LA SAGA DE FÉNIX OSCURA

La Saga de Fénix Oscura es una de las historias más importantes publicadas por Marvel y por extensión del mundo del cómic. Los responsables de la misma fueron Chris Claremont y John Byrne, la pareja artística que catapultó a los X-Men a la cima del éxito entre la segunda mitad de los 70 y primera de los 80 y cuya labor conjunta nos ha dejado una etapa clásica que aún hoy día sigue siendo un perfecto ejemplo de lo que ha de ofrecer un cómic a sus lectores.

El germen de la saga lo encontramos en La Saga de Fénix escrita también por Claremont y dibujada por Dave Cockrum (con ayuda final de Byrne), una épica aventura cósmica en donde la mutante Jean Grey dejaba de ser la encantadora Chica Maravillosa para convertirse en la todopoderosa Fénix.

En definitiva la odisea por la que atraviesa Ms Grey incluye un ascenso a los cielos cuando salva al universo entero al reparar el Cristal M´Krann y un descenso a los infiernos cuando es corrompida y abusa de su vasto poder. La saga versa sobre las fragilidades que nos hacen humanos y sobre el sacrificio al que somos capaces de someternos para proteger a nuestros seres queridos. Analizaremos las ciscunstancias que dieron lugar a tan magna historia, así como sus consecuencias y repercusiones tras la muerte de Jean Grey.

En Septiembre de 1963 sale a la venta el primer número de The X-Men, una extraña serie creada por Stan Lee y Jack Kirby que a simple vista combinaba la complejidad de la vida adolescente de Spider-Man y la épica superheroica grupal de los 4 Fantásticos. Pero la serie demostró ser mucho más, adoptando una identidad propia y un universo propio, un hecho sólo perceptible décadas más tarde cuando los X-Men, o Patrulla-X como se les conocía en España, se establecieron como la franquicia más lucrativa de Marvel Comics.

La premisa introducida por Stan Lee presentaba al telépata Charles Xavier en la dirección de una exclusiva escuela para mutantes, personas dotadas de una mutación que les proporciona habilidades especiales, un poder extra que les diferencia del resto de la humanidad. A la vez que adquirían una formación académica y un adiestramiento para usar eficazmente sus poderes, los hombres-x de Xavier le hacían frente a otros mutantes como Magneto, que lejos de buscar una convivencia pacífica con los humanos optan por utilizar sus talentos para su beneficio personal y ambiciones megalómanas.

Los componentes de la primera generación de alumnos del Profesor-X eran Cíclope (Scott Summers), La Bestia (Hank McCoy), El Hombre de Hielo (Bobby Drake), El Ángel (Warren Worthington) y un único miembro femenino, la Chica Maravillosa (Jean Grey). Esta joven pelirroja de poderes telepáticos y telekinéticos fue la última incorporación oficial al equipo, pero en realidad el profesor ya la conoció de niña cuando la ayudó a controlar unos crecientes poderes mentales de aparición prematura.

Generalmente los Homo Superiores manifiestan su mutación durante la adolescencia, sin embargo en el caso de Jean Grey sucedió a los diez años tras presenciar el atropello de su mejor amiga Annie Richardson. Tan traumático suceso activó instintivamente el potencial psíquico de Jean, quien experimentó como propia la muerte de su amiga. John y Elaine Grey contemplaron como su hasta entonces alegre y jovial hija menor empezó a encerrarse en sí misma y a limitar su contacto con el resto de la sociedad. Se aislaba del mundo para evitar verse arrastrado de la bruma de pensamientos que su cerebro desentrenado no conseguí filtrar. Varios años y una buena tanda de especialistas después el Matrimonio Grey oyó hablar de Charles Xavier y acudieron a él como último recurso imaginable que extrajese a Jean de su aislamiento. El profesor levanto barreras mentales para neutralizar la telepatía de la chica hasta que alcanzase la madurez necesaria para manejarla. De momento tendría bastante lidiando con la telekinesis.

El quinteto de hombres-x libraría importantes batallas contra oponentes formidables como la Hermandad, Juggernaut o Los Centinelas durante los 66 números que duró la primera etapa de la serie, clausurada en Marzo de 1970. El concepto de los mutantes como salto evolutivo de la especie humana resultó ser demasiado novedoso y extraño para la época, de manera que se decidió poner el título en barbecho a la espera de rescatarlo en un momento más propicio.

A fecha de Marzo de 1975 la llamada Casa de las Ideas se decide a ponerle freno a las reediciones de material ya publicado de los X-Men de cara a relanzar la serie con un reparto de mutantes más internacional. Debuta la nueva alineación en el Giant-Size X-Men 1, un especial de Len Wein y Dave Cockrum con las primeras apariciones de Tormenta (Ororo Munroe), Coloso (Piotr Rasputin), Rondador Nocturno (Kurt Wagner), Ave de Trueno (John Proudstar) y unos recuperados Lobezno (Logan) y Banshee (Sean Cassidy). Son reclutados por el Profesor Xavier para que se adentren en la isla viviente de Krakoa, un peligroso lugar en donde ha quedado atrapada la primera oleada de hombres-x (el quinteto original más Kaos (Alex Summers) y Polaris (Lorna Dane). Sólo Cíclope ha logrado escapar de allí para pedir ayuda (en realidad lo ha liberado la isla para atraer a más mutantes de los que alimentarse) y bajo la tutela de Xavier liderará la carga que derrotará a Krakoa.

Al final de la batalla la Mansión-X del Condado de Westchester está saturada de hombres-x, circunstancia que aprovechan La Bestia, El Ángel, El Hombre de Hielo, Kaos, Polaris y la Chica Maravillosa para darse de baja del equipo y dedicarse a vivir vidas normales. Él único que permanecerá junto a los flamantes reclutas es Cíclope (su papel en el grupo es su vida), con ocasionales apariciones de Jean Grey como secundaria de lujo, después de todo ella y Scott Summers mantienen una relación sentimental, así que sería una pena ignorar el asunto en vista de lo que le costó a Scott superar su timidez y afrontar su atracción por la pelirroja. Para entonces ya había tomado las riendas de la relanzada cabecera mutante el británico Chris Claremont, acompañado de Cockrum en una labor gráfica repleta de espléndidos diseños de personajes. Más adelante le relevaría en el dibujo el canadiense John Byrne, quien adoptaría a Lobezno como personaje predilecto al igual que Cokrum se decantaba por Rondador.

