Mientras escribía la Doom Patrol para DC Comics, Grant Morrison afirmó que la Patrulla-X debería haber terminado después del capítulo en que van al futuro y mueren todos. Lo decía de veras. Años más tarde, cuando recogió el testigo de proseguir las andanzas de los hombres-X para los lectores del siglo XXI terminó su andadura precisamente con un remake de los números Uncanny X-Men #141 y #142, esta vez con la Fuerza Fénix de por medio. Algo parecido sostiene Rafael Marín en su reciente reseña de la película Días del Futuro Pasado, que adapta -por el filtro de Hollywood- la citada aventura. Como estos, muchos autores, críticos y lectores consideran el intento de asesinato del senador Kelly por la remozada Hermandad de Mutantes Diabólicos de Mística una frontera insuperable tras la cual habría sido mejor tirar la toalla.
Discrepo. Para mí la cima de la creatividad del británico Chris Claremont llega, precisamente, en la etapa posterior. No necesariamente en Uncanny, porque la Patrulla-X despega poco a poco de la colección original para colonizar el Universo Marvel circunstante, pero también. Con el regreso de Dave Cockrum y la redefinición de Magneto. Con la visita al Limbo de Belasco. Con la aventura espacial del Nido. Pero, sobre todo, con la aparición fulgurante de Paul Smith y su excelsa contribución en los episodios que componen Desde las cenizas. Estos son mis Días del Futuro Pasado, mi frontera insuperable tras la cual habría sido mejor tirar la toalla, la perfección canónica de la Patrulla-X.
Dicen que la historia siempre se repite, primero como tragedia, luego como farsa. La tragedia al final de la 1ª parte, analizada por el compañero Sergio Aguirre, es indiscutible. La farsa, empero, no la veo por ninguna parte. El clímax de esta etapa es un canto a la vida y, como en la vida, hay risas, hay llanto, hay pasión, hay cambio. Todo encerrado en cómodas entregas mensuales de cuatricomía.
Con la marcha de Byrne, entregado a revitalizar Los 4 Fantásticos amén de otro sin fin de proyectos más o menos inmediatos (Capitán América, con su amigo Roger Stern, antiguo editor de Uncanny; Alpha Flight), Claremont se hace el amo y señor de la tira, gracias al éxito cosechado hasta entonces, que le permite una relativa estabilidad en su puesto, y a la llegada de Louise Jones (luego Simonson) como coordinadora, en quien siempre encontró respaldo y ayuda. El problema a que se enfrenta Claremont es doble: por un lado, todo lo que haga va a estar en el ojo del huracán. La Patrulla-X ya no es el “experimento con gaseosa” de 1975, el momento en que cayó en sus manos, volando por debajo del radar de público y editores hasta que los conceptos fraguaron. En 1981 se ha convertido en el sleeper de Marvel, asombrando a la industria, ganando premios y reconocimientos y colocando a unos advenedizos al mismo nivel –cuando no por encima- de las creaciones legendarias de los años ’60. Cualquier cambio de dirección, cualquier movimiento en falso, estará en boca de todos. El propio éxito obtenido, aunque le permitirá vivir de la inercia unos cuantos meses, será -a la postre- su juez más duro.
De otro lado, gran parte de la planificación trabajada con Byrne hasta el UXM#150 (y esbozada incluso más allá) se fue al traste con la orden de Shooter de acabar con Fénix. Había que reescribir líneas enteras de situaciones para que no perdiesen razón de ser, caso de mantenerse, o idear otras nuevas que las sustituyesen, supuesto se optase por hacer borrón y cuenta nueva. Mientras, había que ganar tiempo. El UXM#144 debe llegar a los kioscos puntualmente, como cada mes. Claremont, que se resistía a dejar marchar a Cíclope (aunque su relevancia había menguado tras la desaparición de Jean Grey), se sacó de la manga una especie de team-up con el Hombre-Cosa donde recuperaba un oscuro villano creado por él mismo, D’Spayre, y donde abundaba en los elementos que necesitaba establecer a futuro: la relación con la capitana de barco Aleytis Forrester, presentada en el número anterior, el nuevo interés romántico de Scott Summers, y las circunstancias que condujeron a la orfandad de los hermanos Summers, en aras de establecer por fin su relación con los Saqueadores Estelares y su líder, Corsario, secretamente Christopher Summers, el padre de ambos, como se había establecido en la saga del cristal M’Kraan. Para dibujarlo contaron con Brent Anderson, quien estaba haciendo un trabajo interesante en Ka-Zar, con guiones de Bruce Jones, colección coordinada también por Louise Jones.
Sin embargo, había que hallar una solución más estable y satisfactoria. Se barajaron varios nombres (Anderson, Sienkiewicz, Paul Smith) pero nada parecía más adecuado que el regreso de Dave Cockrum al título que co-creó (junto a Len Wein) y ayudó a definir (en su primera etapa junto a Claremont). El dibujante había dejado la serie en 1977 abrumado por la cantidad de personajes, que le impedía cumplir con las fechas de entrega mensuales, pero se había reencontrado con ellos en lo que sería el Marvel Fanfare #3, donde tomaba el relevo de Michael Golden para contar el enfrentamiento contra Sauron y los mutados de Magneto en la Tierra Salvaje. Claremont se mostró encantado con la vuelta de su primer colaborador, con quien sentía gran afinidad y con quien mantuvo el contacto gracias a Ms. Marvel. El escritor británico admiraba la creatividad de Cockrum, quien siempre andaba con un cuaderno de bocetos de donde extraer oro puro en forma de nuevos personajes.
El primer número del regreso de Cockrum fue el UXM #145, primera parte de una trilogía que enfrentaba a los hombres-X con el enemigo por antonomasia de los 4F y casi de todo el Universo Marvel: el Doctor Muerte. Creado por Stan Lee y Jack Kirby en Fantastic Four #5, Victor Von Muerte, el temible señor de Latveria, le había buscado las cosquillas a casi cualquier héroe de la Casa de las Ideas (¡incluso a Superman!)… salvo a los mutantes de Xavier. Claremont vio aquí una gran oportunidad para desarrollar una saga (en 1981 tres números eran una saga) que, a la manera de la caza de Proteo en tiempos de Byrne, le sirviera para recuperar héroes y secundarios dispersos por distintos motivos. Pese a las buenas intenciones, el rifi rafe con Muerte está lejos de los mejores momentos a que nos había habituado la colección. Indudablemente cuenta con electrizantes secuencias de acción (en especial la fuga de Rondador Nocturno del castillo de Muerte) pero está siempre presente la sensación de que la cosa marcha a medio gas. Cockrum es un dibujante correcto y un gran diseñador de personajes pero llegaba para sentarse en la silla del Byrne más inspirado de todos los tiempos (y no me refiero a los dibujos ni a los argumentos sino a la narrativa: nunca rozará siquiera el nivel mostrado en UXM). El cambio decepciona necesariamente. Además, Claremont recurre demasiado, y en muy poco tiempo, a los mismos trucos, sobre todo en lo que compete a Tormenta, a quien va convirtiendo en objeto de deseo sucesivo de todos los monarcas que le salen al paso (llámense Arkón, T’Challa o Muerte) y a quien pone a coquetear con un poder omnímodo como el de Fénix, sin una resolución a la altura. Por no mencionar las cárceles “adaptadas” a las habilidades específicas de cada mutante, extraídas de los primeros números de Fantastic Four. El argumento parece apresurado: la “legión de héroes sustitutos” (Kaos, Polaris, Banshee, etc.) que se adentra en Mundo Asesino para rescatar, siguiendo el plan de Tormenta, a los seres queridos secuestrados (Moira, Amanda, Illyana, etc.) ofrece un pálido reflejo de las peripecias del equipo titular en UXM. Aparte de la incongruencia de olvidar los poderes mágicos de Amanda Sefton, a quien Claremont minusvalora sistemáticamente. Con todo, el desequilibrio más grande se encuentra en la pobre caracterización del Doctor Muerte. Conocida es la anécdota de Byrne quien, al leer estos episodios, se echó las manos a la cabeza y decidió enmendarle la plana a su antiguo colaborador, con paradójicos resultados.
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Aunque el siguiente, UXM#148, parece un número de transición de libro (y lo es, en cierta forma) guarda numerosísimos puntos de interés, a la par que resulta representativo de la dinámica que Claremont quiere establecer a partir de ahora, no solo integrando las distintas esquinas del Universo Marvel de que se ocupa sino jugando con tramas de fondo que se extienden capítulo tras capítulo (lo que le había funcionado con Fénix o Proteo) hasta encontrar un insospechado fin de fiesta, a la vez que se van presentando nuevos personajes, situaciones y conflictos susceptibles de retomarse llegado el momento, conformando la típica madeja claremontiana. En este capítulo el Ángel, que se había reincorporado a la disciplina de grupo en el UXM #139, justo tras la marcha de Cíclope, dice adiós por diferencias con el carácter psicopático de Lobezno, a quien acusa de ser una bomba a punto de explotar. El discurso de Xavier elogiando el potencial de Logan se volvió canónico y desde entonces se parafrasea cada vez que se quiere incluir alguien dudoso en la formación, como veremos pronto (con Pícara). Mientras, el aludido fortalece su amistad con Rondador Nocturno, el personaje favorito de Cockrum, en sesiones de entrenamiento improvisadas donde se juegan latas de cerveza. Si bien ambos ya habían dado muestras de compenetración antes (por ejemplo durante el asalto al Club Fuego Infernal dentro de la Saga de Fénix Oscura) es de aquí en adelante cuando se les muestra en sus facetas más sociables.
Unos meses antes, Claremont (junto al dibujante Steve Leialoha) recaló en Spider-Woman para reflotarla. Fiel a su principio de echar mano de recursos conocidos antes de bucear en los previos, nada más llegar metió a Jessica Drew en la órbita mutante, enfrentándola a Tom el Negro, el Juggernaut y una Banshee femenina que respondía al nombre de Syrin y que resultó la hija perdida de Sean Cassidy, el Banshee original, aún reponiéndose de las heridas sufridas en Japón. Sean estaba en la Mansión con Moira de resultas de la aventura anterior contra Muerte y Arcade. Aquí se produce el encuentro, que despierta los celos de Moira, pareja actual de Banshee. A continuación, las mujeres-X, que en aquel entonces eran solo dos (Ororo y Kitty) van a cenar con Stevie Hunter y Jessica Drew al mismo local donde actúa Dazzler, a quien habíamos perdido la pista desde su presentación en UXM #130. Alison Blaire contaba con serie propia gracias al acuerdo de Marvel con una productora discográfica y su reciente salida al mercado directo había sido un éxito de ventas. Otros autores regían el destino de Dazzler y Claremont apenas la volvería a utilizar hasta que eso cambiase, con la cancelación de su título en 1985. Es más: prefirió crear a Lila Chenney, su propia rockera mutante, en los futuros bebés-X.
Pero no adelantemos acontecimientos. Si el UXM #148 se recuerda no es por todo lo antedicho sino por la entrada en escena de Calibán, cubierto de andrajos que ocultan un feo rostro albino y ojos de sapo. Calibán, mutante que vive en las alcantarillas, siente la “presencia de otros que son como él”. En unos meses sabremos más de él y de su fascinación por Kitty Pryde, cuando Cockrum sea relevado por Paul Smith. Mientras, uno de los argumentos que Claremont tuvo que reescribir tras el destino de Fénix fue el enfrentamiento con Magneto previsto para el UXM#150, un especial de 40 páginas donde habría de zanjarse el tema Jean Grey y su romance con Cíclope. Scott Summers, aún de duelo, supuestamente, ya estaba amartelado con otra, Aleytis Forrester. Desde la derrota de D’Spayre ambos habían sufrido un naufragio y recabado en una monstruosa isla de edificios lovecraftianos. En este número se ponen a explorarla y tropiezan con su único morador: el Amo del Magnetismo. Las piezas están colocadas. La siguiente entrega, que recupera brevemente a Garrokk, el dios loco, será un mero prólogo de lo que está por venir. Pero antes, una venganza.
Dicen las malas lenguas (o sea: Jim Shooter) que Chris Claremont y David Michelinie no se podían ni ver. Michelinie le había hecho una jugada de campeonato a Carol Danvers, embarazándola misteriosamente y dando a luz a su propio esposo, con el que marcharía a una dimensión ad hoc en Avengers #200. A Claremont le gustaba Ms Marvel, pues había estado escribiéndola hasta la cancelación de su serie y aborreció el argumento mencionado desde el principio. En 1981 pudo hacer algo al respecto escribiendo el anual correspondiente de los Héroes Más Poderosos de la Tierra.
Aunque el ejemplar está bien escrito y cuenta con los dibujos (y el color) de la joven promesa Michael Golden, dudo bastante que esté muy arriba en la lista de preferencias de los seguidores del grupo. Claremont va a lo que va. Su favorita Spider-Woman (aun lejos de codearse con Iron Man y los demás) salva el día, la Hermandad de Mutantes Diabólicos queda como empezó (en prisión tras los sucesos de UXM #142), Pícara es presentada con éxito y Carol Danvers (sin poderes ni memoria por culpa de la hijastra de Mística) es acogida por el ahora patriarca mutante, un escritor infinitamente más poderoso que el chaval que pocos años antes se fogueaba en series como Ms Marvel o Puño de Hierro. Así se pudo permitir el rapapolvo final que Danvers da a unos consternados Vengadores, alguno de los cuales (como el Capitán América) había permanecido inconsciente durante todo el anual. Si en vez de Spider-Woman hubiera sido Tormenta quien hubiera rescatado a Ms. Marvel estaríamos hablando de un especial de la Patrulla-X con los Vengadores de comparsas.
Otro de los aspectos curiosos es la mención a “Maddy Pryor” como una niña hospitalizada en la misma institución que acoge a la desorientada Ms. Marvel. Este nombre daría mucho que hablar en el futuro.
Yo, Magneto. Así se titula el apoteósico especial conmemorativo del #150 que redefinirá al Amo del Magnetismo para siempre. Claremont no quiere al malvado histriónico creado por Stan Lee y Jack Kirby en el ya lejano X-Men #1 de 1963, un villano de opereta cuya única obstinación parecía ser tratar desagradablemente a sus subordinados. Si sus héroes eran tridimensionales, sus rivales –al menos los más importantes- deberían serlo también. Y Magnus, como entonces se le conocía (faltaban años para ser llamado Erik Lesherr) es el antagonista definitivo del sueño de convivencia pacífica de Xavier, su reverso tenebroso, aquel cuyas mejores cualidades han sido pervertidas, a quien las circunstancias han llevado hasta aquí pero otras distintas podrían ponerlo al frente de la Patrulla-X, como vimos en la lucha contra los Centinelas del clásico Días del Futuro Pasado (UXM#141-142). Un héroe caído, en suma. La misma Tormenta acabará interpelándole: “El sueño era bueno. Solo el soñador se ha corrompido”. Es lo mismo que parece pensar Claremont.
Magneto ha construido en la isla donde ahora reside, aquella que descubrieran Cíclope y Aleytis Forrester, un temible dispositivo que le permite influir en la corteza terrestre a su antojo. Amenaza con él a las potencias mundiales. Quiere que deleguen en él sus gobiernos para instaurar la utopía perfecta, aquella que proveerá a todos de sustento, techo y educación, donde nadie será perseguido por ser diferente. Un mundo donde los mutantes podrán al fin vivir en paz. Scott, privado de sus poderes por el mismo artefacto, objeta que, de conseguir Magneto su propósito, no sería más que una ilusión lograda con sangre que solo podrá acabar en sangre. Pero el Amo del Magnetismo no atiende a razones. Un submarino ruso ataca la isla con misiles. Lo hunde y, en represalia, erupciona un volcán en una ciudad soviética. No hay víctimas pues avisa con el tiempo justo para evacuar a la población. La próxima vez, no obstante, podría no ser tan magnánimo. Solo la Patrulla-X se interpone en su camino. Pero, como Scott, al llegar a la isla pierden sus poderes mutantes. No les quedan más que sus habilidades aprendidas (Tormenta es una ladrona consumada, Rondador Nocturno un acróbata de circo, etc.) para detener al más peligroso de sus enemigos, aquel al que los nuevos integrantes jamás han derrotado. El profesor-X, en compañía de la recién incorporada Carol Danvers y otros regulares de la strip, les espera en alta mar, en una lancha llamada Dejah Thoris II en honor de E. Rice Burroughs. Cuando Magneto descubre la invasión, todo parece perdido. Ni siquiera la vuelta de los poderes, gracias a una maniobra de Kitty Pryde, cambia las tornas. Magneto incluso devuelve sus rayos a Tormenta y a punto está de matarla. Entonces, en la cúspide de su hegemonía, siente que sus computadoras están siendo atacadas por la benjamina del grupo. Loco de furia ante la pérdida de valiosos datos recopilados durante toda una vida (recordemos que la habilidad mutante de Kitty interfiere con los sistemas electrónicos), la encuentra y la electrocuta. El cuerpo de Kitty queda inerme en sus brazos. Es una chiquilla. La revelación le golpea como un ariete. Con el pasar de los años se ha convertido en aquello que juró erradicar de la faz de la tierra: un genocida de su propia especie. Huye, como luego dice Xavier, porque se ha visto a sí mismo y no lo ha podido soportar. Para el mentor-X es la mayor victoria de todos los tiempos frente a su viejo enemigo.
