Como mandan los cánones y la historia reciente de la franquicia mutante, cada cierto tiempo es necesario un cambio radical en los títulos-X. Autores, series, personajes y hasta uniformes se ven alterados de la noche a la mañana en relanzamientos bautizados con mayor o menor gracia, alternándose miradas al horizonte y rompiendo con las normas establecidas con regresos a la nostalgia más o menos lejana, según manden el editor de turno y/o las ventas mensuales. Axel Alonso, Nick Lowe, Mike Marts y Mark Paniccia han sido los cuatro editores que han dirigido el destino del barco mutante durante el presente siglo, dejando huella la producción del catálogo desde la sombra. Exceptuando casos puntuales como la estancia longeva de Mike Carey en la franquicia, el resto de autores que han guionizado las principales series-X estos tres últimos lustros han aguantado al frente de las mismas entre dos y cuatro años. La dupla Grant Morrison-Joe Casey vio en el tándem Chuck Austen-Peter Milligan su relevo durante la primera parte de la época de Joe Quesada como editor-jefe, mientras Joss Whedon acaparaba todo el protagonismo con libertad absoluta. Tras la marcha de este último (y los sucesos de Dinastía de M), cuando hubo que revitalizar los títulos por todo lo alto se acudió a dos estrellas como Ed Brubaker y Mike Carey, un poco antes de que Matt Fraction o Kieron Gillen irrumpieran en unas series cada vez más globales con continuos crossovers, mientras autores como Peter David, Craig Kyle o Chris Yost firmaban series importantes en la franquicia (X-Factor, X-Force) llevando los títulos hasta la cisma mutante, donde irrumpieron con fuerza Jason Aaron y Rick Remender dinamitando el statu quo de la familia mutante, hasta la llegada de Brian Michael Bendis con carta blanca y un giro al optimismo.
Tras la marcha de este último y a raíz de los acontecimientos del crossover Infinity que desarrolló Jonathan Hickman en las páginas de Los Vengadores, el editor Mike Marts y el guionista Rick Remender (encargado entonces de la cabecera Uncanny Avengers) habían ideado una trama que llevaría a todos los mutantes del planeta al espacio exterior, motivado por el hecho de que la niebla terrígena inhumana mataría a todo aquel mutante que siguiera en la Tierra. “Podemos dejar la Tierra. Todos nosotros. Podemos empezar desde cero en cualquier otra parte. O morir”, argumentaba Hank McCoy. Sin embargo, la salida imprevista de Marts para fundar y dirigir la editorial Aftershock cambió por completo los planes. Su sustituto, Mark Paniccia, eligió a Jeff Lemire como editor estrella del relanzamiento en lugar de a Remender, quien decidió abandonar por completo Marvel tras quedarse a las puertas de tener las llaves de la franquicia. La idea de abandonar la Tierra se transformó en trasladar la mansión al Limbo vía Magik, como se vería en los Extraordinary X-Men de Lemire tras las Secret Wars, donde alargarían en exceso la resolución de la trama de la nieble terrígena, un nuevo recurso (manido) para poner una vez más a los mutantes al borde de la extinción (haciendo que por momentos echásemos de menos el virus del Legado).
Este relanzamiento además contaría con las cabeceras Uncanny X-Men de Cullen Bunn y Greg Land y All-New X-Men de Dennis Hopeless y Mark Bagley, que alcanzarían la veintena de números y surcarían inalteradas durante Civil War II y el relanzamiento posterior. Tras la conclusión del gran evento Marvel de 2016, el catálogo de la editorial se relanzó en masa, con la salvedad de los títulos de la franquicia mutante, que siguieron inalterados su rumbo, en colisión con los Inhumanos. Mientras la FOX no dejaba de anunciar proyectos cinematográficos mutantes (Nuevos Mutantes, X-Force, Deadpool 2, X-Men: Fenix Oscura, serie de televisión protagonizada por Legión, otra serie con piloto dirigido por Bryan Singer…), desde La Casa de las Ideas preferían apostar por otras licencias a la de los mutantes y aumentando el número de series de Masacre y de los Inhumanos, mucho más estratégicos para el Marvel Studios. El único anuncio mutante en la treintena de debuts de Marvel Now! fue el evento Death of X, en lo que parecía ser toda una metáfora editorial. Esta miniserie de cuatro números estaría coprotagonizada por mutantes e inhumanos y escriba a cuatro manos. “En este momento las cosas no van muy bien para los mutantes. Los Inhumanos han adquirido una creciente importancia y cada vez son más relevantes dentro del Universo Marvel pero también fuera, entre los lectores”, afirmaba Jeff Lemire, co-guionista de la mini-serie de cuatro números. “Si a eso añadimos el hecho de que las Nieblas Terrígenas son vitales para unos y letales para los otros, la solución no es sencilla, y habrá distensiones en ambos grupos”, añade su compañero de guión Charles Soule. En esta miniserie dibujada por Aaron Kuder, se conocieron a modo de flashback los eventos que ocurrieron durante los ochos meses entre Secret Wars y el comienzo de las series en curso. “Vamos a ver a algunos personajes que han estado desaparecidos en combate y responderemos a la pregunta de dónde han estado ciertos mutantes y lo que les ha ocurrido, sobre todo el caso de Cíclope, de quien habíamos dicho que estaba muerto y realmente eso es todo lo que habíamos dicho. Su muerte fue muy controvertida, por lo que, obviamente, va a ser una gran parte de la historia que estamos contando aquí”.