La segunda generación se toparía con ciertos problemas técnicos debido a la disparidas de las personalidades implicadas. Mientras que el equipo original funcionaba como una máquina perfectamente engrasada y coordinada, sus reemplazos no demostraron hasta pasado un tiempo que trabajasen como una unidad de combate organizada. Aún así los obstáculos fueron siendo superados y por el camino quedaron victorias contra villanos de la talla de Proteus, Moses Mágnum o un revigorizado Magneto.

Los X-Men cada vez se iban pareciendo más a Los Vengadores. Es cierto que el equipo del Capitán América no ha de hacer frente al rechazo de una sociedad que les teme y le odia, pero las similitudes entre ambas agrupaciones en lo referente a la lucha superheroica contra grandes amenazar son muy amplias. Por eso es lógico que los cerebros pensantes tras la rebautizada Uncanny X-Men buscasen integrar en la alineación a un miembro superpoderoso al estilo del vengador Thor. El mutante elegido para ocupar ese puesto no sería una nueva creación sino la reformulación de alguien ya existente: Jean Grey.

Había que convertir a la Chica Maravillosa en un ser más poderoso y resuelto. La transformación tendría lugar en el Uncanny X-Men 101 tras un azorado vuelo espacial. Unos números antes los robots Centinelas dirigidos por Steven Lang fueron enviados a una misión de captura y lograron llevarse a varios hombres-x a su base espacial en órbita geoestacionaria. El resto del equipo-x se apresuró a liberar a sus compañeros de las manipulaciones de Lang. La pertinente pelea entre mutantes y robots dañó seriamente la integridad de la base, obligándoles a huir rumbo a la Tierra en el transbordador espacial del Doctor Corbeau. Por desgracia la nave estaba dañada y el sistema de navegación automática no funcionaba, todo un problema porque quien pilotase sufriría los efectos devastadores de la radiación solar. En un arranque de valentía Jean se situó a los mandos y envió a sus compañeros a recluirse en el compartimento blindado ante radiaciones. Alzó un escudo telekinético y puso en marcha el regreso al planeta.

La intensidad de la radiación solar fue devorando la cabina del transbordador hasta traspasar los escudos de Jean. En ese instante la vida de la joven daría un giró de 180º al despertarse en ella la Fuerza Fénix, una entidad cósmica ligada ya a la primera mujer-x para siempre. La nave aterrizó turbulentamente en la Bahía de Jamaica y todos sus ocupantes la abandonaron a salvo, excepto Jean que no terminaba de salir a la superficie. De repente la preocupación de sus compañeros quedó interrumpida por un estallido energético procedente de las profundidades de la bahía, Jean emergió de las aguas vistiendo un uniforme completamente diferente al traje espacial y proclamando: Oídme hombes-x, ya no soy la mujer que conocisteis, soy pasión y fuego encarnado ahora y siempre ¡soy Fénix!

La Chica Maravillosa maduraba definitivamente dejando paso a Fénix al tiempo que el nivel de poder manejado por Jean iba subiendo escalones. En el periodo de recuperación y adaptación a su nueva situación, Miss Grey fue descubriendo sorprendentes aplicaciones de sus poderes mentales, como la manipulación telekinética a nivel atómico, unos atributos físicos más resistentes, la creación de portales estelares o el efecto Fénix con forma de ave de fuego que la envuelve al manifestar su energía. Hasta un heraldo de Galactus tan notable como El Señor del Fuego sucumbió ante la superioridad de Fénix. A los padres de Jean y a su hermana Sarah les costó acostumbrase a la nueva Jean, tan cambiada desde la experiencia espacial que hasta su talante y comportamiento se vio fortalecido al ganar en confianza e independencia.

Paralelamente a estos hechos el Profesor-X había estado contactando en sueños con una extraña alienígena que le pedía ayuda desesperadamente desde años luz de distancia. Se trataba de la Princesa Lilandra, una de las herederas al trono del imperio galáctico más impresionante del Universo Marvel, el Imperio Shi´ar. Ese trono estaba siendo ocupado por su despótico hermano D´Ken, un loco que planeaba saciar su apetito de poder al hacerse con el control del Cristal M´Krann, el nexo de unión entre las diferentes realidades que existen. La llamada psíquica de Lilandra obtendría sus frutos cuando Fénix se transportaría junto a los X-Men hasta Chandilar, el cozarón del Imperio Shi´ar en donde se decidiría el destino del universo. Allí los hombres-x se enfrentarían a la Guardia Imperial para llegar hasta D´Ken y derrocar sus ambiciosos planes.

En el proceso el cristal perdió su estabilidad y si nadie lo remediaba se fragmentaría provocando la destrucción del universo. Afortunadamente la presencia de Fénix no podía ser más oportuna. Mostrándose a la altura de las leyendas shi´ar que hablaban del Fénix portador de vida y muerte (en referencia al ciclo regenerativo del ave mítica), Jean se ancló en el espíritu de sus compañeros para constituir un metafórico árbol de la vida (Tipheret) que le devolvió al cristal su integridad estructural perdida. Un gigantesco efecto Fénix envolvió el cristal y lo sanó, salvando al universo y permitiendo que Lilandra accediese al trono para sustituir el corrupto gobierno de su derrotado hermano por una administración más justa y racional.

Jean volvió a la Tierra con el resto de hombres-x, pero en su interior albergaba la inquietante sensación de haber contemplado en el interior del cristal a un reflejo oscuro y siniestro de si misma…vestido de rojo.

Uncanny X-Men 129:

La Patrulla-X se despide de la Isla Muir (Escocia) y de sus ocupantes, la Doctora Moira MacTaggert, los ex hombres-x Banshee, Kaos y Polaris y también el Hombre Múltiple. Todos ellos acaban de enfrentarse al horror de Proteus, un poderoso y desequilibrado mutante capaz de manipular la realidad circundante, además de ser hijo de la Doctora MacTaggert. Tras la cruda batalla de la que salieron victoriosos gracias al valor de Coloso, el equipo liderado por Cíclope cruza el atlántico en su avión Pájaro Negro para regresar a la neoyorquina escuela de Westchester. Durante el trayecto el ilusionista Mente Maestra vuelve a utilizar su identidad ficticia de Jason Wyngarde para arrastrar la psique de Jean Grey hacia un escenario de la nobleza del Siglo XVIII. Ya había ejecutado semejante maniobra mental en dos ocasiones anteriores, siempre con la intención de engañar a Jean con mentiras e ilusiones, para someter su voluntad y poder al servicio del exquisito Club Fuego Infernal. Cíclope interrumpe inesperadamente la invasión mental, y como si nada hubiese sucedido llegan a la Mansión-X en donde les espera su mentor, el Profesor Charles Xavier.

