Uatu, El Vigilante, es un personaje clave para comprender el Universo Marvel en toda su grandeza. Creado por Stan Lee y Jack Kirby en los anales de la Marvel moderna, pocos entes cósmicos son tan reconocibles y característicos como este calvo cabezón que vigila la Tierra desde su rincón, en el lado oculto de la Luna. Desde que avisara a los 4 Fantásticos de los peligros de Galactus, el Vigilante del 616 no se ha perdido ni una. Siempre que había un gran evento allí estaba, aunque fuera saltándose a la torera (sobre todo en los primeros tiempos) el gran mandamiento de su raza: no interferir. En las páginas de What if? hizo de narrador, además, de todo tipo de historias paralelas del multiverso.
Y entonces llegó 2014… Jason Aaron y Mike Deodator Jr. lanzan Original Sin, el gran evento del verano, a través de una premisa mortal: Uatu ha sido salvajemente asesinado por un misterioso atacante que llevaba tiempo planeando su muerte (como descubrimos en Marvel Now! Point One). Los héroes de la Tierra han encontrado su cadáver en el área azul del satélite terráqueo, con las cuencas de los ojos vacías. Sus lentes amenazan ahora con revelar, cual wikileaks, los secretos ocultos de todos los protagonistas. Y es que, sus ojos lo han visto todo. Esta es la pieza final de una historia en viñetas que abarca más de 50 años y centenares de cómics.
Cinco páginas complementarias de Tales of Suspense 53 (por entonces protagonizada por Iron Man) sirvieron para que Lee y Larry Lieber narraran casi al completo el origen de la raza de los Vigilantes. Un canon con el que ahora juegan Mark Waid y Marvel en Original Sin 0, que toma la imaginería de aquella fugaz aventura para darle una vuelta de tuerca moderna, menos naif. Por aquel entonces (en 1964), conocíamos a esta raza vestida con togas que vivía en el umbral más alejado del Universo y que había logrado desarrollar su tecnología hasta tal punto que los había hecho omnipotentes, ultra-inteligentes y casi inmortales. Su planeta guardaba los mayores descubrimientos científicos que jamás existieron, pero enseguida se les hizo pequeño.
Uatu era el hijo de Ikor, monarca que decidió trasladar al resto de especies del Universo su conocimiento, pese a las dudas de su compañero Emnu. Así, una delegación de cuatro vigilantes se dispuso a viajar hasta el primitivo planeta Prosilicus, que resultó no estar preparado para tanto avance. No sabiendo qué hacer con las novedosas armas nucleares con las que les habían provisto, los habitantes del planeta se aniquilaron entre ellos. Avergonzados por las consecuencias de sus interferencias, los Vigilantes decidieron ponerse a la sombra y simplemente vigilar a esas criaturas de “limitado intelecto”. Abandonaron su planeta de origen y se dividieron en distintas galaxias. Solo se reunirían en momentos puntuales para compartir su conocimiento y hacer un repaso a sus respectivos diarios de bitácora. Uatu viajó a la Vía Láctea, y se colocó en el Área Azul de la Luna abandonada por los Kree.
Una historia tan vigente cuando se escribió (en pleno terror nuclear) como en la actualidad, este origen secreto nunca había tenido ninguna modificación en el canon del 616, hasta ahora, cuando, mediante retrocontinuidad, es modificado levemente por el prólogo de Pecado Original. Esta vez, cuando los Vigilantes regresan al planeta Prosilicus la raza ya se ha extinguido, no hay nadie que les avise del holocausto que han perpetrado.
Los subsiguientes números de Tales of Suspense siguieron profundizando en el pasado de El Vigilante, en cómo viajó a la Tierra y cómo afectaba positivamente su posición de no interferencia, al no parar un cometa de basura radiactiva que acabó chocando con un planeta a la deriva, y al no hacer nada contra Xakku, que se disponía a robar el Sol como prueba de la capacidad de Los Vigilantes. Del personaje, sin embargo, nunca se quiso revelar demasiado, para seguir manteniendo ese halo enigmático que lo hizo famoso y que lo acompañó hasta su muerte.