Claremont justifica esta caracterización, más compleja, explicando que el hombre que volvió al estadio adulto tras la regresión a la infancia narrada en Los Campeones ha pagado por sus crímenes pasados. Es una persona nueva, con un nuevo destino. El inglés tiene grandes planes para él. Pretende sacarse a Xavier de encima. Solo que aún no es el momento…
Kitty sobrevive, claro. En las últimas páginas ya está bromeando con El imperio contraataca, recién estrenada en la época. Cockrum citaba este especial como uno de sus trabajos favoritos. Al mismo tiempo, Claremont dejaba atrás las deudas de etapas anteriores y empezaba a sentirse libre de explorar nuevos territorios, lo que haría en breve. Como curiosidad para los amantes de la continuidad y sus incoherencias: la pérdida de poderes de Logan no le hace sufrir, en apariencia, ninguno de los perjuicios que el mismo escritor le atribuirá mucho más adelante, durante la visita a Genosha.
En el Anual #5 (1981) Claremont vuelve a contar con Brent Anderson y con Arkón, esta vez prisionero de la raza Badoon (presentada en Silver Surfer), que también ha capturado a los tres miembros masculinos de los 4 Fantásticos. Una aventura simpática, aunque de escaso interés, con escenas sonrojantes como el retrato de Sue Richards como ama de casa enfadada porque los chicos no van a cenar (?) o el deplorable discurso “comics code” de Rondador Nocturno pidiéndole a Lobezno que no mate a nadie en medio de una guerra en la que cuatro gatos mal contados han de detener a hordas de cientos de miles de alienígenas. Claremont también avanza en la atracción de Kitty y Coloso y revela un encuentro romántico entre T’Challa (Pantera Negra) y Ororo, en refuerzo de la breve historia de Marvel Team-Up.
Editada entre marzo y septiembre de 1982 (fecha de portada), esta saga repartida entre los Marvel Fanfare #1 a #4, cronológicamente se situaría tras el UXM #150 de Magneto y el Anual # 5 de los Badoon, donde también visten a Tormenta de concubina. Claremont había preparado una historia en dos partes de Spider-Man y el Ángel con destino el Marvel Team-Up, pero el editor Al Milgrom prefirió guardarla en un cajón y destinarla más tarde a inaugurar la nueva cabecera, con mejor papel y, por tanto, un precio más elevado. Esos dos números fueron dibujados y coloreados por Michael Golden y supusieron el retorno de viejos conocidos del serial mutante como Ka-Zar (y su fiel Zabú), Karl Lycos (más conocido como Sauron) y los mutados creados por Magneto en los tiempos de Thomas y Adams, amén de menciones explícitas a la aventura de Garrokk y Zaladane de la época Byrne. Para Spider-Man la cosa no tuvo la mayor relevancia, pero para el cosmos mutante supuso algún que otro cambio. Lycos termina curado (no volvió a la serie mientras Claremont mantuvo el control) y los dibujantes de las entregas #3 y #4, Dave Cockrum y Paul Smith, respectivamente, serían los encargados de ilustrar a los hombres-X, con excepciones puntuales, hasta 1984, en una segunda edad dorada.
El tour de force de Magneto dejó a Cockrum extenuado. Igual Claremont sentía lo mismo pues los UXM #151 y #152 son, probablemente, los peores episodios de la serie desde su relanzamiento. El regreso del Club Fuego Infernal, con una pérfida Emma Frost al frente, capaz de cambiar cuerpo con Tormenta, no merecía un dibujo tan amateur ni una trama tan desganada, que repite casi punto por punto el primer encuentro entre ambos grupos… sustituyendo el enlace psíquico Scott-Jean por algún encantamiento de Amanda (esta vez Claremont la tuvo en cuenta) para volver las tornas en el momento preciso. La resolución ya es directamente de chiste, con la Reina Blanca diciendo que no revelará los secretos de la Patrulla-X porque tal cosa sería igual de perjudicial para el Club (?). De resultas de la batalla, la Mansión, aun a medio construir desde el incidente de Kitty en las navidades (UXM #143), vuelve a quedar para el arrastre.
El cuento de hadas de Kitty (UXM #153), basado en una idea original de Cockrum, recuperó la sensación de que te podías encontrar cualquier cosa al abrir un tebeo de la Patrulla-X. Se trata de una sencilla fábula que la miembro más joven de la formación cuenta a la hermana pequeña de Coloso, Illyana Rasputin, en USA desde el secuestro de Arcade, para que se duerma. Kitty convierte a sus compañeros en piratas, elfos, genios, magos, dragones, etc. y da otro fin, menos dramático, al amor de Scott y Jean. Una delicia.
Cockrum ha vuelto en plena forma y en seguida se embarca, junto a Claremont, en una ambiciosa aventura en cuatro partes que supone el regreso de los Saqueadores Estelares y Lilandra, la adopción de Pájaro de Muerte (presentada en Ms. Marvel y convertida aquí en hermana de la emperatriz Shi’Ar) y la introducción de una letal raza de insectos alienígenas que responden por El Nido, aliados a la usurpadora. En el primer número la Mansión es destruida (y van… ) hasta los cimientos durante un ataque de cazadores Sidri, otros mortales extraterrestres. El siguiente parece concluir con la muerte de Coloso. Intrigas políticas, batallas espaciales, la captura del profesor-X y su amada, Lobezno luchando sin cuartel contra los insectos gigantes de El Nido… incluso la breve intervención de Tigra en representación de Los Vengadores, por los que Claremont, a estas alturas, no parece sentir demasiado apego. Los autores forman un cacao monumental que cierran en falso con una victoria pírrica: Kitty Pryde se disfraza de Fénix y, con el concurso de Rondador Nocturno, logra parar la destrucción de la Tierra que buscaban los disidentes. Cíclope descubre, al fin, el lazo familiar con Corsario y conocemos mejor su historia. Pero muchos otros asuntos quedan en el aire, como la repentina enfermedad de Xavier que le deja catatónico. Claremont está preparando su mejor jugada en meses. Mientras, aprovecha para ir atando cabos y desviando la atención con semillas que fructificarán mas adelante. En UXM #158 se acuerda de que la Patrulla original solía colaborar con el gobierno y aprovecha para profundizar en Carol Danvers, traer de vuelta a Pícara y Mística y seguir alimentando la paranoia antimutante que, más o menos, estaba aparcada desde el atentado contra el senador Kelly. Al mes siguiente cruzará los caminos de los mutantes con los del más famoso soberano transilvano, Drácula, quien ¡cómo no! se encapricha de Tormenta e intenta hacerla su consorte. La historia tendrá continuación en el sexto Anual (1982), también ilustrado por un Bill Sienkiewicz que, poco a poco, va dejando atrás la sombra de Neal Adams pero a quien los entintadores aún no permiten brillar como debiera.
En UXM #160 le robará los juguetes a Bruce Jones quien, en Ka-Zar, había presentado a Belasco, un hechicero demoníaco devoto de antiguos y crueles dioses. A Claremont le debió de sonar a Lovecraft, recordó la isla que Magneto elevó de las simas abisales y se sacó de la manga un limbo mágico donde reinaría con el apoyo de S’ym (parodia del Cerebus de David Sim) y los restos de una Patrulla-X corrompida. Belasco tienta a la niña Illyana a entrar en sus dominios, que también es su cárcel, pues, por alguna razón no explicada, ella es la clave para la liberación de los dioses oscuros a los que sirve. Brent Anderson se encarga de dibujar las páginas. Claremont vuelve a masacrar mutantes de una realidad alternativa: Coloso aparece clavado en una pared con el tórax hundido y Lobezno es un reluciente esqueleto del que S’ym extrae las garras como mondadientes. Con todo, lo más sorprendente llega al final: el tiempo no transcurre igual en la tierra que en el limbo y la Illyana que rescatan entra con 6 años y vuelve con 13. La explicación tardará más de un año en aparecer en los kioscos con el título de Magik.
Claremont no ha olvidado sus planes para Magneto. Xavier, prácticamente un vegetal, sueña con su primer encuentro con él en un hospital israelí, donde juntos salvan a Gabrielle Haller (futura madre de Legión) de las garras del Barón Strucker. Deja así establecida la vieja amistad entre ambos. Con Gabby Haller retoma la primera idea que tuvo para Proteo, y que Byrne, más pudibundo, desestimó. Esta vez sí será un hijo ilegítimo de Xavier quien se convertirá en una amenaza. Las escenas de Xavier seduciendo a su paciente (aparentemente menor de edad) muestran un profesor-X menos confiable de lo que presume. Con el fin del sueño, Xavier despierta. Momento de alegría, ¿verdad? Lo parecía, en efecto. La Patrulla-X sube al crucero espacial de Lilandra para celebrarlo y allí son emboscados por la renegada Pájaro de Muerte y sus temibles aliados del Nido.
UXM #162, que aquí se publicó en el nº 18 de la 1ª serie Forum de la Patrulla-X, es uno de los episodios más recordados de la colección. Para arrancar la que sería renombrada popularmente como Saga del Nido (y que se extenderá hasta el #167 USA), Claremont da un salto sin red y confía el protagonismo absoluto a Lobezno. Un Lobezno enfermo, alucinado, que deambula por una jungla alienígena que le desconcierta, perseguido por los bichos eslizoides, en continuo monólogo interior, acusándose de psicópata homicida, perdiendo el sentido, recordando confusamente cómo ha llegado hasta allí. Claremont, influido por los talentos del joven Frank Miller, con quien prepara la miniserie titulada Honor, se ciñe al punto de vista de Logan. Un número intenso que solo es el preludio de lo que está por llegar.
Resulta que los hombres-X han sido infectados por los huevos de la raza insecto, unos entes parásitos que, una vez concluido el periodo de incubación, eclosionan asimilando las habilidades y recuerdos del individuo huésped. Lobezno consigue destruirlo, gracias a su eficacísimo poder de curación, que ha tratado al organismo ajeno como una infección y lo ha eliminado. Pero el resto del equipo está condenado. Es solo cuestión de tiempo que ingrese en las filas de la nueva progenie eslizoide. Con esta atroz sentencia de muerte sobre sus cabezas, la Patrulla-X escapa en el bajel de Lilandra.
A mitad de la saga (UXM #165) entra Paul Smith, quien tal vez sea el mejor dibujante que ha tenido la franquicia, quien mejor y más completamente ha entendido los meandros, fortalezas y contradicciones del estilo Claremont, al que respondió con una elegancia clásica de dibujo animado, convirtiendo el gran escenario de localizaciones mutantes en una poderosa representación teatral. Pero Cockrum, quien había obtenido de Shooter el visto bueno para desarrollar la serie The Futurians, basada en creaciones propias, iba a irse a lo grande, remedando la creación de Fénix con Binaria, una entidad cósmica superpoderosa esta vez en el cuerpo de Carol Danvers. Lo cierto es que no se entiende la insistencia de Claremont de tropezar en la misma piedra. Binaria se convierte en el “deus ex machina” de la saga y, una vez consumada su sorprendente transformación, Claremont no sabe muy bien qué hacer con ella, como demuestra que se la saque de encima de un plumazo entre un Marvel Fanfare y el UXM #171. “El lugar de Binaria está en las estrellas”, dice.
A Paul Smith le toca rematar la faena. Y lo hace sorprendentemente bien, casi sin tiempo de rodaje. Ya había demostrado su habilidad en la conclusión de la aventura en la Tierra Salvaje, secundado por las expertas manos de Terry Austin. Nadie hubiera dicho que tomaba los personajes por primera vez. En UXM #165, con acabados de Bob Wiacek, se le ve quizá algo titubeante, apostando por una clara depuración en rostros y figuras pero sin descuidar ni perspectivas ni fondos y ganando en dinamismo, sobre todo en lo que respecta a la cantidad de personajes que es capaz de mover coherentemente (es decir: con su propia pose, caracterización y objetivos) dentro de viñetas que se alargan horizontal y verticalmente para permitirlo. Las fisonomías de Cockrum resultan potentes, muy adecuadas para transmitir la emoción y el riesgo, pero algo acartonadas cuando se trata de responder a los alambicados tejemanejes psicológicos del escritor. Smith, en cambio, coreografía la acción en impresionantes ballets de ritmo subyugante, dominando el tempo, con una insuperable claridad pariente del mejor Miller, donde prima la belleza física de la composición, pero no descuida la escenografía de lo cotidiano; antes bien, constatamos enseguida que nuestras escenas predilectas entran en esta categoría: el romance de Coloso y Kitty que explota al fin en UXM #165 (con una delicadeza opuesta a la zafiedad demostrada con Xavier y Gabby en UXM #161), las irresistibles bromas de pareja de Kurt y Amanda (sin discusión, las mejores escenas de ambos en la larga etapa Claremont), los bailes hasta el amanecer de Scott y Madelyne… Se observará que uno de los puntos fuertes de Smith es el romance. En efecto, durante su permanencia en la serie habrá un inequívoco decantamiento por la sensualidad. Incluso un episodio (UXM #174) estará dedicado íntegramente a las relaciones de pareja. No se volverá a ver en la serie tal incidencia y cuidado en los afectos tras su marcha.
La saga del Nido era de un dramatismo frenético con Cockrum. Con la llegada de Smith, la tensión no decae, pero se vuelve soterrada, menos específica y grandilocuente, como una sombra imprecisa detrás de las acciones de los personajes, que retoman quehaceres cotidianos. Descubrimos a Rondador rezando y su amistad con Logan se refuerza. Tormenta se enfrenta a la dicotomía de su vida en la elección entre desaparecer sin traicionar sus principios morales (lo que significaría el nacimiento de una criatura maligna) o seguir viviendo contraviniendo su credo (matando al “hijo de sus entrañas”). Los Acanti, raza pacífica esclavizada por El Nido, la exoneran de tomar esa decisión, más o menos, pero las semillas de este conflicto la abocarán a un cambio necesario y humanizador. Ya se ha dicho que Coloso y Kitty inician aquí su idilio, en unas tiernas viñetas que siguen siendo un referente después de 30 años. De su eficacia y sensibilidad dan fe que burlaran la censura editorial, cuando según la legislación USA Piort Nikolievitch podría ser acusado de estupro. La pareja encandiló a los lectores de la época, no así al jefazo de Marvel, con los resultados conocidos por todos una vez Smith fuera de la tira.
De mis palabras podría inferirse erróneamente que con Smith los mutantes hablaban y sentían más pero peleaban menos. Nada más lejos de la realidad. El punto culminante de la Saga del Nido es un especial de 40 páginas (UXM #166) donde los hombres-X afrontan una lucha desesperada, perdida de antemano. Es también, por cierto, el número en que Kitty encuentra a su mascota dragón. Cuando la derrota parece irreversible, Binaria y los Acanti dejan las cosas en su sitio. La saga del Nido, que lleva casi medio año, está por concluir. Pero aún queda un cabo suelto: Charles Xavier.
El profesor-X había quedado en la Tierra. Recuperado de su “misteriosa” catatonia, lloraba por las esquinas la desaparición y presunta muerte de sus pupilos. Enfrascado Claremont en la epopeya espacial, los interludios en nuestro planeta sirven para recordar incógnitas (¿Qué pasó con Illyana en el Limbo?) y para abrir la Caja de Pandora de la expansión mutante. Cuando Cíclope y compañía regresen a la Tierra, habiendo deducido que Xavier incubaba un embrión de Reina desde, al menos, UXM #157, la reconstruida Mansión alberga nuevos inquilinos, unos jovencitos que habían llegado para quedarse.
[Para consultar la génesis de Los Nuevos Mutantes y sus primeras aventuras, entre ellas el cruce oficioso con la saga del Nido, pinchar aquí]
La conclusión de la saga del Nido trae cambios relevantes. Por un lado, Claremont, a quien no dejaban prescindir de Xavier de una vez, hizo lo contrario: lo sanó por completo por la expeditiva vía de la clonación, una solución de último recurso que abriría la puerta, desgraciadamente, a infinitas maldades futuras. Además, estaban los Nuevos Mutantes, un equipo mucho más adecuado, en apariencia, para la adolescente Kitty Pryde. En realidad, Claremont jamás tuvo intención de degradar a la chiquilla. Tras un ínterin que exploraba su relación con la crecida Illyana post-Belasco (Special Edition X-Men #1) aprovechando una fiesta sorpresa de cumpleaños, la incógnita queda despejada en el ya clásico El profesor Xavier es un idiota (UXM #168). Este número, que contiene una de las splash-page más merecidamente célebres de toda la serie, es un hito genuino: Xavier se retracta de su decisión tras ver luchar a Kitty quien, en duro entrenamiento, amplía el alcance de sus poderes de fase para volver inmateriales los objetos que toca. El simpático dragoncito de Mundo Nido, dado por muerto dos números atrás, llega por sorpresa a la Tierra. Una página da pie a la primera miniserie de Lobezno, cuya conclusión será de gran relevancia unos meses después. Cíclope se despide de Aleytis Forrester y marcha con su padre y hermano a Alaska para conocer a sus abuelos, dueños de una compañía de aerotransporte. Y, entonces, la bomba. La piloto del avión privado que los recoge se presenta como Madelyne Pryor pero se parece como una gota de agua a otra al primer amor de Scott: Jean Grey, fallecida en la Luna en UXM #137. Comienza Desde las cenizas, la saga más relevante de la colección desde Días del Futuro Pasado.