Scott y Charles discuten por los desajustes que existen en la nueva Patrulla-X, son individuos más adultos e independientes que la formación original, por eso es más complicado que trabajen como una unidad de combate perfectamente engrasada, aunque las victorias que les avalan nos indican que van por el buen camino. Mientras tanto el círculo interno del Club Fuego Infernal sigue puliendo su estrategia en su sede de Nueva York. Ahora es cuando entran en escena dos personajes que formarán parte fundamental del cosmos mutante, la Reina Blanca del megalómano club y la adolescente de Chicago Katherine Pryde.

Como la jerarquía del club emula a la del ajedrez, a la telépata Emma Frost le corresponde la posición de la Reina Blanca. Frost trata de reclutar para las filas del club a Kitty, la joven acaba de descubrir que puede hacerse intangible y atravesar objetos sólidos. La oferta de la Reina Blanca no cala hondo en la familia Pryde pero la de la Patrulla-X es más acogedora y atractiva para la chica. Como no lo consiguieron por las buenas, el Fuego Infernal envía unos Mandroides y a Frost para secuestras a Kitty. Sin embargo a quienes apresan son a Lobezno, Coloso y Tormenta, con Kitty acechándoles de cerca para intentar liberarlos. Incluso el Profesor-X cae en poder de Frost y sus soldados.

Uncanny X-Men 130:

Cerebro, la máquina detectora de mutantes de Xavier, ha localizado una nueva manifestación del gen-x en Manhattan. Cíclope, Fénix y Rondador Nocturno se adentran en el club nocturno del que procede la señal. Jean se ve nuevamente emboscada por las ilusiones de Wyngarde, aproximámdose cada vez más al puesto de Reina Negra que han ideado para ella. El engaño queda interrumpido por la explosión de luz y sonido del espetáculo musical de Dazzler, es ella la nueva mutante detectada por Cerebro. Kitty logra escabullirse en la base de operaciones de la Reina Blanca y alerta a Rondador Nocturno del peligro que están desatando sobre ellos. Entonces los hombres-x que permanecen en libertad, y su nueva aliada Dazzler, son embestidos por unos mandroides que no consiguen ser rival para el poder del Fénix. Es hora de que los mutantes capturados reciban la ayuda de sus compañeros de equipo.

Uncanny X-Men 131:

Kitty Pryde huye despavorida por los callejones de Chicago con los esbirros del Club Fuego Infernal pisándole los talones. Ni su intangibilidad aplaca el nerviosismo antes una captura inminente. La salvación llega con la silueta de un ave de fuego que aplasta a sus persecutores pero infunde aún más miedo en el interior de la chica. Para calmarla Jean Grey transmuta su uniforme en ropa de calle y se acerca a la chica ofreciendo un cálido abrazo. A continuación la pelirroja explora el cerebro de uno de los atacantes y los hombres-x elaboran un plan de infiltración que les lleva a las entrañas de Empresas Frost. Los soldados a las órdenes de la malvada telépata son derrotados por la Patrulla-X y sus recién liberados compañeros. La propia Emma muerde el polvo ante la clara, superioridad de Jean, quien remata la revuelta con un efecto Fénix que arrasa el campo de batalla. Cíclope no puede más que expresarle a Tormenta su contenida preocupación ante el creciente nivel de poder que va experimentando Jean, un asecenso que parece no presentar límite.

Uncanny X-Men 132:

La Patrulla-X está cansada del acoso del Club Fuego Infernal, sospechan que son ellos quienes se esconden tras los ataques de los últimos días, así que para rebacar más información acerca de la elitista institución se reunen en Nuevo México con su antiguo colega Warren Worthington, el Ángel. Él mismo y su novia Candy están afiliados al club, con lo cual las noticias de que puedas estar manipulando a la Patrulla le resultan sorprendentes. Aprovechando la serenidad del enclave en donde se ubica la casa montañesa del Ángel, Scott y Jean comparten un momento de intimidad histórico por varias razones. Por un lado consuman sexualmente una relación que se remonta a su época de estudiantes, por otro Jean utiliza su telekineseis para frenar los rayos ópticos de su novio y verle el rostro completo y finalmente establece entre las mentes de ambos un enlace psíquico que los mantendra conectados en todo momento.

Dando paso a la acción una semana más tarde, la Patrulla-X adopta una postura proactiva y se inflitra en la mansión que acoge al círculo interno del Fuego Infernal. Es la oportunidad para que Sebastian Shaw, el Rey Negro del club, para impulsar a Wyngarde a demostrar que su control sobre Jean es absoluto. Dicho y hecho, Mente Maestra extiende su influencia sobre la mujer-x hasta completar su transformación en la Reina Negra. Contando con ella, Shaw, Wyngarde y el resto del círculo interno (Harry Leland y Donald Pierce) plantan cara a los hombres-x y los derrotan, haciéndoles presos con la excepción de un Lobezno que es arrojado a la red de alcantarillado. En la mítica viñeta final Logan promete tomarse la revancha.

Uncanny X-Men 133:

Los mercenarios del Club Fuego Infernal no saben en dónde se han metido cuando rastrean los sótanos en busca de Lobezno. Son recibidos con instintiva violencia por el mutante canadiense, quien por aquel entonces va estableciéndose como un favorito del público con su forma de ser dura y misteriosa. Metros más arriba, la Patrulla-X permanece apresada y la mente de Jean sigue nublada por las manipulaciones de Jason Wyngarde. Demostrándo una vez más su madera de líder, Cíclope ya está tramando un plan para salir de tan delicada situación. A través del enlace písquico que comparte con Jean, intentará hacer entrar en razón a su novia para que recupere la percepción normal de la realidad.

A un océano de distancia, en la Isla Muir, Moira Mactaggert le explica a Banshee su preocupación por el descubrimiento que acaba de hacer. Su análisis de las pruebas que Xavier le hizo a Jean determina que la pelirroja ha estado conteniendo su poder mediante barreras psíquicas hasta situarlo en un nivel manejable. Esas barreras están siendo retiradas (por Wyngarde) y por lo tanto el pleno poder de Jean va librándose sin límite ni control.

En el etéreo plano astral que conforma el espacio en donde cohabitan todas las mentes, Scott Summers se aventura a rescatar a Jean de la identidad de Reina Negra. Cuando está llegando hacia ella se interpone en su camino la versión astral de Wyngarde, ataviado en su traje de época acorde tanto a la puesta en escena del Fuego Infernal como al paisaje imaginario en el que se ancla la ilusión que tiene sometida a Jean. Se prodce un duelo de espadas entre Scott y Wyngarde, y este último hunde su espada en el pecho del hombre-x. Morir en el plano de la mente significa caer también en la realidad física. El cuerpo de Cíclope se desploma en el suelo ante la mirada de sorpresa de sus compañeros.

