El terror llama a tu puerta
«Qué mujer más insistente».
Las obras de MOCHIZUKI Minetarô llevan acompañando a los lectores españoles bastante tiempo, desde que la ya desaparecida EDT/Glénat apostara por algunos de sus títulos más representativos. Desde entonces, hemos podido disfrutar de varios mangas del autor y de sus múltiples facetas como contador de historias. En Chiisakobee, nos cuenta un drama sobre la familia y los muchos cambios que puede sufrir nuestra vida de repente; en Isla de perros traslada a viñetas la película de Wes Anderson del mismo nombre. En Dragon head —una de esas primeras obras que publicó EDT y que Planeta Cómic recuperó en 2019—, nos sumerge de lleno en una angustiosa historia de supervivencia. Y en La mujer del apartamento —que EDT publicó con el título de La mujer de la habitación oscura y que ahora ECC Ediciones trae de nuevo al mercado— demuestra lo bien que se le da el horror. Mochizuki ideó este manga como el más terrorífico y, desde luego, se ha convertido en un imprescindible del género, sin importar el miedo que dé.
Hiroshi Mori lleva la vida de un universitario normal: clases, amigos, una chica especial… Hasta que una noche oye que alguien llama insistentemente a la puerta del apartamento de Yamamoto, su vecino, a altas horas de la noche. Cuando, intrigado, se asoma para ver quién es, se encuentra cara a cara con una mujer un tanto particular, de cabello largo y liso, muy alta, que le impide pegar ojo con tanto golpe en la puerta y tanto llamar al timbre. A partir de entonces, se convertirá en parte de su vida desde que el muchacho le permite entrar en su apartamento para demostrarle que Yamamoto no se encuentra con él y la mujer se deja un neceser en el interior… Es entonces cuando se desata una pesadilla de la que le resultará difícil escapar.
La mujer del apartamento es un manga sobre una obsesión enfermiza y sus consecuencias, sobre la huella que deja en nosotros la ruptura de nuestra cotidianeidad por culpa de algo que no alcanzamos a comprender del todo. De pronto, el entorno en el que Hiroshi se mueve se transforma, se vuelve asfixiante: al principio, es su apartamento, pero poco a poco la inseguridad y el miedo se extienden a otros ámbitos de su vida. Es ese el mayor logro de MOCHIZUKI Minetarô: el crear una atmósfera opresiva y lograr que el lector, de alguna forma, también se sienta atrapado. La mujer del apartamento, en comparación con otros títulos similares, no resulta tan aterrador, pero sí perturbador y agobiante gracias al buen hacer del mangaka.
Y es que Mochizuki sabe manejar los elementos con los que cuenta: la figura de la mujer de pelo largo, su omnipresencia, la sensación de amenaza que la acompaña siempre. Los hemos visto en muchas ficciones, tratados de una forma u otra, pero el autor los utiliza bastante bien para generar tensión. El ritmo de la historia fluye: al principio, el desasosiego y la extrañeza son más sutiles, pero, poco a poco, la sensación de asfixia y persecución constante se va intensificando. El hecho de que todo transcurra en un ambiente cotidiano hace que, además, nos resulten todavía más perturbadores: tenemos la impresión de que lo sobrenatural, lo desconocido y lo escalofriante se esconden donde menos lo esperamos.
Es al final cuando podemos sentirnos un poco más confusos. Hay determinadas cuestiones sobre la enigmática mujer que no se resuelven del todo o no se nos aportan demasiados datos sobre ellas. Tal vez en eso resida parte del encanto del manga: en darle a la historia la apariencia de esas leyendas urbanas que producen escalofríos, en mantener el misterio hasta el final, pues el mundo de lo sobrenatural se escapa de nuestro entendimiento. No obstante, queda cierta sensación de que podrían haberse atado algunos cabos más.
En lo que respecta al dibujo, MOCHIZUKI Minetarô logra que sus viñetas refuercen la inquietud que se genera al principio de la obra, cuando ocurren eventos extraños cuya dimensión aún no conocemos, y la atmósfera agobiante de después, cuando Hiroshi se encuentra metido de lleno en una situación que lo supera y la pesadilla lo persigue sin descanso. Combina bastante bien las imágenes más cotidianas, en las que vemos a Hiroshi relajado con sus amigos y Rumi, la chica que le gusta, con viñetas escalofriantes que, según avanza la historia, se vuelven cada vez más opresivas. En este sentido, destaca especialmente la mujer que tantos problemas le causa al protagonista: Mochizuki le da una apariencia perturbadora desde el principio y se centra en algunos de sus rasgos más inquietantes. La mirada, siempre al acecho. El cabello largo, que a veces le oculta el rostro. Las uñas, tan largas. Y una sonrisa de pesadilla. Por otro lado, el detalle con el que dibuja el entorno de Hiroshi y sus amigos hace que la historia resulte más verosímil.
Puede que La mujer del apartamento no sea, en realidad, el «manga más terrorífico», pero MOCHIZUKI Minetarô consigue, sin duda, inquietar al lector y hacer que se sienta como el protagonista: angustiado por un terror que llega por casualidad y se instala en su rutina de repente para llevarlo al límite. Es una lectura que engancha hasta el final y, aunque queden algunos flecos sueltos por resolver, nos mantiene en tensión en todo momento.
Lo mejor
• La atmósfera opresiva que crea MOCHIZUKI Minetarô y que logra mantener durante todo el tomo.
• La forma en que el dibujo del autor refuerza los elementos más inquietantes de la historia.
Lo peor
• Hay algunas partes del manga que pueden resultar un poco confusas.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
MOCHIZUKI Minetarô pone de manifiesto lo bien que se le da contar historias asfixiantes y perturbadoras en La mujer del apartamento, un tomo único que mantiene la intriga hasta el final.
Diría que lo peor es el combate de artes marciales y la posterior carrerita que se pegan, queda demasiado cómico.