En realidad, no es exactamente una saga, en los términos que podríamos entender la lucha contra Proteo o la reciente aventura espacial del Nido. Lo que presta unidad a Desde las cenizas no es tanto el misterio sobre Madelyne Pryor, en segundo plano hasta UXM #174, como la impronta que Paul Smith deja en la serie. Tal vez Claremont nunca estuvo tan hábil dosificando las piezas de su culebrón superheroico, construido a la manera de la teleserie Canción Triste de Hill Street, pero también es que el ritmo que imprime Smith es insuperable, hipnóticamente variado y preciso, con personajes que establecen sus propias relaciones espaciales (entre ellos y respecto al entorno) y psicológicas (tal vez por primera y única vez la elección de planos y el montaje visual se corresponde con fluidez con las inflexiones y matices del discurso claremontiano). Desaparece la redundancia descriptiva de la etapa Cockrum, la tensión y el forcejeo que, con Byrne, lanzó a los hombres-X al estrellato. Smith da el punto justo para apreciar que los personajes de Claremont no son, como se sostiene, de carne y hueso, sino espléndidas construcciones filosóficas a la manera del teatro clásico, donde cada participante puede lucirse en una escena, un monólogo, una réplica.
Hasta que las dudas de Scott sobre Madelyne arrastren a todos al gran fin de fiesta, los mutantes corren distintas aventuras. La primera de ellas, entre UXM #169 y UXM #170, presenta a los Morlocks. Esta sociedad subterránea, homenaje a La máquina del tiempo de H.G. Wells, está liderada por Calixto y ha sido reunida gracias al mutante Caliban (introducido en UXM #148) y su habilidad de detectar otros mutantes. La Patrulla-X entra en contacto con estos inadaptados siguiendo la pista del Ángel, raptado de su ático por unos desconocidos. Para quien esto escribe, la secuencia de Rondador Nocturno en que interviene para rescatar a Candy Southern (la novia del Ángel, lanzada al vacío), es la mejor en la historia de este personaje y una de las pocas veces en que una relación de pareja ha sido retratada en un cómic de superhéroes con la sofisticación de la comedia clásica hollywodiense. Todos los morlocks tienen poderes sobrehumanos. Para salvar la situación, una Tormenta enferma, con prohibición expresa de recurrir a sus poderes climáticos, debe vencer en duelo singular a Calixto, la líder de los Morlocks, con la vida de Kitty en juego. El combate es a muerte y Ororo no duda en atravesar con el cuchillo el corazón de su enemiga. Claremont camina con paso firme en la humanización de su “Diosa”.
En UXM #171 Smith se toma un descanso. De la facilidad con que se había hecho con los personajes dice mucho que la elección de su sustituto, un Walter Simonson en el cénit de su capacidad en Thor, sepa a poco. A Simonson compete la culminación de una jugada acariciada por Claremont desde hacía meses: la incorporación de Pícara a las filas de la Patrulla. La mutante sureña había rondado el universo-X desde su presentación en el Avengers Annual #10, gracias a la vinculación con su madre adoptiva, Mística, la jefa de la nueva Hermandad de Mutantes Diabólicos. Hasta entonces, sin embargo, había dado bandazos entre los dominios de Claremont y esporádicas intervenciones en Dazzler, retratada como una esquizoide obsesionada con la cantante Alison Blaire. Claremont la readapta, le insufla remordimientos y la dulcifica para pedir ayuda al profesor Xavier. A pesar de que el telépata no es capaz de discernir sus verdaderas intenciones, confía en ella y la acepta, en oposición al criterio mayoritario de sus alumnos, que no pueden dejar de culparla por lo que le hizo a Carol Danvers, con una plática reminiscente del UXM #148. Evidentemente, la situación no gustará a Binaria, que tomará la decisión de marchar al espacio con los Saqueadores Estelares.
Mientras, la relación entre Scott y Madelyne va viento en popa. Con una sutil secuencia tipo “Un pijama para dos”, Claremont y Simonson sugieren un primer encuentro sexual. No faltará mucho hasta que se comprometan en matrimonio. Pero antes hay que recuperar a Lobezno quien –insospechadamente- se le ha adelantado.
En 1983 a Claremont se le ha quedado pequeña Uncanny X-Men. Y eso que cuenta ya con los bebés-X para profundizar en secundarios que se ven cada vez más relegados de la serie madre. No es solo que Marvel esté jubilosa por la buena marcha comercial de los hombres-X y empiece a dar el visto bueno a todo lo que huela a mutante. Es que se le acumulan las tareas.
Una de ellas consiste en explicar de una vez qué ocurrió con Illyana Rasputin durante su estancia en el Limbo en el ya clásico UXM #160. Para ello escribirá cuatro números dibujados sucesivamente por John Buscema (#1 y #2), Ron Frenz (#3) y Sal Buscema (#4) y entintados por Tom Palmer, que dejan a la hermana de Coloso, en su personalidad recién bruñida de Magik, a las puertas de los Nuevos Mutantes, aunque de todos ellos será el personaje que con más facilidad transite de un título a otro, junto a Kitty Pryde. La miniserie Magik, uno de los mejores guiones jamás escritos por Claremont, está narrada en primera persona, registro que ya había probado con éxito en Lobezno, y bajo toda la parafernalia mágica se trata de una agridulce historia de iniciación y aprendizaje. Lástima que el apartado gráfico no brillase con la misma intensidad. Un desganado John Buscema ejerce su magisterio y Ron y Sal intentan no rezagarse, lográndolo más el primero que el segundo.
En España esta miniserie tuvo un tratamiento peculiar. Forum la escogió como nº 8 de su colección Extra Superhéroes, dándose la paradoja de que apareció en nuestro mercado antes que el UXM #160 del que derivaba, no digamos ya de su ubicación cronológica correcta que, en lo que respecta a Uncanny, estaría en algún punto entre la boda de Cíclope y la marcha a las Secret Wars. Es decir, ya fuera de mi objeto de análisis. No obstante, si desean saber más pueden consultar la reseña que escribí con motivo de la única edición cronológicamente acertada que se ha publicado en España: el tomo Los Nuevos Mutantes: La Niña Oscura.
Lobezno: Honor supuso la respuesta de Claremont a la petición de Frank Miller de volver a trabajar juntos tras las buenas sensaciones del Marvel Team-Up #100 donde presentaron a Karma en sociedad. Logan era el mutante favorito de Miller, un gran admirador de la época Byrne, y Claremont decidió complacerle con una historia urbana, ambientada en Japón, alejada de la casuística superheroica, que le permitiera llevar un paso adelante al canadiense, un poco encasillado ya en su papel de macarra con ribetes psicopáticos. El escritor inglés planea convertirlo en un ronin, un samurái sin señor, y explorar no la naturaleza de la bestia, su salvajismo, sino su humanidad irrenunciable, su honor. De ahí el título. A tal fin, revela al padre de Mariko como un importante gangster respaldado por la organización ninja La Mano, creada por el mismo Miller para Daredevil, y pone a Logan en el brete de elegir entre dos mujeres: la “princesita” Mariko y la “salvaje” Yukio. La elección está clara, pero Claremont no desperdiciará a Yukio: la usará como catarsis para los cambios que opera en Tormenta, su transformación punk.
El argumento de Honor sigue unas reglas bastante arquetípicas de auge-caída-redención, bien resuelta por ambos colaboradores. Como en el número dedicado a Lobezno en UXM #162, a veces la narración “binaria”, alrededor de frases simples que buscan la matización por la contradicción, puede llegar a cansar, pero al final cumple con creces el objetivo previsto de resituar a Lobezno y satisface al lector que busca sus buenas dosis de acción y dramatismo sin prejuicios. La base del relato será muchos años más tarde destrozada sin piedad en la segunda incursión cinematográfica del mutante, titulada Lobezno: Inmortal.
La Patrulla-X acude a Japón para el enlace de Logan y Mariko, con cuyo anuncio terminaba Lobezno: Honor. Dejando a un lado la sospechosa ubicuidad del enemigo detrás del “misterio” Madelyne (a estas alturas poco “misterioso” para los habituales), el díptico entre UXM #172 y UXM #173 oficia de secuela encubierta de la primera aventura en solitario del mutante de las garras de adamantium, hasta el punto de que en USA fueron recogidos en un tomo acompañando la reedición de la miniserie. Smith, conservando las señas fundamentales de su estilo, da una lección de ductilidad y profesionalidad integrando parte de los recursos estéticos de Miller (por ejemplo: el duelo entre Lobezno y el Samurái de Plata en expresivas viñetas de efecto scope, el diseño de las planchas jugando con los espacios en blanco, etc.), con aun más eficacia que el original. El viaje a Japón sirve para dar carta de naturaleza a Pícara (si Lobezno la acepta es que lo merece, como sostendría al poco Rondador); para resolver la dicotomía Diosa/ Mujer que Claremont llevaba meses planteando para Tormenta, recurriendo –muy coherentemente- a un arranque de rebeldía adolescente (recordemos que Ororo, hasta ahora, solo ha hecho “lo que se esperaba de ella”, asumiendo como propios estereotipos proyectados desde fuera); y para deshacer el compromiso de Logan a quien –pese a su edad- nadie quiere ver casado. De la seguridad de Claremont habla muy bien que los mutantes recorrieran el País del Sol Naciente sin necesidad de tropezar con Fuego Solar, trasgrediendo la regla no escrita de que si visitas un sitio debes saludar a su héroe local. ¡Como si no hubiera millones de habitantes!
Tras el impactante final de UXM #173 parecía arriesgado titular la siguiente entrega como “Romances”. Por supuesto, es lo que hacen Claremont y Smith, repasando las parejas en activo de la serie: Coloso y Kitty afianzando una relación que parecía imparable; Xavier y Lilandra tienen su interludio entre el deber de ambos y Amanda le devuelve la broma a Kurt Wagner; pero, por descontado, el momento crucial es la petición de mano de Madelyne que, en un alarde narrativo, acontece fuera de la vista del lector. Cuando las cosas se prometían felices, reaparece Fénix Oscura.
¿O no? Las respuestas se encuentran en UXM #175. En realidad, se trata de una elaborada venganza de Mente Maestra, recuperado tras los acontecimientos de UXM #134. El astuto Claremont, aprendida la lección del otro gran fallecimiento del Universo Marvel (Gwen Stacy), sabe que hay que jugar con las expectativas del lector, sin darle jamás lo que pide. ¿Queréis de vuelta a Jean Grey? Con el ojo puesto en la saga del clon de Conway y Andru, Claremont y Smith demuestran que es preferible añorarla y seguir adelante que caer en el bucle infinito del status quo. Lástima que otros no tuvieran tan claro este precepto. Pero esa –por citar el tópico- es otra historia.
Smith se despide con una boda. Repentinamente, hasta el punto de que las páginas del enlace ha de dibujarlas su sustituto, Romita Jr. Para muchos, entre quienes me encuentro, la marcha de Smith representa el punto de inflexión de la serie, progresivamente desangrada en los entresijos editoriales del naciente cosmos mutante, empezando por las perniciosas Secret Wars. Hasta ahora, Uncanny X-Men era la cabecera en la que pasaban cosas. A partir de entonces se convertirá en un escaparate de sucesos que transitan eventualmente por ella para desembocar en otros predios. No falta mucho para que Los Nuevos Mutantes le tome la delantera, convirtiéndose, con los lápices prodigiosos de Bill Sienkiewicz, en la serie rompedora que una vez fue Uncanny.
Smith se larga por sorpresa, ya digo. La coherencia de su estilo y el esperado matrimonio cierran la etapa con una ilusión de plenitud, de círculo completo. En una lectura más atenta (y menos complaciente) no es difícil ver, sin embargo, que si hubiera permanecido hasta UXM #179, ese habría sido el broche de oro, clausurando las tramas aparcadas por el desposorio: la promesa de Kitty a Caliban, la reacción de Mística a la marcha de su hija adoptiva, el estado de la relación de Logan y Mariko, etc. Smith se marcha sin completar una docena de números haciendo historia en el título. Nunca como con él las emociones de los personajes obtuvieron una plasmación más exacta. Tomemos por ejemplo las incertidumbres del hombre-X por antonomasia, Scott Summers, sobre la que será su futura esposa en UXM #175. Cíclope despierta de su coma y corre a avisar a sus compañeros sobre la identidad del villano, que ha deducido analizando los hechos fríamente. Smith lo dibuja saliendo de la enfermería en una dirección. Pero entonces duda. Un primer plano le retiene. Si Mente Maestra domina las percepciones, lo que ven y oyen los habitantes de la Mansión, Cíclope está en franca desventaja. Debe buscar sus propios ases. De modo que parte en dirección contraria para preparar el terreno de juego. ¿Y qué mejor que recurrir a sus propias ilusiones (la Sala de Peligro) para engañar a un ilusionista?
Con igual tino encara los frecuentes combates, sofisticándolos según la tensión precisa. Así, el duelo de Calixto y Tormenta comienza con seis viñetas cuadradas, adecuadas para seguir bien las fintas. Repárese en el efecto espejo de la página, donde la viñeta 3ª tiene su reflejo en la 5ª, la 2ª en la 4ª y la 1ª en la 6ª. La escaramuza termina en la plancha siguiente, en seis viñetas verticales más a propósito para establecer un tempo dramático, donde los cuatro últimos cuadros representan a Calixto derrumbándose mientras Tormenta camina hacia la cámara. Valgan estos ejemplos de muestra de los distintos y acertados recursos desplegados por el ilustrador en su tarea. El lector perspicaz puede entretenerse buscando sus propios tesoros.
Argumentalmente, Claremont dispensa (provisionalmente, claro) a Scott Summers de su vida aventurera. Cerrando el paralelismo con la muerte de Jean Grey, abandona otra vez el equipo para sentar cabeza y, quizás, formar una familia. Ya se buscará las vueltas para sacarlo de su retiro en ocasiones puntuales. Todo el reparto brilla a la altura del canto del cisne, en unos límites que rara vez alcanza una serie de superhéroes. Ni la propia Patrulla-X será capaz de repetirlo muchas veces más.
La que es, muy probablemente, la historia definitiva de la Patrulla-X, su quintaesencia, nació como un proyecto fuera de la continuidad oficial. En principio iba a encargarse Neal Adams como autor completo pero al no llegar a un acuerdo sobre sus honorarios abandonó con unas diez páginas dibujadas en las que ya había liquidado al Amo del Magnetismo. Entra Claremont en escena con un sólido cuento que ataca el fundamentalismo y aboga por el respeto a las diferencias. Dios ama, el Hombre mata fue adaptada (saqueada, más bien) para la gran pantalla en X-Men 2 y el mismo Claremont se atrevería con una innecesaria segunda parte en X-Treme X-Men. Para los pormenores argumentales y su relevancia estética les remito a la reseña del compañero Luis Javier Capote Pérez. En estas pocas líneas quiero observar las dificultades para su correcta ubicación cronológica en la saga mutante.
El problema fundamental radica en la aparición de una Illyana Rasputin adulta. Eliminando su (anecdótica) participación, podría situarse más o menos en los tiempos de los Marvel Fanfare dedicados a la Tierra Salvaje. Sin embargo, con la hermana de Coloso crecida tras su paso por el Limbo (y dejando de lado la incongruencia de que en cualquier momento podría escapar de sus captores teleportándose en un disco de luz), nos quedamos sin opciones. Primero Xavier está catatónico, luego la Patrulla-X se pierde en el espacio en su lucha contra el Nido. Sin contar que durante este tiempo el profesor-X incuba un embrión eslizoide. A la vuelta de sus pupilos, Xavier es un clon y los Nuevos Mutantes rondan por la escuela. En la Novela Gráfica se menciona explícitamente que la Mansión cuenta solamente con los habitantes mencionados (La Patrulla-X, Xavier e Illyana).
Claremont presume de poder integrar Dios ama, el Hombre mata en continuidad, pero que jamás revelará el truco para que todo cuadre. Hasta entonces, tomémosla por lo que es: un excelente relato de la Patrulla-X.
Aqui, aqui empeze yo con los X-men, concretamente con la saga en la que regresaban los saqueadores estelares y pajaro de muerte, y el numero del cuento de hadas de Kitty. A partir de ahi imposible dejarlo, y a recuperar los numeros anteriores.
Joder. Estooo…
Para descubrirse el sombrero una y mil veces, Javier.
uau!!! empeze!!!!, bueno mil perdones al castellano, empecé por supuesto.
En esta etapa está también mi primer cómic de la Patrulla, exactamente el 13 de forum, que traía el primer número de la saga del nido.
http://www.universomarvel.com/fichas/esp/pxf1013.html
Menudo lagrimón se me está cayendo ahora mismo jejejeje.
Buá, pedazo tebeos… Una duda, alguien sabe si Panini piensa publicar el annual de Avengers con la primera aparición de Pícara en el tochaco 4 de la Patrulla?? Sería lo suyo.
