuda de mi amigo Jose acabo de encontrar no solo los 10 números de Pasko y Yeates(Zinco), sino que también he conseguido toda las dosier negro que me faltaban y todo en perfecto estado.
Solo el que es completista sabe la sensación de tranquilidad que se le queda a uno cuando consigue lo que desea, lo dicho, muchas gracias amigo, sin ti no podía haberlo conseguido y lo digo de manera literal ya que he buscado tu comentario en la propia tienda porque ya los tenía locos. 😉
Ahora solo nos falta que el amigo Guevillos entre en acción de nuevo y retapemos el tema, Hot dreams man!!!
samanosuke ha comentado: Aparezco logeado como Javié
No es la primera vez que pasa, y siempre aparecemos como Javié. Es como nuestro John Doe, el hombre común, el hombre genérico, el hombre sin una personalidad definida en el que cabemos todos.
Venir a mis brazos niños, aquí tengo sitio para todos vosotros, ahí no OCI, mas abajo.
Javié, nada me hace más feliz por aquí que poder dar indicaciones a un lector sobre lo que busca. ¡Así que gracias a ti! Y menudo trabajo de arqueología. Por cierto, ¿dónde los has conseguido? ¿en Wizard Comic? ¡Voy a tener que pasarme un día de estos! No sabía que hubieran pasado a tener tantísimo fondo. ¡Un abrazo! Hablando de lo cual, si te interesa ponerte en contacto con guevillos, creo que Juan, en Cards & Comics, hace de intermediario a veces entre él y sus clientes. Vaya, que puedes ir a Juan a preguntarle por el tema (y que me corrija el bueno de guevillos si me estoy equivocando). De hecho, voy a invocarlo ahora mismo.
Por partes, todo el fondo de armario de La cosa del pantano lo encontré en Wizard, la verdad es que fue una experiencia increíble ya que primero pregunté por los diez números de Zinco solamente, y ni siquiera con muchas esperanzas, pero nos pusimos a buscar el chaval que trabaja allí (Que por cierto me dijo que te conocía) y los encontramos, pero es que después abrimos Zona para buscar el post en el que te escribo ahora mismo donde me dejaste las indicaciones, y cuando el chaval vio lo de las Dossiers negro, me preguntó, dice, ¿Serán unas revistas grandes que tengo ahí desde el año de la guerra?, la miramos y coño que también las tenía todas y en un estado ciertamnete increible para la de años que tienen, ni que decir que me lo compre todo en el acto, y eso que supuestamente solo iba a recoger mi tomo de Prophet, casi 60 euros que me dejé ese día, pero muy bien empleados.
Aparte de los dos tomos de Morrison/Millar que ya los tengo localizados, ¿Me falta algo mas del personaje que se haya publicado en Castellano?
Y sobre los retapados del amigo Guevillos, cuando le pregunté hace cosa de un mes me dijo que ahora mismo andaba liado y que ya me avisaría, aparte de las colecciones de Swamp Thing, tengo ahí montañas de grapas de Manga que se merecen unas tapas desde hace años, a ver si hacemos algo chulo.
Nuevamente muchas gracias por la ayuda amigo!!, un abrazo!
Me encanta la historia del descubrimiento de los números. Tiene pinta de haber sido una experiencia bonita; de rebuscar números viejos y alegrarse de encontrarlos. A la única persona que conozco que trabaja en Wizard Comics –al menos que sepa que trabaja allí– no la definiría como chaval… es un señor de cierta edad. Pero mismo un día me paso y averiguo. De paso trasteo en ese fondo tan maravilloso, porque de veras creí que te iba a resultar imposible encontrar todo esto.
