La Pre-historia del Superhéroe (III)

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Las revistas pulp se convirtieron en uno de los mayores entretenimientos de la población adulta (y no tan adulta) norteamericana a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Durante esas décadas asesinos, detectives, vaqueros, gangsters y hombres de la jungla formaron parte del ocio para el ciudadano de a pie. Aquel medio era barato, pero aun así generaba mucho dinero y por tanto los autores tenían que agudizar el ingenio y buscar historias que sorprendieran al público y gastaran su dinero. Como resultado, la temática de los magazines pulp se amplió gracias a una serie de autores que introdujeron historias de ciencia ficción, terror, espada y brujería.

John Carter, Chthulu y Conan

A veces ocurre que la obra prima de un escritor pasa casi desapercibida y con el éxito de su siguiente trabajo, todo el mundo muestra interés por su anteriores creaciones. Algo así le ocurrió a Edgar Rice Burroughs, el autor de Tarzán. Anteriormente a sus historias con el señor de los monos, Burroughs había vendido en 1912 la historia Under the Moons of Mars para All-Story Magazine. En ella se inició un ciclo de aventuras a modo de serial en novela pulp que luego fueron conocidas popularmente como John Carter, o como muchos aficionados la denominan, las Series Barsoom (Marte en el idioma marciano). El protagonista es un virginiano veterano de la guerra de Secesión que viaja mediante proyección astral hasta Marte y allí se convierte en una especie de súper hombre gracias a la baja gravedad del planeta rojo. De hecho, se termina proclamando señor de la guerra y se casa con Dejah Thoris, la princesa marciana. Gracias a la nueva popularidad de Burroughs, John Carter protagonizó otras historias para revistas pulp (The Gods of Mars en 1918, The Warlord of Mars en 1919 y Sword of Mars en 1936, entre otras) e incluso se novelizó la primera historia bajo el título A Princess of Mars en 1917. Lo que Julio Verne y H.G. Wells habían creado en sus novelas años antes, Burroughs lo había trasladado a las revistas pulp a comienzos del siglo XX y sentó las bases para un nuevo género, la ciencia ficción.


El pionero en introducir historias donde se describía el mundo futuro con una ciencia inexistente, atractiva y llena de aventuras fue Hugo Gernsback. Este inmigrante judío tenía ciertos conocimientos de ingeniería eléctrica y mucho dinero que invertir en una revista pulp que llamó Amazing Stories en 1926. En las páginas de esta revista se publicaron relatos claramente influenciados por Julio Verne, H.G. Wells y Edgar Allan Poe, y con un marcado énfasis en los artilugios mecánicos. Amazing Stories y todas la revistas pulp que la imitaron fueron la ventana por la que muchos ciudadanos americanos, hastiados de la Gran Depresión, se asomaron para vislumbrar un mundo futuro sin pobreza y sin enfermedades donde era más fácil preocuparse de las exóticas amenazas con extraterrestres que de los problemas sociales de la época. Por cierto, el premio Hugo a las mejores obras de ciencia ficción y fantasía debe su nombre al creador de Amazing Stories.


Entre los personajes que la revista de Gernsback popularizó entre el público lector y que sirvieron de modelo para muchos otras figuras que llegaron más tarde, podemos mencionar a Buck Rogers y Dick Seaton, el protagonista de la historia The Skylark of Space. Creado por Philip Francis Nowlan, Buck Rogers apareció por primera vez en 1928. Siguiendo la estela del John Carter de Burroughs, este personaje es presentado como un veterano de la Gran Guerra que trabaja en una mina de gases radioactivos y que afectado por ellos, cae en una animación suspendida que lo sume en un sueño de 492 años. Cuando despierta, Rogers descubre que el mundo ha cambiado y la ciencia ha evolucionado de manera casi impensable. Sin embargo, el protagonista descubre que Norteamérica está gobernada tiránicamente por los Hans y lucha contra ellos junto con los pocos que se resisten a caer bajo el poder de los mongoles. Buck Rogers fue un éxito casi inmediato y sus historias se extendieron a la prensa diaria, los seriales de radio y por supuesto a la televisión, aparato que llegó a los hogares americanos poco después. Gracias a este personaje se popularizaron las historias de viajes espaciales y tras él surgieron toda una serie de figuras que imitaron su patrón. De hecho, fue uno de sus competidores quien le ganó en popularidad: Flash Gordon. Creado por Alex Raymond en 1934, la principal clave del éxito de este sucedáneo de Buck Rogers residió en que sus historias, en las que de nuevo la Tierra se encontraba bajo la amenaza de Ming el Despiadado, estaban basadas en tiempo presente.


