Materializando ideas
En La forma de las ideas, Grant Snider plantea un ejercicio de introspección a través de una serie de preguntas: ¿de dónde viene la inspiración?, ¿a qué aspira un artista?, ¿cuáles son sus frustraciones diarias?, ¿qué se siente al crear?. ¿qué se busca al crear? En última instancia, ¿cuál es la naturaleza de las ideas?, ¿qué forma tienen? De este modo, el autor nos sumerge en sus propios pensamientos para reflexionar juntos sobre el arte, la vida y sus coyunturas. Y lo más llamativo es la forma en que decide hacerlo.
Nacido en Kansas, Grant Snider ha vivido desde pequeño rodeado de cómics y poesía. Desde esa edad también se acostumbró a narrar toda clase de historias a través de los dibujos que entretejía con su hermano. Mientras que muchos otros frenan su empeño en tales menesteres creativos al crecer, Snider nunca dejó marchar su pasión. Sin embargo, no fue hasta casi terminar la carrera que comenzó a tomarse el dibujo todavía más en serio. Ello lo condujo a ganar el premio «Charles M. Schulz» al mejor creador de cómics universitario, lo que despertó el interés del Kansas City Star, un periódico local que le ofreció trabajar como colaborador con una serie de tiras tituladas Delayed Karma.
Más o menos al mismo tiempo, en 2009, Snider creó la web Incidental Comics, en la que publicaría de manera periódica historietas breves en clave de tira. La diferencia principal es que en este caso el autor contaba con total independencia y libertad creativa, lo que significaba una liberación para él. De hecho, él mismo admite que al principio del proyecto sentía una libertad todavía mayor porque “como nadie lo leía, daba un poco igual”. No obstante, esta realidad acabaría por cambiar, pues el proyecto solo necesitó algo de tiempo para consolidarse y atraer a miles de lectores cada semana. A raíz de este éxito, el mismísimo The New York Times contactó con Snider para ofrecerle un espacio en su prestigioso suplemento semanal de crítica literaria.
Lo que tenemos, pues, en La forma de las ideas: una investigación ilustrada sobre la creatividad, es una recopilación de historietas de la web citada en el párrafo anterior, editada originalmente por Abrams ComicArts para el mercado norteamericano y gloriosamente traducida al español en 2022 por la editorial Garbuix Books.
Al hablar de su obra, el propio autor señala con asiduidad el interés que ha tenido desde pequeño por los cómics y la poesía como una influencia fundamental. Uno de los propósitos que persigue con sus creaciones es, precisamente, el de hallar una forma de conexión más profunda entre ambas formas artísticas. Tanto es así que hace unos meses publicó un nuevo tomo titulado Poetry Comics, cuya premisa gira por completo alrededor de dicha conexión. Aun así, se trata de una idea que ha dejado una marca evidente en todos sus trabajos.
A este respecto, resultan muy interesantes algunas de las reflexiones del autor sobre el potencial narrativo de las historietas: “Siempre me ha encantado la magia que puede surgir cuando las palabras y las imágenes se combinan de maneras inesperadas”. Esta unión es uno de los elementos clave que diferencian a este medio de otras formas artísticas. Al exprimirse con destreza, permite obtener un resultado único, mayor que la suma de cada una de sus partes. Es lo que un servidor se atrevería a llamar “la poética” del cómic.
En La forma de las ideas, Snider explora esta poética de una manera explícita y metatextual. Parte de algunas de las premisas de la poesía, como tratar de expresar aquello que parece inexpresable, y trata de trasladarlas a tiras de entre una y dos páginas de extensión mediante todos los recursos que se le ocurran. Eso es, esencia, lo que vamos a encontrar en en esta obra, páginas autoconclusivas, cada una centrada en su propia idea, que nos invitan a reflexionar sobre el arte, el artista, el receptor, el proceso creativo y otros temas circundantes.
Considero que no valdría la pena comentar más en detalle estas ideas porque solo sería un ejercicio de desmerecimiento. Al final no se trata de ideas revolucionarias, epifánicas ni de originalidad apabullante. Al igual que en la poesía, importa más su forma que su contenido. Es en esa forma donde podremos encontrar las pinceladas de genialidad en la obra de Snider, en esa manera de representar pensamientos complejos que muchos comparten pero pocos saben materializar.
La teoría de la comunicación dicta que la transmisión de un mensaje nunca se completa hasta que el receptor lo recibe y procesa. El receptor es, pues, una parte imprescindible del acto comunicativo. Pocas veces esta norma se ha evidenciado con tanta claridad como con los mensajes que se transmiten en La forma de las ideas, en los que importa más la forma que el contenido, pero en los que importan todavía más los sentimientos y reflexiones que despierten en cada uno.
Recomendar esta obra de manera universal, pues, sería un acto arriesgado. Se enfoca a un público bastante específico: personas muy interesadas en el arte y sus derivados, especialmente aquellas con experiencia creativa de primera mano. Aun así, formar parte de este público tampoco garantizará su máximo disfrute. Me utilizaré a mí mismo como ejemplo, pues mi perfil encaja con el que acabo de describir y, aun así, pese a haberla disfrutado y encontrado interesante, debo admitir que no he terminado de conectar del todo con la obra. Al mismo tiempo, otra persona a la que he prestado el tomo lo ha disfrutado con pasión. Tal parece ser el caso de muchas otras.
Mencionar por último el currazo de Montserrat Terrones en la traducción, por un lado, y el de Fernando Fuentes en la maquetación y la rotulación de la edición española, por otro. Los dos tenían ante sí la complejísima tarea de trasladar la intimidante cantidad de juegos de palabras y grafismos incrustados en el dibujo de la obra. Al final logran lo más difícil: que apenas se note que estamos leyendo una traducción.
En resumen: La forma de las ideas es un cómic único y original, con todo lo que ello implica. Su disfrute dependerá en una medida enorme del grado en que consiga conectar con el lector. Si te llaman la atención su dibujo y las ideas sobre las que gravita, lo peor que puede pasar al darle una oportunidad es encontrarte con una lectura entretenida. Si, por el contrario, nada de lo que se ha descrito aquí te atrae especialmente, te recomiendo buscar otra obra a la que acudir.
Lo mejor
• La poética de sus viñetas.
• Multitud de reflexiones de lo más estimulantes.
• Una propuesta única.
Lo peor
• Su disfrute dependerá en gran medida de cómo conecte con la persona que afronte su lectura.
• Puede dar la impresión de que algunas ideas se repiten.
• Una lectura demasiado seguida puede resultar sobrecargante.
Guion - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
Ideario
Una mezcla de cómic y poesía cuyas reflexiones gravitan en torno al arte y sus derivados. Una obra única y original cuyo disfrute dependerá en gran medida de la persona que afronte a su lectura.