La Patrulla-X: No más humanos

 

Edición original: Marvel Comics.
Edición nacional/ España: Panini Cómics.
Guión: Mike Carey.
Dibujo: Salvador Larroca.
Entintado: Salvador Larroca.
Color: Justin Ponsor.
Formato: Novela gráfica, tapa dura, 128 páginas.
Precio: 15 Euros.

 

Una vez más, al igual que hiciese con Vengadores: Guerra intrminable, Panini ha hecho un meritorio esfuerzo para lanzar en castellano esta novela gráfica en tapa dura el mismo día que se publicaba en los Estados Unidos. Y así, el lector hispanoparlante, ha podido disfrutar del «estreno mundial», por usar terminología del cine, del primer proyecto en este formato para la Patrulla-X desde aquel mítico Dios ama, el hombre mata, de principios de los anos ochenta.

Sosteniendo en nuestras manos La Patrulla-X: No más humanos, lo primero que llama la atención es que, contrastando con el predominante color negro que daba al álbum de Chris Claremont y Brent Eric Anderson aquel aspecto tan sobrio, este lanzamiento consigue el mismo efecto yendo justo en la dirección contraria: Al igual que en otros productos de la reciente línea Original Graphic Novels de Marvel ( como la ya mencionada Avengers: Endless Wartime o Spiderman: Family Business), prima un elegante color blanco que hace que el tomo luzca verdaderamente bien.

Por continuar con el aspecto visual, nos encontramos con el dibujo del valenciano Salvador Larroca. Sirva de aviso que este humilde redactor no se encuentra entre los admiradores del trabajo del este artista, pero lo cierto es que en los últimos tiempos sus resultados han ido rompiendo estas barreras y que estamos ante uno sus mejores trabajos. El espectacular color de Justin Ponsor resalta las virtudes del grafismo de Larroca siendo el resultado final francamente agradable.

Volviendo a nombrar la OGN de los Vengadores de Warren Ellis y Mike McKone, ésta se caracterizaba (al margen de consideraciones sobre su calidad) por, a pesar de estar imbricada dentro de la continuidad del Universo de los cómics Marvel, ser un producto amistoso para el recién llegado. El público objetivo parecía no tanto el lector habitual, sino el que pudiera verse atraído por primera vez a un comic de estos personajes a raíz de la popularidad que han obtenido en otros medios. En No más Humanos, a pesar de que también narra una historia autoconclusiva, no sucede lo mismo.
El elenco de protagonistas y su alineación en diversas facciones corresponde a la que podíamos encontrar tras La Batalla del Átomo, con los X-men de Lobezno, los de Cíclope, parte de los originales venidos del pasado, Raze (el hijo de Mística y Logan venido del futuro), Magneto y sus hijos…todos ellos con sus distintas visiones acerca del tema de la convivencia entre la humanidad y los mutantes. Por tanto, un mínimo de familiaridad con lo que viene siendo la continuidad mutante durante los últimos tiempos sí que se requiere y agradece en la lectura de la obra.

El titulo es, claro, reminiscente de las palabras que La Bruja Escarlata pronuncio al final de Dinastía de M, aquellas «No mas Mutantes«, que cambiaron de forma profunda durante varios años el status quo del Homo Superior en el Universo Marvel. Si allí éstos perdían en su mayoría su condición única individual, sus poderes, en esta historia es la humanidad la que literalmente desaparece misteriosamente de la Tierra de la noche a la mañana sin dejar rastro, dejándola prácticamente desierta. Sobre la faz de nuestro planeta solamente quedan aquellos que portan el factor X en sus genes, a los cuales veremos interrelacionandose según sus puntos de vista mientras investigan la naturaleza del asombroso suceso.

Y si bien es precisamente en esto donde el guion de Mike Carey sobresale, en la caracterización y definición precisa de la actitud de varios de los mutantes marvelianos, la verdad es que en casi todo lo demás decepciona. Las dimensiones del evento que pone en marcha el relato y el amplísimo elenco de personajes con el que decide jugar el escritor demuestran jugar en su contra y estar bajo su control solo de forma algo conveniente y tramposa.

Por un lado, la insólita y fascinante situación recuerda no tanto a un tebeo de mutantes, sino más bien a la JLA de Grant Morrison y a proyectos afines y es una lástima, pero el experimento no acaba de encajar bien. En concreto la historia suena mucho a aquel World Without Grown-ups escrito por Todd DeZago que servía de presentación al grupo Young Justice. Pero si para una premisa tan descomunal y descacharrante DeZago recurría a una explicación mágica, Carey ofrece otra científica que paradojicamente resta verosimilitud al relato: parece poco creíble que se consiga hacer algo así por los medios descritos, incluso para los estándares de realismo que debemos pedirle a un tebeo de superheroes.

Y por otra parte, aunque hay un esfuerzo para que muchos mutantes tengan alguna intervención y no quedarse solo en los principales, da la impresión de que fuera de estos últimos sólo se usa a aquellos que sirven convenientemente para hacer avanzar la historia. Sí, hasta un secundario como Triaje tiene su momento de gloria, pero sin el uso (por cierto, muy forzado) de su poder no se podría franquear un punto muerto de la trama. Por contrapartida, si la Novela gráfica toma su titulo de una frase de Wanda Maximoff ¿por qué esta no pronuncia ni una sola palabra a pesar de estar presente?

Casos de este tipo abundan, podemos pensar en abundantes personajes que tendrían importantes cosas que aportar o decir, pero que simplemente sólo aparecen de fondo. Esto llega a extremos desquiciantes cuando la tierra empieza a ser repoblada por cientos de mutantes venidos de dimensiones alternativas en las que son perseguidos, y que parece que hayan sido puestos aquí solo para hacer bulto. Las posibilidades se desperdician, no son versiones con otro punto de vista de alguno de los protagonistas, no conocemos a ninguno de otras apariciones. Están ahí porque sí. Excepto claro, por el personaje de impactante aparición que se revela hacia el final de la obra. Impactante, vital y conveniente, ya que es usado como Deus ex machina con el que arreglar los inconvenientes que acompañan a la solución propuesta para la catástrofe que aqueja a la humanidad.

Carey nos ofrece en un hermoso envoltorio una muy interesante premisa, que sirve de excusa para profundizar y para precisar cual es la actitud y personalidad de los personajes involucrados. Sin lugar a dudas, es una valiente e interesante hoja de ruta digna de elogio. Lamentablemente, la madeja que el mismo ha planteado es tan grande, bella y compleja, que no consigue atarla bien. Una buena idea, una mediocre ejecución. Una lástima.