Chinchi, ese anual de los vengadores ya esta incluido en el tomaco 3 de la Patrulla 😉
Articulón.
Uno mas que empezó aquí. 20 de fórum, concretamente
http://comics-gestiox.es/images/Sueltos/La%20Patrulla%20X-Forum-Volumen%201-%20%20%2020-.jpg
Fotaza la del señor Claremont.
Estos tebeos ya son moderneces.
En esta época me enganché yo también, vamos, creo que fue está época, en la que los llevan a una imitación del infierno de Dante.
A partir de ahí, fan a muerte de la patrulla.
El primer tebeo de los «patrullosos» que leí fue también de esa época, creo http://elpajaroburlon.com/wp-content/uploads/2014/06/13.jpg Era muy chavalín y he de decir que tuvo un efecto sumamente perturbador. ¡Tormenta, vampira!
Mi primer tebeo de la patrulla-x fue aquel en el que el Doctor Muerte les derrota (y además me lo compré porque me molaba el villano que aparecía en la portada en primer plano), de hecho, lo leí hace tantísimo que apenas me acuerdo de él. Sé que en aquellos números hubo»algo» entre Tormenta y Muerte, lástima que nadie se atreviera a explorar eso.
Recuerdo también el número de Drácula, que al igual que a Mr.X me resultó bastante perturbador. Una historia de terror en toda regla.
A mí me lo compró mi abuela. No sabía la pobre señora el efecto que podía tener una mente prepúber 😉
Gracias a todos! Estos tebeos son parte de mis años de formación, así que me ha entrado un pizco de miedo escénico. Quería estar a la altura!
Antoine, la historia que citas del infierno de Dante (y la primera aparición de Amanda Sefton) pertenece al Anual#4, dibujado por Romita Jr., y que se situaría cronológicamente justo después del entierro de Jean Grey y la incorporación de Kitty. O sea, al final de la etapa anterior, comentada por el compañero Sergio.
Mr.X, a Claremont se le daba muy bien Drácula. Lástima que no lo usase más. El Anual#6 es la bomba. Aquí se publicó en un especial aparte junto al sueño de Xavier del UXM#161, al final del cual la Patrulla-X caía en poder del Nido.
Antoine, creo que el número que dices es éste
http://1.bp.blogspot.com/-GCAN899vrbA/TsLEfFze1-I/AAAAAAAABsc/o9ZUom1cPAY/s1600/john-romita-jr-uncanny-x-men-annual-4-cover-dr-strange-colossus-storm-and-wolverine.jpg
Gracias Javier y Aguja, una lagrimita corre ahora por mi mejilla.
A mì es que estos me gustan incluso màs que los de Byrne, porque el que fènix hubiese muerto hizo que leyeras cualquier tebeo posterior con la sensaciòn de que cualquier cosa, cualquier cosa! era posible, aparte de esa pátina de melancolìa que envolviò todos los tebeos posteriores.
Es que nadie va a comentar nada de la superfoto de Claremont?
«Chris Claremont, a su llegada a Barcelona en 1985»:
https://www.youtube.com/watch?v=3yjlLkpP1WU
Recién me he pillado un todo de estos y madre mía Claremont era grandioso en estas dos etapas y de smith a byrne en los muits me quedo con Smith.
Dios ama el hombre mata, es una joyita que define a los X-men
Yo soy de los que piensan que los x-men debieron morir con la marcha de Byrne.
Excelente trabajo, pero…¿y el anual con el hombre imposible????
Murieron y fueron reemplazados por unos dobles menos talentosos.
Yo comencé con la segunda génesis con los mutantes y esta etapa la considero todavía muy válida, fue un poco más tarde cuando me empezó a gustar menos, cuando empezaron a aparecer otros personajes como cable o el mojoverso
Para mí la auténtica decadencia,donde verdaderamente los tebeos de la Patrulla dejaron de ser buenos, fue más o menos al final de la etapa Silvestri y el principio de la de Jim Lee. Antes, el nivel había bajado, pero seguían siendo tebeos la mar de majos.
Menudo repaso, Agrafojo.
A mí es que, con sus picos y caídas, me gusta toda la etapa de Claremont. Pero estos números están entre los mejores. Sobre todo los de Paul Smith. Y estoy de acuerdo; es un dibujante enorme y de una elegancia exquisita.
Ya lo he comentado otras veces. Para mí todo se vino abajo justo aquí, cuando abrazaron el harryeldurismo.
http://www.wolverinefiles.com/Images/uncanny-x-men-210.jpg
El trabajo de Paul Smith, me encanta, cierra para mí un ciclo dentro de la patrulla-x coincidiendo su marcha con la de cíclope de la patrulla-x, luego ya sería otra cosa, y Claremont buscaría otras cosas.
Lo de que volviera Jean siempre me fastidió por echar un poco tierra sobre el trabajo de Paul Smith, y todas las escenas de Scott y Maddie en Alaska.
Pues me estoy viendo que me me van a dar de gorrazos, pero por mal que se hable de la saga disolución y renacimiento, para mi la peor etapa de los 15 años de Claremont son precisamente los números 144 a 159, es decir la primera mitad de los aquí reseñados. Qué sopor de diálogos y textos de apoyo, esa «saga» con muerte, la segunda del club fuego infernal, el infantilismo en el tratamiento de Kitty que no pega con lo expuesto en los últimos números de Byrne, incluso el número 150 no puedo evitar pensar en cómo podía haber sido con Byrne o con Smith.
Eso sí a partir del número de Belasco la vuelven a partir casi al nivel de la etapa Byrne, en la saga del nido por fin Cockrum vuelve a dejar el buen sabor de boca que había dejado en su primera etapa y la etapa de Smith es excelente, como ya se ha comentado.
Y también fui de los que entró en estos números. Los primeros que leí fueron el retapado con los 11-15 de fórum y el primero que compré el retapado con los númeos 16-20.
Esta es sin duda la primera etapa que leí de la Patrulla X, y fue amor a primera vista, Muerte, Arcade, La Reina Blanca, luego, la etapa de Paul Smith es de una clase impresionante, esa Madelyne…esa Fenix, Tormenta, Los Morlocks, los guiones claros, con una trama emocionante, todo muy bien medido y los dibujos de un fuera de serie y sin duda Claremont, es quien mejor trata a los personajes y los hace tan interesantes.
De esta epoca y hablando de dibujantes, mis preferidos, Byrne, Smith, Silvestri, Romita jr y Cockrum, vaya tela, si la época de Morrison hubiera estado cubierta por semejantes monstruos…
Después de esta época recupere el resto y creo que no me he perdido nada hasta nuestros días. Ultimamente que tengo mucho tiempo libre a mi pesar, he ordenado todo el arsenal de comics que tengo y entre los tochogolds, coleccionables, y demás, creo que lo tengo todo de los X-Men, todito, y tras la época insuperable de Claremont, tengo que decir que me encanta la Era de Apocalipsis, Bendis, Whedon y Morrison, y los números aquellos en los que dientes de sable en la mansion con Madureira apretando dientes!
Enorme artículo, Javier Agrafojo. Tiene el punto perfecto de información detallada mezclada con recuerdos y sentimientos que hace mucho más interesante su lectura. Además que nos trae esos mismos recuerdos.
Los cómics reseñados fueron una maravilla, pero este artículo sin duda está a su altura. Felicidades.
Poco más se puede decir de estos cómics, salvo que no hay nada como volver a releerlos y seguir disfrutándolos. Incluso ahora, con salvo quizás alguna excepción puntual y la evidente diferencia por el paso del tiempo, esas historias siguen siendo emocionantes.
En todo caso, esos personajes siguen hoy ahí fuera y supongo que para algunos las historias actuales serán, a su manera, también emocionantes. No es mi caso, por lo que leer estos artículos (y releer estas historias, como estoy haciendo en estas semanas) me sirve para volver a disfrutar de un Lobezno, una Tormenta, un Rondador y otros tantos personajes que hoy en día se echan de menos.
Ayer mismo me leí el último Nightcrawler #3 y el propio Claremont, en palabras de Rondador Nocturno, dice: «I asked them here because they are in danger. Because helping people is what the X-Men do. At least… the X-Men I remember. Has that changed?» Sí que ha cambiado, sí… A ver si vuelve a cambiar.
Lo dicho, una gozada de artículo.
Gracias y saludos!
Ah, y pedazo de fotaca de Claremont con pañuelaco y sombreraco. Lo raro es que no escribiera las pedazo de historias que escribía 😀
Saludos!
Gracias Javier por el artículo, no me canso de decirlo. Es como un entrañable viaje al pasado.
Yo no soy capaz de distinguir etapas en la patrulla de Claremont. Para mi es todo uno, un largo viaje con unos compañeros que iban evolucionando conmigo. Los mutantes fueron grandes mientras estuvo el guionista al frente, y casi todos los dibujantes que tuvieron una etapa más o menos larga hicieron un gran trabajo, y todos me gustaron mucho: Byrne, Cockrum, Smith, Romita, Silvestri, todos.
La sensación de que Tormenta perdiera sus poderes para siempre o Cíclope abandonara el grupo y ya no volviera me tenía atenazado. Parecía que podían pasar cosas muy gordas. Ya sé que con Claremont Ororo recuperó sus poderes y Cíclope volvió por allí, pero el tío sabía tenerte jodido una buena temporada. Tal vez yo no sea el mismo, o los tebeos ya no son los mismos, el caso es que desde que Claremont dejo los mutantes, yo no los sentí igual nunca más.
Lanzo pregunta: existe algún caso de alguien tantos años al frente de una colección súper heroica? Claremont estuvo cuanto, 17 años?
¡¡¡Ustedes quieren matarnos de nostalgia!!!! Pero gracias por tan dulce muerte. Es tanto lo que puedo decir de lo que me evoca cualquiera de las etapas de Claremont en los X-Men, que prefiero abstenerme por ahora. Cuando esten todos estos artículos finalizados me los imprimiré y me los leeré con calma de un tirón ( o de un par de tirones) . Eso sí, las Felicdades y agradecimientos van por adelantado, porque doy por descontado que es un trabajazo hecho con un cariño y con una profesionalidad impagable. Son ustedes muy grandes.
Coincido con algunos comentarios que piensan (pensamos) que todo se fue al garete con la marcha de Byrne, aunque ganamos 2 cosas: la etapa de Paul Smith y la macrosaga de Byrne en FF.
en esa foto chris es el hermano perdido de gerry rafferty(stealers wheel-stuck in the middle with you).
y mis números favoritos(que ya es decir)a dia de hoy,siguen siendo los de la masacre mutante.
«todo se fue al garete con la marcha de Byrne»
«Ya lo he comentado otras veces. Para mí todo se vino abajo justo aquí, cuando abrazaron el harryeldurismo.»
Pues qué queréis que os diga, ojalá todas las series se fueran al garete de la misma manera. Es decir, después de Byrne vinieron cosas como la saga del Nido, Madleine Prior y Entre las Cenizas, Morlocks, Dracula, Pícara, Romita Jr etc etc
A partir del harrydurismo vino la Masacre Mutante (que empieza en el nº que enlaza Ocioso), Longshot, Dazzler, Guerras Asgardianas, la miniserie con los 4F, la Caída de os Muantes, el Silvestri bueno etc etc. Si eso es irse al garete o venirse abajo, bienvenido sea.
No, no puedo estar de acuerdo, la cosa se fue al garete con la llegada de Jim Lee, Harras y Lodbell y toda esa banda de destrozaeditoriales.
Opino lo mismo. Para mí se fue al garete con X-Men #1. Parece mentira que el cómic más vendido de la historia, uno de los más esperados por los fans, uno de los que en su momento nos hizo tener a todos los ojos como platos sea también el que marcó el fin de todo lo que hacía a la Patrulla-X tan maravillosa.
Para mí todas sus historias, y todos sus colaboradores, fueron magnífico.
Yo no encuentro ningún momento en el que se haya ido como tal al garete. Al final, siempre conseguía remontar y hacerse a sí mismo un relanzamiento con cambio de timón sin perder la esencia.
35.guolverin.
+2.
Totalmente de acuerdo guolberin, a eso me refería yo antes.
El auténtico alma de la serie siempre fue Claremont, es cuando él desapareció cuando los mutantes dejaron de ser lo que eran.
Para cada lector todo se fué al garete dos o tres años después de que empezara a leer la serie, cuando le cambiaron las tres o cuatro cosas con las que se inició.
Estoy seguro de que habrá gente que se habrá aficionado con Heroes reborn y pensará que todo se fué al garete con Heroes return. Porque hay gente pató.
«Para cada lector todo se fué al garete dos o tres años después de que empezara a leer la serie»
Sigo sin estar de acuerdo, para mí se fue al garete cuando he dicho antes, y eso fue más de dos o tres años después de empezar a leerlos. Se fue al garete cuando lo destrozaron los «artistazos y editorazos» que he dicho antes, y eso no tiene que ver con cuándo empezamos cada uno a leer la serie. Vale que cada uno tenga sus gustos, intereses o preferencias, pero la serie siguió teniendo un nivel alto hasta entonces. Si uno se cansa antes no es que la serie se vaya al garete, es por las circunstancias personales de cada uno, porque ya no le interese la serie o por lo que sea.
En cualquier caso, lo que quería decir sobre todo era que si la serie se fue a la porra (ya está bien de la palabra garete, jeje) en la masacre o cuando se fue Byrne, ojalá todas las series que compro actualmente se vayan a la porra ya mismo, porque eso significaría que mejorarían todas, porque esta Patrulla X es mejor que todas las series de Marvel y DC actuales. QUE TODAS.
Vale, elimina lo de los dos o tres años.
Cada lector se engancha en un momento concreto porque se encuentra una serie con un tono con el que empatiza. Yo me colgué con la primera Patrulla pero si hubiera nacido veinte años mas tarde y el primer tebeo mutante que hubiera caído en mis manos fuera uno de los noventa no habría seguido leyendo.
De igual forma un chaval que se cuelga en los noventa nunca habría conectado con uno de los años sesenta y tampoco habría leído mas.
Cada lector tiene su propia personalidad, incluso cuando se está iniciando de pequeñín, y para aficionarse a una serie tienen que darse varios factores a la vez: que sea la serie adecuada, con el tono adecuado, y que pille al chaval en un momento adecuado. Si mi primer tebeo de superheroes hubiera sido uno del Capitan Marvel de Starlin (en España se publicaron a la vez), es posible que no hubiera leído ni un tebeo de superheroes mas en mi vida.
No es que consideremos que determinada etapa es la mejor porque es la que hemos leído de pequeños, es que si de pequeños hubieramos leído cualquier otra etapa a lo mejor no nos hubieramos aficionado a la serie.
Hay gente para la que la genuina Patrulla-X es la de los ponzoñosos años 90. Eran chavales con una formación previa distinta a la mía que les permitió disfrutar de aquellos tebeos.
Hay excepciones. La mayoría de los que nos colgamos con la formación original pudimos reciclarnos en la etapa de Claremont, pero es que aquellos tebeos eran muy buenos.
Total, para cada lector todo se va al garete cada vez que la serie sufre una transformación profunda, cada vez que se crea un punto de inflexión. A lo mejor consiguen superarlo la primera vez, pero la segunda va a ser mucho mas jodida.
Por eso digo que la Caida de los mutantes fué el punto de inflexión que me echó de los mutantes. La marcha de Byrne supuso un bajón en la calidad de la serie. Luego hubo otros, pero el tono general seguía siendo mas o menos el mismo. La transformación se produce cuando el buenazo de Coloso nos mira por encima del hombro bajo una cita de Harry el sucio. Los mutantes dejaron de ser unos aventureros que salvan el mundo para convertirse en unos macarras. Fué poco a poco, pero esa portada era una declaración de principios de hacia donde iban las cosas.
Ojo, que la etapa de Jim Lee era con Claremont a los guiones, pero un Claremont muy perdido ya.
OK, Oci, te entiendo, pero es que una cosa es «irse al garete» y otra «me deja de interesar». Por eso decía que ni al marcharse Byrne ni al empezar la Masacre la serie se fue al garete, si no que a algunos les dejó de interesar por lo que sea. ¿que pega bajones en esos momentos? Sí, puede ser, al irse Byrne pega un bajón, pero con el Nido y Paul Smith pega un subidón otra vez, y así se tira hasta Jim Lee, parriba y pabajo, peor con calidad más que suficiente.
«Por eso digo que la Caída de los mutantes fue el punto de inflexión que me echó de los mutantes. »
¿La Caída o la Masacre? Que la portada esa es de la Masacre. SI hubieras dicho desde el principio la Caída, me habría callado, jeje, que ahí pega un considerable bajón, pero con la Masacre no estoy de acuerdo, aunque esa portada indique que las cosas se ponen feas. Y a pesar del bajón de después de la Caída, la cosa, para mí, sigue siendo muy buena, lo del lugar peligroso y todo eso está bastante bien. El bajón gordo llega con Gambito más o menos, jejeje, casualmente un personaje bastante cutre.
+1 al último párrafo de guolberin.
De toda la etapa Claremont esa parte de Gambito, Tormenta niña y tal me parece lo más flojo,
guolberin: pero es que una cosa es “irse al garete” y otra “me deja de interesar”.
