– Lo que digo es que hay una falacia de la autoridad. La gente con la que trabajas es imperfecta, como todo el mundo.
– No todos son iguales. Es más complicado.
– Todo el mundo es igual. Todo el mundo es un crío… Tiene hambre y esta nervioso.
Hartley Lin es un historietista nacido en Toronto en el año 1981. Durante los primeros años de su carrera firmó sus obras como Ethan Rilly. Ha sido galardonado con los premios Doug Wright, Ignatz y Joe Shuster por su cómic Pope Hats, que lleva cinco números hasta la fecha. Pope Hats comenzó a publicarse en el año 2008 por la editorial AdHouse Books. Además de su trabajo en los cómics también trabaja como ilustrador.
La insomne asistente jurídica Frances Scarland es reclutada por el socio más importante de la empresa para la que trabaja y parece destinada a sufrir un importante salto en su carrera, lo quiera o no. Pero cuando su impulsiva amiga Vickie decide aceptar un papel en una serie de televisión y trasladarse a la costa opuesta del país, su confuso mundo interno comienza a implosionar… El trabajo diario de Frances contrasta con los más glamurosos sueños de su amiga Vickie.
La joven Frances es una novela gráfica en la que Hartley Lin, nos nuestra el complicado paso a la madurez de Frances, su protagonista, y lo difícil que resulta conciliar la vida laboral con la personal. Vemos su día a día dentro del bufete en el que trabaja y su caótica y casi inexistente vida personal que se ve sustituida por el trabajo, que parece lo único que da sentido a su vida junto con su amistad con Vickie. Ambos aspectos de su vida que parecen estancados, algo que nos pasa a casi todos al acercarnos a los treinta, sin embargo la vida de Frances sufrirá cambios bruscos tanto en lo personal como en lo laboral, provocando que se replantee su vida y sus prioridades. Estos cambio producirán también un cambio en Frances que lo quiera o no, se verá obligada a tomar la riendas de su vida aceptando su paso a la vida adulta y haciendo que valore a lo que debe renunciar para conseguir el éxito laboral.
A pesar de que Frances es la clara protagonista, el personaje de Vickie es vital para la historia ya que es el perfecto contrapunto a Frances. Son dos personalidad diferentes pero que se apoyan y forman una alianza ante los cambios a los que se enfrentan. Pero que son cambios y decisiones a los que todos nos enfrentamos, no son mujeres extraordinarias ante retos imposibles, pero sí son fuertes y decididas. Perfecto ejemplos de mujeres de hoy en día, algo que por suerte abunda cada vez más en el cómic. Sobre todo es una historia de amistad entre mujeres más fuertes de lo que ellas mismas se creen, que recuerda a las de los hermanos Hernández.
Los tránsitos a la vida adulta es un tema que está más que abordado tanto en el cómic como en otros medios de narración. Así que lo realmente novedoso de este libro es el mundo laboral que retrata, algo que no está tan visto, ya que si bien en el cómic hay un montón de hombres de negocios como pueden ser Bruce Wayne, Tony Stark o Largo Winch, nunca aparece el día a día de sus negocios. El bufete resulta un claro ejemplo del capitalismo más salvaje con sus presiones y sus intrigas para adquirir más poder y estatus dentro de la empresa. Y en medio de todas esas intrigas tenemos al señor Gastoway, el peculiar jefe de Frances con un aspecto gráfico que parece salido de tiras de prensa de humor de principios de siglo como Bringing Up Father o Little Orphan Annie’s. Es el elemento extraño que alterará la vida laboral de Frances y le ofrecerá la posibilidad de crecer. La parte laboral se puede hacer algo árida si no estás interesado ni en el derecho ni en el mundo empresarial ya que hay bastante vocabulario técnico.
Una de las cualidades más destacadas de la obra es lo bien que sabe saltar de un mundo a otro y el increíble uso de las elipsis que agilizan la narración haciendo que devores el libro.
En el estilo gráfico de Hartley Lim se ve una mezcla entre otros autores del indie norteamericano como Kevin Huizenga, Seth, los Hernández o Chester Brown con los autes de tiras de prensa humorísticas de los años veinte como George McManus o Harold Gray con una pizca de la línea clara clásica europea. Aprovenchando la narración moderna de unos con los diseños de personajes de otros. Este recuerdo a las tiras de prensa se ve reforzado por las páginas compuestas casi de manera exclusiva por tres tiras de tres viñetas, aunque sin los gags que había en esas tiras. Los personajes son muy expresivos y los escenarios en los que se mueven los protagonistas están muy bien trabajados. Un obra en la que por encima de cualquier cosa prima la claridad, que hace que la lectura fluya sin prisas pero sin pausas.
Gran edición de Astiberri Editorial, además del buen papel y reproducción habitual, este libro tiene un diseño precioso. Una nueva apuesta de la editorial por un autor novel, que sirve para confirmar que tienen el catalogo más interesante del momento con obras destacadas tanto en BD, como en indie americano, novela gráfica o manga para adultos.
La joven Frances es la crónica de dos amigas que emprenden el camino a la madurez de manera distinta, por el camino veremos cómo ese tránsito afecta y es producto de los cambios en su vida personal y laboral. La vida laboral de Frances no suele ser la habitual de este tipo de historias ya que trabaja en un bufete de abogados en que vemos un capitalismo feroz. Un gran debut de un autor que promete dar grandes obras en el futuro.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
Crecer
Hartley Lin nos enseña la dificultad de madurar a través de la amistad de dos amigas que lo afrontan de manera distinta.
Otra interesante reseña, a la pila de pendientes
Y una vez leído, aplaudo esta obra. Muy muy interesante, destacando, como bien has dicho, el perfecto contrapunto de Vickie