Y no podían tener más razón. El giro final detrás de la muerte de Cíclope causó revuelo entre los aficionados, que no se podían creer cómo el mesías y salvador de los mutantes desde el Día M hasta la actualidad sufriese el peor destino fuera de cámara. Era entendible que un personaje tan olvidado como Alquimia (creado por Arthur Adams en una breve saga de X-Factor en los ochenta) pudiera sufrir una muerte sin molestar a nadie. Menos entendible era la forma de asesinar al Hombre Múltiple también fuera de escena, dado el tirón popular reciente de Jaime Madrox en las manos de Peter David, aunque todos sabemos que habrá algún duplicado vivo en algún rincón del Universo Marvel. Pero nadie se esperaba que Cíclope fuera a sufrir el destino que prepararon Lemire y Soule para el mesías mutante. Una segunda lectura argumentando que las ideas nunca mueren o el poder de la inmortalidad de los iconos puede salir en defensa de esta decisión argumental. Pero sus consecuencias (reposicionando a Emma Frost en una postura que hacía tiempo había olvidado) y la siguiente miniserie, Inhumans vs X-Men, no mejoraron la situación. La histeria entre el fándom alcanzaba límites sin precedentes. Quedaba claro enseguida que a Jeff Lemire le quedaba grande la cabecera mutante y que no se manejaba correctamente con grandes historias épicas y múltiples personajes participando simultáneamente. Los episodios más íntimos (como el dedicado a Forja) funcionaban, pero ni las ideas ni la ejecución para el resto eran las adecuadas para el que se consideraba el gran fichaje de Marvel tras la salida de Fraction, Hickamn, Gillen o el propio Remender. Y todavía quedaba un gran evento: IvX.
Entrando ahora en un pequeño territorio de spoilers (avisamos dado que la miniserie ha sido publicada muy recientemente en España), esta miniserie de seis números a cargo de Lemire/Soule con Leinil Francis Yu y Javier Garrón en el apartado gráfico enfrentaría a ambas facciones en una lucha sin cuartel. Sin espacio para subtramas, debates morales o humor, las disputas se suceden sin tregua. Tras un primer dominio mutante, entrarían en escena los jóvenes inhumanos de nuevo cuño (Mosaic, Moon Girl, Inferno, Quake, Synapse, Reader…) para salvar el día. Pocos momentos interesantes (el combate psíquico entre Karnak y la joven Jean Grey a la vez que el combate físico entre Karnak y Phantomex, por destacar alguno de ellos), Kaos perdonando la vida a Rayo Negro (“asesino” de su hermano) y un Deus Ex Machina del tamaño del Blackbird en forma de colaboración de última hora entre los cerebritos de Moon Girl y Forja tras marear la perdiz durante meses suponen el final del combate, aceptando Medusa destruir la niebla terrígena. En ese momento los sucesos dan un giro a lo vergonzoso cuando Emma Frost, victoriosa, decide perpetrar un genocidio y desvela que ha manipulado a Forja para que construya centinelas anti inhumanos, y lo primero que hace al activarlos es matar a todos los efectivos de la Corporación Ennilux excepto Ahura (hijo de Rayo Negro y Medusa). Vuelta al combate, todos contra Frost quien es rescatada en último momento por Kaos. Los lectores mutantes asisten atónitos a la conversión de Emma a villana, vestuario digno del Club Fuego Infernal incluido, entendiendo por primera vez que es mucho mejor el destino fallecido de Cíclope al paseo de la vergüenza y la inutilidad al que se ven sometidos otros personajes que continúan “vivos”. IvX debutó con 167.000 unidades vendidas, quedando segunda en Diciembre de 2017 a pocos ejemplares del experimento Justice League vs Suicide Squad. Sin embargo, el derrumbe en ventas en siguientes unidades fue excesivo para una miniserie de seis números (100,000 ejemplares menos en el número 2 para acabar apenas con 50,000 copias más allá del puesto 20). Un evento polémico como pocos que al menos pone punto y final al enésimo borde de la extinción, con mutantes perseguidos y odiados más que nunca. Era la hora de un nuevo optimismo.