Uncanny X-Men 134:

Haciendo acopio de todas sus fuerzas, Cíclope consigue ponerse en pie. Tal vez sea su amor por Jean o quiza su férrea voluntad lo que le ha permitido resistir el ataque de Mente Maestra. Sebastian Shaw sonríe orgulloso porque sus intenciones de dominar el mundo podrán meterializarse con Jean Grey como su Reina Negra. No quiebra esa sonrisa ni la irrupción repentina de Lobezno en la estancia, tras una desenfranada carrera por las instalaciones del club, ni la liberación de la Patrulla-X gracias a la subrepticia intervención de una Jean que va deshaciéndose de la influencia de Wyngarde.

Se libra una pelea entre el círculo interno y los hombres-x, sin duda las ganas de devolver el golpe ayudará a los mutantes de Xavier a dar impulso a su contraataque. Desde la Mansión de Los Vengadores, La Bestia detecta en su turno de guardia una señal de alerta policial que avisa de una incursión de la Patrulla en la sede del Club Fuego Infernal. El ex hombre-x fundador corre a prestarle ayuda a sus amigos.

Por su parte Mente Maestra es consciente de que la situación se le ha ido de las manos y aprovecha la confusión para escabullirse, que es básicamente lo mismo que hará el resto del círculo interno al verse derrotado, huir cobardemente. Pero aunque Shaw y compañía consiguen evadirse, Wyngarde no cuenta con tanta suerte porque la Reina Negra se interpone ominosamente en su camino. Con la facilidad con la que un dios aplastaría un insecto, Jean deshace las ilusiones de Wyngarde y le hace sentir la magnitud y extensión de la realidad que constituye el universo. Segundos después le aparta de esa visión y el ilusionista se derrumba cegado por un conocimiento tan abrumador que le sume en pura catatonia y locura.

Las sirenas de la policía se aproximan al club con la Patrulla-X como injusta sospechosa del altercado. Antes de que lleguen los hombres-x aprovechan para alejarse en el Pájaro Negro. Sin embargo su nave no llega muy lejos porque los mutantes contemplan como su querida Jean ha cambiado una vez más, presentándose ante ellos con una versión roja y dorada del uniforme de Fénix y liberándo un estallido de energía que confirma sus peores miedos: el poder de Jean ya no conoce límite.

Uncanny X-Men 135:

Ha nacido Fénix Oscura, una supermutante de nivel omega que carece de las ataduras morales de Jean Grey para guiar sus actos. Las barreras psíquicas y emocionales que mantenían a raya el poder cósmico de Fénix han ido cayendo una tras otra con las manipulaciones de Mente Maestra. Ahora lo único que quiere Fénix Oscura es experimentar su potencial de destrucción sin preocuparse de debilidades ni sentimientos humanos. Los primeros en comprobarlo son los miembros de la Patrulla-X que a duras penas pueden defenserse de la furia que desprende su compañera. Nada logra dañarla, ni siquiera las tempestades de Tormenta. Jean derrota fácilmente a la Patrulla y se despide de la Tierra con un enorme efecto Fénix que ilumina el cielo nocturno, su destino está en las estrellas hacia las que se dirige con ansia y rapidez. Seres tan especiales como Spider-Man, Estela Plateada y los 4 Fantásticos detectan el nacimiento de la diosa sin entender lo que está sucediendo. También la Bestia se ha sentido atraído por el gigantesco ave de fuego y llega a tiempo de socorrer a Coloso del árbol transformado en oro que Jean le ha arrojado encima. En la Isla Muir, Ángel y Charles Xavier también son conscientes de que poder absoluto de Jean la ha corrompido absolutamente. Deben reunirse con el resto de hombres-x para detener esta tragedia antes de que sea demasiado tarde.

Recorriendo años luz a velocidades indescriptibles, Fénix Oscura se sumerge en el espacio profundo creando un portal estelar que la lleva a una galaxia muy lejana. El único límite que por ahora parece conocer es el hambre que siente. Su paso de Fénix a Fénix Oscura ha requerido un gran consumo de energía que ahora ha de reponer, y lo hace alimentándose de la estrella que encuentra ante sí. Se sumerge en este sol tan similar al nuestro y lo consume en cuestión de minutos, haciéndolo estallar con la fatal consecuencia de desintegrar el planeta cercano de los D´Bari y a sus más de cinco mil millones de habitantes. Un crucero imperial Shi´ar presencia la anómala supernova y se acerca a investigar. La nave y sus ocupantes perecen instantes antes de alertar a su emperatriz del ave de fuego que vuela hacia ellos. Miedos ancestrales cobran vida en Lilandra al hacerse realidad sus peores temores. En la Mansión-X, Cíclope percibe con su lazo mental con Jean como Fénix está regresando a la Tierra.

Uncanny X-Men 136:

Hija de la luz y la oscuridad, así es Jean Grey con las dos caras de la moneda que componen su ser. Con la balaza rota y el destino del universo en sus manos, es Fénix Oscura quien campa a sus anchas por el cosmos y no la Chica Maravillosa de la Patrulla-X. Las palabras de la Emperatriz Lilanda expresan con claridad la amenza que se cierne sobre todos, para saciar su hombre Galactus consume mundos, pero para saciar el suyo, Fénix puede consumir todo lo que existe.

Hasta el presidente de los EEUU contacta con Los Vengadores porque la presencia de Fénix vuelve a su planeta natal. Los hombres-x entrenan y se preparan para otra inevitable confrontación con su compañera, preguntándose cómo lucharán sin restricciones contra alguien a quien quieren.