En mi caso siempre coinciden porque tengo un gusto superexquisito
guolberin
13 junio, 2014 de 14:53
OK, Oci, te entiendo, pero es que una cosa es “irse al garete” y otra “me deja de interesar”. Por eso decía que ni al marcharse Byrne ni al empezar la Masacre la serie se fue al garete, si no que a algunos les dejó de interesar por lo que sea. ¿que pega bajones en esos momentos? Sí, puede ser, al irse Byrne pega un bajón, pero con el Nido y Paul Smith pega un subidón otra vez, y así se tira hasta Jim Lee, parriba y pabajo, peor con calidad más que suficiente.
«¿La Caída o la Masacre?»
No sé…cuando se convierten en unos macarras y dejan de ser un grupo de aventureros para transformarse en un grupo paramilitar. No hay un número concreto, es algo paulatino, pero me gusta asociar el comienzo del declive con esa portada.
Terrific, yo también me acabo de leer rondador número 3, bueno, qué pasada! Qué cantidad de cosas pasan en éste, eh¡ Rondador ha empezado en el lugar 28 del top 100, con casi 50000 copias vendidas, sabemos que es bastante probable que las ventas tras el 1 bajen, pero bueno, que no decaiga… me está encantando.
Recuerdo esas pintas de Claremont de la foto, porque la primera vez que reparé que la razón que un tebeo me gustase, era porque había un señor detrás que lo escribía. Y cuando me di cuenta que el señor que escribía la patrulla x se llamaba Cris Claremont, fue en el número 32 de vengadores de forum (incluía el avengers annual 10 americano, uno de mis tebeos favoritos de siempre), en el que incluían un artículo de su llegada al salón del comic de Barcelona con éstas pintas.
Me troncho de la risa cuando escucho a lectores españoles decir que no debía de haber habido más vida de xmen tras la marcha de Byrne, juas juas. Sobre todo porque en España no hemos podido disfrutar de las ediciones de la etapa byrne, en su época y bien editadas… vértice las editó en bn y con unas traducciónes horribles. Luego están los más jóvenes, que habran llegado a la patrulla por los dibujos de los 90 o las pelis del 2000 y leyendo a byrne en coleccionables escaneados… vamos, y ahora van de puristas, por favor¡
Los de mi generación disfrutamos de surco y el primer forum, pero la etapa completa de byrne la leímos en classic xmen años después, y con portadas de arthur adams y complementos de Bolton, que tamibén nos encantaban, en aquellos tiempos no oí a nadie quejarse… leed los correos de forum… la gente estaba encantada, y no era por censura, por que a Sienkiewicz lo ponían a caer de un burro… los mismos que ahora dicen que estos tebeos post byrne no son para tanto o que Claremont está acabado .
Pues si el señor que ha escrito nightcrawler 3 está acabado, ojalá el 99 % de todos los que han escrito algún comic Marvel éste mes estuvieran la mitad de acabados que él.
abcdef, a mi me sorprendería que la serie de Nightcrawler llegara a los 12 números, la verdad.
Quizás ocurra que, si las ventas van bien, al final Claremont pase a otra serie (como los Amazing X-Men, por ejemplo). Pero vamos, yo voy a disfrutarlo mientras dure 😀
Saludos!
Pues sin compartir el tono tan cortante de abcdef, coincido en muchas cosas con él. De pequeño no terminaba de empatizar con la Patrulla. Supongo que era demasiado adulta para mi. Empecé a engancharme definitivamente en la época final de Romita y sobre todo con el mítico número dibujado por Alan Davis con Lobezno y Dientes de Sable zurrándose por vez primera. A partir de ahí ya me hice fan y empecé a leer Factor-X. Excalibur (cuyos primeros números son brutales), y luego con Classic X-Men recuperé la primera etapa como dios manda. Y si, le tengo cariño a aquella alineación post-Masacre Mutante (me acuerdo del número aquel en el que regresa Kaos que va buscando a la Patrulla, pasa por la mansión de los Vengadores recién destruida por los Señores del Mal…), pero la etapa anterior la reconocí como mejor. Del mismo modo que por mucho que haya empezado a leer comics en los 80, muchos de los 60, 70 e incluso anteriores me han conquistado, de niño y de adulto, porque el cómic que es bueno, es bueno. Y lo demás de nostalgia y etc. me parece que puede aplicarse a tebeos concretos por los que uno tenga debilidad. Pero lo que es clásico aguanta la prueba del tiempo.
Pues a mí lo Classic X-men me caían mal porque mangoneaban la historia del grupo introduciendo retrocontinuidad. El ejemplo mas claro es el de la relación entre Lobezno y Jean Grey. Ella nunca demostró el mas mínimo interés por él. Si no recuerdo mal él solo dedicó un globo de pensamiento a insinuar que ella le molaba. Mediante retrocontinuidad y la puta historia de Bolton debajo del arbol alteraron la relación entre estos dos, e indirectamente la relación entre Jean y Scott.
Ocioso, la retrocontinuidad no era retrocontinuidad par los lectores españoles de los 80, en mi caso leía esos tebeos por primera vez, ya que no soy de la generación vértice, por lo que asumí las histórias de Bolton de una manera natural y perfectamente integradas en la serie original…
Lemmytico, mi tono puede parecer cortante, pero te aseguro estoy de muy buen humor, sobre todo hoy que me he leído rondador 3, 🙂
Lo que quería decir es que si de repente escribiese alguien por aquí diciendo que flipó con la patrulla cuando compró en el quiosco el patrulla x vol 3 vértice número 20 y que cuando forum publicó el número 6 con la salida de byrne fue cuando abandonó la colección… pues oye, con un par, mis respetos… Pero ése lector no existe (y si existes manifiestate¡ XD ) O sea, que los comentarios de la patrulla debió terminar con la salida de byrne me sobran, no solamente no cuentan la verdad de su propia vida y es una mera pose, es que además el 90 de los que estamos aquí, y seguro me quedo corto, no estaríamos aquí sin ésos números post byrne. Yo sí comencé con el entierro de fenix y días de futuro pasado, al final, y viví en presente la marcha de byrne, no lo eché de menos porque por aquellos entonces byrne tenía por los menos 3 series en los quioscos, pero la patrulla post byrne ha sido el punto de comienzo con Marvel de la mayoría de los lectores de super héroes en España… y no solamente en los ochenta, hay gente de 10 años más jóven que yo que aunque no lo reconozcan, emperzaron comprando los números de Madureira y viendo los dibujos de la tele, o ahora por las pelis… Y es que los xmen han sobrevivido a Byrne, gracias a dios, y a Claremont, mal que me pese.
abcdef: la retrocontinuidad no era retrocontinuidad par los lectores españoles de los 80
Ya, pero que no conocierais esas historias no significa que no existieran. Esas eran las historias de verdad, lo otro es una continuidad nueva, o retocada.
Yo espero con ganas la 3ª parte de esta colección de artículos, con una de las historias de superhéroes que más me han impactado: La Caída de los Mutantes. Con un desarrollo que al principio se me hacía muy caótico, pero con ese final, la decisión que toman… Esos son héroes de verdad! 😀
Es que me los he vuelto a leer hace poquito y… joerl, joerl, qué emocionante es… Pero bueno, no adelantemos acontecimientos… Paciencia… Las prisas no son buenas… Lo que son buenas son las historias como La Caída de los Mutantes!!! 😀
Saludos!
Si no recuerdo mal él solo dedicó un globo de pensamiento a insinuar que ella le molaba
Anda, que de menos se sacó una amistad entre Xavier y Magneto que contradecía todo lo visto en tiempos de Stan Lee y Roy Thomas, y aquí no nos quejamos nadie.
Me gusta, eso sí, el pensamiento de Juankar al final del comentario #28, que haya etapas que nos gusten menos o mas, sean mejores o peores, tampoco se puede negar que históricamente la franquicia mutante ha sido desde siempre una de las más agradecidas par sus lectores en cuanto a consistencia interna
Daniel Gavilán: de menos se sacó una amistad entre Xavier y Magneto que contradecía todo lo visto en tiempos de Stan Lee y Roy Thomas, y aquí no nos quejamos nadie.
Nunca tuve la sensación de que hubiera contradicciones. Xavier contaba a los chavales lo que le daba la gana y bien pudo ocultarles esa relación. Siempre se dijo, o al menos se dio a entender que ya se conocían de antes. Habrá contradicción si hay globo de pensamiento en sentido contrario porque lo que se piensa va a misa.
En realidad si que tuvieron un encuentro privado en una quedada íntima (aquí tienes parte de la misma http://blogs.coventrytelegraph.net/thegeekfiles/astral%20plane1a.jpg) y tampoco daban muestras de conocerse demasiado
la caída de los mutantes es la leche,terrific.
Todo se fue a la mierda cuando Tormenta se hizo lesbiana (¿bi?) y se cortó el pelo.
Ahora, en serio, yo creo que el punto final estaría entre la Masacre Mutante e Inferno. Por ahí situaría la decadencia.
La verdad es con el coleccionable de Forum lo clavaron, terminando con la Caída, que es una historia cojonudérrima.
Un inciso, esta vez más en relación a Lobezno que Claremont, pero tanto monta… Y es que, siguiendo mi Relectura-X, acabo de terminar el Wolverine #75 de Larry Hama y Adam Kubert, parte final del Fatal Attractions, y madre mía el tiempo que hacía que no veía un Lobezno tan cojonudamente impresionante. Hasta me ha puesto los pelillos de punta, en varios momentos. El cómic tiene como 10 momentazos que actualmente darían para 10 eventos, pero es una gozada descubrirlos uno tras otro… en 1 único #$%& cómic!!! Pero sobretodo ese Lobezno… Ese rescate en el avión, esas palabras con Jean, esa sesión en la Sala de Peligro… Ese gesto con Júbilo… Buff…
Si alguno, como yo, había olvidado el porqué Logan era el mejor en lo que hacía, que se relea este cómic (Wolverine #75 USA, Lobezno #63 Comics Forum).
Ojalá tras su muerte en septiembre volvamos algún día a poder disfrutar de este pedazo de personaje.
Ya sé que la frase anterior no tiene mucho sentido, pero ya nos conocemos…
Saludos!
acabo de terminar el Wolverine #75 de Larry Hama y Adam Kubert
Acabáramos, pero es que has ido a citar uno de los mejores números -si no el mejor- de toda la etapa Hama.
La gran pena de la etapa Hama es que aunque hizo aportaciones puntuales cojonudas y que fue necesaria para dar estabilidad al personaje, no ha envejecido demasiado bien si se lee de corrillo, alternando momentos tan lucidos como el que citas, la saga de los Jinetes Oscuros o alguna que otra pelea más, con pifiadas del tamaño de la muerte de Mariko, Madridpoor o el sindios que montó con Arma X. Pero bueno, tampoco nos pongamos pijos, que a pesar de sus altibajos la etapa Hama en Lobezno tiene un buen puñado de momentos pletóricos como el que mismamente citas
Ocioso: ¨Ya, pero que no conocierais esas historias no significa que no existieran. Esas eran las historias de verdad, lo otro es una continuidad nueva, o retocada¨
Las històrias de complemento de classic xmen, tambièn eran historias ¨de verdad¨, los lectores entonces no lo vivimos como una perversión del original, lejos de èso lo vivìamos como un extra, un regalo, que ademàs estaba dibujado por un entonces respetadìsimo Bolton. Esas històrias, lejos de ser innecesarias, no solamente eran buenas en sì mismas, tambièn eran un conector entre la historia original y el tono de las historias otrora actuales. Aparte de ofrecer una sólida profundizaciòn sobre los personajes.
Jorgenexo:
El dibujo de Byrne/Austin, ojo, no olvidarse de Austin, fue un revulsivo para los que fuimos lectores entonces, y supongo que ayudò a posicionar a la patrulla en el mercado de una manera sòlida, pero tras su marcha todos nos dimos cuenta, de que lo que pasaba en aquella serie era que los personajes estaban ¨vivos¨, y que èsa y no otra era la clave del éxito. De manera personal, cuando Byrne deja xmen en patrulla x forum 6, si lo echabas de menos, solo habìa que ir al quiosco a comprar 4 fantàsticos , alpha flight o cualquier otro comic en el que se dejara caer.
El que en classic xmen se saltaran el 106 y el 110, fue una decisiòn editorial a mi modo de verlo desafortunada, pero no echa por tierra los logros de èsta colecciòn que sobrepasaron cualquier expectativa. Una pena que acabaran las històrias de complemento en el 44, la ùltima fue la del origen de Pìcara por Ann Noccenti, que fue adaptada para la pelìcula, pero que el tebeo tenìa infinidad de matices màs.
Yo no me atrevo a trazar una lìnea entre cual es el momento en que la patrulla pierde la calidad de la que gozaba. Tù apuestas por la entrada de Gambito. Si te das cuenta de Gambito a la salida de Claremont hay apenas un año. Yo quiero suponer que si Claremont hubiese continuado, el personaje hubièse sido muy distinto de lo que se convirtió tras su salida, so sea, el toro que matò a Manolete de los odiados 90. El momento en el que yo noto pèrdida de calidad con respecto a lo que habìa es a mitad de la saga del cruce de caminos, en plena explosiòn Jim Lee. La història que habìa comenzado tan bien para mì, con Pìcara y Magneto en la tierra salvaje, que hasta me gustaba lo guapa que dibujaba a pìcara a lo Julia Roberts, se vuelve confusa y mediocre en su parte final, tras la vuelta de la xtinciòn agenda, història que tampoco me acabò de gutar. Luego en los dìas del futuro presente y la salida de Claremont no remontaron la calidad a la que nos tenìa acostumbrados. He de decir que leìdos ahora no estàn tan mal, sobre todo si los comparas con lo que ha habido en los siguientes 25 años, al menos mantienen la esencia y el tono de Claremont.
los complementos de classic x-men estaban realmente bien,hombre.
en efecto,ejercian de extra.algo parecido a lo que son las escenas eliminadas de una peli buena que ya has visto.
las habia más anodinas,y en otros casos,te ayudaban a completar el puzzle de una historia ya contada.pero yo jamás diria que sobrasen.y john bolton se lo curraba.
que no era un sacacuartos.era algo más elaborado,y valia la pena pagar por ese extra de más,vamos.
El secreto de los X-Men estaba en los personajes, en lo que les pasaba, en cómo respondían y hasta qué límites la historia los estaba llevando… Y en eso fue Claremont el principal responsable. Han pasado Cockrum, Byrne, Smith, Romita JR, Silvestri, Leonardi y hasta Jim Lee, pero los personajes eran Claremont y si pueden seguir molando hoy en día es por lo que Claremont hizo con ellos durante todos esos años.
De lo que no queda mucho, por lo que la mayoría de esos personajes hoy son tan mierderos que hasta sus muertes se perciben como una oportunidad 😀
Daniel, a mi la etapa de Hama en Lobezno me gustó un montón, y más aún con Silvestri. Esa pareja Albert y Elsie-Dee… Me parecieron la leche de entretenidos. Hace tiempo que no los leo, eso sí… Y ahora es más difícil todavía, porque ni los tengo a mano ni están disponibles en Comixology…
Saludos!
Creo que hay por ahí alguna entrevista con Claremont y Byrne, es genial ver como sus personalidades se contrastaban tanto a la hora de plantear las historias. Mientras Claremont veía una rivalidad entre Lobezno y Cíclope por culpa de Jean, a Byrne eso le parecía una chorrada, y la explicación que el daba era algo más pragmática, simplemente ha aparecido un gallito más en el corral, lo que producía tensiones en la cadena de mando.
El cambio a una imagen más de macarras en vez de aventureros no lo vería tanto como declive como un intento de contar nuevas historias, el declive viene cuando no es capaz de contar nuevas historias interesantes.
Gambito sería un reflejo del cambio de gusto de los lectores, ya no quieren a los «temidos y odiados por un mundo que han jurado proteger» quieren , molar, molar, molar y molar (versionando al sabio de hortalezas) que para aquello época estaría bien, pero a la enésima soplapoyez que le sale bien porque el mola y lo vale, pues cansa un poco. Y si luego queda le ahostia lobezno, le ahostia cíclope,… pues el tipo ya no es tan bueno como cantaba, y si luego no es capaz de ligarse a la sureña pues es un bocas.
Yo quiero suponer que si Claremont hubiese continuado, el personaje hubièse sido muy distinto
De hecho lo hubiera sido, puesto que su intención inicial era que el cajún hubiera sido un traidor al servicio de Siniestro.
De todas formas, tampoco se puede negar que en el romance entre el bribón mujeriego y la problemática chica descarriada con la maldición de no poder entrar en contacto con nadie que vino después había un cierto atractivo de historia de amor clásica al más puro estilo de los protas de Enredados.
La prueba es que incluso al propio Claremont le moló tanto que continuó por dicha vía tras su regreso.
Y aunque en los añadidos de los Classic X-Men había relatos brillantes, tampoco nos pasemos con la mitificación, que también hubo mucha mucha morralla. Especialmente los guionizados por Ann Nocenti, que generalmente solían ir de “El personaje X se encuentra en una situación aleatoria, y de repente comienza a flipar sin motivo alguno”.