ResurrXion
Acabada Inhumanos vs Patrulla-X, en Abril de 2017, las franquicias inhumanas y mutante se relanzaban por todo lo alto. Todas las series grupales hasta el momento en curso concluían y, a excepción de Cullen Bunn, todos los guionistas desaparecían por un extremo del escenario para dar lugar a una nueva tanda de autores con ideas frescas que poner en marcha, con algún que otro regreso a la franquicia de autores como Marc Guggenheim o James Robinson. Incluso Charles Soule, que llevaba escribiendo los designios de los Inhumanos desde Abril de 2014, dejaba su puesto. Entre las series relanzadas en la franquicia mutante se encuentran los siguientes ocho títulos: X-Men: Gold, X-Men: Blue, Weapon-X, Generation-X, Jean Grey, Iceman, Cable y Astonishing X-Men.
La importancia de los Inhumanos para Marvel Comics ahora mismo es extraorindariamente grande, ya que a la vuelta del verano la esquina (exactamente el hoy) debutará en pantallas IMAX primero y en el canal ABC después el primer capítulo de la serie de televisión del grupo creado por Stan Lee y Jack Kirby. Con un reparto formado por Serinda Swan, Iwan Rheon, Ken Leung, Eme Ikwuakor, Isabelle Cornish, Mike Moh, Sonya Balmores y Ellen Woglom, las esperanzas puestas en esta serie (ambientada en la continuidad oficial de Marvel Studios) son muchas, así que no es de extrañar que desde la editorial quieran acompañar al estreno con tres nuevas series Inhumanas. La primera de ellas es Royals, guionzada por Al Ewing (New Avengers) y dibujada por Jonboy Meyers (Teen Titans) y protagonizada por la familia real Inhumana y con el regreso estelar de Marvel Boy, ambientada en el espacio profundo donde han ido a descubrir los secretos de la terrigenesis. Black Bolt, escriba por Saladin Ahmed y con los preciosos dibujos de Christian Ward, en la primera serie regular de Blackagar Boltagon, separado del resto de los Inhumanos y atrapado en una prisión galáctica con alguno de los más peligrosos villanos del Universo Marvel. La tercera serie, más coral con la continuidad actual Marvel, es Secret Warriors, guionizada por Matthew Rosenberg (Kingpin) y con dibujo de Javier Garron (Inhumans vs X-Men), en la que Daisy Johnson reune un grupo de inhumanos (Ms Marvel, Moon Girl, Karnak e Inferno) para combatir la amenaza de Hydra en pleno Imperio Secreto de Nick Spencer. Además, Christopher Priest vuelve a Marvel para co-guionizar con Ryan North la miniserie Inhumans: Once and Future Kings con dibujo de Phil Noto, narrando el origen y el legado de la familia Boltagon.
En un arranque de nostalgia (por los años noventa, por supuesto, no por los sesenta, setenta u ochenta), Marvel Comics lanza dos volúmenes evocadores de los equipos azul y dorado de la época de Jim Lee en X-Men (De hecho, durante el mes de Julio Marvel recupera los cromos que hizo Jim Lee de los X-Men en los años noventa como portadas alternativas para la mitad de los cómics del mes). Por un lado, X-Men: Gold a cargo de Marc Guggenheim y Ardian Syaf. Esta cabecera presentará la alineación más “claremontiana” que se haya visto en los últimos tiempos en la franquicia, con Tormenta, Coloso, Rondador Nocturno, Viejo Logan, Rachel Grey (bajo el nuevo nombre clave de Prestige) y Kitty Pryde entre sus miembros. Será esta última la líder de esta nueva iteración del grupo mutante (así como directora del nuevo Instituto Xavier), descubriéndose así que dejará de ser un miembro de los Guardianes de la Galaxia en el también inminente relanzamiento del título tras la salida de Brian Michael Bendis del mismo. “Kitty Pryde liderará a los X-Men en su vuelta a casa, siendo su primer enfrentamiento una disputa con una nueva encarnación de la Hermandad de Mutantes Diabólicos”, asegura Guggenheim, quien continua comentando que “una de las cosas que quiero hacer es intentar averiguar qué quiere decir ser un mutante en el siglo XXI, en un mundo donde se han encadenado catástrofe tras catástrofe, y donde eventos como el M-Pox hacen que la desastre de Genosha queden muy lejos. ¿Por qué sigue existiendo racismo?”. La promesa del autor consiste en ofrecer aventuras de un perfil más superheróico del habitual en la franquicia, donde “los personajes llevan ya demasiado tiempo siendo perseguidos o al borde de la extinción”. En el futuro más inmediato de X-Men: Gold, los aficionados podrán volver a ver a Gambito, una nueva versión de los Centinelas y, aunque nadie lo haya pedido, el regreso del X-Cutioner, personaje creado por Scott Lobdell allá por 1993 y olvidado inmediatamente y de Omega Red. Paso por paso, parecen los villanos de los X-Men de Jim Lee… Oh. Y, como no podía ser de otra manera, un posible nuevo romance entre Kitty Pyde y Piotr Rasputín. Tras terminar su matrimonio con Peter Quill (Star-Lord), Kitty vuelve a caer en las manos de otro Peter…