Stan Lee y Jack Kirby engendraron al Vigilante Fantastic Four 13, cuando la primera familia viajó a la Luna por primera vez para dar caza al Fantasma Rojo y a sus super-simios. Ese es el momento en el que Uatu comenzó a sentir una admiración sin parangón por Reed Richards y su equipo. El alienígena decidió no borrar de su memoria su existencia. Lo que supuso el principio de una gran amistad. Una que llevaría al personaje a romper su pacto una y otra vez, aunque fuera empujando a los héroes a llevar a cabo actos sin influir en los hechos directamente.
Aunque su gran éxito lo conseguió con la llegada de Galactus en Fantastic Four 48, Uatu aprovechaba cada ocasión para advertir a sus primeros amigos en siglos. En el número 20 de la legendaria colección, los ayudó en la primera batalla contra el Hombre Molécula, al que trasladó a otra dimensión tras su derrota. Allí, el esquizofrénico villano, completamente aislado, desarrolló su locura. En dichas páginas, se presentó además formalmente Uatu, que explicó a sus nuevos amigos su pacto de no injerencia. El extraterrestre se asomó incluso por la boda de Reed y Sue Richards, en el Annual 3, en la que transportó a Mr. Fantástico a su hogar lunar para escapar de la horda de villanos que trataba de poner fin a las nupcias y entregarle uno de los poderosos objetos guardados en su hogar. Los recién casados disfrutaron de una velada de lujo en su luna de miel en el Área Azul. En uno de sus momentos más picarones, les sirvió un banquete y prometió no mirar esa noche. Un ser todopoderoso reducido al perfecto anfitrión.
Y entonces llegó Galactus… y Uatu se enfrentó a su gran prueba. Tanto cariño había cogido a esos “tristes humanos” que trató de esconder el planeta al devorador de mundos y su fiel heraldo Estela Plateada. En los tres números que conforman la que hoy en día es una de las grandes sagas de la edad de plata de los cómics, ‘La llegada de Galactus’ (compuesta por Fantastic Four 48 al 50), el Vigilante hacía todo lo que estaba en su poder para parar la amenaza. Primero debatía con Galactus las razones por las que la Tierra debía ser salvada, para más tarde, al ver que ninguno de sus planes daba resultado, ceder al cuarteto uno de los objetos más poderosos del universo: El nulificador supremo, que pronto se convertiría en una de las reliquias fundamentales del universo Marvel. Una que incluso El Líder –acompañado por Hulk- tratarían de borrar de la ciudadela del Vigilante en una aventura de Tales to Astonish (del 73 al 75 y de nuevo por arte y gracia de los arquitectos del Universo Marvel, Lee y Kirby).
Mucho más adelante, en Fantastic Four 213 de Marv Wolfman y John Byrne, Uatu regresó para ayudar a los Cuatro Fantásticos a echar a Galactus de la Tierra. Byrne le tomó tanto el gustillo al Vigilante, que lo acompañaría en carne y hueso en El juicio a Reed Richards durante su etapa como escritor. En su hilarante etapa de Hulka, se atrevería incluso a presentar a Los Críticos, una versión maligna y satírica de Los Vigilantes.
La próxima gran aventura del Vigilante (por la que recibió su nombre de pila) llegó en las páginas de Capitán Marvel, de la mano de un Steve Englehart recién llegado, con la ayuda del propio Lee, Jim Starlin (rey de lo cósmico que, precisamente, nunca utilizaría a Uatu como uno de sus protagonistas, sino como un secundario fundamentales entre los entes más poderosos), Al Milgrom y Gene Colan. En Captain Marvel 36, se descubría uno de los giros argumentales más sorprendentes e incongruentes de su vida: quería acabar con la vida de Mar-vell. El alienígena se había aliado para ello con La Legión Lunática, liderada por el opositor kree Zarek y con base en la Ciudad Azul. Veía que poco a poco se envolvía más en los asuntos externos, y ya no había vuelta atrás. “¡Me veré obligado a asesinar al Capitán Marvel!”. Un comportamiento tan fuera de sí mismo e “indigno” que le acabó sentando en el banquillo de un juicio interno, en el mundo natal de su raza, ya en el número 39.
Englehart aprovechó esta gran historia con Vigilantes para recuperar el origen de la raza narrado en Tales of Suspense. Emnu, que se opuso a los designios del padre de Uatu Ikor por razones egoístas, pasa a contar el relato de cómo cedieron átomos a un planeta lejano para que los habitantes calentaran sus hogares y curaran sus males. Átomos que convirtieron en guerra y destrucción. Emnu enumera también las veces que el Vigilante de la Vía Láctea había ayudado a los 4F contra todo enemigo posible, mientras que obviaba aventuras intergalácticas como las de Los Vengadores, hasta que avisó a estos mediante una estrella de la llegada de la Madonna Celestial.
