La crisis carnívora 1. Las altas colinas.
Guión: Pedro Rivero y Egoitz Moreno
Dibujos: Kepa de Orbe Ferreiro y Gorka Aranburu Santamaría
Norma Editorial
56 págs. 14 €
Primera Ley: Ningún animal matará a otro animal.
Segunda Ley: Ningún animal comerá a otro animal.
Tercera Ley: Los animales muertos serán honrados y enterrados.
En el mundo gobernado por animales, los carnívoros deben respetar la vida de los herbívoros…¿pero qué sucede cuando el instinto es más fuerte que la Ley?
“El hombre es un lobo para el hombre”. Esta famosa frase de Thomas Hobbes (XVII) viene sin remedio a la mente tras la lectura de esa curiosa obra que es La Crisis Carnívora.
Curiosa por ser la precuela de una película de animación que va a estrenarse durante el año que acabamos de empezar. Una película animada según la técnica de animación en Flash que está producida por Abrakam Estudio y Nikodemo Animation, responsables estos últimos de las andanzas de Calico Electrónico.
Por si eso fuera poco, La Crisis Carnivora contará además con las voces de Enrique San Francisco, José Coronado, Pedro Reyes, Pablo Carbonell y Álex Angulo entre otros. Toda una promesa, pues, que aún os lo parecerá más cuando veáis, en los teasers disponibles, a Altaicus/¿Coronado? despotricando de los bífidus en plan replicante de Blade Runner.
Así, mientras que en la película se centran en explicar, en clave de humor, las andanzas de una hiena que las pasa canutas para contener su apetito en una sociedad donde todos los animales han pactado ser vegetarianos, sus autores han decidido explicar mediante una serie de cómics cómo se estableció ese Pacto Vegetariano. Y eso no deja de ser curioso e inusual, que una sola historia se explique a través de artes narrativas diferentes.
Y después de lo dicho, también curiosa la obra antes que nada porque, sin renunciar al humor pero ya sin que éste ejerza el monopolio sobre toda temática presente, de manera atractiva e impactante el cómic expone pensamientos de alto calado.
Y es que a través de esta fábula con animales – divertida, interesante, dura – el colectivo autoral nos pasea por algunas de las ideas que inundaron la intelectualidad de la primera mitad del siglo XX. La frase ya mencionada de Hobbes, pero sobretodo el pensamiento de Friedrich Nietzsche y Max Horkheimer, resultan omnipresentes a lo largo del primer número de esta serie.
El mundo de antes del Pacto Vegetariano nos transporta con diáfana claridad hasta la perspectiva pre-moral que perseguía Nietzsche. Donde la única ley era la del más fuerte, la de aquel que sabía autoafirmarse. El mundo con el que empieza el cómic es, pues, un mundo de desigualdades manifiestas. De fuertes y débiles. De lucha y miedo. De placer y sufrimiento. Y esto, los autores, nos lo retratan tanto desde la anécdota cómica como desde la dureza de una determinada escena o la fina clarividencia de una frase.
Pero incluso a los fuertes acosa el dolor. La pérdida de un hijo lleva al lobo Wolfheimer a forzar el Pacto, en un claro paralelismo con los objetivos que anhelaba en vida el sociólogo de la Escuela de Frankfurt de quien este personaje toma indisimuladamente el nombre. “Aunque los sociólogos de Frankfurt, escaldados por el poder esclavizante y destructor de los modelos paradisíacos nazis o estalinistas, dicen no propugnar ningún modelo ideal de sociedad, en realidad se mueven por una confianza en el hombre y en la posibilidad de que éste se organice con sentido y en libertad (…) De esta confianza prerracional en el hombre es de donde nace la tensión dialéctica entre lo bueno anhelado y lo malo constatado (…) motor para conseguir una sólida moral sociopolítica (…), para organizar la sociedad de manera que podamos vivir de una manera más humana.”
Al final de esta primera entrega, no obstante, con el Pacto recién instaurado, la naturaleza “salvaje” de los protagonistas de esta fábula parece contradecir con dolorosa crudeza las aspiraciones de nuestro lobo, ejemplificando así la tesis de los autores: «Cualquier acuerdo de convivencia en contra de nuestros instintos más primarios está condenado a ser una farsa. Hemos elevado el sistema democrático a la categoría de tótem, mientras a sus pies silenciamos que, en cuanto tenemos oportunidad, todos somos corruptos, injustos e insolidarios». (Extraido del Correo Digital)
Trazada ya esta exposición de las temáticas que animan el argumento de este interesante proyecto, nos detendremos brevemente a hablar de su apartado gráfico.
El diseño de personajes oscila entre lo simpático y lo imponente según las características de cada animal, resultando a la vez siempre atractivo. También se observa una ligera variación en el trazo según las escenas. Una línea limpia y marcadamente cartoon para las secuencias humorísticas, contornos algo rotos y deshilachados para los momentos dramáticos. A estos hallazgos se les suma, por último, una efectiva narrativa visual. Un nuevo ejemplo, al estilo de Juanjo Guarnido, de cómo profesionales de la animación interesados en el cómic suelen hacer gala de una habilidad envidiable para “hablar con viñetas”.
Pd: Podéis encontrar varias páginas del cómic en este enlace.
Pd2: Las citas referentes al pensamiento de Max Horkheimer pertenecen a Vives, J. La democracia, más allá de los ídolos. Cuadernos C y J 125. Disponible aquí.
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MUY BUENA CRÍTICA. así da gusto
Este cómic es cojonudo. Como pasa con todos, te lo lees en 10 minutos, pero la historia te obliga a volver a leértelo… una y otra vez… para descifrar qué te está contando. una apuesta arriesgada y dibjuada con maestría.