Daniel, a mi la etapa de Hama en Lobezno me gustó un montón, y más aún con Silvestri. Esa pareja Albert y Elsie-Dee… Me parecieron la leche de entretenidos. Hace tiempo que no los leo, eso sí… Y ahora es más difícil todavía, porque ni los tengo a mano ni están disponibles en Comixology…
Tíooooooo http://www.paninicomics.es/web/guest/titulo_detail?viewItem=698664
Si ya lo sé, Daniel, que está disponible en bonitos tomos. No tan bonitos como ése de Panini, porque si alguien sabe cómo sacar un tomo, esos son los chicos de Panini.
Panini Comics, descúbrelos!
Pero por necesidad me he pasado al digital. Ya tengo ese material, o mejor dicho lo tenía, en papel (en sus bonitas grapas Forum originales). Y del digital se pueden decir muchas cosas, pero tiene la gran ventaja de no ocupar sitio. O desventaja, para algunos, pero en mi caso una bendición del Señor Todopoderoso (el de Secret Wars, no el de Secret Wars II ni mucho menos el de la versión Bendis).
Gracias por el llink, anyway. Sin duda ese tomo de Panini tiene muy buena pinta!
Sobre el tema de la portada de la Masacre Mutante, es que hay que verla en la perspectiva de lo que estaba pasando. Los X-Men estaban recibiendo por todos lados y esa portada era el «susvaienterar». No es que se convirtieran en los chicos malos, ni mucho menos. De hecho, a partir de ese momento es cuando más superhéroes son, en el sentido de hacer más cosas para salvar a otros y no simplemente tener sus propias aventuras. Vamos, que fue un pasote y quien diga lo contrario no tiene ni idea, ni gusto, ni vergüenza, ni ná.
Saludos!
Explico mejor por qué me caen mal los Classic X-men. Para mí Jean significaba lo mismo que Gwen significaba para otros. A la mayoría le dió por Gwen y a mí me dió por Jean. Ambas muertas sendos números que supusieron puntos de inflexión gordísimos en Marvel. Las dos eran las novias perfectas para los lectores, a unos les gustaba una, a otros nos gustaba otra.
Cuando retrocontinuaron que Jean había estado encoñada del enano apestoso de Lobezno fué como si un guionista escribiera que Gwen se había follado a Norman Osborn. Lo mismo.
Ocioso, supèralo!
Ahora en serio, todas las parejas evolucionan, todas tienen secretos ocultos, etc… A mì en ese sentido solo me preocupa una cosa, que me lo cuenten bien y no mal. Como buen actor que es, Claremont sabìa que sin conflicto no hay teatro ni personajes… y el tema Jean / Lobezno, pues era una perita en dulce…
Terrific, la Masacre en si para mì no es una de las mejores historias, dura dos nùmeros por otra parte, pero sì es grande en sus consecuencias y marcò el tono de todos los tebeos posteriores de Uncanny hasta su marcha, mucho màs negro. Yo la masacre la recuerdo como un punto de inflexiòn, les dieron por todos lados en una cacerìa sin cuartel y tuvieron que recomponerse y hacerse todavìa màs fuertes… porque todas las amenazas posteriores fueron màs sanguinarias si cabe. Como historia en sì, me quedo con la caìda mutante… es mucho màs èpica… lo sacrifican todo y todavìa no es suficiente… siguen acorralados hasta el lugar peligroso, desesperanza total. En la nueva reuniòn de todo el equipo, tras la xtinciòn agenda, ya estaba todo pervertido con el estrellato de Jim lee, la marcha de L. Simonsòn por culpa de Liefeld, los planes frustados de Claremont con Lobezno… etc… todo eso deja huella, se notaba un montòn. Quizà si hubièsemos tenido los poderes de Rachel Summers en dìas de futuro pasado, o los de kitty en dias de futuro pasado, la pelìcula, podrìamos haber viajado atràs en el tiempo, hasta 1991 y decirle a Claremont que aguantase un par de mesecitos el temporal,que todos se iban a largar a image y que èl hubiese vuelto a ser el rey de la Marvel en los 90 tambièn.
abcdef, la Masacre Mutante tampoco fue para mi una de las mejores historias. En mi comentario #67 me refiero simplemente a esa portada del Uncanny X-Men #210 que, como dices, no supone tanto un cambio de actitud de los personajes a ponerse en plan malote sino que representaba una «respuesta» a lo que le estaba pasando a los personajes (que, como dices, llevaban un tiempo recibiendo por todos lados). Y a partir de ahí las cosas se pusieron más durillas, pero no porque los personajes fueran en plan Harry El Sucio como se comentaba por ahí…
Sobretodo no la comparo con La Caída Mutante, que esa para mi es una de las mejores historias de súpers de todos los tiempos. El problema de la Caída es que si se la prestas a alguien hay mucho material previo que explicar (Tormenta, Forja, Mística, etc), por lo que es un poco complicado de entender para alguien nuevo. Pero no es nada complicado de entender la parte desde la mitad hacia el final, que es brutalmente emocionante.
Y volviendo a la Masacre Mutante, lo que sí me moló fue la «venganza» que los X-Men tienen con los Merodeadores en una de las escenas más alucinantes, la publicada en el Uncanny X-Men #240 (el primero de Inferno). Ese momento con Blockbuster caminando en los túneles a oscuras y de pronto choca contra algo, Lobezno enciende un cigarro, diciendo «¿Quieres luz, colega?» y con la luz de la cerilla le vemos a él y a Coloso (con quien ha chocado Blockbuster):
– Coloso: «Eres un Merodeador?»
– Blockbuster: «Uh-huh…»
– Coloso: «¿Cómo te llaman?»
– BB: «Blockbuster»
– «Yo soy COLOSO!» y vemos su puño y a Blockbuster volando.
Eso es ponerte en situación, tenerte enganchado. Antes de que empiece el jaleo el cómic ya tiene toda tu atención.
En fin, un pasote… 😀
Saludos!
jorgenexo, tu razonamiento no se sostiene porque de lo que estamos hablando es precisamente de La Patrulla-X de Claremont, no la de «Claremont y Byrne»
Es decir, hay vida sin Byrne precisamente porque si no estaríamos hablando de la etapa «Claremont-Byrne»
Podemos discutir todo lo que queramos de mundos paralelos en los que Byrne no dibujó la Patrulla, pero eso no cambia que de lo que seguimos hablando es de la etapa Claremont. 🙂
Hablemos de la Patrulla de Terry Austin.
Pues nada, Javier Agrafojo, hay que cambiar el título del artículo por el de La Patrulla-X de Byrne. Que será mejor porque sólo hay que hacer una parte y ya.
Saludos!
Yo voy a dar mi opinion de porque la Patrulla fue mi comic preferido durante mucho tiempo, parecian una familia, eran colegas, no eran planos como muchos otros personajes de esa misma epoca y una cosa fundamental de aquellos tiempos, nadie dibujaba tan bien como Byrne, nadie.
Era la coleccion por excelencia por lo menos entre mi grupo de amiguetes, sino te gustaba la Patrulla de Byrne eras mala persona, a dia de hoy sigo pensando lo mismo… y sigo siendo deceita, en fins..
Cuando era un ñajo, me gustaba más la patrulla de Silvestri, que en ese momento publicaba forum, que la Byrne, que leía en Clasics X men.
¿Qué? ¿No me mireis así? Era joven, y esa etapa estaba hecha para molar y epatar a los crios, conmigo lo consiguió. Hoy, la de Silvestri no está ni entre mis 5 etapas preferidas.
jorge tiene razón (y, dicho ésto, me voy a la playa; bye)
Que puta envidia me dais los norteños. Que asco ser mesetario.
Jorgenexo,
Obviamente, uncanny de Cockrum tuvo èxito, y luego se multiplicò con la llegada de byrne / austin… y sì digo austin… porque , estariamos hablando de la etapa claremont byrne si hubiese entintado Rubistein, Tom Palmer o el propio Byrne? El dibujo de Byrne fue un revulsivo para aquella època, pero no creo que fuese tan solo èso, fue un cùmulo de cosas,y la principal de todas ellas no fue el dibujo, fue la muerte de fènix y ahì hay muchos responsables, incluìdos Shooter y la casualidad… sin la muerte de fènix no estarìamos hablando de Byrne, ni de Claremont, ni de austin ni nada…
Por otra parte, tomando tu misma teorìa… estarìamos hablando de una etapa Claremont si no hubiesen pasado luego Paul Simth, Arhur Adams, Alan Davis, Silvestri, Leonardi? Y lo que màs te va a doler… estarìamos hablando de una etapa Matt Fraction o Jason Aaron si no hubiese habido una etapa Jim Lee?
¿Por qué tanta gente ha ido a buscar su avatar a una máquina de marcianos de los años 80?
Confundido, me voy a la playa. Os jodeis.
Terrific, yo la Caída tambièn le tengo mucho cariño, de hecho me comprè un tomito que sacò forum años después que recopilaba èsa etapa y me lo llevè a mi casa de vacaciones, donde tengo una mini_biblioteca bàsica Marvel, y no hay verano que no me la lea.
Por otra parte, no estoy de acuerdo en que haya mucho material previo para explicar, me explico, una de las cosas que màs se le critica a Claremont, es que en todos los tebeos suelta sus textos de apoyo en plan, «soy lobezno y soy el mejor en lo que hago», o «èrase una vez una mujer que podìa volar», en fin, que en la etapa shooter, tenìan muy claro que cualquier tebeo podìa ser el primer tebeo de un chaval… y seguramente las ventas seguìan subiendo mes a mes gracias a èso, auqneu le haya costado a Claremont descalificativos, algunos incluso relacionados con el Sida, que no voy a repetir aquì. Hoy en dìa se sacan de la manga la hojita resumen de la primera pàgina del tebeo y se quedan satisfechos como si se hubiesen comido un bollo. Al menos con los textos de apoyo no pagas el tebeo con una pàgina de dibujo menos.
Explico mejor por qué me caen mal los Classic X-men. Para mí Jean significaba lo mismo que Gwen significaba para otros. A la mayoría le dió por Gwen y a mí me dió por Jean. Ambas muertas sendos números que supusieron puntos de inflexión gordísimos en Marvel. Las dos eran las novias perfectas para los lectores, a unos les gustaba una, a otros nos gustaba otra.
Cuando retrocontinuaron que Jean había estado encoñada del enano apestoso de Lobezno fué como si un guionista escribiera que Gwen se había follado a Norman Osborn. Lo mismo
Es que ese fue una de las grandezas de Claremont, feminista de pro a la par que guionista lascivo.
En los sesenta, la mujer se veía relegada al rol de objeto de deseo, aquello que el protagonista / lector podía aspirar a poseer
Con su llegada, las superheroínas se desmelenaron y se convirtieron en diosas del amor imposibles de retener. No solo tenían voz propia en los que querían, sino que además era imposible encadenarlas, convirtiéndose en algo más allá de la posesión. Con suerte podrías aspirar a tenerla durante el rato que ella decidiera bendecirte a uno con sus encantos, porque aquellas supermujeres brillaban con tanta pasión que habrían consumido a cualquiera contemplado su magnificencia durante demasiado tiempo
Dios miò Daniel Gavilàn! Me he tenido que refrescar en la piscina tras leer tu comentario!
Miro por la ventana, veo los 35 grados, y os maldigo a todos los que estais en la playa o la piscina.
¿Qué me dicen de X-Men: Forever? ¿Merece la pena?
Venom no me extiendo mucho,porque desde la piscina con el iphone es un poco farragoso escribir. A mí me encanta xmen forever. Nuevos mutantes forever es más flojita, pero xmen está genial.
¿por qué tanta gente ha ido a buscar su avatar a una máquina de marcianos de los años 80?
sin ser la bomba, al menos cantan menos que los anteriores avatares vacíos; la putada es para abcdefg, que le ha tocado el avatar del cipote
Debe ser que me està usted viendo ahora mismo en mi piscina sr Drummer, mi bañador de competiciòn no deja mucho para la imaginaciòn, y como podrà usted comprender, no es ningùn avatar, es la naturaleza que ha sido generosa conmigo.
mi bañador de competición…
vamos, lo que de toda la vida se ha venido en llamar una braga naútica 🙂
O marcapaquete.
O fardagüevos.
«Miro por la ventana, veo los 35 grados, y os maldigo a todos los que estais en la playa o la piscina.»
35, je. Añádele 8 más que es lo que estoy padeciendo yo ahora mismo. Odio a todos los que tenéis piscina.
En una tierra paralela Byrne no llegó a hacerse cargo del dibujo de la Patrulla-X y Crockum nunca fué sustituido.
La serie nunca llegó a pasar a mensual porque este hombre nunca pudo llevar ese ritmo de producción.
El tono fué predominantemente ligero y aventurero, sobre todo desde que Rondador, favorito de Crockum se convirtió en lider del grupo.
Lobezno desapareció de la serie diez números después porque no le caía bien a nadie y desde entonces solo hace apariciones ocasionales por diversas series para que Marvel no pierda los derechos.
Fenix nunca devoró el planeta espárrago, por lo que nunca tuvo que morir ni mucho menos resucitar posteriormente en otra colección.
En esa tierra paralela los heroes sicópatas no molan y las resurrecciones son algo muy poco común. Vale, todo eso termino pasando de todas formas, pero diez años mas tarde, y eso permitió una década extra de tebeos libres de macarradas.
La serie nunca fué un éxito rotundo y Smith, Romita Jr, Silvestri y Lee nunca sintieron interés por dibujarla. Tampoco Sienkieviz o Liefeld tuvieron unos Nuevos mutantes con los que hacerse un nombre. Toda esta gente no pudo curtirse y evolucionar en series que les obligaban a exprimir todos sus recursos, por lo que la mayoría fueron cayendo en el olvido. Algunos siguen dibujando, otros se dedican a la publicidad, otros sobreviven como soldados de fortuna, y Lee es chapero.
Por supuesto Image nunca llegó a fundarse.
Al no existir el modelo de la Patrulla de Claremont/Byrne/Austin en esa tierra paralela se hacen superheroes mucho mas aburridos.
Lo he escrito sin pensarlo mucho y con la cabeza en otra cosa, pero sería interesante currarselo mejor y aventurar como sería ahora Marvel si no se hubiese dado esa feliz conjunción de autores y serie.
Maravilloso What if Oci, lo del Lee chapero me ha matao..
pues no digo yo que no vaya muy desencaminada la cosa.
tomen nota los que le quitan importancia a la presnecia de byrne en la serie; para mi, será siempre la patrulla x de claremont-byrne y llamarles de otra forma es ocultación de pruebas.
A fan del byrne ochentero no me vais a ganar. Yo no quiero quitar ningùn merito a Byrne (al entintado por Austin) Pero es la conmociòn por muerte de fènix la que trae toda la atenciòn de la prensa especializada y de los fans, es a partir de ahì donde las ventas comienzan a subir y siguen subiendo incluso tras la salida de byrne porque los efectos de aquella historia colean durante años y llegan hasta alcanzar las 500.000 copias vendidas mensuales. En mi opinion fue un cùmulo de muchas variables que dibujaron una curva ascendente de èxito, pero la muerte de fènix fue el pico de esa gràfica, y byrne tuvo mucho que ver, claro que sì.
Yo también soy de los que opina que el cúlmen de la serie es «Días del futuro pasado» a partir de ahí la serie va bajando poco a poco, con algunos picos memorables, eso si, llegando a la época de Romita jr. que salvó un par de cosas se me hace pesada e inconexa. Y el Byrne de estos años es mi dibujante favorito de todos los tiempos, y no digo que no me afecte el haberlo leído en mi infancia que eso marca mucho.
En resumen estoy con Jorgenexo
Yo creo que confundìs los gustos personales, en los que yo no he entrado, porque no he hablado de mis preferencias, con los datos, las cifras de ventas… Si dìas de futuro pasado hubiese vendido 10x, por ejemplo, copias del uncanny x-men y la saga del nido hubiese bajado a 5x porque ya no estaba byrne y las guerras asgardians 2x, y la masacre mutante 0,5 x copias pues entonces la teorìa està clara… byrne puso la patrulla x en el candelero y tras su marcha todo cae en picado, como ocurre en cualquier serie normal. Ya he explicado que yo llego a la patrulla con forum nùmero 1, porque ya llevaba un par de años coleccionando forum y solo pude disfrutar de 6 nùmeros de byrne, y gracias que vivo en una gran ciudad pude tener acceso a los nùmeros de surco atrasados… pero es que la patrulla x cada vez era màs popular, durante los años 86 a 88 en España el èxito crecìa y crecìa, hasta pasò a quincenal y por gente que no conocìa a Byrne /austin ni habìa llegado a tiempo a los 5 primeros para poder conocerlos ni tuvo la opciòn de disfrutarlos, porque no habìa descargas de internet, amazon, ebay ni los tebeos se reeditaban.
Sì no hubiesen matado a fènix, no hubiesen sido un fenòmeno editorial a nivel mundial, que siguiò creciendo porque los personajes parecìa que estaban vivos y tenìas la sensaciòn de que cualquier cosa podìa pasar y entonces tras la marcha de byrne, el mismo claremont seguramente se hubiese largado tambièn a buscar un trabajo de verdad y hasta me aventuro a decir que probablemente los comics de super hèroes se habrìan perdido para siempre en la noche de los tiempos.