La otra cabecera, también de cadencia quincenal y con fecha de estreno de Abril de 2017, corre a cargo de Cullen Bunn y Jorge Molina, con Arthur Adams a cargo de las portadas y los diseños de uniformes (recordando a los de la etapa de X-Factor) y protagonizada por los jovencísimos Cíclope, Jean Grey, Hombre de Hielo, Bestia y Angel, con la joven Grey asumiendo las funciones de líder de campo por primera vez, relegando a un Cíclope que continua en el título a pesar de formar parte de los Campeones (doblete para el joven Summers). Esta serie es la heredera temática del All-New X-Men de Bendis y de Dennis Hopeless, aunque pierde por el camino a secundarios del último volumen como Idie, X-23 o Génesis, ya desgastados. En su lugar llegan dos fichajes de infarto. El primero, Magneto. Erik ejercerá de mentor de jóvenes mutantes una vez más. “Magneto es el villano más antiguo de este quinteto de los X-Men y ahora va a hacer las labores de mentor, lo cual hará que los lectores se hagan muchas preguntas sobre cómo se desarrollarán los acontecimientos”, comenta Cullen Bunn quien sin duda alguna está doctorado en el tratamiento de Magnus tras haberle guionzado con éxito en su serie regular primero y posteriormente en Uncanny X-Men. “Antes o después los X-Men descubrirán cuál es el motivo de que Magneto haya querido volver a tutorizar mutantes en el lado de los buenos”. El segundo fichaje (y aquí vienen spoilers hasta el final del párrafo) es el de James Hudson Jr., también conocido por ser el hijo de Lobezno y hermanastro de los Mercurio y Bruja Escarlata del Universo Ultimate. De esta forma, con la incorporación de la creación de Jeph Loeb y Arthur Adams, los jóvenes mutantes azules continuaran acompañados de un personajes con garras, si no es que regresan a su línea temporal original antes de lo previsto. Hasta entonces, Mr. Siniestro, unos nuevos Merodeadores (Estos Merodeadores también han llegado del Universo Ultimate (¿y quién no?). Si quieres quienes son, lee al revés: arudamrA, II-hcaM, naidrauG y oirucreM), Madripoor, Polaris y el esperado regreso de Emma Frost (tras desaparecer al final de IvX) se cruzarán en su camino. Eso si la nueva afición de Hank McCoy por la magia no cambia las cosas…
La tercera gran serie del relanzamiento es Weapon-X, a cargo de Greg Pak (X-Men: Canción Final del Fénix) y Greg Land (Uncanny X-Men). Garras y dientes en una alineación atípica formada por el viejo Logan, Dientes de Sable, Lady Deathstrike, Domino y Sendero de Guerra, intentando canalizar el éxito de alineaciones recientes (X-Force de Kyle/Yost, Patrulla-X de Cullen Bunn…) en un relato que supone la vuelta (y ya van…) del programa que creó a Lobezno y da título a la serie. “El programa Weapon X ha vuelto, y es más mortífero que nunca. esta vez su objetivo no es solo usar a los mutantes para sus intereses. Quieren exterminarlos. Los poderes y habilidades de esta nueva Weapon X son tan terroríficos que necesitas a héroes y villanos haciendo equipo para hacerles frente”, comenta Pak. “Preparaos para un blockbuster emocionante con un grupo brutal de héroes y antihéroes llevados al límite en una batalla por la supervivencia de la raza mutante donde los héroes se van a volver locos unos a otros”. Aunque el “verdadero” Lobezno lleva muerto ya tres años y contra todo pronóstico no ha vuelto, su presencia se hace notar mediante sus muchas réplicas. En este ocasión Logan y Dientes de Sable son los encargados de reunir y liderar al grupo una fuerza de choque mutante dispuesta a hacer lo que otros no. El principal misterio será quién ha reactivado Weapon X y por qué quiere terminar con los mutantes. Aunque quizá no haya tiempo para ello, porque en su primer medio año de vida la serie cruzará su curso con las cabeceras Old Man Logan y Totally Awesome Hulk, en un crossover bautizado como “Armas de Destrucción Mutante” donde debutará un amalgama de lo más salvaje entre el Coloso Esmeralda y el canadiense de garras.