Con respecto a The Skylark of the Space, fue una obra escrita por Edward E. “Doc” Smith y Lee Hawkins Garby entre 1915 y 1921 pero publicada en 1928 en Amazing Stories. Una vez más se trataba de un relato donde la ciencia ficción era protagonista, pero su principal aporte se debía a que en ella se describían viajes interestelares y hoy en día es considerada uno de los primeros ejemplos de Space Opera.

El siguiente autor en introducir novedades en los magazines de diez centavos fue Howard Phillips Lovecraft. En sus comienzos como escritor se dedicó a escribir poemas y ensayos, pero a partir de 1917 cambió de género literario y, afortunadamente para todos, se centró en la ficción. Influenciado notablemente por Edgar Allan Poe y por el escritor irlandés Lord Dunsany, sus trabajos para Weird Tales fueron historias de terror. A raiz del relato corto Dagon, Lovecraft construyó toda una mitología coherente y llena de horror que le reportó un gran fama. En su mundo de ficción hay una serie de horribles seres extraterrestres que antaño gobernaron la Tierra. Con la aparición del hombre, estas criaturas desaparecieron y se ocultaron, esperando el momento adecuado para resurgir y tomar el planeta una vez más. Mientras, estos seres con nombres como Chthulu, Nyogtha o Nyarlathotep, se han dedicado a reunir acólitos humanos para que los adoren como dioses y realicen en su nombre ritos llenos de blasfemia y depravación. Lovecraft solía padecer de terrores nocturnos y se cree que se valía de sus pesadillas para inspirarse y crear buena parte de los seres que conformaban su mitología particular. Sin embargo, hay quien opina que tales creaciones no pudo hacerlas a menos que estuviera en contacto con espíritus demoniacos y así basarse en su fisionomía. Sea como fuera, el producto de su imaginación fue todo un soplo de inspiración para muchos autores de su época y sus trabajos se prolongaron hasta 1935 con creciente calidad y aceptación. El paso del tiempo ha ido colocando en su merecido lugar a H.P. Lovecraft y cada vez son más los autores que reconocen la influencia del padre de los Mitos de Chthulu, entre los que podemos mencionar a Alan Moore, Gardner Fox o Stephen King.

El último de los autores que contribuyó a la diversificación de historias en las novelas pulp fue Robert Ervin Howard. Como gran lector e interesado en la historia antigua, Howard quiso dar rienda suelta a su imaginación escribiendo historias para revistas pulp. Este escritor, que mostraba gran fascinación por las tribus pictas de la antigua Escocia, produjo una serie de personajes que protagonizaron diversas historias de ficción en mundos donde la barbarie y la brujería eran constantes. Su primera historia publicada fue Spear and Fang en 1924 en la revista Weird Tales y luego le sucedieron otros tantos relatos para este magazine y muchos otros como Argosy, Spicy Adventure y Strange Detective Mysteries. En estas publicaciones dio a conocer a Kull el Conquistador (1929), Bran Mak Morn, el aventurero puritano Solomon Kane (1928) y su personaje más célebre, Conan el Cimmerio (1932). Los conflictos entre civilización y barbarie y el pensamiento nietzcheano apasionaban al escritor y todo ello le llevó a obsesionarse con el bárbaro que le hizo pasar a la posteridad. No obstante, Howard no pudo disfrutar del éxito (también tardío) de sus creaciones porque murió con tan sólo 30 años tras cometer suicidio al conocer el inminente fallecimiento de su madre.