La etapa de Romita jr está un poco infravalorada.
De hecho creo que es la época más compleja de toda la etapa Claremont, sin caer en el desbarre que fueron sus últimos años.
abcdef: Yo creo que confundìs los gustos personales, en los que yo no he entrado, porque no he hablado de mis preferencias, con los datos, las cifras de ventas
Tampoco confundamos las cifras de ventas con la calidad, que es de lo que estamos hablando.
Hay muchos casos en la industria del entretenimiento en los que la masa se subió al carro justo cuando empezaba el declive del producto de turno.
Yo no quiero ser pesado ni repetirme demasiado, pero lo voy a hacer: cuando os leo decir que la serie cayó en picado (o se fue al garete) cuando se fue Byrne, me da algo. ¿En picado? Ojalá caigan todas las series Marvel, DC, Image, DarkHorse etc etc en picado ahora mismo. Supongo que es una expresión, pero hombre, que ya lo dije, que después de Byrne vinieron la saga del Nido, Paul Smith, Romita, Madelyne y el Fenix y Wygarde, Lobezno y Miller, los Morlocks, el Profesor Xavier es un idiota!!!!, la Fuerza de la Libertad, Pícara, el Limbo, los 4F y Bogdanove, la Masacre, la Caída, Kitty fantasma, Rondador fundido y eso llevó a Excalibur, Longshot, ARTHUR ADAMS!!!!!!!!!!!!!, Alan Davis y su numerazo de la Masacre y su pedazo de Anual, Australia, Silvestri antes de ser malo, Inferno etc etc.
¿En picado? Anda ya, que sí, que bajó la calidad, y ya leí las respuestas de Ocioso del otro día, pero es que me pongo malo al leerlo. Todo eso que cayó en picado es cienmil veces mejor que cualquier cómic Marvel actual, hombre. En picado cayó después, cuando vinieron Harras y Lee, Gambito, Bishop, Cable y todos esos
Y que no tenga que volver a repetirlo, eh XDDDDD
Ay, cómo sois los fans del Byrne… :p
guolberin: ¿En picado?
¡¿Quién ha dicho en picado?! Digamos que si hacemos una gráfica que muestre la calidad de la serie la puntita cae en la época de Byrne. Hay otras puntitas posteriores (para lo cualo deberá haber puntitas pabajo intermedias), pero ya no son tan altas.
(Si alguien sabe como se llaman las puntitas de una gráfica tiene permiso para editar el comentario)
Javier Agrafojo: Ay, cómo sois los fans del Byrne
¡De Byrne entintado por Austin! Cuando es otro la calidad puede ser mas o menos buena pero no es lo mismo.
¡La importancia de los entintadores y que poco se les valora! Cuando se hacen mayores los arrojan a las cunetas olvidando los servicios prestados. Mirad a Vince Coletta, toda la vida entintando a Thor y no le dejaron embellecer los lápices de Arthur Adams en las Guerras Asgardianas. ¡Nadie lo habría hecho como Vince!
Cuando Burne dejo la patrulla a mi me vino bien, pudeseguir disfrutando del la Patrulla X y empecé a disfrutar de los 4 Fantásticos. 2X1.
En las películas, por copiar han copiado de todas las etapas… no solo de la byrne, por poner un ejemplo, en la primera película copian el «beso» de pìcara y lobezno de los tebeos de paul smith…
Lo de saltarse aquellos dos nùmeros de classic x-men fue un error, pero no es solamente que las histórias no fuesen dibujadas por Byrne, es que eran unos fill-ins de guion, si te das cuenta cuando las lees parecen historias que Claremont tuviese guardadas en un cajòn para cuando Byrne no llegase a tiempo, son autoconclusivas, no tienen avances de tramas que se vayan a desarrollar despues, etc, ademàs, que en base a èsta teorìa solo se saltaron UNO, el 110, porque el 106, que es el primero es dos nùmeros antes de que byrne se incorporte a la colecciòn. Ademàs, en aquella època, si se lo saltaron fue con consentimiento de Claremont, todavìa muy poderoso y difìcil de contrariar, que tampoco se sentirìa demasiado orgulloso de unas historias contadas deprisa y corriendo para cumplir por la falta de puntualidad de sus artistas y que no aportaban gran cosa a la trama principal.
Yo sì creo que cuando una persona defiende a muerte la etapa byrne poniendola por encima de todas las demàs (Hay hasta quien se atreve a decir que deberìan haberse marchado los dos y cerrar la serie) menosprecia toda la obra de claremont y de los grandìsimos artìstas con los que colaborò, como si las guerras asgardianas, desde las cenizas, la caida de los mutantes o el oso mìstico fueran tebeos de segunda, y el dibujo no estuviese a la altura, y solo son una pequeña muestra de la vasta cantidad de talento gràfico que rebosaban las historias guionizadas por Claremont en aquella època… Y con màs chicha de guiòn que el 50% de la etapa Byrne austin y a la altura de dìas de futuro pasado.
Y hablando de menosprecio, al igual que Deke Rivers, yo si siento que se infravalora la etapa Romita Jr… una etapa en la que Claremont cuenta geniales historias, màs urbanas para que su artista se luzca mejor (claremont siempre sabìa què històrias iban mejor con cada dibujante) que es una etapa perfecta, con una preciosa tormenta punky sin poderes, hasta se las apaña genial para integrar el engendro de las secret wars 2 dentro de la serie.
Es tras la marcha de Claremont cuando empieza el declive comercial, es cuando deciden que pueden prescindir de Claremont, a las empresas no les gusta que nadie sea imprescindibe, porque Jim Lee puede mantener las ventas, y cuando se val jim lee y ya no hay un claremont que de sustancia a semejante despròsito es cuando la patrulla deja de ser numero uno, cuando las ventas comenzaron a bajar mes a mes y tenìan que remediarlo con triples portadas hologràfico-fosfortas, truco que aguantò poco tambièn!
AH, y me encanta byrne (el ochentero), hasta sin Austin. Soy de los que se compraba tebeos solo porque la portada era suya. En los 90 ya no me gusta gran parte de lo que hace, y en la actualizad como si le operan, pero puse el grito en el cielo cuando le cerraron xmen hidden years, serie que disfrutaba un montòn y ùltimo tebeo de byrne que comprè.
Ocioso dijo: «guolberin: ¿En picado?
¡¿Quién ha dicho en picado?!»
Oci, mira el mensaje 102 de abdef: «byrne puso la patrulla x en el candelero y tras su marcha todo cae en picado,»
Ahí se dice.
guolberin: mira el mensaje 102 de abdef
Ni caso. Es un topo de DC.
Creo que entiendo a jorgenexo y Ocioso, lo que vino detrás de Byrne fue bueno, en algunos casos excelente, pero esa etapa fue absolutamente definitoria de marvel, y por extensión de los tebeos de superhéroes de los 80 en adelante.
Por poner un ejemplo, los Vengadores o el Spiderman de Stern son buenos, pero no son definitorios de nada.
«Ni caso. Es un topo de DC.»
Ya decía yo
Creo que se está empezando a sobrevalorar la etapa de Byrne 🙂
Que, si, son unos tebeos cojonudos, pero también lo son las Guerras Asgardianas y no tienen nada, pero es que nada, que envidiar a la etapa Claremont- Byrne.
Sin la etapa de Claremont y Byrne no habría Guerras Asgardianas, ansina de claro.
En cualquier caso no hay comparación entre una etapa que se prolongó varios años, que creó la mayor parte de los conceptos y que estableció a los personajes, con un par de anuales con una sola aventura de unos personajes ya establecidos.
Que me encantan las Guerras Asgardianas, flipé con Arthur Adams y tuve un par de erecciones importantes con Karma e Iliana, pero su relevancia en el devenir mutante es muy inferior.
«Sin la etapa de Claremont y Byrne no habría Guerras Asgardianas, ansina de claro.»
Si nos ponemos asì, sin el giant size uno, no hay etapa byrne ni nada…
Anda ya.
«Sin la etapa de Claremont y Byrne no habría Guerras Asgardianas, ansina de claro.»
Sí, pero eso no es mérito de Byrne. SIn la etapa de Cockrum, no habría habido la de Byrne. Sin la de Lee, Kirby, Thomas, Adams etc, no habría habido la de Claremont.
» pero su relevancia en el devenir mutante es muy inferior.»
Lo cual no significa que sea peor cómic, ni mejor tampoco.
«Sin la etapa de Claremont y Byrne no habría Guerras Asgardianas, ansina de claro.»
Hombre, es que tampoco sin la etapa de Lee y Kirby no habría nada de nada. Es lo que tienen los cómics serializados.
«En cualquier caso no hay comparación entre una etapa que se prolongó varios años, que creó la mayor parte de los conceptos y que estableció a los personajes, con un par de anuales con una sola aventura de unos personajes ya establecidos.
Que me encantan las Guerras Asgardianas, flipé con Arthur Adams y tuve un par de erecciones importantes con Karma e Iliana, pero su relevancia en el devenir mutante es muy inferior»
Seguimos sobrevalorando la etapa Byrne.
Me encanta y la adoro, pero lo de los «mutantes odiados y temidos» lo desarrolló más Claremont en solitario que con Byrne, por poner un ejemplo.
Es decir que la relevancia de la etapa Byrne es incuestionable, pero ni de lejos se acabó ahí el asunto.
Está claro que todo es opinable y que hay tantas opiniones como personas y todas son respetables. Pero una cosa es una opinión, que puede estar o no equivocada, y otra una verdad absoluta, que es la que exponemos Jorge y yo. Y ahora os poneis todos en fila y os vais a cagar.
Preferiblemente a la vía.
No te hagas líos, lo que decimos Deke o yo son verdades absolutas, no opiniones.
¿Quieres otra verdad absoluta? Alan Davis dibuja cien mil veces mejor que Byrne, desde siempre.
«Alan Davis dibuja cien mil veces mejor que Byrne, desde siempre»
A la Patrulla X no
Pero a los XMen sí, XD
https://www.zonanegativa.com/imagenes/2010/10/6052.jpg
http://www.google.es/imgres?imgurl=http%3A%2F%2Fwww.wolverinefiles.com%2FImages%2Funcanny-x-men-213.jpg&imgrefurl=http%3A%2F%2Fwww.wolverinefiles.com%2F2009%2F04%2F14%2Fclassic-wolverine-covers-uncanny-x-men-213%2F&h=611&w=400&tbnid=Em1_fHw971H_fM%3A&zoom=1&docid=8JG5oapqaImK0M&ei=SXahU5yFKq750gW6x4C4CA&tbm=isch&iact=rc&uact=3&dur=0&page=1&start=0&ndsp=43&ved=0CB8QMygAMAA
(Y que conste que entre Byrne y Davis escojo ambos)
TAmbièn se està infravalorando el pre-byrne… como si antes de byrne, Cockrum no hubiese estado a la altura… Como si el nacimiento de fènix, la guardia imperial, etc… no hubiesen sido grandes històrias a la altura de las de byrne en los apartados de guiòn y gràfico. Cockrum es tan bueno como Byrne para historias interestelares sin duda, y èse es (a mi gusto) es tema fuerte de Byrne en dibujo, la ciencia ficciòn y el espacio.
Y por cierto, poseo todos los comics que dibujò byrne en Marvel en las època de los 70 y 80, y de muchos solo dibujaba portadas. Cosa que no he hecho con ningùn otro dibujante.
Alan Davis es un clon de Neal Adams filtrado por el estilo de Byrne.
Claramente, soy parte interesada en el debate. Mi postura quedó expuesta en la introducción de este artículo. Para mí, ‘Desde las cenizas’ es la mejor historia de la Patrulla-X, junto a ‘Dios ama, el Hombre mata’. Por encima de cualquiera otra que se os ocurra, llámense ‘Días del futuro pasado’, ‘Guerras Asgardianas’, la saga de Proteo, lo de Fénix, etc. Todas esas (y más) son tebeos estupendos. Sobre sus virtudes (y defectos, que también los tienen) podríamos conversar horas. El que unas u otras gusten más a unos u otros (y sus razones) daría para un post bien nutrido. ¡Incluso una serie de ellos! Muchas de esas razones, aparte de la calidad intrínseca, se han señalado ya: el momento subjetivo (es decir: las circunstancias del lector), el impacto en el medio, los referentes, el reconocimiento crítico o popular, etc.
La deriva que ha tomado la conversación ejemplifica las contradicciones creativas que muchos encontramos en las obras por entregas, en particular en los universos ficcionales superheroicos, donde no solo un detalle nace -por inspiración, digamos- de sus predecesores, sino que está vinculado interesadamente vía «continuidad» (que a menudo no es sino un requisito de explotación comercial parecido a la «marca») y por criterios de producción, digamos, industriales, que vuelven casi inextricable el conocimiento verdadero sobre las aportaciones exactas de los integrantes.
Por abundar en un ejemplo ya mencionado. Hay consenso en que ‘Días del futuro pasado’ es una gran historia de la Patrulla-X, un revulsivo increíble en lo que entonces se creía que se podía contar en los tebeos de superhéroes. En la serie tuvo un impacto brutal, no siempre para bien. En la editorial abrió la veda a esos ‘What If’ de futuros espantosos posibles ante la menor vacilación del héroe. Esto es así, con los matices que quieran añadirse. Por conversaciones de los autores y conocedores del proceso creativo parece claro que el germen partió de una idea de Byrne. Ergo, Byrne es el responsable o condición necesaria de que la serie fuera buena o, al menos, alcanzase su estatus especial. ¿Cómo damos este salto?
Reflexionemos. Según palabras del autor, Byrne quería demostrarle a Claremont que Los Centinelas, robots que el escritor no apreciaba en demasía, eran una amenaza creíble para los «nuevos» hombres-X. Así que, en vez de limitarse a traerlos de vuelta, como en otras ocasiones, con otros enemigos, hubo de resituarlos para convencer a su pareja creativa. Es decir: si no hubiera existido el desafío representado por Claremont, tal vez Byrne ni siquiera se hubiera planteado la idea. Pero los Centinelas, además, no son creación de Byrne, sino de Stan Lee y Jack Kirby que, en sus primeras apariciones, los pusieron a hacer exactamente lo que en esta historia logran, caracterizándolos con una inquietante vida propia que los volvía contra la humanidad. Roy Thomas, después, incidió sobre ello. Claremont (sin Byrne) también los había usado con anterioridad, nada menos que para la creación de Fénix.
Sigamos. Todo el mundo recuerda esta historia como el futuro en que muere la Patrulla-X, algo inédito en el medio. ¿De verdad? No. Hay por lo menos toda una tradición de historias en la compañía rival donde Superman, o Batman, o el que toque mueren a manos de sus enemigos décadas antes de ‘Días del futuro pasado’. Es cosa probada que Byrne conocía alguna (probablemente muchas) de esas historias. «¡Ah!», diréis. «¡Pero son historias imaginarias!» «¡Ah!», contesto. «¿Acaso no lo son todas?» Porque -recuerdo- el porvenir descrito por Claremont y Byrne, incluso antes de la visita de Kitty Pryde a nuestro presente, ya era «imaginario»: era uno donde Fénix no había muerto, se había casado con Cíclope y había nacido Rachel. Entre otras cosas.
Pero no nos detengamos aquí. Debido al impacto causado por las citadas muertes futuras, obviamos normalmente que al menos la mitad de la historia transcurre en el presente. ¿Y qué nos encontramos entonces? Una nueva Hermandad de Mutantes Diabólicos. El concepto, como es sabido, parte de una reelaboración del grupo original (comandado por Magneto) que presentaron Stan Lee y Jack Kirby. Mole procede directamente de ahí. Sobre la reelaboración… pues resulta que la líder, Mística, tampoco es un concepto de Byrne. Fue creada por Dave Cockrum. Claremont se enamoró de su diseño y trabajó en ella para incorporarla en Ms.Marvel.
Así que fijaos. Ni siquiera he mencionado que ninguno de los hombres-X (excepto Kitty Pryde) existían previamente a la llegada de Byrne (y la mayoría, también, antes de la de Claremont). Sólo me he centrado en los elementos supuestamente «novedosos» del arco argumental. Y resulta que no son tan novedosos como parecía.
«¡¡¡Pero la «idea!!!», diréis. «¡Esa idea tan brillante y magnífica de confrontar a los héroes del presente con un futuro en que lo han perdido todo!» Para colmo de males, resulta que procede de un episodio de Dr. Who. Así que, al final, ¿qué nos queda? Una historia inspirada en una serie de tv británica con personajes y conceptos de Stan Lee, Jack Kirby, Len Wein, Dave Cockrum, Chris Claremont, John Byrne y sabe Dios cuantos más.
El caso es que una deconstrucción similar se puede hacer de cualquiera de las sagas citadas en el primer párrafo. Como adelantaba al principio, es el problema de la intensiva serialización y la fórmula de producción industrial inherente a este formato.