Uatu se presentó a sus compañeros para reconocer que había incumplido su ley más sagrada, y abrió el majestuoso Templo de la Justicia para ser juzgado. Allí se presentó, además, Aron, joven vigilante sobrino de Uatu, que, aunque a su “desarrollo craneal aún le faltaban años para alcanzar la madurez”, se creía “muy listo”. Aron se vio atraído por la acción y Mar-Vell defendió los objetivos del vigilante, que siempre trabajaba para ayudar a los humanos. Pero Uatu reconoció sus errores: “Había miles de millones de historias y yo ansiaba involucrarme (…) Me hizo sentir un héroe y lo disfruté. Pero me molestaba no atreverme a hacer más. Así que cuando Mar-Vell se convirtió en protector del universo, llevando la vida que yo anhelaba, permití que los que se le oponían se unieran a mí y entraran en mi casa… y cada acción subsiguiente engendró otra. Y esto llevó a la desgracia. He aprendido mi lección por segunda vez. No obraré mal de nuevo”. Todo un cambio de actitud que volvería a sentar las bases de un personaje que se había salido demasiadas veces de su propósito inicial y había acabado siendo el deus ex machina perfecto para hacer más fácil la vida de los héroes terráqueos. A partir de este momento, el Vigilante tomaría un papel casi siempre más secundarios. Pocas veces inmiscuyéndose en problemas ajenos, y solo apareciendo para observar los grandes eventos. Según la mini-serie de Los Eternos de 2008, eso sí, se cuentan más de 400 interferencias en su historial de infracciones.
Aron pasó de puntillas por El Juicio del Vigilante, pero estaba llamado a hacer cosas más importantes, a ser uno de los grandes dolores de cabeza de Uatu. Uno que sirvió para descubrir un poco más de la siempre misteriosa entidad. El rebelde encargado del Sistema Solar fue ordenado mentor del joven que cada vez se mostraba más excitado por la posibilidad de aventura. En el Annual 21 de Los Cuatro Fantásticos, también de la mano del Englehart (que lo recuperó 13 años después), Aron fue recibió una bronca de su tío por tratar de mediar en una disputa entre la primera familia y los Inhumanos, en ese momento sus vecinos viviendo en la Luna. El joven entonces decidió que, para hacer lo que quisiera, el mejor plan era esconderse de su raza. El primer paso fue cambiarse el clásico uniforme de toga azul y blanca, por uno dorado y rojo más digno de un legionario. Escondido en el Empire State Building, se centró desde ese momento (en Fantastic Four 321) en espiar las acciones de los superhéroes del Edificio Baxter. El guionista convirtió así al relativamente reciente personaje en uno de los villanos fetiche de su criticada etapa frente a la primera familia, algo que respetaría su sustituto, Tom DeFalco, hasta el número 400.
Aron se convierte en los números de Englehart en un villano de opereta más, el miembro más poderoso de los Cuatro Terribles del Mago. Acompañado del Hombre Dragón, pero abandonado por sus nuevos amigos villanos -por negarse a acabar con los 4F pese a su inigualable poder-, Aron se las apaña para crear su propio plan estrambótico: Clonar al equipo de superhéroes. Uno se comportó como si estuvieran de nuevo en los 60 y que poco a poco se convertió en criminales. Una crítica a los limitados cambios en el Universo Marvel. Una idea, que si bien da para hablar otro día, sigue resultando hoy de lo más intrigante, con uno de los diseños de la Cosa menos reseñable. Después de esta curiosa estrategia, Aron tardó tres años y 30 números en reaparecer, en el número 369 de Fantastic Four. Poco a poco, DeFalco le fue concediendo protagonismo. Se disfrazó de Uatu, el Dr. Muerte robó parte de sus poderes cósmicos (por los que llegaría a odiar a los humanos) y lo llevaron a su mundo para ser juzgado por su comportamiento, como en su día lo fuera su tío. El guionista se acabó despidiendo del personaje en el especial número 400, casi íntegramente dedicado a la mitología de los Vigilantes.
