La Moda de los Superhéroes: Janet Van Dyne’s Award

Antes de que Stan Lee y Jack Kirby reinventaran los cómics de superhéroes con creaciones como Spider-Man o los Cuatro Fantásticos en los albores de la Era Marvel, se vieron obligados a probar suerte con otros géneros cuando los defensores de la justicia en pijama estaban de capa caída. Western, policíaco, piratas… pero también historias ligeras protagonizadas por heroínas adolescentes que tuvieron mucho tirón entre el público adolescente.

Sus aventuras solían tener como principal objetivo conseguir ligue, lucir un modelito nuevo o desenvolverse por si mismas en el mundo de los hombres. Temas que capitalizaron las desenfadas peripecias de Millie la Modelo, Patsy Walker, Hedy Wolfe o Chili Storm y que posteriormente sobrevivirían en su universo superheroico a través de personajes como la Avispa.

Única integrante con cromosoma «XX» de los Vengadores originales, Janet Van Dyne se caracterizaba por un tono despreocupado y frívolo muy en la línea de las anteriormente citadas. El que sus cambios de vestuario fueran uno de sus principales rasgos identificativos convirtiéndola en una de las superheroinas más elegantes y coquetas de la historia del cómic es la principal razón por la que hemos decidido usar su nombre para otorgar un galardón al personaje mejor vestido de la temporada.

Un honor al que perfectamente podrían haber aspirado personajes como Wonder Woman, Medusa, los integrantes de X-Factor, los Justice League Dark o la cuadrilla de Peter Parker en épocas pasadas pero que -ateniéndonos a los cómics de un año a esta parte- corresponderá a una mutante de pelo rubio. Creada a varias manos por el staff de la editorial a principios de los ochenta, Dazzler nació como fruto de un acuerdo entre Marvel Comics y Casanova Records convirtiéndose en uno de los personajes femeninos con título propio más longevo de la editorial.

El tono naif y algo cabezahueca de sus andanzas no fue impedimento para que su cabecera perdurase durante buena parte de la década. Quizás esa fue la razón por lo que Greg Pak decidiría convertirla en la protagonista central de las aventuras interdimensionales de sus X-Treme X-Men. Haciendo gala de una colección de modelitos que solo encontrarían parangon entre las presentadoras de una ceremonia televisada, el que su cabecera pronto vaya a ser cancelada no es razón para que no hagamos un repaso por los diferentes looks que ha lucido esta barbie superheroica:

• Retro Dazzler: El diseño original de Dazzler era hijo de su época. Tanto que solo se entiende si nos remontamos a la década en la vivieron su auge fenómenos como Madonna, Goldie y KISS. Reina del rock pop o algún estilo musical por el estilo, su mono ceñido con brazaletes de espejos y la bola de discoteca en forma de colgante reaparecería a través de un aguerrido fan cosplayeándose como ella mientras emula sus grandes éxitos en las calles de San Francisco. Pertrechado como ella y con su maquillaje de guerra característico, el fan atrae las risas y las miradas cómplices de los transeúntes, una acertada forma de plasmar el encanto añejo y casi ridículo de una indumentaria que recordar con cierta vergüenza culpable aderezada con nostalgia.



• Unplagged Dazzler: El look regular con en el que la propia Alison Brie Blaire debuta en la serie se acerca más a la imagen de cantautora indie con cierto ramalazo country que a cualquier atuendo discotequero que haya podido lucir antes. Adecuada apuesta la de Stephen Segovia para plasmar a una Dazzler madura y centrada desde una perspectiva más cercana al hombre de a pie y alejada de las constantes superheoricas (al fin y al cabo nunca acabó de formar parte de este gremio al 100%). El toque lejano oeste que otorga el sombrero y las botas de cowboy se convertirá en la nueva marca de la casa, junto a la combinación de camiseta y tejanos raídos. Una indumentaria atemporal -rematado con la chaqueta con el logo de los X-Men, la muñequera para evitar el tunel carpiano y la funda de guitarra- y que resulta francamente acorde con la residencia de la Patrulla-X de Cíclope así como el nuevo escenario donde se desarrollarán sus aventuras. Segovia añade un ¿lunar? en la barbilla para dar un toque distinguido, conformando la apariencia regular con la que se jugará durante la docena de números publicada hasta la fecha.