Aparte de los dos tomos de Morrison/Millar, lo único que te falta es un especial de Jon J. Muth titulado Swamp Thing: Raíces. No tiene nada que ver con la serie regular; de hecho, va aparte. Es muy sencillo de encontrar… lo tienen saldado en casi cualquier tienda de Sevilla que conserve prestigios de Norma. No obstante, por si acaso, te planto aquí una librería que sirve por internet donde parece que lo tienen (la uso a menudo y son muy buenos y muy rápidos). Tras esto, tendrás todo lo que se ha publicado sobre el personaje en castellano. Cualquier otra cosa que te encuentres (de los tomos de Norma con la etapa de Moore –aunque estos eran en B/N– a los números de Toutain) ya la tienes, solo que en otras ediciones.
Sobre guevillos… sí, le acabo de escribir (lo conozco en persona; de hecho, vamos al cine con un grupito muy saludable) para ver qué andaba haciendo y me ha confirmado que está de encargos hasta arriba, pero que te tiene en la lista de espera para cumplir tu sueño.
¡Y de nada, Javié! ¡Para eso estamos! ¡Otro abrazo para ti! Tras esto, me da que no volverás a consultarme nada de Swamp Thing. ¡Ya tienes todo lo habido y por haber! Va a ser una pena, porque me había acostumbrado a que de tanto en cuanto me preguntaras por el personaje y sus historias en España. Déjame decirte que el trabajo que has hecho rastreando todas las etapas me ha parecido precioso. De un cariño bibliófilo muy romántico… a mí me encanta ir a librerías viejas (de las de libros y especializadas) a ver qué me encuentro. ¡Y por Sevilla hay unas cuantas! Pero se me va la olla…
Tranquilo amigo, aun nos queda un largo viaje, nuestro camino acaba de empezar, de momento a los de ECC le tengo la bandeja de mensajes rebosando a razón de un comentario cada dos días pidiéndole que publiquen de una vez la etapa de Veitch, y quien sabe, esto ya es mucho fantasear pero a partir de verano hasta diciembre tengo pensado pasarme por los salones donde haya representación DCita, aparte en breve podré anunciar (Espero) que aunque siga siendo un pobre novato en esto del cómic, casi casi tengo agente que me mande los trabajo allá a las américas, ¿Existe mejor premio a esta odisea de amor a los pantanos que conseguir un encargo oficial en la cabecera?, Lo haría gratis!
Pero en fin, de momento me conformo con lo que tengo, que mi trabajo me ha costado.
El chaval que te comento es el mas joven, hay otro mayor allí que es el dueño, y salió el tema tuyo porque como ya te he comentado tuvimos que usar tu comentario de guía de búsqueda, y cuando este hombre lo vio se quedó maravillado, no lo conocía y es tan fan como yo (O mas) del personaje, y fue el quien me preguntó quien lo había escrito, entonces ya le comenté un poco toda tu trayectoria en Zona y que eras de aquí, entonces el se quedó un poco extrañado, y me dijo así como dudando, ¿Puede ser que este chaval sea medico?, entonces ya le dije que si y el me comentó que había coincidido contigo algunas veces en C&C con Juan y algunos de los fijos que allí os reunis, así que todo queda en familia. 🙂
Te dejo una prueba de aquel día, hablamos pronto, un abrazo y mil gracias.
http://twitpic.com/ccw99n
Hola, Javié. Te pregunto a ti porque estoy leyendo que eres de Sevilla, igual que yo, que también soy cliente habitual de Juan (C&C).
¿Me puedes decir, por favor, cómo puedo poner una foto en mi perfil? Mil gracias.
Dr fredric, justo encima del cuadro de texto donde escribimos los comentarios te aparece en azul » Si quieres, puedes usar un avatar», ahí lo tienes para pinchar directamente, de ahí te manda a la pagina de gravatar, descarga la imagen que desees a tu ordenador y la subes desde ahí.
Te aconsejo que la imagen sea un primer plano o medio como mucho ya que los cuadros de avatar son pequeños, espero haberte ayudado, un saludo.