En ‘Hasta un Vigilante puede morir’ Los Vigilantes se enfrentan a la extinción de la mano de os Celestiales. El único plan de Aron es escapar: resquebrajar el sistema solar y llevárselo a un universo de bolsillo donde esconderse. Sus objetivos son evitados por los Cuatro Fantásticos y Aron acaba siendo reducido a energía por su propio tío, por lo que Uatu es denostado de su posición como Vigilante (a la que regresaría sin más explicación). La energía de Aron sería utilizada para crear un nuevo repositorio del conocimiento de los Vigilantes.
La popularidad llevó al Vigilante incluso a tener serie propia, o al menos algo parecido. Las historias paralelas del multiverso, en la cabecera What if?, dieron la oportunidad a Uatu de practicar uno de los oficios que más fama le daría: el de narrador. A través de sus introducciones y moralejas, el alienígena enseñaba lo que habría ocurrido en el universo Marvel si las cosas hubieran pasado de otra manera, desde lo más extravagante hasta lo más curioso. Los relatos le dieron la oportunidad para inmiscuirse un poco más y narrar algún que otro cuento donde él también estaba muy presente, como en ¿Qué pasaría si Los Vengadores se hubieran convertido en esclavos de Korvac? (What if? 32). En las páginas de ese número, el villano decidía matar al Vigilante de dicho universo, que acababa reuniendo a sus iguales para tratar de romper con el acuerdo de no influencia. Recibía un no tan rotundo que se veía obligado a reunir a las entidades más poderosas del Universo.
Otros ‘Qué pasaría si…?’ revisitaban también la famosa trilogía de Galactus. En What if? vol. 2 41, donde los 4F murieron en su primer viaje por el cosmos, Los Vengadores no consiguen parar a Galactus y Los Vigilantes deciden actuar contra el devorador de mundos, por una vez, unidos. Uatu muere a manos del hambriento ser, que, lleno de remordimientos y saciado por la energía del asesinato, decide huir de la Tierra y llevar el cadáver a su mundo natal, donde será adorado por los siglos. Más recientemente, en el especial What if? 200, Stan Lee volvía a sus orígenes para contar ¿Qué pasaría si el Vigilante hubiera asesinado a Galactus?, donde Uatu es juzgado por su raza, que le sentencian culpable y le obligan a erigirse como el nuevo devorador de mundos, en pos de restablecer el orden cósmico.
Pero no solo de futuros alternativos vive Uatu, que también protagonizó un episodio muy especial de navidad , el 127 firmado por J.M. DeMatteis, de Marvel Team-Up junto a Spider-Man. Pese a ser uno de los cruces más extraños de la serie, el relato era el perfecto cuento de Navidad, con las dosis justas de empalago y de un alienígena caminando a sus anchas por Nueva York. DeMatteis es un maestro en este tipo de conceptos que en un primer momento parecen surrealistas. En nochebuena, con la casa de la Tía May en plena algarabía, uno de sus angostos residentes se preocupa por el estado de su única nieta, Sheila, a la que ha pedido que venga a pasar la noche. Un suceso tan mundano que, en principio, no hacía predecir que en el patio de Peter Parker se apareciese el Vigilante, alguien a quien Spider-Man (por su condición de héroe callejero) nunca se había encontrado (aunque luego llegarían unas cuantas ocasiones más). Las drogas, los maltratos y el asesinato de su compañera de piso se han cruzado en el camino de Sheila y el Vigilante, aunque tan misterioso y silencioso como de costumbre, parece estar preocupado por ella, por muy confuso que le parezca al hombre araña, que se decide a seguir su pista.
El epílogo resuelve el entuerto con un Uatu volviendo a confesar los crímenes contra su pacto. «Una noche para llegar, aunque sea indirectamente, a tocar a estos extraños y maravillosos seres llamados hombres», recita desde la Luna con una lágrima en su ojo, «Una noche para ser… como un hermano. (…) Hoy he visto eventos aparentemente insignificantes llenarse de significado. He visto el infinito revelado en un corazón humano. Me siento abrumado, y sé lo que es la felicidad». Una nueva perspectiva del ser que dibujó DeMatties.