La polémica
Sin embargo, y cuando parecía que el relanzamiento iba a seguir un perfil bajo a la sombra del evento Secret Empire de Nick Spencer, la polémica explotó en la cara de Marvel Comics por donde menos se lo esperaba. El dibujante indonesio de X-Men: Gold, Ardian Syaf, aprovechó el primer número de la nueva cabecera para esconder mensajes anti-cristianos y anti-judíos en sus viñetas de forma lo suficientemente sutil para un no-entendido pero no lo suficiente escondidas como para las redes sociales, que pusieron el grito en el cielo a los pocos días. Estos mensajes (“212” encima de Kitty Pryde o “QS 5:51” en la camiseta de Coloso) hacen referencia a una fecha (2 de Diciembre de 2016) y al Corán, en su Capítulo 5, versículo 51. Estos números y fechas están relacionados con acontecimientos recientes de la situación política en Indonesia, los cuales intentaremos explicar a continuación. Basuki Tjahaja Purnama es el gobernador de la ciudad de Yakarta, la capital de Indonesia. Esta región es clave en el avance de un político si quiere llegar a ser presidente de Indonesia, algo a lo que ha aspira ser según ha declarado en público el propio Purnama, también conocido como Ahok. Ahok es cristiano. El mencionado versículo del Corán se traduce de la siguiente manera: “¡Vosotros que creéis! No toméis por aliados a los judíos ni a los cristianos; unos son aliados de otros. Es cierto que Alá no guía a los injustos”. Ahora bien, como bien explicó la guionista G. Willow Wilson (Ms. Marvel) en plena polémica, “amigos/aliados” no es una traducción correcta. Awliya, plural de wali, es la palabra que aparece escrita en el árabe original del Corán. La traducción correcta, según Wilson es “consejero/representante legal”. Ahok se burló y criticó este versículo, asegurando que muchos lo usaban para desacreditarle como gobernador del que es el país con más musulmanes del mundo. Cuando se filtró el vídeo en el que Ahok criticaba el versículo, empezó la polémica, que culminó en una protesta de 200.000 personas el 2 de diciembre de 2016. Con esto acabamos nuestra clase de política o religión, pero sirva de contexto para entender la posición partidista que asume Ardian Syaf (quien más tarde además confesó que participó en las manifestaciones), en contra de Ahok.
La polémica no tardó en estallar a lo largo y ancho de Internet. La primera reacción oficial de Marvel se produjo tres días después, a través de una breve nota de prensa en la que afirmaba que “las manifestaciones en el dibujo de X-Men: Gold #1 fueron introducidas sin el conocimiento del guionista, del editor o de nadie en Marvel. Así mismo, no reflejan sus opiniones y van en contra del carácter integrador de Marvel Comics y de lo que han significado los X-Men desde su creación. Estos dibujos serán eliminados de futuras reimpresiones, de la versión digital y de la edición en tomo recopilatorio, mientras que se tomarán acciones disciplinarias”. Nótese que ninguna de estas cinco líneas de declaraciones incluyen ninguna disculpa hacia las comunidades ofendidas, quienes además hacían notar que uno de esos mensajes había sido dibujado en torno a Kitty Pryde, el personaje judío más reconocible de Marvel Comics junto a Ben Grimm, además del hecho de que los X-Men fueran creados por Stan Lee y Jack Kirby, dos autores judíos, así como su actual guionista, Marc Guggenheim, cuyas únicas declaraciones fueron breves para alejarse de toda polémica. “Gracias a todos por el fantástico apoyo. Tanto a los aficionados como a mis compañeros de profesión”. Otros tres días después (seis desde la publicación del cómic), Marvel Comics finalmente despedía al dibujante “de forma inmediata”, añadiendo que “el segundo y tercer número con su dibujo ya habían sido enviados a imprenta, pero los siguientes tres números serán dibujados por R.B. Silva y los siguientes tres por Ken Lashely”.