¿Te imaginas que acabaras de regular en Swampy? Sería una gozada. ¡Y yo encima podría decir que le recomendé cómo comprar La cosa del pantano al dibujante de La cosa del pantano! Te deseo toda la suerte del mundo, Javié. Ya le preguntaré a Juan quién es este hombre o me pasaré directamente por la tienda un día. ¡Un abrazo!
buscaros un hotel, ladrones
no puedo aguantar más esta tensión sexual no resuelta!!
🙂
Como lo prometido es deuda, ahora si!:
http://twitpic.com/cgpqto
¡Qué maravilla! ¡Gracias por la foto, Javié!
Molan mil la verdad, pero me temo que es un material para un tipo de comprador muy concreto, no apto para todos los paladares.
Ahora tengo una duda que me invade, hay un salto entre el tomo de Planeta (Génesis oscura, diez números) y los diez números de Pasko y Yeates, ¿Son estos los cuatro números que traen las Dossier o hay material americano que no ha salido publicado en España?
Y te prometo que con esto te dejo tranquilo, que tienes que estar hasta el gorro de mi ya, XD.
¿Ein? No, no. A ver. Ahora mismo, si tienes todo, el orden de lectura debería ser el que sigue:
– Génesis Oscura. House of Secret y Swamp Thing (1972) #1-10. Todo de Wein.
– Dossier Negro #96-109. Swamp Thing (1972) #11-24. Del #11-13 son de Wein y Brightson, y del 14-24 de Michelinie/Conway.
– La cosa del pantano #1-10 (Zinco). The Saga of the Swamp Thing #1-10, de Pasko y Yeates.
– Quedan inéditos en español los números de The Saga of The Swamp Thing #11-19.
– Y ya llegamos a Alan Moore.
Pero entonces me siguen faltando estos:
Te faltarían los números #11-13 (que son de Wein/Brightson)
Porque a falta de inspeccionarlas bien, creo que en las Dossier negro que tengo, viene a un numero por revista y solo cuatro de ellas contenían historias de Swamp Thing, a no ser que hayamos buscado mal y me haya dejado alguna.
Hola Javié. Efectivamente, viene un número por revista. De Dossier Negro deberías tener 14 números: 96-109. ¿Qué números te faltan?
Es que no sé si me explico bien o mal a estas alturas. Simplifico: olvídate de autores. La Swamp Thing original de 1972 abarcó 24 números USA. En España, del 1 al 10 están en Génesis Oscura. Del 11 al 24 (14 números en total) están en Dossier Negro 96-109 (14 números en total). Un número por ejemplar.
A ver, allí las tenían todas, pero este hombre me preguntó que si las quería todas o solo las que trajeran historias de Swamp Thing, le comente que la segunda opción y hoy he ido a recoger el pedido, como el no estaba me lo ha buscado el encargado y me ha dicho,- esto es lo tuyo, y me he ido tan contento, pero ahora ya en casa tranquilo, me he puesto a compararlas con tu comentario y me he dado cuenta que me faltan números.
Tengo el #99, #103, #104, #108
Pues entonces me pasaré mañana por allí, porque me consta que tenía una buena pila de Dossier negro, ya estoy en duda de si las tenia todas, pero muchas mas que las que me he traído seguro ya que las vi con mis propios ojos.
Estas cosas pasan por montar un negocio y en el vender un producto que no te interesa lo mas mínimo ni sientes ninguna afición, no es la primera vez que me pasa una cosa de estas allí.
Te diga lo que te diga el hombre, en Dossier Negro aparecían historias de Swamp Thing en los números que te he comentado. Catorce en total. Una revista por número USA. En el comentario 50 te desglosé los contenidos respectivos, y después siempre he dado la misma numeración: Dossier Negro #96-109 ¡Así que a mí no me eches la culpa!