Fénix aterriza en la casa de la Familia Grey, junto al neoyorquino río Hudson. Es el hogar de Jean, con lo cual la entidad oscura no lo siente como propio. John Grey se despierta inquieto por la intrusión, al igual que su esposa Elaine e hija mayor Sarah. Los tres contemplan a una Jean que no reconocen. Atormentada y descontrolada por las dudas, Fénix reacciona con respuestas airadas como transformar una planta en cristal. Su padre horrorizado la repudia al tiempo que los X-Men llegan a la casa. Rondador Nocturno se teletransporta y le coloca a Jean el dispositivo ideado por Bestia para inhibir sus capacidades mentales. Los mutantes aprovechan el momento para atacarla con todas sus fuerzas pero Fénix opone una firme resistencia a pesar de tener la mente nublada. Cuando Lobezno tiene la ocasión de acercarse a ella, Jean resurge un instante para rogarle que la mate antes de herir a nadie más, pero Logan es incapaz de matar a la persona que ama. Fénix Oscura vuelve a tomar el mando, derrite el dispositivo cerebral y aprisiona a los hombres-x en un halo telekinético. Les salva de la muerte la entrada en escena de Cíclope. Scott trata de hablar con Jean y hacer que vuelva a entrar en razón. Lo está consiguiendo hasta que aparece Xavier y ataca a Fénix telepáticamente. Jean destroza la silla de ruedas de su maestro y da comienzo un combate mental entre profesor y alumna. Charles nota como Jean se une a él en el plano astrall para combatir a Fénix, y juntos consiguen apaciguar a la entidad cósmica, recuperando la joven su apacible estado normal.

Scott toma en brazos a Jean y todos respiran aliviados, también los Grey. De repente un fulgor les ciega y al desvanecerse con él se han ido Jean y los hombres-x.

Uncanny X-Men 137:

El desenlace de la historia cuenta con un narrador de excepción, Uatu El Vigilante. Pertenece a una raza alienígena que se dedica a observar y documentas los sucesos más relevantes que acontecen en el universo. Uatu registra desde su base en la Zona Azul de la Luna (un lugar con ruinas antiguas y atmósfera respirable, ambas consecuencia de la presencia de la raza Kree hace miles de años) los acontecimientos originados en la Tierra, en este caso el destino de Fénix.

Lilandra y los suyos han transportado a los X-Men al crucero imperial Shi´ar para ejecutar a Jean Grey antes de que vuelva a transformarse en el ángel de la muerte. De poco cuenta que meses atrás salvase al universo, los shí ar temen demasiado al ave de fuego como para ignorar los hechos recientes. Sabiamente, Xavier invoca el Arin´nn Haelar, un duelo de honor que enfrentará a la Patrulla-X y a la Guardia Imperial. El ganador decicirá el destino de Miss Grey. Lilandra da luz verde al duelo tras contar con el benplácito de las otras dos potencial interestelares, los Kree y los Skrulls. Las dos razas agreagrán un agente a las Guardia Imperial Shi´ar que se enfrentará a los hombres de Xavier en La Zona Azul de la Luna. Cada mutante pasa la noche anterior al duelo a su manera. Ángel y Rondador Nocturno entrenan, Lobezno medita, Coloso, Bestia y Tormenta descansan. Por su parte Cíclope y la Chica Maravillosa (sí, Jean se enfunda su traje antiguo para la ocasión) comparten la que quizá sea su última noche juntos.

Ambos bandos son teleportados al campo de batalla lunar y tras una breve exploración la lucha se desata. Los guardianes imperiales esconden muchas sorpresas, son guerreros duros, una élite escogida de entre la vasta de red de planetas dispuestos por el universo, con Gladiador (un remedo de Superman) como su representante más óptimo. Uno a uno, los hombres-x van cayendo en combate ante la superioridad técnica de los imperiales. Xavier y Lilandra observan con pesar la crudeza de un conflicto en el que ninguno de los dos hubiese deseado formar parte. Al final sólo resisten Cíclope y la Chica Maravillosa, quienes hacen una inmortal declaración de amor antes de regresar a una reyerta en la que ya se saben vencidos.

Viendo a Cíclope ser derrotado, el mecanismo emocional que se activa en Jean provoca el resurgimiento de Fénix para lamento de todos los implicados. El poderoso raptor ígneo se alza en la Luna dejando a la Guardia Imperial fuera de juego. Reuniendo fuerzas de la desesperación, los hombres-x atacan sin cuartel sin cuartel a Fénix consiguiendo debilitarla mientras aún está completando la transición hacia Fénix Oscura. pero Jean siente como la oscuridad vuelve a crecer en su interior y se interna rápidamente en el interior de las ruinas de la Zona Azul. Cíclope la sigue pero es inmovilizado telekinéticamente por Jean para que no interfiera en lo que la chica tenía planeado desde un principio, gastar energías en la lucha para debilitarse y terminar con la amenaza de Fénix de la única forma posible: suicidándose.

Sí, con un valor y heroísmo admirable, Jean Grey se quita la vida con una antigua arma kree enterrada en las ruinas lunares. Muy cerca de allí, Uatu registra el momente histórico y sentencia:

‘La Patrulla-X no lo sabe, y quizá nunca lo sepa ni acepte, pero hoy han obtenido la mayor victoria de sus vidas. Jean Grey podría haber vivido para convertirse en una diosa, pero prefirió morir…como humana’.

Uncanny X-Men 138:

El 138 de Uncanny es un epílogo con el funeral de Jean al que asisten sus familiares y amigos. La mayor parte del número consiste en un recorrido por la memoria de Cíclope que repasa la trayectoria de la Patrulla-X desde sus inicios con el quintento original hasta el sacrificio de Fénix. Es un resumen para quitarse el sombrero tanto por la capacidad de síntesis de Claremont como la habilidad de Byrne para recrear escenas ya conocidas. Entre los asistentes se cuenta la Princesa Lilandra y trae consigo un presente muy especial que entrega a la Familia Grey, un orbe holoempático con la impronta mental de Jean grabada en su compleja estructura aliénígena. Cada vez que John y Elaine sostengan el orbe en sus manos, sentirán la vida y personalidad de su difunta hija menor.

Además de ser un epílogo a la propia Saga de Fénix Oscura, este capítulo supone un punto y aparte en la dirección de Uncanny X-Men, idea reforzada por el metafórico equilibro entre la desaparición de Jean y el ingreso en el equipo de Kitty, con su llegada a la escuela al final el UXM 138. A partir de ahora los mutantes, y el resto del Universo Marvel, se enfrentan a un futuro incierto en donde todo es posible, todo peligro es capaz de mostrar su lado más destructivo y el heroismo puede alcanzar sus cotas más elevadas de nobleza.

El final de La saga de Fénix Oscura que fue publicado en el Uncanny X-Men 137 fue producto de diversos factores: la suerte, las prisas y sobre todo la intervención editorial. El por aquél entonces editor en jefe de Marvel, Jim Shooter, consideró que un ser que había asesinado a un planeta entero debía pagar el precio más alto.