Solventado el asunto, tan solo quedaba por conocer la opinión el propio Syaf, contradictorias entre sí. En un primer lugar afirmó: “mi carrera como dibujante está acabada. Es la consecuencia de lo que hice, y lo acepto. Espero que con esto acabe la polémica y el odio. Os deseo la paz. En esta última oportunidad, quiero deciros el verdadero significado de los números, 212 y QS 5:51. Son números de JUSTICIA. Son números de AMOR. Mi amor por el sagrado Corán… Mi amor por el último profeta, el Mesías… mi amor por ALÁ, el único Dios. Mis disculpas por todo el alboroto. Adiós, que Dios os bendiga. Os quiero a todos”. El día siguiente, en un periódico indonesio, Syaf no tuvo reparos a la hora de analizar su despido de la siguiente manera: “Disney es dueña de Marvel, y cuando ofendes a los judíos, no tienen piedad. Yo no soy antisemita ni anticatólico. Si lo fuera, no habría trabajado para editoriales extranjeras. Pero esto es lo que hay”. Y posteriormente subió a su perfil de Facebook una foto posando con Rizieq Shihab, fundador y líder del Islamic Defenders Front (FPI), una organización urbana vigilante que ha sido denunciada en numerosas ocasiones por sus manifestaciones de odio, discriminación e intolerancia religiosa. La foto duró poco, ya que la borró poco después. Se ve que se lo pensó mejor, no como cuando incluyó esos mensajes ocultos en las páginas mutantes…
Curiosamente, el impacto de la polémica no sirvió para aumentar en exceso las ventas del primer número. X-Men Gold #1 vendió en Abril 114,332 unidades, siendo superado en ventas tan solo por Secret Empire #0 y Batman #21. La cabecera hermana, X-Men Blue #1 debutó en cuarto lugar con 108,800 copias vendidas, mientras que el primer número de Weapon-X entró en el Top Ten con 68,874 ejemplares distribuidos. Los segundos números de las series (también a la venta en Abril) tuvieron el habitual descenso de unidades vendidas de cualquier lanzamiento. X-Men Gold vendió 62,283 unidades (puesto 17, 40% unidades menos), por las 54,074 (puesto 24, 50% de unidades menos) de X-Men Blue y las 42,471 de Weapon X (puesto 38, 39% menos). A la espera de ver el rendimiento estos próximos meses, de entrada se puede hacer una comparación con el lanzamiento previo. Los Extraordinary X-Men de Jeff Lemire (Nov-15) arrancaron con 133,000 ejemplares, una cifra superior a los dorados mutantes. Sin embargo, los segundos números de ambas series han vendido lo mismo. Extraordinary se asentó sobre las 30,000 unidades por entrega, demostrándose que tanto el contexto del mercado hoy en día no es lo que fue en su día como que Jeff Lemire tiene menos tirón popular del que se esperaba cuando fichó por Marvel. Así pues, esa será una cifra que X-Men: Gold debe aspirar a superar. La comparación entre X-Men: Blue y All-New X-Men tiene lecturas similares. La serie de Dennis Hopeless protagonizada por los cinco miembros originales de los X-Men debutó en Diciembre de 2015 con 81,000 unidades, muchas menos que las de su actual serie, perdiendo 25,000 lectores en su segunda entrega. Finalmente, se asentó en la frontera de las treinta mil copias por entrega y quedando fuera muchos meses de la lista de los 100 más vendidos. Curiosamente y rompiendo las expectativas, la serie más vendida del anterior relanzamiento fueron los Uncanny X-Men de Cullen Bunn, lo cual explica que desde la franquicia mutante se quiera seguir apostando por el guionista de Harrow County. Tras un debut en Enero de 2006 con 93,000 unidades y perder la friolera de 40,000 lectores en su segundo número quince días después, la serie cerró el 2016 vendiendo unas estables 37,000 copias mes tras mes. Weapon-X, hereditario en temática y estilo (por aquello de Greg Land) de Uncanny X-Men, deberá aspirar a esas cifras si no quiere hacer del dicho de «las compraciones son odiosas» una realidad una vez más.
Vida más allá del azúl y oro
Además de las cabeceras grupales X-Men: Blue y X-Men: Gold (traducidos en España como La Patrulla-X Azul y La Patrulla-X Oro), la franquicia se relanza con otras dos series de grupo: Generation-X y Astonishing X-men. El nuevo y segundo volumen de Generation-X, a cargo de Christina Strain (colorista en su día de Runaways) y de Amilcar Pinna. Si los títulos anteriores apelaban a la era Jim Lee, Generation-X conjuga dos nostalgias en una misma serie. La nostalgia por el grupo original de Scott Lobdell y Chris Bachalo (1994) y la dinámica de las colecciones adolescentes que tan bien han funcionado recientemente, desde New X-Men a, por supuesto, el Wolverine & The X-Men de Jason Aaron. “En esta nueva etapa, el nuevo Instituto Xavier quiere re-evaluar la educación que le da a sus alumnos, dividiéndolos en tres grupos: la próxima generación de X-Men, la próxima generación de embajadores mutantes y la próxima generación de… bueno, digamos, que perdedores con encanto”, explica la guionista, quien añade: “Son mutantes con poderes que poco podrán aportar en el campo de batalla y que no encajan en ningún lado… ni siquiera en el colegio donde les prometieron que encajarían”. Un reparto que mezcla personajes de segunda fila recientes con una nueva remesa de cadetes mutantes, dirigidos en el nuevo Instituto Xavier en pleno Central Park por la ex–discola y actual madre adoptiva Júbilo y el británico flamígero Cámara, como representantes de la Generación-X original y lejos ya de sus épocas adolescentes. Entre los estudiantes protagonistas, Strain ha elegido a Quentin Quire (olvidada su etapa como Rey Blanco del Club Fuego Infernal), Bling!, Morfo (Benjamin Deeds) y Chica Naturaleza, así como al nuevo estudiante, Hindsight (Nathaniel Carver). Una mezcla de mutantes cuidadosamente seleccionados de perdedores, ya que parece que han querido elegir una creación de cada guionista mutante reciente: Morrison, Milligan, Aaron, Bendis, Latour… Todo ello sin descuidar los pasillos del instituto, donde por los fondos de las viñetas se pasean ya clásicos como Shogo, Nydo, las Cuclillos Stepford, Glob Herman… ¿En el futuro a corto plazo? “Quiero centrarme en las relaciones entre los chavales, pero puedo decir que los primeros enemigos del grupo serán Emplaca y los Purificadores y por lo demás… Solo diré que Magik y Moonstar son dos personajes que me encantan”, concluye Strain.
