La Torre Oscura. La Batalla de la Colina de Jericó.

 

Edición original:Dark Tower: Batlle of Jerico Hill 1-5 USA.
Edición nacional/ España:Panini Comics, Debolsillo.
Guión:.Peter David, Robin Furth, Stephen King
Dibujo:Jae Lee, Richard Isanove.
Color:Richard Isanove.
Formato:Tomo en tapa blanda, 144 páginas.
Precio:15€.

 

Todos los caminos llevaban a la Colina de Jericó. Eso era algo que los fans de La Torre Oscura, la saga de novelas de Stephen King, teníamos claro desde hacía mucho tiempo. Y es que, su atípico protagonista, Roland Deschain, siempre que miraba al pasado hablaba de la Batalla de la Colina de Jericó (de bíblico nombre como la mayoría de los enclaves de Mundo Medio) como una épica confrontación en la que los ejércitos de John Farson, “El Hombre Bueno”, por fin habían conseguido lo que buscaban: Acabar con la hegemonía de los Pistoleros y su sistema de gobierno, vendiendo el Universo a fuerzas oscuras y misteriosas.
Pues bien, la realidad es que, como ocurría con la Caída de Gilead, lo que el lector de las novelas sabia, era básicamente que había habido una gran batalla y que ésta tuvo lugar en la Colina de Jericó, pero el resto de detalles eran desconocidos, siendo rellenados por la imaginación de los fans.

Peter David era muy consciente de esto, y por ello nos regala un relato atípico, que no era para nada lo que esperábamos, y que marcó el final de la calidad de esta saga de novelas gráficas que, tras estos números, comenzaron a ser cada vez peores.
La historia comienza donde acabó el arco argumental anterior. Gilead, ha caído finalmente, y de lo que fuera una orgullosa raza de Pistoleros que protegían a la humanidad sólo quedan Roland, Cuthbert, Alain, Eileen, y un puñado de ciudadanos hambrientos e inexpertos en el uso de las armas. El pueblo de Gilead quiere venganza, pero Roland, es consciente de que no está en condiciones de obtenerla. Por ello, propondrá otra solución: Buscar la Torre Oscura, ese mágico enclave de las Leyendas que se le ha presentado a Roland en sueños merced al influjo del Pomelo de Maerlym y que le promete que un futuro mejor es posible.

Que en este punto de la historia el Roland que se nos presenta ya es mucho más cercano a aquel que conoceríamos en las novelas, distando mucho del niño que comenzó su camino enfrentándose a Cort para ganarse el derecho a portar sus revólveres de madera de sándalo, es algo innegable. Roland aquí comienza una transformación hacia ser un líder, un guía para su pueblo, pero también un loco, un adicto a una visión que hará cualquier cosa por cumplir su objetivo, aunque ello suponga sacrificar a lo poco que quede de su Ka Tet y de su gente.

Evidentemente, todo culminará con la Colina de Jericó, escenario donde Roland y el menguante pueblo de Gilead plantarán cara a John Farson y a su numeroso ejército, siendo aquí donde el dibujo de Jae Lee y Richard Isanove más cumple. Esta batalla es todo lo que esperábamos de las novelas y mucho más, siendo lo sorprendente lo que lleva a ella, nada más.

Los ilustradores saben trasladar perfectamente a la viñeta ese universo Western crepuscular en el que restos de armas nucleares empleadas mucho tiempo atrás por una raza antigua también tienen cabida, regalándonos una batalla no sólo épica, sino original. La realidad es que Jae Lee y Richard Isanove dan aquí su do de pecho, siendo en este tomo dónde el dramatismo de su estilo más lo impregna todo, entremezclado con sucias escenas de muerte, sangre y destrucción que a veces hacen que como lector quieras apartar la mirada sin llegar a ser jamás capaz de hacerlo.

Todo ello como siempre, conducido por esa prosa de Peter David, que trasciende el oficio de guionista para convertirse en ese narrador sempiterno, esa voz en off agorera que anuncia cada evento y que te hace ser aún más consciente del sufrimiento que atenaza a los personajes a cada paso.

Dejamos para el misterio y la lectura por vuestra parte, que ocurrirá cuando Roland alce el cuerno de Gilead, llamando a la batalla a todo aquel que pueda luchar por la libertad y el honor de Mundo Medio.
Sin duda, el último gran tomo recomendable de esta colección, la cual, como explicaremos en reseñas posteriores, comenzó a bajar enormemente de calidad a partir de aquí.