El aprendiz se acercó al maestro.
– Maestro, en la aldea vecina el antiguo líder ha muerto y su sucesor es un villano. ¿Que debo hacer?
– Congrátulate, y celebra que sea un villano y no un necio quien sostenga el cetro del poder.
– ¿Por qué, maestro? En la guerra, ¿en qué es peor el necio que el villano?
– Maestro, en la aldea vecina el antiguo líder ha muerto y su sucesor es un villano. ¿Que debo hacer?
– Congrátulate, y celebra que sea un villano y no un necio quien sostenga el cetro del poder.
– ¿Por qué, maestro? En la guerra, ¿en qué es peor el necio que el villano?
– El villano peleará. Es ambicioso y luchará hasta el final, y cuando sus ansias de poder se vean satisfechas, su regocijo le hará ser generoso en la capitulación del vencido. El necio destruye sin pretenderlo, ataca de forma aleatoria y confusa, y sólo deja caos y desorden a su paso.
– En la amistad, ¿en qué es peor el necio que el villano?
– El villano es un mal amigo, pero puedes predecir sus maldades y anticiparte a su traición. Si le interesa, será tu mejor aliado. El necio no será tu aliado ni tu enemigo, no te apoyará y cuando le apoyes te hundirá con él, no sabe de la amistad porque no llega a comprenderla.
– En los negocios, ¿en que es peor el necio que el villano?
– El villano administra con cautela, pues es avaro, y vigila cada moneda gastada como si fuese la última. Pero cuando algo merece realmente la pena, no repara en gastos, y es juicioso y precavido. El necio dilapida el dinero ni el sabe en qué, descuida sus empresas y es facilmente estafable. Huye siempre de ambos pero unas entendederas cortas a menudo son peores que una gran maldad.
Hoy, 3 de Noviembrede 2004, George W. Bush se convierte en presidente de los EEUU por cuatro años más.
Dios bendiga al necio.