Familia y conspiranoia
«¡Me abrieron los ojos en un momento en el que no creía en nada!»
Terraplanistas, illuminatis, trumpistas, vacunas con chip, aviones que nos envenenan con gases, 6Gs que controlan mentes, reptilianos… Aunque las teorías de la conspiración siempre han existido, en los últimos años se han magnificado gracias al enorme y descontrolado altavoz que proporcionan internet y las redes sociales hasta alcanzar un nivel muy preocupante y que ya está poniendo en peligro la democracia como hemos podido ver recientemente en EE. UU. y Brasil, donde los seguidores de los antiguos presidentes de extrema derecha trataron de imponer por la fuerza lo que habían perdido en las urnas tomando como ciertas unas informaciones que hablaban de malvadas conspiraciones que no estaban contrastadas, ni tenían un ápice de verdad. Un problema que también afecta a la salud de un montón de personas que deciden tomar decisiones medicas que les afectan a ellos, a sus hijos y a toda la comunidad que les rodea ignorando lo que dicen los estudios médicos realizados con métodos científicos y los datos históricos, para creer a pies juntillas lo que leen a alguien en internet sin contrastar quién lo dice, porqué lo dice y en qué se basa. Teóricos de la conspiración que muchas veces buscan el lucro personal aprovechándose de quienes no son capaces de admitir y asimilar que, por desgracia, muchas de las cosas malas que les pasan suceden simplemente porque la vida es muy injusta y cabrona. Una realidad de la que prefieren escaparse buscando enemigos donde no los hay y explicaciones carentes de cualquier atisbo de lógica y rigor, en lugar de intentar sobrellevar los golpes que te da la vida y tratar de seguir adelante.
Ese tipo de personas llenos de teorías de la conspiración son los que protagonizan La familia Yacayoux, una novela gráfica destinada al público juvenil que acaba de publicar con primor y una preciosa portada fotoluminosa Bang Ediciones, que también se encarga de la versión francesa que ha aparecido de manera simultánea en ambos países. Se trata del primer trabajo que aparece en castellano de J. Personne, seudónimo del historietista francés Martin Decayeux (1990). Aunque no se trata de su obra de debut ya que en su país había publicado otros tres trabajos con antelación desde que en 2015 viera la luz Junior, su debut en el cómic. Un primer trabajo como autor completo al que siguió el guion de Love Corp (2020), un cómic en el que dejaba el dibujo en manos de Lilas Cognet, para volver a encargarse un año después tanto del guion como del dibujo de Soufflement de narines, su tercer trabajo en el que se recopilan tiras de humor creadas por autor.
Nope, un joven huérfano y solitario al que la vida ha tratado con gran dureza, llega a Bugarach, un pequeño e idílico pueblo, en busca de la desaparecida familia Yacayoux de la que es un fiel seguidor. Los miembros adultos de la familia son muy famosos por sus teorías conspiranicas transmitidas a través de Youtube en las que afirman que la humanidad está controlada por unos hombres-pulpo que esperan a nos autodestruyamos para dominar en planeta. Cuando llega al pueblo descubre que la familia se ha retirado voluntariamente de la vida pública para disfrutar del poco tiempo que le queda a la humanidad tras descubrir que el plan de los hombres-pulpo ha variado creando un agujero negro que aniquilara a la humanidad en menos de siete días.
J. Personne nos propone una historia sencilla que no pretende hacer una explicación sesuda de los mecanismos que llevan a determinadas personas tanto a inventar estas teorías tan peregrinas, ni tampoco trata de teorizar porqué encuentran seguidores, aunque a través de Nope sí que nos muestran uno de los perfiles que son más permeables a este tipo de manipulación, un solitario lleno de problemas afectivos y económicos. Al final de la historia él también se convierte en la prueba fehaciente de los peligros que acaban por asumir los creyentes en este tipo de teorías y de la escasa responsabilidad de quienes las propagan. Unas consecuencias que también sufre Agartha y Babybel, los hijos de la familia, que tienen que vivir de acuerdo a unas creencias que no han elegido y que les alejan de una infancia normal que, en el caso de Agharta, ha provocado que no haya podido crecer con normalidad. Pese a todo, uno de los principales aciertos de J. Personne es que en ningún momento se burla de sus personajes, por absurdas que nos pueden parecer sus teorías. Al contrario, están retratados con bastante cariño y una cierta ingenuidad, aunque seguramente sea algo buscado puesto que se trata de una obra de carácter juvenil.
No es la primera vez que desde el cómic francófono juvenil se tratan estos temas ya que ya lo hicieron Goscinny y Uderzo en El adivino el decimonoveno álbum de Astérix, con bastante más acierto y, porque no decirlo, como muchas más mala leche y de manera mucho más despiadada presentando al antagonista como alguien mucho más mezquino y consciente de sus manipulaciones que los Yacayoux que resultan mucho más ingenuos, aunque no por ello menos peligrosos. También es muy interesante la irónica visión que el autor francés da de algunas de las ideas más realistas, pero igualmente falsas, que a diario vemos en los medios y en los discursos de los políticos ejemplificas en el discurso sobre la islamización de la economía que aparece varias veces en la novela gráfica y que deja ver que también nos manipulan desde otros lugares teóricamente más serios.
Gráficamente estamos ante un trabajo con un estilo limpio y muy expresivo que recuerdo algunas propuestas gráficas de series actuales de dibujos animados y que resulta muy efectivo y se lee con enorme facilidad. Quizás se echa en falta una mayor dedicación a los fondos, pero lo compensa con un magnífico color que juega con los extraños fenómenos atmosféricos que suceden en la historia.
La familia Yacayoux es un muy buen cómic juvenil que nos habla sobre los mecanismos del pensamiento que llevan a desarrollar teorías conspiranoicas, pero en la que se echa en falta una postura más crítica y mordaz con los problemas que esas teorías provocan.
Lo mejor
• La obra nunca se ríe de los personajes por absurdas que sean sus creencias.
• El color.
• El giro final.
Lo peor
• Al tratarse de una obra destinada al público juvenil no entra de lleno en las causas que están detrás de la credulidad de las personas en teorías tan absurdas.
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 7.5
7.2
Conspiranoia.
J. Personne explora los mecanismos que llevan a determinadas personas a creer en las teoría más absurdas.