Sin embargo el final original que ya tenían escrito y dibujado Claremont y Byrne (con el beneplácito de su editora Louise Simonson) no contemplaba la muerte de Jean. Al terminar la pelea entre los hombres-x y la Guardia Imperial Shi´ar, el Fénix resurgía furioso en Jean, pero ella no tiene tiempo de ejecutar su suicidio porque Lilandra se adelanta a fulminarla con un potente rayo energético. La pelirroja sobrevive al ataque y es mantenida en éstasis a bordo del Crucero Imperial. Para evitar que Jean vuelva a poner en peligro al universo, los técnicos shi´ar la practican una cirugía que la despoja de sus poderes psíquicos.

Tal y como tenía previsto Claremont, en el redondo número 150 de la serie Magneto secuestraría a Jean y la ofrecería la posibilidad de recuperar su glorioso poder e identidad de Fénix. Aunque tentada por la posibilidad de volver a poser tan ardiente fuego, Jean rechazaría la oferta momentos antes de ser rescatada por sus compañeros. A partir de ahí se graduaría en la universidad para ejercer de profesora en la Escuela de Xavier y de madre de la pequeña Rachel, la niña que tendría fruto de su matrimonio con Scott Summers. Pero estos planes únicamente verían lugar en un par de capítulos de la serie What If?, una cabecera dedicada a reformular cuestiones alternativas del Universo Marvel, explicando posibilidades diferentes a las de la continuidad oficial. A Shooter no le parecía suficiente castigo la pérdida de poderes, así que ordenó modificar el final en favor de uno en el que Jean sufriese la pena capital por el genocidio cometido. Sugirió desterrar a la mujer-x a un asterioide en donde ardería por toda la eternidad, pero Claremont y Byrne optaron por el suicidio como una salida más heroica para un personaje tan relevante.

Las páginas finales ya realizas del Uncanny 137 original verían la luz en 1983 en uan edición especial de ese cómic que además incluía una extensa entrevista en donde los autores y editores implicados debatían sobre las circunstancias que hicieron de la Saga de Fénix Oscura un relato clásico del noveno arte.

La muerte de Fénix afianzó el nuevo rumbo comercial de los hombres-x. Su serie ya no era esa modesta cabecera de antaño cuyas ventas repuntaron demasiado tarde, sino que ahora ostentaba el honor de ser el título en donde todo era posible, en donde lo imposible, como la propia Patrulla-X, era capaz de tomar forma. A medida que el rincón ocupado por los mutantes en el Universo Marvel iba expandiéndose, se iba fortalenciendo la creación de una franquicia que acapararía el protagonismo de los primeros puestos de ventas. Uncanny X-Men vendría seguido por la concepción de otras series grupales, spin-offs puros y duros tales como los Nuevos Mutantes (centrada en una joven generación de flamantes alumnos), Excalibur (una patrulla británica con altas dosis de humor), X-Factor (reunión superheroica de los miembros fundadores del elenco-x), X-Force (radicalización del modus operandi de la Patrulla-X, con un enfoque más violento), Generación-X (oleada de nuevos pupilos, esta vez a mediados de los 90), etc.

También un buen número de series dedicadas a personajes en solitario se han sumado a la línea X-Men desde los 80 hasta la actualidad. Lobezno (título para las aventuras que Logan corre por su cuenta), Cable (viajero temporal y epítome de los excesos de la década pasada), Masacre (el mercenario bocazas tiene mucho que decir en su cabecera personal), Pícara, Rondador Nocturno, Gambito (las tres de duración más discreta que las anteriores), y algunas más. Además la cantidad de miniseries y especiales concebidos al amparo del marco mutante es sencillamente inabarcable dado su abultado volumen: Honor, Starjammers, Bishop, Las Aventuras de Cíclope y Fénix, Los Años Perdidos, y un larguísimo etcétera.

Tal ha sido la masificación y proliferación de historias mutantes que con más de cuarenta años a sus espaldas acumulan una convulsa continuidad fruto de una descontrolada explotación de la franquicia. Simplemente observando el linaje de los Summers se puede apreciar la laberíntica maraña que componen el subuniverso de los X-Men, una consecuencia lógica de mantener un holgado ramillete de títulos mutantes todos los meses durante décadas, una tendencia que siguen en marcha a pesar de que la posición prodominante tanto en las listas de ventas como con en el organigrama del Universo Marvel la está ocupando en los últimos tiempos Los Vengadores.

Tal vez la supervivencia de la franquicia sin perder por completo la dignidad reside en su trasvase a otros medios, una transferencia que ya se lleva realizando con el lanzamiento de videojuegos, muñecos, series de televisión o películas de la Patrulla-X. Un gran filón para el mercado del merchandising que alcanzó cotas vergonzosas con la moda de las portadas múltiples y la especulación de los noventa.

Afortunadamente el trasvase a otros medios permite que la Patrulla-X se renueve y cuente nuevas historias o versiones remozadas de las de siempre, con lo cual entre tanta cantidad y veriedad de productos siempre suele haber alguno que siga aportándole algo a la franquicia sin perder la dignidad.

Casi seis años después de la muerte de Fénix, en las páginas del Fantastic Four 286 (1986) Jean Grey volvía a la vida. Su regreso supuso un mazazo a la fiabilidad que ofrecían las historias que desde las viñetas intentaban relacionarse en su base con un realismo a pesar de lo fantástica que pudiese ser la parafernalia que las rodease. Si Jean resucitaba cualquier historia era susceptible de deshacerse o enmendarse por motivos comerciales. Y es que la razón básica de traerla de vuelta fue poner en marcha X-Factor, una serie que reuniese como equipo a los cinco hombres-x originales. Obviamente el principal escollo lo proporcionaba la muerte de Fénix, pero se recurrió a un crossover entre el citado número de los 4 Fantásticos y la cabecera de Los Vengadores (en el Avengers 263) para presentar tan relevante rescate. Irónicamente el autor encargado de ejecutar la delicada maniobra no fue otro que John Byrne.

Por aquel entonces Byrne llevaba las riendas de los 4F, y con cierta inspiración procedente de un novato Kurt Busiek, no resucitó a Jean en el sentido estricto sino que se sacó de la manga una solución que la liberase de cualquier carga de culpa respecto a los pecados cometidos por Fénix Oscura. Los Vengadores, por caprichos del destino encontraron bajo la bahía jamaicana un capullo cargado de energía cuyo misterioso contenido no consiguieron descubrir hasta que se lo llevaron a Reed Richards, líder del cuarteto fantástico, para que lo examinase. Del capullo/huevo emergió una Jean Grey que nada tenía que ver con Fénix, de hecho vestía el traje de gala de la noche que fue capturada por los Centinelas de Steven Lang. El Fénix acudió a Jean cuando estaba muriendo al pilotar el transbordador que portaba a sus compañeros a la Tierra, la situó bajo el mar en animación suspendida para que sanasen sus heridas y al suplantó tomando su forma tanto en cuerpo como en mente. A partir de entonces Jean descansaba en el interior del huevo energético mientras la fuerza Fénix ocupaba su lugar en el mundo de los vivos. Tan perfecta era la suplantación que ni siquiera la fuerza era ya consciente del reemplazo y se creía Jean a todos los efectos, incluso para sacrificar su vida para asegurar el bienestar del universo, impulsada por los sentimientos humanos de la pelirroja. Al morir Fénix en la Luna la fuerza se dispersó por el espacio y cuando las heridas de Jean sanaron completamente, la joven despertó y se reincorporó al mundo que la había dejado atrás.