Astonishing X-Men encara su cuarto volumen poniéndose en manos de Charles Soule. Tras su salida de las cabeceras inhumanas, aterriza así en la franquicia mutante en una serie estructurada en forma de números autoconclusivos, por la cual desfilarán varios de los mejores dibujantes de la editorial (al estilo del actual All-Star Batman en la Distinguida Competencia). Desde Jimmy Cheung hasta Mike Deodato, dibujantes como ACO (Nick Furia), Ron Garney (Daredevil), Phil Noto (Viuda Negra), Ramon Rosanas (Astonishing Ant-Man) o Greg Land (Ultimate Power) tendrán la oportunidad de dibujar las cuatro esquinas de la mitología mutante. Este nuevo grupo-X está formado por el viejo Logan (en su cuarta cabecera mensual tras Old Man Logan, X-Men y Weapon-X, demostrando que la omnipresencia sigue siendo un gran poder secundario), Pícara (quien vuelve a la franquicia tras años de ausencia y que continuará en Uncanny Avengers con la llegada de Jim Zub), Arcangel, Fantomex, Bishop (¡!), Mística, Mariposa Mental y Gambito. “El primer número tendrá repercusiones importantes para el futuro de la franquicia“, confiesa el jefazo Axel Alonso, antes de que el propio Soule añada que “esta serie está pensada para contar una historia muy concreta, como un gran puzzle con muchas capas y misterios. Será difícil averiguar de qué va la serie, pero los protagonistas serán clave y han sido elegidos con cuidado”. Pistolones, espadas y garras a tutiplén que de poco o nada servirán para enfrentarse al villano anunciado para la serie (¡Spoilers!): “El Rey Sombra fue el primer villano al que se enfrentó Charles Xavier y la razón por la cual decidió entrenar a otros mutantes para frenar amenazas similares”, cuenta Soule sobre el villano de la serie, muy de moda actualmente a raíz de cierta adaptación televisiva. “Dado que reside en el plano astral, los enfrentamientos allí son en base a la fuerza de voluntad, lo cual nos da mucho margen para hacer enfrentamientos espectaculares”.
Además de estas dos series grupales, tres mutantes se han ganado el derecho a tener su propia serie regular en pleno Resurrxion: los jóvenes Jean Grey y Hombre de Hielo y el viajero temporal Cable. La primera en debutar ha sido la Chica Maravillosa, en una serie a cargo de Dennis Hopeless y Victor Ibañez. Ambos autores encadenan así su segundo trabajo con el personaje, tras guionizar y dibujar All-New X-Men y Extraordinary X-Men respectivamente. Ambos embarcarán a la joven telépata en un aventura que involucrará, cómo no, a la Fuerza Fénix. “Es una historia al estilo de los trabajos de Hércules. Jean tiene una premonición. El Fénix va a volver y la Tierra está condenada a no ser que Jean Grey lo evite. Desafortunadamente, esta Jean Grey es una adolescente inexperta. Nuestra Jean necesita mejorar rápidamente y tiene que prepararse y convertirse en quien sabemos que acabará siendo”, cuenta Hopeless. Para conseguir esta experiencia vital, la futura Fénix cruzará sus caminos con todos aquellos que han sido huéspedes de la Fuerza Fénix para intentar aprender de ellos (Como se observa en la preciosa portada de David Yardin para el segundo número de la serie.): Rachel Grey, Quentin Quire o Hope pero también Magik, Coloso o incluso Namor (como se vio en Avengers vs X-Men). Además, el Doctor Extraño, Odinson, Boom Boom o Domino se dejarán ver en el carrusel de invitados. Enfrente encontramos a un joven Bobby Drake en el que es técnicamente su tercer volumen propio tras la miniserie de los ochenta de DeMatteis y el producto Icons de los dosmil de Abnett y Lanning. En esta ocasión, los responsables de sus aventuras serán Sina Grace y Alexandro Vitti. Desde que Brian Michael Bendis (por boca de la joven Grey) desvelase en Uncanny X-Men #600 USA que este tierno Bobby Drake es gay, la relevancia del personaje ha crecido exponencialmente. Si bien el Hombre de Hielo nunca ha llegado a explotar del todo su poder gélido (en lo que bien podría ser una metáfora de que siempre ha estado reprimiéndose), su versión adulta acumula un largo historial de