La ficción

 

Edición original: The Fiction 1-4 USA (BOOM! Studios).
Edición nacional/ España: Noviembre 2015 (Astiberri).
Guión: Curt Pires.
Dibujo: David Rubín.
Entintado: David Rubín.
Color: Michael Garland.
Formato: Cartoné. 144 págs.
Precio: 17,00€.

 

Astiberri nos trae en una edición muy cuidada, La ficción, la última obra del español David Rubín para el mercado USA. Una obra donde realidad y ficción se dan la mano para explorar la relación entre los creadores y sus creaciones, la fantasía y los sueños de la humanidad.

La carrera en los USA de David Rubín sigue evolucionando y cada vez va consolidando con más fuerza su posición en aquel mercado. Tras probar suerte dibujando las creaciones de Paul Pope en las muy recomendables The rise of Aurora West y The fall of the house of West (ambas publicadas en España por deBolsillo), ahora se lanza a la creación propia, acompañado del guionista canadiense Curt Pires (Pop, The Tomorrows), con este The Fiction publicado originalmente por BOOM! Studios como una miniserie de cuatro números.

Cuatro niños descubren una caja llena de libros en el desván de la casa de uno de ellos y cuando los leen en voz alta son transportados a los mundos fantásticos descritos en sus páginas. La belleza y alegría de estos viajes por mundos imaginarios se trunca cuando uno de los cuatro jóvenes desaparece en uno de estos mundos. Sus amigos juran no regresar nunca a esos libros ni revelar que le pasó a su compañero, convencidos de que nadie les creería. Años más tarde, uno de los compañeros desaparece en misteriosas circunstancias y los dos restantes deciden investigar cual ha sido su destino. Cuando descubren que uno de los antiguos libros de su infancia está involucrado, no les quedará más remedio que afrontar aquello que juraron olvidar si quieren recuperar a sus amigos perdidos.

El guion de Curt Pires, inspirado por un sueño según narra él mismo en el tomo, recuerda a otras obras que tratan la relación entre los mundos de ficción y el mundo real de sus creadores con elementos ya vistos en obras como The Unwritten (Mike Carey), La Torre Oscura (Stephen King) o La Historia Interminable (Michael Ende). A pesar de ello, el desarrollo que realiza el guionista cuenta con suficientes puntos de interés como para dar a la obra una entidad propia y llamar la atención del lector, aunque en este último punto juega un papel importante el dibujo de David Rubín. Los elementos más interesantes con los que juega el autor son la contraposición de los puntos de vista de los protagonistas a la hora de intentar dar una explicación a los sucesos de su infancia, profundizando en las diferentes formas que tenemos de intentar dar forma a una realidad que no comprendemos o no podemos soportar, y la forma que tiene de construir la historia a partir del punto de vista de sus protagonistas, sugiriendo o dejando entrever que hay en este relato mucho más de lo que nos han mostrado y obligando al lector a hacer un esfuerzo para rellenar los huecos de todo aquello que no nos han explicado pero que es fundamental para la historia como cuál es el papel del padre de uno de los protagonistas en la aparición de los libros o cuál es la naturaleza de los seres que se enfrentan por el dominio del mundo imaginario que usan a los protagonistas como peones en su lucha.

El guionista juega bien las bazas del misterio, construyendo un relato que va avanzando y retrocediendo en el tiempo para ir mostrando diferentes piezas de un rompecabezas que van mostrando lo que sucedió en la infancia de los protagonistas y explican cómo evolucionaron desde ese momento hasta el presente, justificando las decisiones que toman y la forma de afrontar lo que se encuentran en el mundo de los libros. El problema es que en la obra hay mucho que abordar y la extensión elegida para la obra obliga a tratar y resolver algunos pasajes de forma algo precipitada. Esto se nota sobre todo en su inicio, donde se debe hacer la presentación de la situación y los personajes, y en su resolución, donde quedan sin resolver muchos cabos sueltos, dejando con la sensación de que se nos ha mostrado sólo el capítulo introductorio de una obra mucho más extensa.

En el apartado gráfico, Rubín aporta su sabiduría narrativa para recrear con acierto los mundos por los que discurre la historia, el real y el imaginario, aunque como es lógico, es en éste último donde Rubín ofrece las páginas y composiciones más espectaculares. Hay que decir que el trabajo de Rubín no sólo destaca por las excelentes escenas de acción o por la recreación de los seres fantásticos que aparecen en el relato, sino también por saber manejar con soltura unos personajes que aparecen en el relato a diferentes edades dotando a cada uno de una personalidad gráfica fácil de reconocer y seguir durante toda la historia.

En definitiva, estamos ante una obra que no es excesivamente original en sus planteamientos pero que está bien resuelta y desarrollada por sus responsables, en especial por Rubín en el apartado gráfico, y que deja con ganas de saber más sobre estos mundos de ficción.

La cuidada edición de Astiberri cuenta con unos cuantos extras como sendos textos a cargo de Pires y Rubín, las portadas originales, los lápices del capítulo cuatro entero y el proceso de creación desde el lápiz a la tinta de las portadas de la edición española y americana.

Reseña del número 1 de la serie a cargo de Mariano Abrach.

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