Tras un largo tiempo donde simplemente se aparecía a la sombra siempre que ocurría algo importante (La llegada de Fénix Oscuro, La boda de Tormenta y Pantera Negra, la Guerra Civil, Invasión Secreta, el robo de las gemas del Infinito por The Hood, Patrulla X vs. Vengadores…) Matt Fraction y Mike Allred dispusieron hace poco uno de los giros más inesperados y geniales en la vida de Uatu. En FF, cuando la Fundación Futuro es transportada a la Luna por obra y gracia del Hombre imposible, descubrimos que Uatu ha guardado para sí uno de los secretos mejor guardados del Universo Marvel: su novia, Ualu (desconocida hasta el momento) está embarazada. Pese a que no sepamos mucho más, los editores han prometido que este desarrollo no quedará en agua de borrajas en Original Sin. Cuando se lanzó este argumento, el evento veraniego de Marvel ya debía estar rondando las oficinas de Marvel, así que esperamos que todo tenga sentido.
En otros momentos, Uatu ha sido como una simple broma anticuada. Ese es el caso de la serie de Hulk Rojo, donde fue utilizado como un punching-ball perfecto. Jeff Parker presentó, además, en esta misma colección a Uravo, una de las más jóvenes Vigilantes (de unos 19.000 años) enviada a la Tierra para cubrir el hueco dejado vacante por el veterano por la amenaza de Omegex. Jeph Loeb enmendó esta parodia y volvió a demostrar que siente predilección por el personaje en la serie del nuevo Nova, donde se convirtió en una especie de guía y mentor. El Vigilante, más callado y misterioso que nunca, fue uno de los primeros seres alienígenas que se encontró Sam Alexander en su camino a convertirse un super-héroe (solo una hora después de encontrar el icónico casco). Uatu fue el primero en ayudar y confiar en el adolescente, una especie de mentor que le avisó de que las hordas Chitauri se aproximaban a la Tierra y le mostró el pasado del Nova Richard Ryder, que había sido un simple peón en la saga del Infinito de Jim Starlin, donde los héroes de la Tierra lucharon contra Thanos por el guantele del infinito (donde El Vigilante solo vigiló). La amistad entre estos dos personajes antagónicos será desarrollada también en el prólogo de Original Sin de Waid, Jim Cheung y Paco Medina, donde su relación se entreteje con la historia casi paternofilial de ambos personajes.
Una de las versiones más interesantes, conflictivas y complicadas de Uatu la crearon Alex Ross y Jim Krueger para la trilogía de Tierra X. Los creadores de este futuro alternativo dibujaron a un Vigilante que, cegado por Rayo Negro (en una imagen muy parecida a la de Original Sin) vigila desde su trono una Tierra que ve con superioridad y desdén. Frío y manipulador, utiliza al androide X-51 a su gusto para que la cuente lo que ocurre en este universo donde todo el mundo ha recibido poderes, y, de paso, tratar de seguir influenciando a sus habitantes desde la lejanía. La entretejida mitología de este universo acaba descubriendo a los Vigilantes como los cuidadores de los embriones celestiales que habitan cada mundo. Uatu, un simple esclavo por no evitar la creación de Galactus, espera a que el nuevo celestial salga y destroce la Tierra.
Muy diferentes son los Vigilantes del universo Ultimate. En la moderna Tierra definitiva del universo 1610, los Vigilantes son super-ordenadores con mente de colmena, forma de roca y un gran ojo rojo (a lo Hal 2000 de 2001: Una odisea en el espacio) que vigilan todo lo que no ocurre en el universo. Se manifiesta en más de un lado al mismo tiempo. En Ultimate Origins, los Vigilantes –que llevan un tiempo vigilando la Tierra- eligen a Sue Storm como su micrófono humano, mientras que Rick Jones se convierte, en la mini-serie Ultimate Extinction, en su particular heraldo, para “luchar contra las tragedias venideras”. Que ahora sabemos serían muchas.
Además de Uatu, el Universo Marvel tiene muy diversos Vigilantes. Algunos importantes, de otros ya os hemos hablado y, la mayoría, un simple renglón más de la basta historia de la editorial. Una raza que, al contrario que de otras, no hemos conocido demasiados especímenes. Solo Mark Gruenwald (a través de su etapa en Quasar) y el ya mencionado Juicio del vigilante fueron capaces de poner nombre a sus calvas, aunque fuera por lo general como relleno. Estos son los más conocidos, que viven en el 616:
Acba – Vigilante que observa la batalla en el agujero negro entre Quasar y Maellstrom.
