– A mí, después del 7 de Enero, de repente lo que me parece más valioso es la amistad y la cultura.
– A mí, la belleza.
– Es lo mismo.
La Levedad es la novela gráfica que surge del intento de Catherine Meurisse de volver a vivir y superar el dolor tras los atentados de Charlie Hebdo. Ganadora de Prix Wolinski de la BD du Point 2016. Edita Impedimenta.
Catherine Meurisse es una autora de cómics francesa nacida en 1980. En 2005 se unió al equipo de dibujantes de Charlie Hebdo, convirtiéndose así en la primera mujer que formaba parte de la revista. Sus dibujos han aparecido en Les Echos, Libération o Marianne y ha ilustrado también libros infantiles. Impedimenta le editó en 2016 La Comedia Literaria. De Roldán a Boris Vian que era su única publicación en España hasta ahora.
El 7 de enero de 2015, la alarma del despertador de la dibujante Catherine Meurisse no sonó, así que llegó tarde a la reunión del equipo de diseñadores de la prestigiosa revista Charlie Hebdo. Este descuido le salvó la vida, pero no la libró, como al resto de los supervivientes del atentado que tuvo como objeto la sede de la publicación, de afrontar la violencia de un terrible acontecimiento en el que perdió a amigos, maestros, mentores y, de paso, la inocencia. Decidida a encontrar un nuevo punto de partida, la autora, que ha perdido casi todos sus apoyos, emprende, en medio del caos y la aridez estética que siguió a aquellos días, un viaje en busca de su contrario: la belleza.
En La levedad, Catherine Meurisse intenta comprender la sinrazón, la estupidez que lleva a un determinado tipo de gente a no saber o querer comprender el humor. El humor al igual que la ficción no tiene fronteras. Y esta es una lucha que es necesario ganar. Porque los derechos que te dejas arrebatar son casi imposibles de recuperar. La corrección política se ha convertido en unas cadenas que lo que buscan es acabar en un principio con la libertad de expresión y finalmente con la libertad. La excusa puede ser el Islam, los judíos, los católicos, el feminismo o el machismo y quien te robe los derechos puede ser de izquierdas, de derechas, creyente o ateo. Lo que varía es el castigo, unos te masacran y otros te secuestran la edición por hacer un chiste. Claro que cuando te matan, los que secuestran revistas encabezan manifestaciones y al rato encarcelan a titiriteros. Paradógicamente todo el ruido que genera un chiste queda en nada cuando lo dice algún político en serio o cuando algún autor superventas trata de reescribir la historia, algo muy habitual en nuestro país. Pero hay que seguir disparando al humorista.
Si resulta doloroso leer el cómic no imaginemos lo complicado que habrá resultado recordarlo aunque parte del proceso de curación es contarlo. Sin entrar en juicios morales, dejando claro que para ejecutar a sangre fría a 12 personas hay que carecer de corazón. Y es su corazón lo que intenta curar Catherine y decide hacerlo deleitándose con la belleza. Algo que sin corazón no se puede ver. La cada vez mayor presencia del color irá marcando poco a poco su recuperación. Todo ello lo hace huyendo del morbo, sin necesidad de caer en la autocomplacencia y sin pretender dar lecciones vitales a nadie.
La historia se divide claramente en los partes, la primera que se desarrolla en París donde vemos a Catherine víctima del shock postraumático que la ha convertido en un sombra incapaz de sentir y reaccionar, solo deja que la vida y el dolor la arrastren. En la segunda en Roma, intentando contagiarse del síndrome de Stendhal, se produce la vuelta a la vida gracias al arte y la belleza. Que es el mensaje más bello que puede transmitir un libro. Sus compañeros estarán orgullosos de ella ya que, a pesar de todo el dolor ha conseguido derrotar a la estupidez.
Es una obra en la que a pesar de todo está presente el humor. Un humor critico y mordaz. Su dibujo es claro deudor de sus compañeros con su trazo feísta, caricaturesco y espontáneo con poca preocupación por el detalle. Destaca por encima de todo la forma de dibujarse a sí misma, con muy pocos trazos refleja el tremendo peso que lleva y como lo consigue sobrellevar. Aún así hay viñetas realmente bellas. Es una obra que se nota que no posee un guión claro, se ve la necesidad de contar que tiene Catherine y eso hace que sea muy fresca y desborde verdad. Hay una considerable cantidad de viñetas mudas ya que ante la situación que vive la protagonista sobran las palabras y el silencio es estruendoso.
Magnifica edición de Impedimenta como en todo lo que edita. Es una suerte que una editorial con su calidad en la edición tenga una línea de cómics.
Interesante reflexión sobre el dolor y su curación por medio de algo en principio tan extraño como es la búsqueda de la belleza. Además es un merecido homenaje a sus compañeros brutalmente asesinados.
Guión - 9
Dibujo - 7
Interés - 10
8.7
Belleza
El mejor homenaje posible. Quien no puede ver la belleza está condenado.