La historieta cambia… la sociedad también

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    Uno de los lugares comunes, compartidos por casi todos, a la hora hablar del fenómeno de la novela gráfica reciente consiste en aducir que ésta ha conseguido llevar la historieta a la sociedad; al público generalista. Algo que resulta totalmente cierto. Sea un movimiento autoral (discutible), sea una etiqueta editorial asociada a un determinado formato (físico y de publicación) o sea un nombre cool para hacer referencia al cómic adulto contemporáneo, lo cierto es que está ayudando y mucho: el formato libro permite la penetración en espacios de distribución y comercialización a los que el comic-book tradicional era (y es) ajeno, la estructura autoconclusiva permite al consumidor hacer una única compra y disfrutar de una historia cerrada, e incluso los recopilatorios de lujo de series previamente serializadas –aunque en sí mismos también se serialicen– apelan claramente a los mismos valores editoriales y comerciales que la novela gráfica facilita.

    Pero hay otro punto discutido y discutible en esto de la «normalización» de la historieta y del cómic de ascendencia norteamericana que es el de la popularización que parte de la ausencia de géneros, de apelar al realismo y a los grandes tonos de drama o comedia. Y es que, por mucho que se afirme que la novela gráfica gusta a todo el mundo, lo cierto es que cuando queremos introducir a un conocido en el medio raramente optaremos por un material que –aún etiquetándose como «novela gráfica»– apele al superheroico aunque sea a través de la deconstrucción. Así, a un outsider es más probable que se le regale Maus que The Death Ray o Watchmen. Y el motivo es obvio: el género es un esquema, un molde, una forma de hacer mención a un universo ficcional en el que encuadrar un tipo de personaje, unos arquetipos, una serie de esquemas argumentales, diversos recursos formales. Una jerarquización en base a rasgos comunes de forma y contenido. Cuanto más obedece una obra a estos códigos más de género es, porque aunque su intención sea romper los límites formales de ese mismo género, necesariamente tiene que tenerlos en cuenta para romperlos. Y, paralelamente, un género será más o menos más universal, estará más o menos extendido socialmente, cuanto más participe la sociedad de esos códigos. El western tiene su público, la ciencia ficción tiene su público, el actioner tiene su público… y sólo en determinados y excepcionales casos (cuando se combinan calidad y promoción) las obras que se acogen a ellos son capaces de trascender esos públicos.

    En este sentido, con una industria editorial limitada por su temática, su distribución y sus códigos genéricos, el cómic americano siempre estuvo atado por su público, en una curiosa retroalimentación que establecía que no había más mercado para el cómic sencillamente porque ese cómic se generaba pensando en un mercado muy específico, y sólo en geografías en las que el molde se rompía y empezaban a aparecer historietas para toda clase de gustos e intereses –caso de la BD o del manga– la penetración social aumentaba y la «normalización» se vivía como un hecho habitual y consumado. A este respecto, la novela gráfica ha supuesto una buena (r)evolución para el medio historietístico: allí donde no había industria propia consolidada, allí donde el mercado era muy dependiente de la importación, la novela gráfica como etiqueta/formato ha permitido romper el ciclo por la vía de los canales distributivos y comerciales; posibilitando el acceso general a las obras y, por extensión, la catalización de diversos movimientos de autor y de diversas pulsiones argumentales cuyos intentos previos de alcanzar una base sólida (terminológica, promocional, industrial, comercial) desde la que actuar habían fracasado. La novela gráfica, desde esta óptica, no es necesariamente ni más adulta, ni más generalista, ni más «normal»… simplemente abre un modelo de explotación distinto donde más opciones argumentales (y no sólo unas pocas) tienen cabida.

