Cuando Kurt Busiek anunció que enfundaba la espada de Conan, algunos presagiaron un contrato en exclusiva con DC para un futuro próximo, pero lo que nadie se esperaba es que el guionista acabara desenfundando una nueva espada, la Espada de Aquaman.
Así, al inicio de One Year Later, la serie de Aquaman, que estuvo a punto de ser cancelada antes de que el nombre del personaje se volviera mediático, cambia de título y de equipo creativo.
Kurt Busiek y Butch Guice nos trasladan a un nuevo fondo marítimo sacudido por lo que pasará durante Infinite Crisis. Este reino oceánico que había visto volver a sus ancestrales hechiceros en la etapa Veitch y que con Pfeiffer había ampliado territorio con el urbano Sub Diego, será llevado al extremo para trasladarnos hasta un mundo donde lo mágico y lo moderno se entrecruzarán. Espada y brujería submarinas con toques de superheroismo, vertidos tipo Prestige e intereses económicos varios.
Y las cosas no acaban aquí. Porque Aquaman ya no será Aquaman. ¿O sí? El Aquaman original, Orin/Arthur, andará ocupado vaya usted a saber por dónde (¿He oido 52?), en la misma línea de lo que ha pasado con Hawkman. DC repite lo que se está convertiendo en una constante para ésta, su nueva Era: nuevos personajes portando nombres clásicos. Sí, sí. También con Aquaman va a pasar lo mismo. Habrá un nuevo Aquaman . Muy parecido al antiguo, de todas maneras. De tan parecido, hasta recupera el origen primerizo del personaje, el de ser alguien científicamente alterado para ser capaz de transitar bajo el agua. Este nuevo personaje, con hechicero a una lado y monstruo con malas pulgas al otro, nos descubrirá la nueva Atlantis y el nuevo mar con la esperanza de conseguir hacerse un hueco significativo en las listas de ventas.
No está claro que lo consigan. Aquaman lleva tiempo gafado, según Busiek porque ya consiguió lo que tenía que conseguir como personaje y desde entonces sólo ha hecho que repetir y eternizar un mismo ciclo narrativo. “Llego a rey y me caso. Pierdo el reino y a la reina. Vuelvo a recuperarlos. Vuelvo a perderlos.” Ahora él pretende llevar la cabecera en una nueva dirección y para hacerlo ha creido conveniente contar con un nuevo protagonista. Pero eso siempre suele disgustar a un buen puñado de seguidores reacios a los cambios. Por otro lado, los trabajos de Busiek en DC tampoco han conseguido ninguna vez el éxito de ventas esperado. Ni Power Company, ni Superman:Secret Identity ni su arco para la JLA. Para acabar, Guice es un dibujante extraño, que suele dar lo peor de si mismo ante la presión de trabajar en un título mensual.
Esperemos que la inspiración y la artesanía pesen más que todos estos agoreros antecedentes y que esta nueva orientación para Aquaman sirva para ampliar con imaginación y acierto la parcela submarina del Universo DC . Para disfrute de los lectores.