Gladiator

La Gran Depresión que asoló los Estados Unidos durante la década de los 30 también afectó a las novelas pulp y sus protagonistas. La violencia, el radicalismo político, la corrupción y el crimen organizaron provocaron un estado de miedo y ansiedad entre los ciudadanos norteamericanos. En aquel momento el pueblo necesitaba como referente figuras poderosas que solucionaran sus problemas.

El primer autor que introdujo el nuevo modelo de héroe que más tarde protagonizó los magazines pulp fue Phillip Wylie y su novela Gladiator (1930). En ella se cuenta la historia de un científico que inventa un suero para mejorar a la humanidad otorgándonos la fuerza de una hormiga (en proporción, que os veo venir) y la capacidad de salto de un saltamontes. El científico inyecta el suero en el vientre de su mujer embarazada y meses más tarde su hijo Hugo Danner nace con unas capacidades inconcebibles para el ser humano. Sin embargo, cuando Hugo es mayor descubre que no le encuentra utilidad a sus habilidades. Es más, su uso provoca el rechazo por parte de aquellos que le rodean: Debido a su extraordinaria fuerza mata a un joven mientras practica fútbol americano; Durante la I Guerra Mundial acaba con cientos de enemigos, pero es incapaz de terminar con el conflicto; es despedido de una fundición de metales porque trabaja más que el resto de sus compañeros y es perseguido cuando usa sus poderes para rescatar a alguien que se encuentra atrapado en el interior de una cámara de seguridad de un banco. Decepcionado de sí mismo y de la política del momento, Hugo se abandona a la soledad y decide unirse a una expedición arqueológica en América del Sur, donde muere alcanzado por un rayo tras maldecir a Dios.


La obra de Wylie era de tono pesimista y reflejaba su visión de la sociedad americana del momento. Para él, la humanidad no estaba prepara para aceptar a un superhombre y los superpoderes sólo podían llevar a la soledad. Fue gracias a Gladiator y Wylie que el resto de autores siguieron su patrón y los nuevos héroes de los magazines pulp comenzaron a tener poderes.

El interés que despierta todos los personajes e historias expuestos en este artículo es tal que incluso hoy en día siguen siendo claros referentes en el mundo de la historieta. Muchos de ellos llegan ya al siglo de vida y, sea en una editorial o en otra (o en un medio diferente), siempre tienen un público dispuesto a disfrutar de sus aventuras.

En la próxima entrega tendremos a The Shadow, Doc Savage, The Spider y unos cuantos héroes pulp más.

Fuente: Our Gods Wear Spandex.

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El Asombroso Espaiderman
El Asombroso Espaiderman
Lector
27 abril, 2012 22:48

 Buen art´´iculo, como siempre. espero mas entregas.

Thor-El
Thor-El
28 abril, 2012 0:22

Jo, tio, de verdad mil gracias por esta serie de articulos. Son realmente apasionantes

alienigena
alienigena
Lector
28 abril, 2012 0:31

Genial. Me ha encantado el articulo. Enhorabuena.

Brin London
Brin London
28 abril, 2012 13:34

Lo que le debe Superman a Hugo Danner,y la version comic que Forun edito en AVENTURAS BIZARRAS genial!!

Laurel Kent
Laurel Kent
Lector
13 agosto, 2014 1:22

Hay que decir que la novela de Philip Wylie se editó en España como «Gladiator, El Superhombre» por parte de Ediciones Jaguar en 2008…

Y de hecho, la novela no es tan superheróica como pueda pensarse…

http://tienda.cyberdark.net/gladiator-el-superhombre-n12314.html