Tal y como lo veo en las fotos, ahora tienes Génesis Oscura, parte de Dossier Negro, todos los números de Zinco y después ya de Moore para adelante. Para tenerlo todo, te faltan entonces 10 entregas de Dossier Negro: #96, #97, #98, #100, #101, #102, #105, #106, #107, #109.
Pero hombre, como te voy a echar la culpa a ti, solo faltaría, si no fuera por ti dudo mucho que hubiera conseguido tanta información en estos dos años, nah, mañana me pasaré por allí y me llevaré las que me faltan, espero que se deba a un error, y que se haya saltado algunos números, porque si difícil era conseguirlas todas, mas difícil va a ser conseguir un numero suelto…
Muchas gracias!! 😉
Bueno, el hombre estará perdidísimo. Tendrá esto allí desde Rob sabe cuándo y ni lo entenderá. Esto es material muy, muy arcano. Igualmente, puede que aunque tenga una pila de Dossier Negro, pero que no tenga el resto de números que te interesan. ¡Ya me irás contando los progresos!
¡De nada, Javié! Para eso estamos. Pregunta cada vez que quieras. Si alguna vez ves que no te contesto, dame un toque en cualquier otro post que me veas. En este hilo, como no vea los comentarios en el cuadro de Recientes de la derecha, no veo si hay cosas nuevas.
¡Idos de camping!
Hoy ha sido muy divertida la entrada en la tienda, (A pesar de que mi novia me ha regañado al salir por ser poco cortes), no me he podido resistir, cuando he preguntado por el chaval que suele estar allí, me han dicho que no estaba y dice, ahí está el encargado si te sirve, y juro que solo quería pensarlo pero lo he dicho en voz alta, la frase ha sido algo así como, !No creo que este me sirva de mucho!!
Yo puedo entender que alguien que no lee cómic menosprecie o se ria de otro que si lo hace, el ser humano es así, pero lo que no puedo entender es que alguien que tiene una tienda de tebeos menosprecie a la gente que lee tebeos, cuando me llevé los números de Zinco, los abrí en la tienda y le dije algo así como -Que maravilla!! y este señor no se a cuento de que solo una parrafada que se quedó a gusto, mirando a mi novia se empezó a reír y dice, una maravilla dice, una maravilla es el partido del Madrid que echan después por eso si me emociono yo, anda que me voy a emocionar por un tebeo de La cosa del pantano, juro que no daba crédito, todo esto cigarro en mano dentro de la tienda, otra cosa que también dice mucho de la persona en si.
Mañana te cuento a ver que me han dicho, si no el rastreo tendré que hacerlo a nivel nacional, que oye, será largo, pero también muy divertido.
Y se rascó los huevos, y le guiñó un ojo a tu novia, y chasqueó la lengua al hacerlo, y era clavado a este tío. Vamos a llevarlo al bosque, aprovechando que Ocioso nos ha llamado idos de camping (lo más probable es que fuera una sugerencia, pero yo me lo he tomado en plan descriptivo, como si nos estuviera llamando Jason Vorhoes o algo así), y vamos a enseñarle lo que hacen dos buenos rednecks adictos al cómic. Rollo Jody y T.C.
jajaja, buena opción, como no tenga todo lo que necesito ya estoy metiendo las cosas de acampada en el coche…
Juro que me lo tomé a broma porque me llamó la atención, pero hasta ese día nunca había conocido a alguien con una tienda de cómic que no le gustasen los cómic, vivir para ver.
Random thoughts:
– José Torralba, los números 11 a 13 son de Wein pero no de Wrightson.
– La Cosa se me antoja un personaje muchísimo más interesante que cualquier superhéroe y decididamente merece una edición integral. Nunca va a ocurrir, para mi desgracia.
– La versión estadounidense del Génesis Oscura español se llama The Roots of the Swamp Thing y trae del 1 al 13, la etapa Wein completa. Lo recomiendo.
