La Liga de la Justicia de James Robinson y Mark Bagley

Cuando James Robinson fue nombrado escritor de la colección de la Liga de la Justicia de América, formando tándem junto a Mark Bagley, uno de los mejores narradores con los que cuenta el medio, fuimos muchos los que dábamos saltos de alegría. Daba igual que su etapa en Superman fuese algo… insulsa (no la genialidad que esperábamos, pero tampoco ningún horror). Los que habíamos leído Starman sabíamos del increíble talento de este creador.

Además, la JLA necesitaba un equipo creativo de primera: es cierto que empezó muy bien, con una alineación muy adecuada, bajo la batuta de Brad Meltzer y Ed Benes. A Dwayne McDuffie le dimos el beneficio de la duda, que fue gastando. Sin desmerecer el trabajo del guionista, creo que los aficionados esperaban, cuanto menos, algo más. La Liga de la Justicia, da igual el nombre de su colección, dan igual (hasta cierto punto) sus integrantes, debe ser el título donde pasen las cosas en el Universo DC. Una cabecera dirigida por los mejores talentos de la editorial. Título que pueden llevar sin miedo tanto James Robinson como Mark Bagley.

De esta manera, la colección del mejor supergrupo de todos los tiempos (hay dos tomos IMPRESCINDIBLES publicados por Planeta que lo demuestran) alcanzaba esta semana el número 50 (en su cuarta encarnación, eso sí…), con el arco argumental titulado “Omega”. Una historia que nos traía de vuelta, además, al Sindicato del Crimen, el reverso tenebroso de nuestros héroes en el Universo de Anti-Materia (por cierto, que hay otro grupo similar pululando por Tierra-3). Creados por Gardner Fox y Mike Sekowsky hace más de 40 años, aparecieron por primera vez en el número 29 de la primera encarnación de la serie.

La labor de Robinson comenzó en el número 38, y la alineación que ha utilizado ha estado basada en los “herederos” de los principales héroes:

A estos cinco personajes se les unen Starman (Mikaal Thomas) y Congorilla, ambos rescatados de las lagunas de la continuidad en la serie Cry for Justice. Es cierto que al principio se nos anunció una alineación muy numerosa, que el escritor tuvo que dejar en la que vemos actualmente (supongo que no soy el único que ve la mano de DC en esto), su versión de los 7 Grandes.

Entrando en materia, en la entrevista que James Robinson concedió a CBR, el guionista inglés confiesa que ya pensaba utilizar al Sindicato del Crimen en algún momento de su estancia en la serie, uno de los clásicos de la cabecera. “Hay una escena en el número 51, que espero que dé a entender de forma definitiva que ésta es la Liga de la Justicia ahora, y que están listos para salvar el mundo y enfrentarse a cualquier amenaza que se les presente”. Es decir, que Robinson utiliza aquí el supergrupo de Anti-Materia para dar legitimidad a su Liga de la Justicia. “¿Qué mejor manera de probarse que contra el Sindicato del Crimen?”.

Asimismo, uno de los argumentos que lleva introduciendo Robinson son las maquinaciones del Doctor Impossible, personaje misterioso que fuera introducido en el número 1 (aquél firmado por Meltzer y Benes) y cuyos propósitos o lazos con los Nuevos Dioses quedan apuntados en el número de aniversario. “Debido a los planes del Doctor Impossible, hay un nuevo villano que presentaré al final del número 50, otra amenaza con la que tiene que lidiar la Liga si quiere salvar a todo el mundo en Washington, D.C., incluido el Presidente”.

Por cierto, que debido a la ausencia de Mikaal Thomas y de Congorilla (en una aventura que se explicará en el especial de enero), los que se enfrentarán al Sindicato serán “Dick y las superchicas”, de quien Robinson tiene una clara preferencia: “Es divertido escribir a Jesse Quick, al igual que es divertido tener a un velocista en el grupo, para que simplemente aparezca literalmente en todos lados a la vez”.

Por cierto, que el Sindicato que veremos será el clásico, el de la alineación de toda la vida: Ultraman, Superwoman, Owlman, Jonnhy Quick y Power Ring. “Recogeremos toda esa dinámica de desconfianza e infidelidad que existe en el equipo (y la adicción a las drogas) que Grant Morrison puso para hacerlos más interesantes”. “Los mejores villanos son los que son o reflejos distorsionados o antítesis de los héroes”. Y es cierto que, según Robinson, el Sindicato no ha sido utilizado demasiado: apenas en la novela gráfica de Morrison y en la etapa de Busiek y Garney en la colección (donde se hacía una especie de reinicio de su continuidad para establecer un Power Ring de color, opuesto a John Stewart). “Es agradable sacarlos del armario, quitarles el polvo y ver si puedo hacer algo bueno con ellos”.

También se anunciaba que en este número hacía su debut un nuevo villano, algo que Robinson cree necesario. “Una de las cosas en las que creo que el Universo DC debería mejorar es en tener más villanos”. Y señala que, a pesar de las buenas galerías de villanos que tienen todos los miembros individualmente, a la Liga le faltan precisamente antagonistas de peso específicos para ellos, más allá de los Amazo o Starro. “Espero que, en algún momento, aportaré un par de nuevos, y buenos, supervillanos. Éste es el primero de ellos y todavía no quiero decir ni su nombre ni sus poderes. Quiero que aparezca, para que los lectores lo puedan juzgar por sus propios méritos. Pero sí, hay un nuevo villano y trae debajo del brazo una crisis mundial en la que los únicos que pueden pararle son este equipo de la Liga de la Justicia”. Por cierto, que lo poquísimo mostrado de este nuevo personaje está resultando muy interesante.