    No obstante, hace dos párrafos decía que todo esto es discutido y discutible. La novela gráfica permite más variedad o, al menos, proporcionar un marco estable a esa variedad, sí. Sin duda ha abierto canales de distribución hasta ahora limitados en nuestro medio, sí. Pero… ¿es la ausencia de género y la apelación a los grandes tonos de drama/comedia un asunto significativo? He ahí el quid; porque si antes hemos comentado que un género está más o menos extendido en función de lo mucho que participe la sociedad de sus códigos, lo cierto es que, por uno u otro motivo, la sociedad está empezando a participar de unos códigos genéricos que hasta ahora se presumían minoritarios: Hollywood se apoya de forma inaudita en el imaginario del cómic superheroico para sacar adelante sus exitosas superproducciones, una serie de zombies bate récords de audiencia en España a pesar de la piratería, una serie de fantasía épica hardcore consigue la renovación con sólo emitir su primer capítulo, y la prensa generalista (de El País a El Mundo) dedica generosos especiales a cubrir salones que se saldan con decenas de miles de visitantes (y que no se dedican precisamente a la historieta indie; o no en exclusiva, como poco).

    ¿Por qué ocurre esto? Cualquier explicación sólo sería especulativa y sin valor, pero lo que sí es cierto es que industrias tan potentes y poderosas como la cinematográfica no estarían poniendo tanto interés en el campo de las adaptaciones historietísticas y en géneros como el superheroico o el fantástico (puros y duros o hibridados) si no fuera porque interesan a un número muy alto de posibles consumidores. Así, mientras el noveno arte da cada vez mayor cabida a toda clase de propuestas, la sociedad –la «gente normal» que no lee tebeos, como leo a veces– lleva ya un tiempo consumiendo de forma masiva géneros y subgéneros especializados (y sólo en apariencia minoritarios) sin problemas y sin acotarlos a una franja de edad infantil o adolescente. Historieta, género y sociedad se van a dar la mano a mitad del camino y no en la casa de nadie. Y puede que sea sencillamente porque muchísimos adultos necesitan entretenerse, soñar y dar rienda suelta a su imaginación tanto como necesitan reflexionar, informarse o pensar. O a veces, incluso, necesiten y puedan hacer ambas cosas a un tiempo.

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    logan032
    19 abril, 2011 20:50

    Muy buen articulo José, no podría estar más de acuerdo, es por eso que se hacen las pelis como se hacen, para llegar al máximo número de personas, aunque se hagan bodrios como X-Men 3.
    Como diría un Loquillo muy joven «Los tiempos están cambiando», ¿o ya han cambiado?

    Clavos
    Clavos
    Lector
    19 abril, 2011 20:54

    Ojalá lo que dices al final sea cada vez más cierto, José. Yo, por mi parte, sé que todavía, el 80% de las veces, si me piden que recomiende un cómic, tengo que responder Maus o, si sé que el individuo tiene cierta ‘tirantez’ hacia el arte, Jim Corrigan y similares como mucho. Y The Sandman, sólo si le estoy enseñando la bonita y ‘seria’ cubierta imitación de piel de la edición actual. Nada de que salga un smile salpicado de sangre en portada, ni mucho menos Thor volteando su mazo o El Señor de la Noche saltando de edificio en edificio…

    dr. ch
    dr. ch
    Lector
    19 abril, 2011 21:01

    muy bueno che! estos articulos son por lo que amo zona negativa

    Erik Lensherr
    Erik Lensherr
    Lector
    19 abril, 2011 21:11

    Gracias a las pelis de Marvel y DC, los cómics son conocidos cada vez más….y eso es algo de agradecer, porque significa que la afición por este medio tantas veces denostado y despreciado está creciendo…..