Primera aparición: Quasar 25 (1991)
Ultima aparición: Quasar 25 (1991)
Aron – Sobrino de Uatu, el Vigilante Renegado
Primera aparición: Captain Marvel 39 (1975)
Ultima aparición: Fantastic Four 400 (1995, muerte)
Atul – Uno de los presentes en el juicio a Uatu.
Primera aparición: Captain Marvel 38 (1975)
Ultima aparición: Captain Marvel 39 (1975)
Ecce – Antiguo ancestro de Uatu que contempló el nacimiento de Galactus.
Primera aparición: Thor 168 (1969)
Ultima aparición: Thor 169 (1969)
Edda – Vigilante que observa la batalla en el agujero negro entre Quasar y Maellstrom.
Primera aparición: Quasar 25 (1991)
Ultima aparición: Quasar 25 (1991)
Egma – Vigilante que observa la batalla en el agujero negro entre Quasar y Maellstrom.
Primera aparición: Quasar 25 (1991)
Ultima aparición: Quasar 25 (1991)
Eihu – fue testigo y afectó en el resultado en la battalla entre El Extraño y Overmind en el mundo laboratorio del primero. Afectado por la plaga Oblivion pero resucitado por Quasar, que lo convenció de su necesidad.
Primera aparición: Quasar 16 (1991)
Ultima aparición: Quasar 16 (1991)
Emnu – Líder que se opuso al mandato de Ikor a intervenir, y juez del Juicio de Uatu.
Primera aparición: Tales of Suspense 53 (1964)
Ultima aparición: Captain Marvel 39 (1975)
Engu – Uno de los presentes en el juicio a Uatu.
Primera aparición: Captain Marvel 38 (1975)
Ultima aparición: Captain Marvel 39 (1975)
Ikor – Padre de Uatu y líder de la casa real que decidió mejorar los mundos alienígenas para más tarde decidir que lo mejor era la no-intervención.
Primera aparición: Tales of Suspense 53 (1964)
Ultima aparición: Captain Marvel 39 (1975)
Ingu – Uno de los presentes en el juicio a Uatu.
Primera aparición: Captain Marvel 38 (1975)
Ultima aparición: Captain Marvel 39 (1975)
Ocam – fue testigo y afectó en el resultado en la battalla entre El Extraño y Overmind en el mundo laboratorio del primero. Afectado por la plaga Oblivion pero resucitado por Quasar, que lo convenció de su necesidad.
Primera aparición: Quasar 16 (1990)
Ultima aparición: Quasar 16 (1990)
Otmu – Fundador de la Plaga del Oblivion (o el pacto de la no-interferencia definitiva), donde diez millones de Vigilantes decidieron dejar de vivir para no afectar a los vigilados ni siquiera por su simple presencia. El renegado fundador de su propia filosofía, y afincado en el sector Shi’ar, tomó la idea de Maelstrom. No queda claro si resucitó con el resto de los Vigilantes a los que Quasar ayudó a traer al mundo de los vivos.
Primera aparición: Quasar 15 (1990)
Ultima aparición: Quasar 15 (1990)
Talmadge – Bebé capturado por los Kree en la Tierra y utilizado para espiar a sus enemigos.
Primera aparición: The Thing: Freakshow 1 (2002)
Ultima aparición: The Thing: Freakshow 2 (2002)
Ulana – La esposa de Uatu y madre de su hijo nonato.
Primera aparición: FF 13 (2013)
Ultima aparición: FF 16 (2013)
Uravo – Vigilante enviada para cubrir el hueco de Uatu en la luna, cuando este deja su puesto por la amenaza de Omegex.
Primera aparición: Hulk vol 2 28 (2011)
Ultima aparición: Hulk vol 2 41 (2011)
Vartu – Enviado a otro universo, a través de una ruptura, para observarlo. Desapareció sin dejar rastro, pero no estaba muerto sino que había descubierto un futuro que le hizo más poderoso pero también más oscuro.
Primera aparición: Silver Surfer 112 (1996)
Ultima aparición: Silver Surfer 121 (1996)
Zoma – Vigilante del borde del Universo Marvel encargado del Tribunal de Reclusos. Primo de Uatu
Primera aparición: Hulka 7 (2004)
Ultima aparición: Hulk 10 (2004)
El Vigilante de Calishee – Observador de la raza de microbios Calishee, que, tras su destrucción. acabó en la galaxia oscura.