– La etapa de Moore me parece sublime excepto los pequeños episodios/eventos en los que aparecen Demon, Fantasma Errante, Espectro y compañía y sobre todo lo recopilado en el tomo 3, da un poco de bajón la epopeya galáctica esta.
– Si bien Moore es mi guionista favorito, hay mucho más Swamp Thing bueno que el suyo. A mi la etapa original de Wein me gusta mucho, y la de Millar también, salvo el final (¿que pasa, que en las etapas finales los guionistas pierden fuelle, están más pendientes de otra cosa o que?)
– La peli de Wes Craven a día de hoy no me he atrevido a verla. Ví el trailer y me asusté (de lo mala que es). Mira que respeto a Craven, pero…
– Espero fervientemente que al término de la nueva etapa de La Cosa, ECC edite el asunto en un tomo decente.
José Torralba, los números 11 a 13 son de Wein pero no de Wrightson.
Toda la razón, escribí de corrido. Lo más gracioso es que en la primera columna del cuerpo de este texto comento que son de Nestor Redondo. ¡Debería haberme hecho caso a mí mismo!
– Si bien Moore es mi guionista favorito, hay mucho más Swamp Thing bueno que el suyo. A mi la etapa original de Wein me gusta mucho,
Totalmente de acuerdo contigo Swampy, de hecho creo que ya lo he comentado alguna vez, pero a mi la etapa de Moore (Que es una maravilla, para mi el mejor que yo he leído en lo que a cómic americano se refiere), me pareció mucho mas maravilla antes de leer las etapas de Wein y la posterior de Pasko, ¿Porqué?, sencillamente porque sigue siendo exactamente igual de maravillosa, pero ya no me resulta tan original, veo cosas recicladas, homenajes, personaje que ya habían parecido antes y yo no sabía, !! Si hasta me entere que los Arcane son europeos!!
La primera etapa de Wein es un disfrute total y absoluto, con una cosa del pantano deambulando por el mundo y resolviendo los problemas que se va encontrando, es puro tebeo de aventuras, además posee el añadido de tener en sus paginas el trabajo de uno de los cinco mejores entintadores de la historia, a quien le guste el mundo del dibujo y la ilustración, en cada pagina de Wrightson se puedes pasar 5 minutos tranquilamente disfrutando únicamente de su arte en las tramas.
Y la posterior etapa, la de Pasko y Yeates lejos de intentar imitar a sus predecesores, deciden adentrarse un poco mas en el genero de terror, (El capitulo de la niña bruja es una pasada).
Es una pena que entre salto y salto, perdidas de derechos, ediciones que ya no se encuentran y tal me haya perdido cuando La cosa dice sus primeras palabras, lo deje mudo y me lo he vuelto a encontrar hablando.
¡Hola Javié!
Hoy estaba aburrido y me he pasado por el Wizard para ver el lío este de Dossier Negro. He estado hablando con el dueño y un poco con el empleado (no tengo ni idea de quién es, por cierto) y… ¡mala suerte! No tienen los números de Dossier Negro que te faltan. El dueño me ha enseñado unos cuantos, pero eran de la etapa Moore. Luego tenía otros por ahí, pero todos eran de numeración alta. Mi idea era buscártelos y dejártelos apartados –esto es servicio personalizado, señores– pero no ha habido suerte. Me han dicho que intentarán buscar, pero…
Pues muchisimas gracias Jose, perdón pero no había visto tu mensaje hasta que te he leído en otra entrada, me sabe mal que te hayas tomado tantas molestias en este tema, bueno, tendrás tu recompensa. 😉
Yo me imaginaba que si no habían metido mas sería efectivamente porque no tendrían , ellos son los mayores interesados en vender, de todas formas tenía pensado preguntarles en mi próxima visita.
Ahora el tema se vuelve mas complicado, mi plan es buscar por las tiendas que tengan material antiguo, primero en Sevilla, y luego seguir por Internet, a parte de eso, lo único que me queda por hacer es esperarme a algún salón grande y preguntar.
