El temible mundo del cine
«Queréis ser famosos, ¿verdad?»
Calor, playa, piscina, montaña, algo de campo… ¿Ya os habéis cansado? Pues nada mejor que una agobiante historia de terror en blanco y negro para combatir la monotonía de las vacaciones. Ah, ¿estáis trabajando? No pasa nada, La Parcela os hará pasar un mal rato igualmente, pero en el mejor de los sentidos.
El pasado mes de marzo, Moztros publicaba esta reciente historia original de Bad Idea. Una miniserie de cuatro números recopilada en un tomo, al igual que han hecho con las anteriores colecciones de la editorial dirigida por Dinesh Shamdasani, a saber, Tankers, El Ojo de Odinn, Reina Pirata o El Escuadrón Asesino de Monstruos, solo que La Parcela se mueve al camino del terror, con mucho simbolismo y un trasfondo hollywoodiense.
Para ello tenemos a un par de autores bien conocidos, aunque no de los más famosos, y de los que ya hemos hablado en otras series, pero no juntos. De dibujante tenemos a alguien que hizo sus pinitos en Valiant, como ha pasado con muchos de los artistas que han pasado por Bad Idea, Renato Guedes realizó allí grandes trabajos en Shadowman y en Psi-Lords, aunque es un autor que ha pasado por las dos grandes en bastantes ocasiones. Mientras que en el guion está Marguerite Bennett, escritora muy unida a DC pero a la que se le han reconocido interesantes obras de creación propia, como InSexts o Animosity. Una artista con ideas muy claras y que no se corta a la hora de manifestarlas dentro de sus trabajos. Y en La Parcela no es menos.
La Parcela nos lleva a la vida de Aviva, una mujer negra que consigue un puesto de relevancia en una empresa audiovisual. Una de esas productoras de renombre que mueve muchos millones y es responsable de grandes éxitos cinematográficos. Ya empezamos con una idea de reflexión sobre el poder, clara e interesante.
En realidad empezamos con unas imágenes sin explicar que pertenecen a una cinta de terror, si a eso sumamos que Aviva se encuentra con una parcela donde hay un estudio que no se usa desde hace décadas ya tenemos el escenario perfecto para una historia de terror.
Evidentemente para quienes les interesen las historias de terror no hay más que decir, déjense llevar y se sorprenderán con una de esos cómics que sabe dar muy bien sus pasos y mantenernos dentro en todo momento, pero quien busque algo más cabe preguntarse ¿qué tiene de especial La Parcela? Pues que es una obra muy valiente, muy bien ejecutada y con un trasfondo muy interesante.
Es muy valiente porque no tiene miedo a desvelar la trama casi desde el principio. Los autores no se andan con rodeos tontos con los que muchas series de este tipo nos tratan de entretener durante muchas páginas para situar un clímax rápido al final. Nada de eso. Todo lo que se intuye desde el principio se revela haciendo que los autores vayan centrando su atención en otras cosas. Es una maniobra arriesgada, porque cuando se descubre el misterio detrás de este tipo de propuestas y solo queda la “caza” de los protagonistas, por lo general, muchas de estas obras se caen, pero La Parcela se alza. Esto se debe a que está muy bien ejecutada.
A nivel de guion nos encontramos a una Marguerite Bennett a la altura de sus grandes obras, escribiendo buenos diálogos y tejiendo buenas tramas (y subtramas) con una fuerte carga de crítica social, centrada, como no, en el maltrato de la industria cinematográfica a sus trabajadores, y haciendo hincapié en sus trabajadoras, denunciando realidades que conocemos de sobra, lo cual no hace que esto deje de ser necesario.
La unión con Renato Guedes es muy buena. El manejo de los tiempos que tiene la obra, que no deja de ser una serie limitada de cuatro números, consigue que queramos enlazar página con página en una espiral que nos lleva por caminos poco transitados. El poder gráfico de Guedes es uno de los puntos fuertes de la obra.
He de reconocer que al principio me chocaba un estilo tan realista sin color, es decir, en grises, que no es lo mismo que el blanco y negro. Pero logran unas atmósferas muy buenas jugando con la claridad y la oscuridad según los escenarios que manejan.
Además de todo ello, La Parcela es una obra que gana mucho por su trasfondo. Como decía antes, hay una crítica muy clara a las dinámicas de poder que se han enquistado en los sectores culturales económicamente más poderosos. Es una crítica clara, diversa y que hace de La Parcela una de esas obras de terror modernas que tienen algo que decir, más allá de causarnos miedo.
Quizás la pega que se le puede poner es que, en su corta duración, hay personajes a los que no se llegan a comprender del todo, y tenemos que tirar de ese subtexto tan real para comprenderlos, incluso a Aviva en cierto momento. Es curioso el giro que se da en la última parte. Se nota que quieren llegar ahí, y eso es bueno, aunque alguna página más angustiándonos no le hubiera venido mal. Pero esto es solo una hipótesis, lo cierto es que La Parcela ha sido una grata sorpresa realizada por unos autores en plena forma.
Lo mejor
• El trasfondo crítico que ofrece unido a una historia que crece según avanza.
• El trabajo de Renato Guedes.
Lo peor
• ¿Algún personaje con alguna decisión apresurada? Puede ser.
Guión - 8
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8.3
Algo de cine, un poco de terror y una pizca de crítica hacen de La Parcela un cómic más que interesante.