Con tiempo y mucho esfuerzo, Jean se reincorporó a las filas de la Patrulla-X para establecerse de nuevo como el centro de la familia mutante. Su intervención fue decisiva en eventos de gran magnitud como Onslaught, La Era de Apocalipsis o la batalla contra Cassandra Nova. Aunque Byrne había situado a Jean y a Fénix como dos entidades separadas, dos caras de una misma moneda, la línea que las dividía fue deshaciéndose hasta desaparecer por completo porque la pelirroja volvió a manifestar la fuerza cósmica hasta convertirse de nuevo en Fénix a todos los efectos, tanto en poder como en identidad. Afortunadamente Fénix Oscura no volvió a tomar el mando, pudiendo Jean enfocar su vasto poder hacia el bienestar del universo. Gracias a su temple y determinación, el futuro apocalíptico al que se dirigía el mundo fue abortado en favor de uno más ordenada, como vimos en New X-Men 154. Precisamente en ese número Jean ascendió a otro plano de existencia para salvaguardar desde el más allá el equilibrio de la realidad como Fénix Blanco de la Corona, al menos hasta el inevitable momento en que regrese al plano físico para unirse una vez más a sus compañeros para seguir luchando por el sueño de Charles Xavier de coexistencia pacífica entre humanos y mutantes.

En la miniserie La Canción Final de Fénix (Phoenix Endsong, de Greg Pak y Gerg Land, 2005), la Fuerza Fénix arranca literalmente a Jean de su tumba y la vuelve a dotar de vida. Tanto el ente cósmico como la mutante luchan una vez más, Fénix por saborear libremente las pasiones humanas y la pelirroja por evitar que la poderosa entidad se desboque. Al final queda establecido que Jean y Fénix no son dos entidades separadas sino un único ser simbiótico con dos partes que se necesitan mutuamente. Emma Frost canaliza telepáticamente el amor que los amigos y compañeros de Jean sienten por ella y así logran reforzarla para que tome el control absoluto de Fénix y regrese a La Sala Blanca (el más allá).

Más recientemente, el nacimiento de un bebé muy especial durante el crossover Complejo de Mesías, una poderosa niña pelirroja a la que se atribuye una función mesiánica, puede significar que Miss Grey vuelve a reintegrarse activamente en la continuidad del Universo Marvel vía reencarnación. Estaremos atentos al transcurrir de los acontecimientos.

Chris Claremont (30 Noviembre, 1950): escritor londinense que he desempeñado la mayor parte de su carrera profesional en Marvel, destacando de entre sus producción en la línea mutante sus dieciséis años al frente de Uncanny X-Men desde 1975 hasta 1991. Posteriormente regresó por segunda y tercera vez al título central de los hombres-x, sin cosechar el éxito de crítica y público de su larga etapa anterior. También ha escrito a los 4 Fantásticos, a Excalibur, Exiliados, Puño de Hierro y hasta la aventura final de los mutantes en la trilogía X-Men: El Fin.

La influencia de fuertes figuras femeninas en su entorno familiar condujo al guionista a crear personajes femeninos igual de fuertes como Pícara, Mariposa Mental o Emma Frost y a fortalecer a otros preexistentes como Tormenta o Jean Grey. Además de su abundante producción de cómics ha escrito algunas novelas como las novelizaciones de las películas de los X-Men o continuaciones de la película Willow de George Lucas. Tras un periodo de descanso para recuperarse de una afección cardiaca, el llamado patriarca mutante ha vuelto a escribir historias muy das a los X-Men en Genext y Nuevos Exiliados.

John Byrne (6 Julio,1950): guionista y dibujante nacido en Inglaterra pero residente en Canadá hasta su traslado a EEUU hace unos años. Es uno de los autores de cómic americano más relevante de la historia, y su aclamada carrera no hizo más que empezar con su exitosa etapa en Uncanny X-Men. Antes de llegar a la cabecera mutante ya había colaborado junto a Claremont en Puño de Hierro y Marvel Teamp-Up, un entrenamiento perfecto para refinar el resultado de su labor conjunta. Tras su paso por el universo mutante revitalizó importante franquicias como la de los 4 Fantásticos y la de Superman. Su afán reconstructor le llevó a dejar una impronta imborrable en otros títulos tan destacados como Los Vengadores y Wonder Woman. Una vez establecido como un excelente autor completo, obras de creación propia como Alpha Flight y Next Men fueron emergiendo de su fructífera creatividad. Su dilatada carrera nop está exenta al igual que la de Claremont de retornos a títulos de mutantes. En el caso de Byrne destaca su intervención en la cabecera mensual de Lobezno y la serie X-Men: Los Años Perdido que narraba aventuras inéditas de la Patrulla-X original. Aunque su talante polémico y la escasa repercusión de sus obras más recientes amenazan con empañar su importancia en el ámbito del noveno arte, es una opción automáticamente descartable a tenor del preciado legado que nso deja su obra.

Terry Austin (23 Agosto,1952): dibujante estadounidense cuya faceta artística más conocida es la de entintador. Como tal su momento cumbre lo encontramos en su singladura junto a Claremont y Byrne en Uncanny X-Men, a la que aportó la elegancia y solidez de sus tintas. También ha hecho sus pinitos como guionista en algunos cómics ubicados dentro de la línea mutante y de nuevo como entintador ha reflejado su buen hacer en populares títulos como Nuevos Mutantes o Green Lantern.
Respaldan su talento numerosos premios entre los que se cuentan siente Eagle Awards y seis Comics Buyer´s Awards.