¿Significa esto que Byrne (o Claremont, o el que toque en cada momento) no hizo apenas nada, se limitó a cambiar las fichas de sitio y cobrar su mensualidad? En absoluto. Sabéis, por ocasiones pasadas, que siempre me pongo de parte de los creadores (Stan Lee, Jack Kirby, Len Wein, Dave Cockrum, Chris Claremont, John Byrne, etc.). Significa, por si no ha quedado claro, que las atribuciones maximalistas (del tipo «antes que él no había nada») son insostenibles por los hechos. Hasta el punto de que es mucho más fácil defender que sin el trabajo de Lee, Kirby, Kane, Buscema, Adams, etc. Byrne se habría dedicado a la fontanería -una boutade como otra cualquiera- que lo contrario: que sin Byrne no habría mercado de los cómics.
Sin demérito de lo expuesto, ‘Días del futuro pasado’ (o cualquiera de las citadas) es una gran historia. Lo he dicho antes. Emociona, inspira, hace soñar. ¿Qué más se le puede pedir?
> Pues sí, todo estaba inventado ya cuando estos dos se encargaron de la Patrulla. ¿Y?
Contextualizar. Hay vida antes, durante y después de Byrne. Leyendo a algunos parece que inventó la historieta o, al menos, el cómic de superhéroes. Y no. Mucho más importantes -para la industria- fueron Siegel y Shuster o Lee y Kirby. Y, si hablamos de calidad, Moore está a años luz de cualquier cosa que hayan hecho Claremont y Byrne, juntos o por separado. Parafraseándote, un capítulo de ‘Watchmen’ tiene más inventiva, profundidad, tratamiento de personajes, recursos narrativos, poesía y, en definitiva, alcance que cualquier cosa firmada por la pareja.
Que sí, que el Uncanny de Claremont y Byrne está muy bien, pero si lo extrapoláramos al cine sería más ‘La jungla de cristal’ que ‘El acorazado Potemkin’, no sé si me explico.
«Esta etapa de los XMen es historia del comic; el resto de las que citáis, y me da igual que sean la de Thomas/Adams que la de Claremont/Swienkievikz-Romita-Smith S-Cockrum-Silvestri-Leonaridi-Lee-P erico de los palotes, Morrison/Quitely o Whedon/Cassaday, no. ¿Buenas etapas? Sí, seguramente. Pero ahí se quedan.»
Pues siendo honestos…
La etapa de Claremont y Byrne no deja de ser un cómic de superhéroes. Muy bueno, si , pero un cómic de Superhéroes al uso.
Creo que desde un punto de vista actual resulta más significativo para el género lo que hizo Claremont con posterioridad. Más complejo, menos lineal…
Por ejemplo, la reconversión de Magneto de malo de folletín a antihéroe.
Javier Agrafojo: pero si lo extrapoláramos al cine sería más ‘La jungla de cristal’ que ‘El acorazado Potemkin’
Pues eso, que mola mucho mas.
¡Un carrito bajando por una escalinata en blanco y negro! ¡Uuuuh, trepidante! Anda y que te jodan, Potemkin.
Y encima muda, no te olvides! A qué esperan para hacer una versión con música de Lady Gaga? 🙂
Ésto es como cuando discutes de polìtica, al final gana el primero que utiliza a los nazis en beneficio de su propia posiciòn… Pues en las discusiones de comics, el equivalente a los nazis es Alan Moore y Watchmen…Lo primero, Watchmen es un comic aislado publicado por dc fuera de la continuidad oficial dc, para mì es como si me comparas la patrulla de Claremont con el prìncipe valiente, peras y manzanas que diria Ana Botella… Marvel y su continuidad es algo màs que una editorial de comics que publica obras mejores o peores… està en el ADN de muchos de nosotros que nos acercamos semanalmente a nuestra tienda de comics para conseguir nuestra dosis de universo marvel. Yo compro mucho Vèrtigo, pero para mì es como cuando veo series de tv, pleículas o leo novelas. Es otra aficciòn… distinta de la de leer Marvel, que es una aficciòn en sì misma, independiente de Watchmen, que es pertenece a otro apartado de mi vida. Basta ya, dejemos Watchmen en paz, por favor.
Estoy bastante de acuerdo contigo, abcdef. Me refiero en lo de no mezclar. Es como si estuviéramos hablando de Westerns y alguien saca ‘El Padrino’. O sea, todo se puede debatir, pero no es eso de lo que se estaba hablando. Ok.
Pero ocurre que estaba parafraseando a otro comentarista que hizo esa comparación antes que yo, solo que al revés (o sea: un episodio de Claremont/Byrne por toda la obra de Moore, Gaiman y no sé quien más). Entonces nadie dijo nada sobre lo desacertado (o excesivo) de la comparación. Tampoco digo que quien calla otorgue. Solo señalo que alguien se expresó en esos términos -y está en su derecho, ¡ojo!- y yo me he limitado a mostrar mi disconformidad.
Para mí, ponerse a argumentar si es mejor ‘Watchmen’ que la Patrulla-X es un despropósito. 1º, porque como obra con valores intrínsecos es infinitamente superior la de Moore; pero 2º, y aún más importante, porque no es el objeto del análisis. Es como si cada vez que alguien citara, por ejemplo, esas parrafadas de autobombo de Stan Lee hablando de dramas shakespearianos saliera alguien, en plan Pitufo Filósofo, diciendo que hay muchísima diferencia entre los clásicos de Shakespeare y los tebeos de Lee. Es EVIDENTE. Si alguien contestara así, lo tomaríamos como una salida de tono. Siempre y cuando, claro, nadie hubiera defendido antes que una página de Lee vale por todos los Otelos, Hamlets y demás. Eso cambia un poco las cosas, ¿no?
Y, oye, que yo soy muy fan de la Patrulla-X de Claremont y Byrne. Una cosa no quita la otra.
«1º, porque como obra con valores intrínsecos es infinitamente superior la de Moore»
Què valores? Te has emocionado mes a mes durante una dècada con Watchmen?
El padrino es una gran obra, pero friends ha sido màs importante en mi vida.
Y aparte, aun sabiendo que Miracleman es más imperfecta que Wachmen, yo Miracleman la he leìdo 7 u 8 veces y Watchmen dos.
«Primero porque de comic de super héroes “al uso” poco tiene o al menos tuvo en su momento»
En realidad, me temo que sí.
Me encanta y tal, pero no deja de ser Superheroes «al uso». Es un tebeo de Superhéroes bien hecho pero… es eso, un tebeo sobre un grupo de superhéroes.
Claremont con posterioridad estiró los limites del género mucho más que lo que hizo con Byrne. Y no sólo eso, los cómics se volvieron más complejos y menos «el grupo contra el villano del mes» o lo que sea.
De hecho ya lo decía (se quejaba) el propio Byrne, que para Claremont el cómic ideal era uno en el que los personajes se pasaban todo el rato hablando de sus cosas. 🙂
Joder, Jorge, ¿te ha dejado la novia o algo? Nunca te había leido comentarios tan largos y a horas tan raras.
Enivuei, nos estamos apartando del tema. Lo que defendíamos es que la etapa Claremont/Byrne es la mas importante de los mutantes, metiendo en importante virtudes como la calidad de texto y dibujo, innovación, repercusión…todos los factores positivos que se nos ocurran.
Vale, ¿alquien puede nombrarme una etapa mutante mas importante que esta? Es que estoy hasta los güevos de jugar al resto y ahora me toca llevar la iniciativa. Venga, listos, una etapa mas importante, o con mas calidad, o mayor trascendencia que la de Claremont/Byrne. ¿Alguien?
Y otra. A ver si conseguís hacer un Top 5 de Marvel y dejar fuera esta etapa. Hablo de un Top mínimamente objetivo, no de gustos personales.
Es que Cockrum lo empezó todo pero ¿el conjunto de sus dos etapas tiene el nivel de la de Byrne?
Paul Smith dibuja monísimo. Dibuja a los tíos con el culete turbadoramente en pompa, pero mola. ¿Su etapa es equiparable?
¿Y la etapa de Romita Jr? ¿Ha supuesto lo mismo? ¿Y la de Silvestri? ¿Y la de (pfffff…..)Lee?
Que habrá gente que preferirá los mutantes de Larroca porque hay gente pató.
A esta etapa le pasa como a los Beatles. Ha sido tan fusilada posteriormente que parece que no ha aportado nada del otro mundo; y sus guiones y su dibujo están tan bien contados que parece que los puede hacer cualquiera.
Estas cosas hay que escucharlas/leerlas/vivirlas en su momento y en su contexto para apreciar la ruptura que suponen respecto a lo que teníamos antes.
abcdef (#83): «Terrific, yo la Caída tambièn le tengo mucho cariño, de hecho me comprè un tomito que sacò forum años después que recopilaba èsa etapa y me lo llevè a mi casa de vacaciones, donde tengo una mini_biblioteca bàsica Marvel, y no hay verano que no me la lea.
Por otra parte, no estoy de acuerdo en que haya mucho material previo para explicar, me explico, una de las cosas que màs se le critica a Claremont, es que en todos los tebeos suelta sus textos de apoyo en plan, “soy lobezno y soy el mejor en lo que hago”, o “èrase una vez una mujer que podìa volar”, en fin, que en la etapa shooter, tenìan muy claro que cualquier tebeo podìa ser el primer tebeo de un chaval… «
De eso no hay duda, pero me refería a que la historia de La Caída de los Mutantes es el culmen de un montón de otras historias. Aquí Claremont no cierra una sino varias tramas acumuladas en los últimos años y, como dices, los textos de Claremont sirven para ir entendiendo pero aún así para un recién llegado es una historia que, al principio, se hace bastante complicada. Al final todo se entiende a la perfección, pero yo reconozco que era difícil de enganchar a quien no había leído el cómic antes.
Deke Rivers (#145): «De hecho ya lo decía (se quejaba) el propio Byrne, que para Claremont el cómic ideal era uno en el que los personajes se pasaban todo el rato hablando de sus cosas. 🙂 »
Pues no podía estar Byrne más equivocado, porque los personajes de Claremont hablan y piensan mucho, pero lo hacen sobre sus actos. Claremont es un tipo que no deja respirar a sus personajes y en cada cómic «hacen» un montón de cosas, no se limitan a «hablar todo el rato». De ahí lo interesante de sus personajes, sus reacciones a lo que hacían y a lo que les ocurría. Y de ahí que de vez en cuando se marcara esos ya clásicos números donde juegan al baseball…
Para mi es evidente la importancia de Claremont en la forma en que las historias de superhéroes, especialmente de los grupos de superhéroes, han evolucionado. Al menos así lo fue durante un tiempo, pero sin duda marcó el género y no sólo a los seguidores de los X-Men.
Saludos!
«es eso, un tebeo sobre un grupo de superhéroes.»
Pero es que precisamente hubo momentos Post-Byrne en que «dejaron de serlo». O al menos la frontera no estaba clara. La cosa se volvió más compleja.
Con Byrne es una colección de Superhéroes, no hay manera de confundirla con otra cosa.
No digo que lo uno sea mejor que lo otro, pero desde una perspectiva histórica Claremont siguió, en solitario marcando una manera de hacer tebeos y fue más lejos de lo que había ido con Byrne.
¨la Patrulla X de Claremont y Byrne, etapa del comic que si está sobrevalorada no lo es, desde luego, por vosotros, que resulta bastante evidente que, muy al contrario, infravaloráis.¨
Jorgenexo, la patrulla de claremont byrne austin, no está sobrevalorada, es una etapa increíble, y yo no quiero echarla por tierra, yo defiendo la obra de claremont como un todo desde cockrum hasta jim lee. Y mi posición es que el pico de calidad absoluta se dio en esa etapa, pero por la SAga de fénix oscura. El resto es maravilloso también, pero yo creo que el oso místico es mejor historia que los números de Proteus, por ejemplo… como creo que Dias de futuro pasado es mejor que la masacre mutante… Pero la conclusicón es que me la quedo toda del 94 al 280, y con las series anexas escritas por él.
abcdef: Pero la conclusicón es que me la quedo toda del 94 al 280, y con las series anexas escritas por él.
Pues yo me quedo del 1 al 544, las series anexas, el resto del Universo Marvel, el de DC, y todo el comic clásico y moderno. Se me podrá criticar que no he afinado tanto como otros, pero a ver quien tiene güevos para decir que me he dejado fuera algo bueno.
«Así que no, para mí lo del Oso Místico no es, para nada, superior a lo de Proteus.»
Me alegra tanto que veas tantos matices en la saga Proteus… dale las gracias a Claremont, que es lo que yo defiendo. Yo estoy de acuerdo, lo veo tambièn, pero en el oso mìstico veo muuuuucho màs.
Puedes defenderlo hasta el final. Yo me quedo con el nùmero de reediciones que ha tenido el oso mistico, con el tìtulo ¨Saga del Oso mìstico¨, la ùltima en el previews de èste mes y el nùmero de reediciones que ha tenido la Saga Proteus como llevando ese mismo tìtulo, o sea, ninguna.
Y ahora parecerà que estoy diciendo que lo de Proteus es una kk… pues no, no estoy diciendo èso.
…Javier, me has hecho volver en el tiempo a aquella primera vez que disfrute de esta etapa de los X-men. Alla por el ano 2000, cuando luego de comprar el tomo recopilatorio de Dark phoenix saga me quede con ganas de mas, de descubrir esas historias antiguas de los mutantes de las cuales no tenia ni la menor idea. Siguiendo esta inquietud encontre otro tomo recopilatorio en la tienda de comics local, la cual se llamaba: From the Ashes. Con portada de Arthur Adams. Recuerdo que aquella ves que la lei de inmediato senti estar viendo una serie de television, nunca habia sentido asi leer un comic, era una serie de television romantica de jovenes que por cosas del destino tenian super poderes. Lo otro que me llega a la mente fue cuanto disfrute de los lapices del dibujante, ese Paul Smith al cual para mi desesperacion nunca mas volvi a verlo frente a los mutantes por mucho que busque y busque. Tambien recuerdo como al terminar de leer el tomo se lo pase a mi hermano diciendole: Lo que te espera.
Gracias por los recuerdos ya que si bien he vuelto a leer en algunas ocaciones aquel tomo (que esta bien gastado de tanto leerlo) ahora al leer tu resena me llegaron mas vividamente esos recuerdos, cuando contaba apenas con 16 años de vida.
Saludos.
«#7
Aguja Dinamica
12 junio, 2014 de 14:32
Articulón.
Uno mas que empezó aquí. 20 de fórum, concretamente
http://comics-gestiox.es/images/Sue ltos/La%20Patrulla%20X-Forum-Volume n%201-%20%20%2020-.jpg
Fotaza la del señor Claremont.»
Curiosamente yo consegui ese ejemplar americano años despues de leer el tomo de From the Ashes. El cual no venia incluido en la recopilacion. Fue todo un allazgo ya que dibujaba Paul Smith. Lo raro al ver la portada de la version española y compararla a la version americana es que me doy cuenta que el color es bien mal logrado en la española. Storm tiene un color de piel gris, mientras que en la americana su color de piel es cafe y se va cambiando a marron oscuro y finalmente a gris al llegar a convertirse en un Brood.
http://static.comicvine.com/uploads/scale_small/5/56044/1973924-uncanny_x_men__1963__165.jpeg
La mitica saga De las Cenizas, la recuerdo con mucho cariño, como dice el comentario anterior, es como una serie de tv de alta calidad.
… pues en mi poco modesta opinión, si La Casa De Las Ideas hubiese volado por los aires después de la boda del sosainas de Scott con Madelyne, hubiera sido un final redondo. Y que la explosión pillase de lleno al Jim Shooter, ya sería la bomba…
A mí me parece que a la Patrulla-X de Claremont le sobra muy poco. El mayor error para Claremont fue X-Men #1, sin duda. Y está claro que los crossovers siempre conllevan un quiebre de la historia que no les hace mucho bien.
Me lo estoy releyendo todo, y la verdad es que incluso a partir de aquí sigue siendo genial, con dibujantes siempre espectaculares (Cockrum es con el que menos disfruto, sinceramente) y con una capacidad de reinvención insuperable.
Viendo todo lo que vino tras él, incluido Morrison o Hickman, es como si no pudieran jamás desatarse de Claremont (es muy difícil, por supuesto) y, sin embargo, él no paraba de separarse de su propia premisa. Se hacía su propio reboot, su cambio de rumbo radical, y nunca perdía la esencia.
Personalmente, la relación entre personajes, tan natural, tan cotidiana, con tanto gusto por lo aparentemente insustancial, es lo que me ata a la historia y me hace querer siempre conocer más sobre esta gente. Un poco a lo «Locas» de Jaime Hernández. Podría pasarme horas leyendo historias de X-Men yendo a cafeterías y hablando de pequeñas cosas.
Y estoy de acuerdo con que Paul Smith es una delicia. Para mí quizás el mejor de todos. Y eso que a Byrne, Romita Jr. y Silvestri también los disfruté muchísimo.
Ahora Hickman les está dando un vuelco tremendo, y aunque me gusta mucho como guionista y disfruto sus ideas grandilocuentes, también me encantaría alguien que vuelva a recuperar ese sentimiento de «lo que pasa entre los pasillos de la escuela de Xavier», de gente que, ante todo, son una familia, más que una nación en un entorno estrambótico.