¿Que tal tienes la semana?, yo libro Lunes y martes, si no estás muy liado podemos darnos una vuelta por alguna tienda y tomarnos algo de paso.
Un abrazo!!
¡Claro! Pero tendrá que ser por la tarde. Mañana tenía pensado pasarme por el Cards & Comics. Si te apetece, pásate a eso de las 18:30 horas, charlamos con el librero y nos tomamos un café.
Por cierto, aquí los tienes todos de segunda mano, baratos y en buen estado, lo que pasa es que vas a tener que ir comprándolos uno a uno. Introduce en el buscador «Dossier Negro 96» y luego ve consecutivamente: «Dossier Negro 97», «Dossier Negro 98», etc. Trabajoso, pero oye, te ahorras buscar y lo haces todo a golpe de click.
Por ejemplo, aquí tienes el 96.
Ostias Jose muchas gracias, que ilusión me ha hecho verlos ahí a un simple click para comprar, tu ayuda en este sentido es impagable, mañana recojo a mi novia a las 20:15 así que a las 6 y medía me pasaré por C&C y me dejas que te invite a algo, ¿No?
¡Eso está hecho! Aunque lo de dejarme invitar es problemático… ¡ya veremos! ¡Nos vemos (y conocemos) mañana, Javié!
Recuerda, yo soy el que le brotan tubérculos de la espalda!!!
Vaya par de maricones.
Tranqui Oci, que Javié aún no me ha enviado cositas bonitas a casa como hiciste tú 😉
Lo que pasa es que os veo a vosotros y veo a los que van a quedar en el Salón, y observo impotente que todos vais quedando, y conociendoos, y empezais a compartir experiencias….y vais poniendo en orden vuestras vidas …y siento envidia. ¡Sí, pardiez, envidia!
– La versión estadounidense del Génesis Oscura español se llama The
Roots of the Swamp Thing y trae del 1 al 13, la etapa Wein completa. Lo
recomiendo.
Yo tambien lo recomindo. Es mas, es una etapa que se ha visto eclipsada por la de Alan Moore y lo que es a mi me encanta. A veces hasta mas que el de Moore.
Yo siempre he sido de la opinión de que solo se vive una vez y que por muchos mitos y leyendas que existan alrededor de esto de los cómics, luego en persona la inmensa mayoría por no decir casi todos, son personas normales y corrientes, el estereotipo de nerd aficionado al tebeo lo he visto representado en poquisimas ocasiones en la vida real, miles de veces en ficción, pero no en la realidad.
Cuando vas a una tiendas de cómic, lo que te encuentras son dos tipos de personas, o chavalines que están allí con los colegas comprando sus colecciones mensuales, o gente mas adulta, (Entre los que desgraciadamente tengo que incluirme), que aprovechan el rato que le queda entre el trabajo, la pareja, los niños y mil cosas mas, para escaparse a comprar sus tebeos y desconectar un poco charlando sobre su hobby, punto, no hay mas, no hay gente rara, no hay marginados sociales ni historias de esas, de ahí que yo siempre esté a favor de, si conoces a alguien que le gusta lo que a ti, no lo pierdas, queda, tómate algo y echa un buen rato, ¿Que vas a perder?
Hola,refloto esto para ver si algun entendido me ayuda.Estoy leendo ahora por primera vez,ya leí los dos integrales de la cosa del pantano de Moore y me alucinaron.Mi puse hace unos dias con el tercer tomo y los primeros numeros en gothan y tal son tambien muy buenos,pero despues del atentado a nuestro amigo verde,la cosa se vuelve muy rara,¿azul???? ademas de los enfrentamientos con personajes de otro planeta,nose…no me convence,ha dado un bajo la historia que nose si seguir,¿que me decis? se anima? estaba muy cansado cuando lo he leido? o esque empeora mucho?? Un saludo y espero algun entendido que me diga como proceder,jeje.