• Concubina Dazzler: En su segunda misión junto al grupo de tránsfugas espaciotemporales reunidos por la cabeza flotante de Xavier, Dazzler viajaría a un univero en el que los superhumanos se habían erigido en una suerte de panteón divino con armaduras al más puro estilo Saint Seiya. Bajo la tónica «Dónde fueres, haz lo que vieres«, nuestra Doctora Who particular se convertiría en una suerte de concubina con un revelador traje de noche de dos piezas a medio camino entre Embrujada y las Mil y una noches. Tan revelador y escueto que no habría resultado nada apropiado en otros contextos, no se puede negar que para este escenario concreto en el que su gente se movía entre el look futurista y la divinidad y en el que convivían armaduras futuristas con imposibles elementos pulp encajaba como anillo al dedo (permitiéndole protagonizar un descarado cara a cara contra Emmeline Frost).



• Haters Gonna Hate Dazzler: Tras aquella aventura, Dazzler asumiría una versión más urbana y casual del look con el que la presentara Stephen Segovia en el primer número de la serie. El responsable de esta variación de su atuendo sería nuestro paisano Paco Díaz Luque, quien puliría los rasgos old country para incorporar una chaqueta de vestir y un ajustado top. Los jeans conservan su integridad y desaparece el sombrero, dejando como único recuerdo de su lado más western una hebilla metálica con la cabeza de res astada. Los guantes de ciclismo y el recogido de su pelo rematan la indumentaria dando una apariencia fresca, moderna y desenfadada.



• Slash Dazzler: La tercera parada del equipo les llevaría hasta un mundo steampunk western en el que Dazzler asumiría una indumentaria que parecía haber robado al mítico guitarrista de Guns’N Roses. El top deja paso a un escueto chaleco que no deja entrever nada más debajo, más unos pantalones años veinte varias tallas más pequeño, y un ancho cinturón con tachuelas metálicas y correas al mejor estilo de principios de los noventa. El añadido del pañuelo en el cuello, los cubre mangas con listas blancas y negras, la chistera con cinto de tachuelas, las gafas de aviador, las dos coletas y las botas de trabajo acababan de rematar una indumentaria francamente apropiada para el nuevo escenario, y que combinaba con gracia y descaro el sabor antiguo con lo imposible retrofuturista. Un poco en la línea de Tank Girl sin llegar a los extremos del barroquismo punk de la obra de Jamie Hewlett y Alan Martin.



• Steampunk Dazzler: Durante su estancia en esta realidad, Dazzler tuvo la oportunidad de lucir como chica de salón con un sensual modelo de cuero marrón según reza la tradición, con acabados azul celeste. El añadido de acabados metálicos con tachuelas y el pequeño ukelele electricó rematarían el aire steampunk del diseño.



• Dark Dazzler: Aprovechando el juego que dan las historias que implican realidades divergentes, Greg Pak presentaría a una Alison alternativa con una actitud ruda y proactiva. Pudiéndose entender como una suerte de sátira a costa de Cable y otros productos noventeros con un personaje tan frívolo y despreocupado que sería como hacer una versión oscura de Campanilla, esta versión presentaba rasgos del uniforme clásico de Dazzler pasado por el filtro de X-Force. Botas con espejos y correas más un brazalete metálico se suman a las hombreras y la combinación de colores negros y grises (más algún que otro añadido celeste que le dote de personalidad propia) y el extra de una banda de pelo y la marca de maquillaje sobre un único ojo. Reluciente, eso sí. Como la tradición del Hijo de Askani manda.



• Cowboy Dazzler: Durante los últimos números, la protagonista de la serie ha vuelto a un atuendo similar al que llevase al comienzo de la serie pero con un toque algo más western que como se nos mostrase la última vez. Tejanos, camiseta, botas, chaqueta, guantes y sombrero vuelven a convertirse en la marca de la imagen de la protagonista. O al menos, hasta su próximo cambio de vestuario.

Elegida por su tendencia a cambiar de indumentaria prácticamente de un número para otro, siempre con el gusto necesario para adecuar sus trajes a los escenarios en los que se viera envuelta, la barbarella del rock mutante ha sido para nuestro gusto el personaje que más ha mimado su vestuario a lo largo del año pasado. Dejando a las puertas a otros como Zatanna, Sif, John Constantine o Quentin Quire, dado que no siempre es posible alcanzar la unanimidad cuando se habla de estas cuestiones, os entregamos la palabra para que seáis vosotros los que decidáis si ha sido una elección adecuada o habríais optado por otro personaje. Ustedes deciden, damas y caballeros.

Fuente: Marvel.Com.