Es tan extensa la continuidad del Universo Marvel ha propiciado la recreación en cómic de historias ya publicadas años atrás, ya bien sea actualizándolas para sincronizarlas con los nuevos tiempos o simplemente ofreciendo una visión diferente del argumento original. El ejemplo más claro del primer caso lo tenemos en Ultimate X-Men, una modernización del concepto mutante en donde la Saga de Fénix Oscura toma un rumbo menos cósmico con posesiones y sectas de por medio. Del segundo caso hay más ejemplos porque se ha recurrido a las realidades alternativas que discurren paralelamente a la Tierra Marvel 616 (el mundo en el que se ubica la continuidad oficial) para presentar versiones distintas de Fénix, sobre todo a través de la serie What If?, encargada de mostrarnos esas realidades en donde los acontecimientos han variado respecto a los hechos ya conocidos.

What If? relató lo que hubiese sucedido si Fénix no hubiera muerto, reaprovechando para ello el argumento original que Claremont iba a haber utilizado en Uncanny de no haber intervenido Jim Shooter. Jean no moría sino que extirpaban sus habilidades psíquicas, más adelante Magneto la ofrecería recuperar su poder pero la joven venció a la tentación y prefirió llevar una vida normal como profesora en la Escuela Xavier y como madre de Rachel, la niña fruto de su matrimonio con Scott Summers.

Otro What If? nos presentó una resurrección de Fénix que terminó por desencadenar un fatídico final para el universo y en la serie Exiliados contemplamos como Fénix Oscura asesinaba a sangre fría a sus compañeros hombres-x. Hay más realidades exploradas con la presencia de Fénix, como la de X-Men El Fin creada para contar los últimos días de los alumnos de Xavier, o La Era de Apocalipsis, una mundo gobernado por déspotas mutantes que fue salvado en última instancia por la acción del Fénix.

Moviéndonos al campo audiovisual cabe destacar la presencia de los X-Men en el mundo de la animación y en la gran pantalla con sus películas de acción real. Tres son las series de animación a destacar de los mutantes y tres las películas que componen su trilogía cinematográfica. X-Men The Animated Series se emitió con éxito durante los noventa y en los 76 episodios que duró hubo tiempo de sobra de adaptar tanto la odisea de Fénix como la de su contrapartida oscura, eso sí modificando el final de la historia para que Jean sobreviviese con la ayuda de la fuerza vital de sus amigos. Por lo demás se trató de una adaptación bastante fiel que no dejaba de lado ni el trasfondo de space opera ni la profundidad en las relaciones entre personajes.

Tras ello y ya en el siglo XXI, X-Men Evolution estaba preparada para mostrar en su quinta temporada la tragedia de Fénix, pero no fue posible porque fue cancelada antes de poder hacerlo, para ser reemplazada en 2008 por Lobezno y los X-Men. En esta última se mezcló la continuidad de toda la vida con aspectos de la moderna línea Ultimate y de la Patrulla-X de cine, incorporando un mayor protagonismo para Emma Frost y aprovechando al máximo la amplia gama de mutantes de los que dispone La Casa de las Ideas.

Sin embargo, la adaptación más impactante es sin duda la de la trilogía cinematográfica de la Fox, dirigidas las dos primeras por Bryan Singer y la tercera por Brett Ratner. En X-Men 1 los bloqueos telepáticos erigidos en la mente de Jean para contener su potencial mental se desvanecen al verse bañada en la radiación del artefacto mutador elaborado por Magneto. En X-Men 2 los niveles de poder de la pelirroja se van desbocando progresivamente, ampliando su capacidad sensorial y robusteciendo su fuerza telekinética. Tal aumento de poder la permite sacrificarse al final del metraje para salvar al resto de hombres-x. Por supuesto su muerte no era definitiva, en X-Men: The Last Stand descubrimos que el poder de Jean la ha mantenido con vida y que con la caída de las barreras mentales su personalidad de Fénix ha aflorado para tomar el control. Aquí el Fénix es un ente malévolo, fruto de la represión y la manipulación, que no duda en desatar un terrible escenario de destrucción, segando sin reparos la vida de humanos y mutantes, ya sean completos desconocidos como los soldados del gobierno o seres cercanos como Cíclope y el Profesor-X. Haciendo referencia de forma algo peregrina al desarrollo de la viñetas, Jean recupera por un momento el control y le pide a Lobezno que la mate para frenar a su airado lado oscuro. No sin gran dolor Logan ejecuta la sentencia dictaminada por la mujer a la que ama, y cuyo cuerpo sin vida se derrumba en sus brazos.

Aunque esta adaptación mantiene los elementos básicos de las historias originales, como el triángulo amoroso Scott/Jean/Logan o la capacidad de sacrificio de Jean, muchos critican no sin razón que los sucesos tiene lugar de una manera atropellada, sin dar tiempo a desarrollar más a fondo la caracterización de personajes clave y de la interacción entre ellos. La labor de la actriz holandesa Famke Janssen encarnado a Jean Grey en las tres películas es magistral, destacando obviamente su interpretación dual de la tercera parte, dotando al personaje de la emoción y majestuosidad que requiere.

Merece la pena mencionar también que son varios los videojuegos en los que Fénix hace acto de presencia como personaje jugable (véase X-Men Legends) o como rival a batir (en Marvel Ultimate Alliance).

Además de remakes en formato cómic y de adaptaciones audiovisuales, la iconografía de Fénix se ha trasladado a multitud de objetos de merchadising. Los más logrados son bustos, dioramas y figuras, sobre todo si llevan la firma del escultor Randy Bowen. Pero eso solo es el principio, pues la imagen de la mutante de nivel omega es perceptible en cuadernos, chapas, camisetas, juguetes, etc.

Si no has leído la Saga de Fénix Oscura espero que este artículo haya podido servir para despertar tu curiosidad y animarte a leer tan interesante clásico. Si ya te es de sobra conocida tal vez este texto te haya servido para rememorar la historia más representativa de los X-Men.

La edición española más lograda de la obra la encontramos en el volumen de la línea Obras Maestras que comercializó en su día la editorial Planeta mediante el extinto sello Forum. Dada la dificultad para hacerse con esa edición existen otras dos versiones más accesibles, por una parte el primer coleccionable de la Patrulla-X que lanzó Planeta al amparo de la primera película de los mutantes que contiene dicha saga y por otro lado la Biblioteca Marvel de la Patrulla-X también se ha ocupado de recopilar el material de Claremont y Byrne. (eso sí a tamaño menor y en blanco y negro). De todos modos Panini debería recuperar esta obra o bien a través de su línea de lujo Best of Marvel o sino en el más asequible formato Marvel Gold, porque no hay duda de que este cómic es uno de los puntos álgidos de ese vasto universo de ficción, el Universo Marvel.

Gracias por haber llegado hasta aquí y un saludo a todos.