Primera aparición: Thor 419 (1990)
Ultima aparición: Thor 425 (1990)
Uatu es uno de los personajes icónicos de Marvel que todavía no aparecido en la gran pantalla, posiblemente por su aspecto difícil de adaptar a la acción real (como ocurre con muchas de las creaciones de Kirby). El Vigilante sí que se ha dejado ver, sin embargo, en todo tipo de series animadas, videojuegos, y, también, más de una parodia.
Como no podía ser de otra manera, Uatu hizo sus dos primeras apariciones catódicas en la serie original de los 4F, de 1967, con la voz de Paul Frees. Allí, el bonachón cabezón avisaba al cuarteto de la llegada del devorador de mundos. Tras hacer un par de cameos en X-men (para aparecerse en la Muerte del Fénix) o Hulk, volvió a cumplir su cometido más icónico, ahora con la voz de Alan Oppenheimer, junto a los Fantásticos de 1994. Colin Fox, mientras tanto, cedió sus cuerdas vocales cuando el personaje se encontró con Estela Plateada -y la plana mayoría de entidades cósmicas de Marvel- en la serie de Silver Surfer. En la serie animada de 1998, Uatu se presentaba como el último de su raza, que tenía en su poder la Librería Universal que albergaba todo el conocimiento cósmico. Después de que todos los Vigilantes perecieran por un virus con el que salvaron miles de millones de especies, el objetivo del último Vigilante es seguir recopilando información y conocimiento.
Ya en la era moderna un Uatu con la laringe de David Boat cedió su comicidad a Super Hero Squad Show, donde contaba a MODOK lo que sucedía en un cómic. Vuelve a aparecer para hacer unas fotos mientras come palomitas cuando los héroes se enfrentan a Galactus. También en Avengers Assemble se le vio como uno de los amigos de Hulk. Fuera de la Casa de las Ideas, Robot Chicken también ha aprovechado esta facilidad para aprovechar, poniendo al Vigilante en las situaciones más bizarras, como espiando el vestuario de las chichas de YWCA (Young Women’s Christian Association).
En los videojuegos, Uatu ha servido especialmente bien como el perfecto narrador, aunque tuvimos la posibilidad de jugar con él, con la voz de Phil LaMarr en Marvel: Ultimate Alliance, rompiendo así una vez más el pacto de no intervención. El actor más conocido que le puso voz fue Laurence Fisburne, al que se oía fugazmente en el modo What if? Del videojuego de Spider-Man para Playstation.
La banda geek Kirby Krackle incluso se atrevió a poner melodía al Vigilante a través de Who Watches de Watcher, que sirve de cabecera para el programa oficial de Marvel en la red.
El Vigilante está muerto. Poco más se puede decir de Uatu (al menos hasta que resucite). Pero eso no quiere decir que no deje interrogantes en su camino. Quién lo mató y por qué son algunas de las preguntas que se resolverán en Original Sin, pero su defunción trae muchas más. ¿Quién será el nuevo Vigilante del Sistema solar? ¿Cómo responderá la raza de Vigilantes a esta ofensa? ¿Qué ocurrirá con su recién descubierta familia?
¡Haaaalaaaa, articulazo!
Todos hemos tenido que elegir un nick para escribir en Internet. Pregunta retórica: ¿Cuantos aficionados a los supers barajaron ponerse Watcher, Vigilante o Uatu?
Hombre, ponerse de nick un nombre que es un juego de palabras con «Deberías…» («You-ought-to» = Uatu), no lo veo, Oci xD
Muy buen artículo. Este Vigilante no ha tenido grandes oportunidades para brillar. Un personaje que solo está para observar y no para intervenir, pues no da para mucho. Solo la Trilogía de Galactus y ser el hilo conductor de aquellos legendarios What If los considero como sus momentos de gloria. Espero que su muerte en el próximo evento nos traiga una buena historia.
Pedazo repaso. Articulazo.
Lo estoy terminando de leer y sigo pensando si hay alguien por ahí que se acuerde de la Guerra de Cuentas que predecían en la Serie de Hulka de Slott.
pedazo de articulo te has currado,eneko.
¿uno proximo dedicado a galactus?.
