Historias dentro de historias dentro de historias dentro de historias, etc. Y un hermoso, poético, estremecedor amor a primera vista. Así podríamos presentar La enciclopedia de la Tierra Temprana, fulgurante debut de
Isabel Greenberg, nacida en 1988 en Londres (Inglaterra), estudió Ilustración en la Universidad de Brighton. Ha trabajado para varios diarios y revistas como Nobrow Press, The National Trust, Seven Stories Press, The Guardian, Solipsistic Pop o Wrap Magazine. En 2011 ganó el Premio Jonathan Cape de historia corta, otorgado por el diario The Observer, por Love in a very cold climate. Esta historieta de cuatro páginas centrada en dos amantes que no alcanzan a tocarse le sirvió de cimento, sin apenas cambios, para La Enciclopedia de la Tierra Temprana, galardonada con el Premio a la Mejor Novela Gráfica del Año por la British Book Design and Production Association, además de ser destacada por la revista Time en su lista de lo mejor del año. Greenberg ha adaptado a
Compendio de mitos, religiones y leyendas, La enciclopedia de la Tierra Temprana recupera -a contracorriente de nuestra era, dominada por la ciencia y la tecnología- el pensamiento mágico, con el pretexto de narrar una primitiva época ficticia antes de que la vida saliera del océano, y reivindica el arte de contar historias. Según se lee en la contraportada, es “una obra épica de ficción que nos lleva tras los pasos, los relatos y las aventuras de un narrador solitario en su búsqueda del conocimiento y del amor verdadero. Una obra que contiene multitud de historias, grandes y pequeñas, sobre dioses y monstruos, reyes locos, ancianas y brujas sabias, chamanes, hombres medicina, familias polares, hermanos y hermanas, y sobre los conflictos que se generan entre ellos, el misterio, la mala ciencia, la peor geografía y ¿hemos mencionado ya el amor verdadero?”
Asombra que en una obra primeriza Greenberg haya sabido enjaezar tantas y tan variadas inspiraciones en una cosmogonía propia que, sí, bebe de la Biblia, las Mil y una noches, la Odisea, distintas mitologías, etc. y, sin embargo, reinterpretadas a su conveniencia, resultan cautivadoramente convincentes y, lo que es aún mejor, apasionantes. Volvemos a encontrarnos con Caín y Abel, con Noe, con la torre de Babel, con la ballena que se tragó a Jonás, con los viajes de Ulises y Marco Polo y, lejos de olernos a refrito, paladeamos un plato de alta cocina.
La autora no oculta sus referentes: “Lo primero que leí fue La liga de los hombres extraordinarios, de Alan Moore. Me encantó pero se me daba fatal recrear superhéroes. Cuando vi Epiléptico y Persépolis, pensé: ‘Es justo el tipo de dibujos e historias que quiero hacer’”, explicaba en una entrevista al diario El País. El estilo sencillo, como de grabado medieval, emparenta a Greenberg con
El libro exuda belleza y sensibilidad en cada plancha, dibujada en expresivos contrastes en blanco y negro y algún toque de color bien escogido; en cada palabra, sencilla y conmovedora. La enciclopedia de la Tierra Temprana entrelaza abundante y bella prosa, de cadencia antigua, basada en la repetición, con viñetas de poderoso trazo esquemático. La lectura se hace suave y ligera. El recuerdo cala y perdura.
Estructuralmente muy ambiciosa, con cuentos que se intercalan sobre otros cuentos, es, a la vez, orgánica y familiar, sin complicación alguna para el lector, gracias a la inteligente división en capítulos de corta duración y a la habilidad expositiva de Greenberg. Varias veces hay un poso de tragedia, de irónica amargura, en la resolución de fabulosos entuertos, también detalles delicados como las argucias de los amantes para sentir el calor del otro. Las narraciones míticas llaman a sus protagonistas con nombres directos y así lo hace Greenberg: el Narrador, la Anciana, el Hombre-Medicina, el Hombre-Pájaro, las tres hermanas, el Chamán, etc. Hay, además, objetos prodigiosos, como la piedra que puesta en la boca permite hablar y entender cualquier idioma; habituales intervenciones divinas, tanto del Hombre-Pájaro (una suerte de
La obra es un canto a la vida sencilla, representada en la tradición oral de los pueblos del norte, donde aparece -como
La enciclopedia de la Tierra Temprana es un trabajo extraordinario, lleno de fuerza y matices. Nadie debería dejarlo pasar. Y menos con la cuidada edición que Impedimenta ha traído a nuestro país.
Uno de los relatos más bellos que he leído en los últimos años, sino el que más, especialmente en el medio comiquero. Un canto a lo meta, al relato como arte, a la tradición oral que heredamos desde más allá de las epopeyas homéricas, y en definitiva, una historia que, con suerte y con reseñas como ésta, podría llegar a considerarse una de esas pequeñas obras maestras del cómic. No es infalible, pero sus defectos son mínimos y el conjunto es sinceramente emocionante.
Todo aquel que desconozca esta obra, no sabe lo que se está perdiendo y debería ir corriendo a una tienda de cómics para hacerse con su ejemplar. Lo van a agradecer, como yo te doy las gracias a ti, Javier 😉
Bien sabes, amigo Reverend, que soy yo quien está en deuda contigo (y con el Sr. Álvaro Pons) por poner esta joya en mi radar comiquero. He tardado en escribir sobre ella, pero confío en que la espera haya valido la pena y, como bien dices, nuestras recomendaciones sirvan para que más gente se acerque al que es, sin duda, uno de los tebeos del año.
Vale, cabrones, lo pongo en la lista.
Pesaos.
No te arrepentirás. 😉
Pues ya me lo he leído.
Y tenías razón. Me lo he pasado teta con este tebeo.
Así que paso para agradecerte (a Reve ya se lo dije) que me hayas convencido para pillarlo.
Gracias a ti! Reve y yo unimos fuerzas por una buena causa. 🙂