novias e intereses románticos a sus espaldas (desde Opalo a Kitty Pryde o Mísitca, por ejemplo), lo cual choca con la salida del armario de la versión más juvenil. Una dualidad que quiere explorar el guionista, en su primer gran trabajo para Marvel. “Este relanzamiento editorial mutante quiere enfatizar el optimismo del futuro de la raza. Y no encuentro mejor forma que hacerlo con este nuevo Bobby, que en vez de esconderse no tiene reparos en dar la cara”, comenta. “Desde su revelación, las aventuras y peligros no le han permitido explorar este aspecto y ya va siendo hora. Y total, ¿qué puede ir mal cuando le pides ayuda a tu futura novia? Podría ser peor… como una comida familiar irrumpida por los Purificadores”. Todo eso y mucho más. Y por “mucho más” nos referimos a Daken, el personaje bisexual más famoso de Marvel Comics…
La última serie de todas en debutar es Cable, la cual cuenta curiosamente con el equipo creativo más potente de todo Resurrxion, que carece de grandes estrellas como en pasados relanzamientos. Para narrar las aventuras de Nathan Summers Marvel ha apostado por James Robinson (Cuatro Fantásticos) y Carlos Pacheco (Uncanny Avengers), demostrando la importancia que tiene para la Casa de las Ideas el personaje que debutará en la gran pantalla en 2018, en la piel de Josh Brolin. El primero de ellos ya guionizó medio año de la colección del hijo de Madelyne Pryor su primer volumen hace más de veinte años antes de la llegada de Joe Casey y el segundo ha dibujado recientemente al personaje durante su corta etapa en Uncanny Avengers, junto a Gerry Duggan. El enfoque de la serie tendrá un corte clásico de aventuras y viajes temporales, olvidándose referencias a complicados árboles genealógicos y a pérdidas/recuperaciones de poderes cíclicas. “Una de las cosas que definen a Cable es que es un guerrero del tiempo. El viaje temporal es parte esencial de su vida y la serie se centrará en eso. Será una carrera contra el tiempo para arreglar la corriente temporal. Su objetivo es salvar el Universo Marvel”, afirma Robinson. Este viaje temporal llevará a Cable a “el Japón feudal del siglo 15, la Primera Guerra Mundial, el viejo oeste, la Edad de Piedra, la Inglaterra victoriana y ejemplos parecidos, pero siempre serán escenarios con un filtro más de ciencia ficción que se irán rompiendo poco a poco como consecuencia de las acciones del villano de la serie”. Y mientras todos estamos esperando a Discordia como enemigo a las sombras, Robinson descarta esa idea desde el principio. “Esta serie no se centrará en el pasado del personaje, sino en lo que le convierte en lo que es y será atractiva para nuevos y viejos lectores. El villano es un nuevo personaje llamado Conquest. Un tecnócrata del futuro que ha aprendido a emplear el efecto mariposa del viaje en el tiempo y que está usando el tiempo para sus beneficios.” Una serie con todos los ingredientes que seguramente haga las delicias de los aficionados más clásicos.
En definitiva, estamos ante un relanzamiento sin grandes nombres entre los autores elegidos (salvo el mencionado Cable) que aboga por una etapa optimista dejando atrás las tramas sobre extinción y supervivencia que han acompañado, encadenadas una tras otra, a la franquicia durante demasiado tiempo. Series que apelan a nostalgia de diferentes épocas (Gold a Jim Lee, Blue a los X-Men originales, Generation-X a las etapas escolares de Kyle/Yost/Aaron, Weapon-X al X-Force de Kyle/Yost…) para ofrecer series de atractivo para todo tipo de público. No existen grandes crossovers a la vista y muchas de las series pasarán por encima de Secret Empire sin ver modificado su curso. La cadencia quincenal de la mayoría de estas series ofrece un ritmo de lectura y evolución adecuado y cabeceras de héroes en solitario tienen la misión muy marcada. La polémica sobre los mensajes anti-cristianos y anti-judios ha traído polémica al relanzamiento pero no deben esconderse las virtudes de todas las propuestas por si solas, las cuales teniendo en cuenta la etapa anterior, son muchas.