El arco argumental, de nombre “Omega”, precede a otro llamado “Shadow War”, que

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Pero parece que, a pesar del aparente buen rumbo que lleva la colección, Robinson no se va a quedar de brazos cruzados, y a principios de año ya nos presenta a Starman y a Congorilla en su propio especial que, aunque tiene relación con la mencionada saga “Omega”. “Tiene relación con la historia del Sindicato del Crimen, pero en verdad son Bill y Mikaal viviendo su propia aventura”. Al parecer, el especial trata cabos sueltos de la miniserie Cry for Justice, donde el personaje de Congorilla sufría algunos cambios importantes.

El propio Robinson nos lo cuenta así: “En su búsqueda, tratarán de encontrar a alguien vital para la seguridad del planeta y de sus propios compañeros, lo que les lleva a la caza disparatada de ciertos elementos que no esperaban. Al final tienen que encontrar la Fuente de la Juventud y el hacerlo requiere la presencia de Animal Man y Rex el perro maravilla”. El escritor inglés anuncia invitados inesperados y acción a partes iguales. “Bueno, y en realidad tampoco quiero decir mucho más allá de eso”.

En cuanto al artista, Brett Booth, el guionista sólo tiene palabras de alabanza, al que conoce de su etapa en Wildstorm (Robinson escribió WildC. A. T. S. y Leave it to Chance), aunque admite no haberle seguido demasiado.

Y es que Robinson siempre ha expresado su intención de que Mikaal y Congorilla formen parte de esta alineación concreta de la Liga. Mientras que Mikaal fue una sugerencia de Dan Didio, quien pidió “un Starman” en el grupo, el caso de Bill fue una petición expresa del escritor, que dejó a toda la reunión con la boca abierta (al parecer, estaban también Eddie Berganza, editor, y Geoff Johns).

Muy sabiamente, para Robinson, la dinámica del grupo funciona “cuando tienes un equipo que entiendes, pero también un par de bichos raros. Grant Morrison puso a Plastic Man en su versión de los 7 Grandes. Además, presentó a Zauriel, que era su versión de Hawkman, pero además, un ángel”. Son adiciones que funcionan muy bien en un grupo como la Liga de la Justicia, porque forman historias inesperadas para los lectores, ya con menos capacidad de sorpresa en un título con tanto recorrido.

Cambiando ya de tercio, Robinson es preguntado por dos cuestiones que quedaron en el aire en la NYCC: la miniserie de Shade, y un supuesto proyecto secreto protagonizado por Hawkman. En cuanto a su regreso a Opal City, cuenta el guionista que el proyecto está muy avanzado, con tres guiones (de los doce que constará la serie) ya escritos a estas alturas. “Es una historia dividida en tres arcos de tres números cada una, intercalados con tres ‘Times Past’, de forma que tanto cada arco como cada número individual tendrá un artista diferente”. Hay que recordar, asimismo, que los números “Times Past” eran historias autoconclusivas dentro de la serie de Starman, con artistas invitados (también para dar tiempo a Tony Harris), situados (como su nombre indica) en el pasado de la serie y que introducía elementos que luego Robinson desarrollaría. Por cierto, que la veremos el año que viene, con un plantel de artistas todavía por confirmar, pero que el guionista promete que nos dejarán con la boca abierta.

Preguntado por si volveremos a ver a Jack Knight en algún momento, el escritor expresa su intención de no embarrar el legado de Starman, sino preservarlo. “Un buen mago nunca repite sus trucos, así que (la miniserie de Shade) es una buena manera de revisitar Opal City, y mantener a Jack Knight retirado y con residencia en San Francisco”. Y es que Shade también fue el protagonista del número 81 de Starman, una de las colecciones efímeramente “resucitadas” durante Blackest Night. Aún así, parece que veremos personajes del Universo DC, incluso de su etapa en Superman.

Y por último, preguntado por ese proyecto secreto protagonizado por Hawkman que se reveló de forma inesperada en la New York Comic Con, la respuesta no pudo ser más contundente: “Sin comentarios”. Hay que recordar que quién firmó los 10 primeros números de la colección de Hawkman junto a Geoff Johns fue precisamente Robinson.

Como decíamos al principio, la Liga de la Justicia de América debería ser la colección de referencia en el Universo DC, donde se alojen sus mejores talentos (a nivel profesional y de personajes). Publicados como una docena de números (sin contar los números de la Sociedad de la Justicia) del actual equipo, la pregunta es: ¿están a la altura? La respuesta es (siempre con cautelas), en mi opinión, un rotundo sí. Robinson se mete sin estridencias en la dinámica de la editorial (con Brightest Days y miembros impuestos de por medio), y sabe jugar, tanto con el concepto de legado, como con los elementos de la continuidad del Universo DC (hablo del crossover con la JSA).

¿Y qué decir de Mark Bagley? Dejando de lado mi supuesta objetividad, éste es uno de los mejores narradores del medio. En mi humilde opinión (y con permiso de Ultimate Spider-man), éste es uno de sus mejores trabajos, si no el mejor. Sus poses son espectaculares y su composición transmite el dinamismo que necesita el título. Para mí, es de los pocos dibujantes en el mercado capaz de dibujar este título. En DC le están metiendo caña, creo que es evidente (por favor, que no se repita lo de Bryan Hitch y no se rompa…), pero lo mejor es que el artista responde y sus fortalezas no se ven en ningún momento mermadas.

En definitiva, una colección que no defraudará a quienes se acerquen a ella, y eso no es decir poco tratándose de la Liga de la Justicia de América, el título donde vemos las aventuras de los Dioses del Universo DC.