La Silenciadora 02

Edición original: The Silencer núms. 7 a 10 USA, The Silencer Annual núm. 1 USA (One-shot).
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Dan Abnett.
Dibujo: Jack Herbert, Patrick Zircher, Viktor Bogdanovic.
Entintado: Viktor Bogdanovic, Jonathan Glapion, Patrick Zircher, Jack Herbert.
Color: Mike Spicer, Hi-Fi Design.
Formato: Rústica, 136 páginas.
Precio: 13,50 €

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Empezamos la reseña del primer tomo de La Silenciadora comentando cómo en ese momento era una de las pocas series que sobrevivían de la iniciativa New Age of DC Heroes. Pues bien, lamentamos informaros, por si aún no lo sabíais, que esta colección ha sido cancelada por DC Comics, y que su último número, el 18, se publicará este mismo mes de agosto en EEUU. Y no solo eso, sino que de toda esa línea de nuevos héroes surgidos a raíz de la exitosa y polémica Noches Oscuras: Metal, solo sigue en pie Los Terrifics. Así pues, DC no ha podido instaurar esta nueva hornada de héroes que pretendía establecer, y tras año y medio de andadura, prácticamente todos se han quedado por el camino. Pero, ¿ha apostado DC lo suficiente por estos personajes? ¿Ha cuidado la calidad de las series? Muy poco, en ambas cuestiones. Primero, porque las colecciones, salvo tres de ellas, se han movido entre los 6 y 12 números de duración, algo insuficiente, especialmente si tu objetivo es calar en los lectores con personajes diferentes a lo que estamos acostumbrado. Y segundo y no menos importante, el constante baile del equipo artístico de las series, incluso de las que han funcionado bien, como es el caso deLos Terrifics.

Así que, si la idea de DC era presentarnos nuevos héroes que nos acompañasen en nuestras lecturas durante muchos años, desde luego no ha parecido que tuviesen una intención muy fuerte de lograrlo. En su favor hay que decir, que pese a la poca paciencia que han tenido, salvo un par de excepciones, las colecciones no han sido, en términos de guion, de una calidad inusitada. Honestamente pienso que La Silenciadora es una de esas excepciones, y por ello, pese a que la serie no me ha cambiado la vida, sí que me da rabia que no tenga una continuidad en el universo DC, puesto que de verdad le veía que tenía un verdadero potencial. Disfrutemos de este segundo tomo, a falta presumiblemente de un tercer y último tomo que editará ECC Ediciones en rústica en los próximos meses.

El último número de La Silenciadora acabó con Honor Guest clavando un cuchillo en el pecho a Talia al Ghul, que presumiblemente muere, dejando a nuestra protagonista en una situación de relativa tranquilidad, teniendo en cuenta que sigue perseguida y en medio del conflicto interno de la organización criminal Leviatán, un fantasma del pasado del que no parece que pueda nunca escapar. Así pues, comenzamos este segundo tomo viendo cómo Honor y su familia viajan a Sansaro para asegurarse de que los adeptos de Talia no la intentar resucitar en la fosa de Lázaro. Sin embargo, Honor y su familia, que por supuesto son ajenos a todo este mundo, no viajan solos, ya que les persiguen dos asesinos modificados genéticamente para cambiar de aspecto que pretenden dar caza a Honor y Talia para cobrar una buena recompensa. Ninguno de ellos lo tendrá fácil para conseguir su objetivo, especialmente Honor, que sufre lo indecible para seguir luchando en medio de este conflicto sin que su marido ni su hijo se enteren de lo que está pasando, mientras disfrutan de unas aparentemente inocentes vacaciones familiares. Además, una nueva villana con poderes mágicos aparecerá en escena para ponerla las cosas aún más complicadas a Honor. Lástima que este personaje no sea muy coherente con el tono de la serie, que parecía estar muy alejado del universo mágico de DC, centrándose más en los metahumanos y en los mercenarios y criminales.

En general, unos números menos entretenidos que los anteriores, en los que Dan Abnett atasca la trama, esperemos que de forma consciente, para darnos un cierto respiro de todos los sucesos vividos en los seis primeros números. Todo sigue abierto para Honor Guest, pero para desgracia de ella y de Abnett, la cuenta atrás ha comenzado, y solo quedan ocho números para cerrar todas las tramas y darle un final digno a la colección. ¿Lo conseguirá Abnett? Lo veremos, pero se antoja complicado.

Para quitarnos este mal sabor de boca, tenemos la lectura de el primer y último Annual de la colección, en el que vemos a Honor recordar viejos tiempos en Gotham en una misión a la que Talia la envía para proteger a Batman de un villano que parece una marca blanca de Bane. Un team-up curioso y efectista en el que el murciélago y la asesina hacen equipo, mal que le pese al primero, para derrotar a un cíborg enviado por Ra’s al Ghul para acabar con la vida de Batman. Unas buenas dosis de acción y una narración entretenida le dan cierto interés a este número que añade un poco más de historia la pasado de Honor Guest, y de su complicada relación con Talia.

En el apartado artístico tenemos a Jack Herbert, Patrick Zircher y Viktor Bogdanovic en el dibujo, y a Mike Spicer y Hi-Fi Design al color. Bogdanovic se encarga del séptimo número, Herbert del Annual, y Zircher del resto de números del recopilatorio. Desde esta redacción no nos hemos cansado de alabar a Bogdanovic desde su trabajo en New Super-man, así como en los números anteriores de La Silenciadora, en donde estuvo a la altura o incluso superior a Romita Jr., regalándonos unos momentos de acción trepidantes y genialmente ilustrados que fueron lo mejor del primer tomo de esta serie. Bogdanovic acaba aquí por desgracia su andadura por la colección, tanto de dibujante como portadista, cediéndole el testigo a Zircher por un par de números, puesto que también es temporal su estancia. Tanto Bogdanovic como Zircher hacen un gran trabajo, siendo especialmente destacable el primero, por su particular estilo narrativo, que corre muchos más riesgos que Zircher, que no deja de ser un buen y solvente dibujante al que le faltan momentos de brillantez. Algo similar podemos achacarle a Herbert, con un estilo similar en cierta manera al de Zircher, y que realiza un buen trabajo en un Annual en general bastante decente.

El problema de esta colección es, como comentábamos al principio, el maltrato que se le ha dado, junto al de otras de la misma línea, con un baile de dibujantes que no soportaría ni Batman, y que, como es lógico, afecta a la calidad y a las ventas de la serie. En un momento en el que más que nunca son necesarios nuevos héroes que puedan seguir alimentando una industria y un género cada vez más hastiado, no es precisamente la decisión más inteligente a medio-largo plazo maltratar a una serie y un personaje tan potente e interesante como La Silenciadora. Así pues, en los ocho números restantes, tendremos nuevamente otros dos dibujantes y un portadista distintos, para despedirnos, y esperemos que no para siempre, de la carismática Honor Guest.