LA GUERRA DE LOS MUNDOS (WAR OF THE WORLDS, EEUU 2005, Ciencia Ficción, 117 Minutos)
Dirección: Steven Spielberg.
Guión: David Koepp.
Reparto: Tom Cruise, Dakota Fanning, Miranda Otto, Tim Robbins, Justin Chatwin.
Música: John Williams.
Valoración: 8/10
Resumen: Tras eones esperando su momento, los alienígenas por fin inician su plan de conquista de la Tierra. Su primer paso será exterminar a la humanidad.
Crítica: Resulta que cuando contaba con 23 años de edad Orson Wells, el que más tarde fuera mago absoluto del cine, se dedicaba a retransmitir para la por entonces cadena radiofónica CBS, relatos clásicos a los que ponía su voz. Resulta, del mismo modo, que cuando le llegó la hora a La guerra de los Mundos, Orson cayó en cuenta de que podía usar la verosimilitud de la novela para crear, a partir de ella, una noticia ficticia pero de tintes realistas. Su trabajo alcanzó tales dotes de perfección que el caos cundió en las grandes urbes de los Estados Unidos cuando los ciudadanos que pegaban su oreja a la radio, creyeron que ciertamente estaban siendo atacados por extraterrestres.
Esta conocidísima anécdota, punto reseñable de la historia de la radio, ha sido sin sombra de duda la mayor fuente de inspiración para que Steven Spielberg compusiera esta actual versión de la famosa obra de Wells. Wells sí, y no Herbert George sino Orson, es la base para que Spielberg se percatara de que con esta nueva adaptación tenía la posibilidad de, efectos especiales por medio, crear la misma sensación de realismo entre el público del año 2005 que aquella que sufrieron los radioyentes la CBS de los 50.
Al igual que Orson, Spielberg dota de un realismo sencillo su historia, situándonos de comienzo en una humilde barriada obrera de una pequeña ciudad suburbana de los Estados Unidos. Con este escenario de fondo, habitual para todo el público, el director nos sumerge en la complicada, aunque usual vida de un trabajador del puerto que asume la custodia de sus hijos durante el fin de semana.
Spielberg cuida cada detalle, desde la fotografía y el ritmo al sobrio manejo de la cámara, para dejar que la historia evolucione por méritos propios, sacrificando su protagonismo para permitir que el público se introduzca sin advertirlo en la piel de los personajes. A partir de ahí, y sin demoras, la tragedia aflora en medio de un caos de pánico y destrucción en el que el director vuelve a tomar las riendas del filme para golpearnos los ojos, el cerebro y por qué no, el corazón, con un dantesco espectáculo adornado mejor que nunca por los genios de ILM.
La película parte de un retrato contemporáneo de la unidad familiar, para centrarse en una historia eterna de la ciencia ficción y convertirse, finalmente, en un tenebroso relato de terror en el que se nos muestra a una humanidad al borde del exterminio y conocedora de que para ella ya no hay posibilidad de salvación. Esta parte sobrecogedora, evoca la parte más noble del ser humano, pero tan bien la más siniestra, en la que se impone el instinto de supervivencia sobre cualquier otro vestigio de dignidad humana.
Con ecos hacia los históricamente recientes atentados terroristas, un respeto exquisito hacia la obra de H.G. Wells (una vez más Koepp demuestra sus dotes como guionista), unos sobrecogedores efectos especiales y el tirón de tener a un acertado Tom Cruise como protagonista, esta última versión de La Guerra de los Mundos se convierte en uno de los largometrajes imprescindibles del género de la ciencia ficción de las últimas décadas.
O.K.: -El sobrecogedor realismo que reina en toda la película.
K.O.: -El final (no el de H.G. Wells, sino el de Spielberg) en el que el director, una vez más, vuelve a reconfortar al público sin venir a cuento.