    Ocioso
    Ocioso
    Lector
    19 abril, 2011 21:39

    No tengo muy claro este triunfalismo asociado a la novela gráfica porque algo muy parecido ya lo vivimos hace 30 años cuando el boom del comic adulto. La situación ha mejorado respecto a lo que había en los 90 y primeros 00, pero creo que hay que tomarse estas rachas con cierta cautela sabiendo que el ritmo de publicaciones actual no está para quedarse.
    Nunca se ha publicado tanto, tan bien, y tan variado (¡y tan caro!)…pero tampoco es una situación nueva que haya permitido alcanzar ese objetivo tan chorras al que llamamos dignificación, ni ha calado en sectores de la sociedad que no leen habitualmente tebeos.
    Para el no iniciado la novela gráfica es una nueva alternativa de regalo de cumple o Reyes…y poco mas. Ahora que un disco o un dvd no valen prácticamente nada y regalárselos a alguien es exponerse a un «¿Pero como te gastas el dinero en esto si ya me lo he bajado de internet?», un tebeo con buena presencia física asegura un regalo de cierto prestigio.
    ¿Se abren nuevos puntos de venta que facilitan la normalización? ¿Cuales? ¿Un puñado de Fnac y corteingleses? En el primer caso se está predicando a medio conversos, y en el segundo, pues poco mas o menos mientras sigan en zonas aisladas y apartadas del recorrido de los carritos de la compra.
    ¿Sabeis donde había miles y miles (…y miles) de puntos de venta repartidos indiscriminadamente por toda nuestra geografía y que ponían los tebeos delante de los ojos de todo dios, desde el universitario hasta el poligonero?
    Esos puntos de venta, esos. Y ahí se vendía la anterior oleada de comic adulto que había venido para calar en la sociedad, que había tomado los medios y que dignificaba de la hostia.
    Disfrutemos de la racha mientras dure, y no nos preocupemos por el crecimiento de nuestras pilas. Desgraciadamente tendremos tiempo de sobra para darles salida.
     
    (PS: El mineralismo va a llegaaaarrrrrrr)

    nenoskoda
    nenoskoda
    Lector
    19 abril, 2011 21:50

    Gracias a las pelis de Marvel y DC, los cómics son conocidos cada vez más….y eso es algo de agradecer, porque significa que la afición por este medio tantas veces denostado y despreciado está creciendo…..
     
     
    Yo creo que no es así, Erik.  Sólo significa que esos personajes son conocidos para el gran público. A la gente le encanta ver a los X-Men o Spiderman en las películas, pero sus cómics cada vez se venden menos, así que no creo que que la afición al cómic esté creciendo.
    Cuando la gente lee que una película está basada en un cómic espera un espectáculo de efectos especiales y acción a raudales y las que ofrecen algo más que éso (como Watchmen) desconciertan a ese público que identifica cómics con aventuras pero sin «comerse mucho el tarro», una pelea de buenos molones contra malos malísimos con mucha explosión y mucho tortazo.
     
    Recuerdo una columna de Peter David en que contó como conoció  a un niño que decía que era el mayor fan de Spiderman del mundo, que tenía los DVD, las camisetas, los juguetes… todo y que cuando Peter le preguntó si le gustan los cómics dijo que nunca había leído ninguno. Ahora, para el 90% de la gente, Spiderman, Lobezno o Batman, son héroes de cine, igual que Indiana Jones o Han Solo.
    Y ese 90% no se acerca a leer sus cómics para leer más aventuras de esos héroes por la misma razón que la colección de Indiana Jones o de Star Wars de Marvel no vendieron 10 millones de copias cuando se estrenaron sus películas en los 70 y 80… el 90% de la gente que va al cine no tienen el menor interés en los tebeos.
    Muchos no saben ni como leerlos. A mí me han preguntando como tenían que cual era el orden en que había que mirar las viñetas o si habia que leer primeros los diálogos y luego mirar los dibujos. O peor, te dicen que a ellos no les gusta leer.
    Y es que a los que conocemos y nos encanta este mundo, nos puede flipar una viñeta dibujada por Byrne y Austin de Lobezno abriéndose paso entre los centinelas del Club Fuego Infernal, pero alguién que no distingue un dibujante de otro, que no distingue a Byrne de Trimpe, te dirá que no hay ni punto de comparación entre ver la escena en una película (por mala que sea) que verla dibujada.
     
    Lo que sí es estupendo es que se extienda la idea de que el cómic no es sólo Mortadelo, superhéroes y manga, que hay muchas más historias de muchas temáticas que pueden interesar a públicos muy distintos. Esa diversidad y ese reconocimiento habría sido genial en los 80 o en los 90 cuando había una amplia base de lectores, pero hoy veo que la afición al cómic es algo muy limitado y que esas historias no llegan a un público que aunque sí que sabe que existen, no las leen porque prefieren verlas en el cine, en la tele o leerlas en novelas, pero que no tienen interés en leer tebeos.

    nenoskoda
    nenoskoda
    Lector
    19 abril, 2011 21:58

    PS: El mineralismo va a llegaaaarrrrrrr
     
    ¿Mineralismo o milenarismo?