Articulazo. Aunque reconozco que solo lo he leído un poco «en diagonal» porque no quiero tragarme muchos spoilers (y porque ahora no tengo tiempo, pero más tarde le daré otro repaso).
El Vigilante siempre me ha parecido un personaje interesante. Es uno de esos personajes que ganan puntos cuando los enseñan poco. Te hacen sentir curiosidad porque siempre que aparece da la sensación de que va a pasar algo gordo, pero al mismo tiempo te suele dejar con más preguntas que respuestas. En manos de un buen guionista, es un elemento muy interesante.
Ahora viene la pregunta chorra. Matan al Vigilante y se llevan sus ojos, los cuales lo han visto todo… ¿No sería más lógico llevarse su cerebro?
¿O lo de los ojos es simbólico y lo que se llevaron fueron los bancos de datos? Peacho fregoneta debía tener el ladrón, porque supongo que toda esa información no entra en un pendrive.
Los ojos del Vigilante llevan consigo todo lo que han visto. Esto le da la razón a Mariló.
Antes de leer el artículo, no sabía mucho del personaje. Pero le tenía una tirria considerable, porque sus monólogos en Tierra X me parecían de los más insoportable.
Yo siempre he esperado que El Vigilante usase calzoncillos. Porque si no que asquito.
Yo soy un tipo joven y diría que la primera vez que lo vi fue en un cómic que me gustó mucho (a lo mejor es una mierda para vosotros, eruditos del mundo superheróico): La Cosa, Feria de Monstruos.
Tengo que pillarlo y releerlo en cuanto pueda porque guardo un grato recuerdo.
«Esto le da la razón a Mariló.»
Esa sí que es una posibilidad aterradora y no las mega amenazas que se inventa Hickman.
Tremendo artículo, me encanta cuando os meteis con estas sesudas recopilaciones de información.
Tengo muy buen recuerdo de la saga de los 4F de Defalco.
Y Tierra X me parece una maravilla. El arte de hacer encaje de bolillos con la continuidad llevado hasta la perfección.
Solo un inciso: creo que a la raza de los críticos no la creo Byrne, sino su sustituto Gerber. Fue en aquellos números que luego Byrne borró con Hulka despertándose de un sueño.
Mr.Ruiz: Pedaaasso de articulo!! Felicidades.
En mi caso, destacar, por supuestísimo, todas las apariciones de Uatu en la etapa Lee/Kirby de los 4F.
Los nºs 48 a 50, una obra maestra!
Por cierto, recordar que a finales de este año, Panini lanza en MG (si, ese formato que nos tiene las corneas destrozaitas) un tomo del Capi Marvel que recoje toda la etapa de «El Juicio del Vigilante» (35 a 46 Usa).
Compra segura, en mi caso.
Aparte de esto, comentar que:
– «La banda geek Kirby Krackle incluso se atrevió a poner melodía al Vigilante a través de Who Watches de Watcher, que sirve de cabecera para el programa oficial de Marvel en la red»
Me ha encantado. No lo había visto nunca y me lo he pasado en grande, la verdad.
Y la apertura del Marver Heroes, idem.
Asi que, Sres.
Rockeros Saludos
que yo le voy a hacer otro repaso al articulo 😉
genial articulo. es sueño pero… the watcher junto a silver surfer de lo mejor que alan moore podria utilizar para dar su vision del universo marvel.
Vale, me acabo de dar cuenta que el cómic que comentaba está en el artículo y que no se trataba de Uatu, sino de Talmadge & co. Eso pasa por no leerse las cosas de cabo a rabo.
Muy buen artículo. Me encantan estos monográficos. A favor del siguiente dedicado a Galactus.
Estupendo ver la evolución gráfica del aspecto de Uatu. Genial el esfuerzo por rescatar tales joyas.
Ah. Y tras el monografico de Galactus otro de Mariló. Por Ocioso.
Pedazo de artículo, genial trabajo, me he enterado de muchas cosas de las que no tenía ni idea. Me encanta el nivel que tenéis en Zona
Respecto a la saga, para mi promete, y además es un planteamiento original. Lo único, que espero que los secretos que decidan desvelar sean intresantes de verdad y no sean repetitivos, esos ería lo único que me preocupa, porqué repito, el planteamiento me parece muy bueno
Otro artículo que se va de frente a la impresora.