    Ocioso
    Ocioso
    Lector
    19 abril, 2011 22:17

    El hombre(cillo) intenta decir milenarismo pero casi siempre le sale algo así como minerialismo.
    http://www.youtube.com/watch?v=xVMSrqtsAow
    O de como una borrachera en un programa que no veía ni dios ha tenido mas trascendencia y normalización de la que nunca tendrá Arrugas o Paracuellos. Para lo de la dignificación tendré que buscar otro ejemplo.

    nenoskoda
    nenoskoda
    Lector
    19 abril, 2011 22:30

    Un clásico de la televisión española… A la altura de «he venido aquí a hablar de mi librooo»

    Phantomas
    Phantomas
    Lector
    20 abril, 2011 12:31

    A la “gente normal” que no lee tebeos lo que le suele gustar es una BUENA HISTORIA, bien cerradita, aunque sea de género.
     
    Y desde luego, siempre hay que saber que recomendar en función de la persona. A mi madre le he recomendado El invierno del dibujante, mi padre se lee mis comics sin problemas que para eso fue quien me metio el vicio en el cuerpo, y para el resto de amigos y conocidos, a mi lo que mejor me ha funcionado siempre ha sido The Sandman (en los TPB de Norma), no hace falta que sea el tomo de Planeta.
     
    Eso si,el formato es importante para potenciar a los outsiders de cierta edad. Por muy buena que sea la historia, a alguien no aficionado no le enganchas con grapas de cadencia mensual, y ahí es donde la novela gráfica ha abierto muchas puertas.

    Alex Cruz
    Lector
    20 abril, 2011 22:14

    Yo tengo amigos que empezaron comprando comics de niños y adolecentes pero llegaron a una edad en la que yano mas. Porque??? Mas alla del complejo de que los comics son para frikazos y ñoñazos y no para adultos serios, creo que el asunto fue que quedaron atascados hasta las cejas de tantos  comics que habia en los cuartos de las casa de sus Papis… Verdaderas bodegas con montañas de pulpa de papel a las que con un cigarro mal aventado y toda la casa arde como el infierno… Para que vivir entre tantas montañas de pulpa de papel??? Revistas que no son sagrados libros universitarios llenos de conocimiento!!! Te vuelves un puto bodeguero de revistas para niños con las que te mal viajas de lo lindo, asi quieres vivir??? haaa-jajaja. Noñazos frikazos!!!
    A mi de manera personal, como muchos niños y adolecentes me encantaba Batman. Compraba uno que otro comic, ya de adolecente compraba la serie de comics que vendian aqui en Mexico a finales de los 80s. principio de los 90s. Pero ya a mediado de los 90s. no recuerdo si antes o despues del mega-eventazo de Bane quebrando a Batman, DC empezo con la politica de que el equipo creativo de Batman deberia de empezar la historia de un guion para que el equipo creativo de Detective Comics hiciera el final de ese guion, lo que termino en que bajara mucho la calidad de las historias al ser manoseadas por varios equipos equipos creativos con el fin de que compraran TODOS los comics de Batman, despues Robin tenia su propio titulo, Nightwing tenia su propio titulo, Catwoman tenia su propio titulo, hasta Alfred tenia su propio titulo y para entender todas las historias tenias que comprar todos los titulos…
    Con todo respeto, mande al diablo a Batman. Me perdi de algo despues de que Alan Grant y Norm Breyfogle dejaron de escribir y dibujar esos brillantes de historias en Detective Comics??? Necesito todas esas montañas de comics mensuales de universo Batman para agarrarle gusto al personje??? Oh necesito tener en mi librero bien empastado a Year One, Veneno, Dark Kingth Retuns y demas buenas historias de Batman??? AL DIABLO CON EL COMIC MENSUAL, YA NO LO COMPREN PARA QUE MUERA DE UNA BUENA VEZ Y DEJEN DE PROSTITUIR MENSUALMENTE A BATMAN CON ESOS GUIONES Y DIBUJOS TAN CHAFAS.