La Trágica comedia o cómica tragedia de Mr. Punch

 

Edición original:Gollancz (1994), Vertigo (1995) Bloomsbury Publishing (2006) .
Edición nacional/ España: Norma Editorial.
Guión: Neil Gaiman.
Dibujo: Dave McKean.
Entintado: Dave McKean.
Color: Dave McKean.
Formato: Cartoné.
Precio: 22€, 96 páginas.

 

Cuando escribes una historia la mayoría de las veces no puedes evitar dejar algo de ti en tus personajes. Pueden reflejar tus pasiones, tus manías o incluso sus miedos.

Y Neil Gaiman los tiene.

Esto no es algo que el autor haya declarado abiertamente, pero en este cómic, La trágica comedia o cómica tragedia de Mr Punch, encontramos a un protagonista muy similar a nuestro autor como ya veremos más adelante.

Podemos intuir que este relato dejará entrever un poco la vida de Gaiman, en concreto, la infancia, por lo que la historia estará contada a través de los ojos de un niño de ocho años cuya visión del mundo será plasmada en el cómic por el estilo tan característico de Dave McKean quien mantiene una relación estrecha con nuestro autor británico, como podemos ver en el número de obras: Sandman, Signal to Noise, Orquídea Negra… y en especial Casos Violentos, que comparte con Mr. Punch la característica de tratar al infancia de Gaiman en pequeños rasgos y con mucha fantasía.

El estilo de McKean,con su uso de los collages, lo considero decisivo ya que es esto lo que hace nuestra mente para crear una imagen nueva. Es decir, se coge la imagen de un caballo, se imagina uno un cuerno, se superpone a modo de collage y se obtiene un unicornio. De eso trata la imaginación, una de las imágenes mentales más presentes en este relato.

Centrarse en los pequeños detalles a la hora de realizar una fotografía es algo complicado. Potenciar – y más aún – dirigir la atención hacia un punto en concreto es todo un arte. McKean sabe usarlo y lo utiliza en sus portadas como la de Hellblazer #1 o la de Sandman #1 y de nuevo aquí con Mr. Punch donde sus ojos se os clavarán a través de las páginas acerdándoos al terror de nuestro personaje.

Ya desde las primeras páginas vais a notar una estilo en su fotografía con grano, oscuras, salvo por pequeños atisbos de luz que casi podrían recordar a Goya o mejor, por sus primeras imágenes, a Caspar David Friedrich con su obra Amanecer.

Como hemos dicho anteriormente, el personaje principal mantiene una serie de similitudes con Gaiman: ambos viven en Portsmouth (Inglaterra), una ciudad perteneciente al condado de Hampshire. Es costera, por lo que la historia contará con una presencia marítima. De hecho es uno de los primeros escenarios en el cómic y donde nuestro personaje tiene un curioso encuentro con una representación de la obra de Mr. Punch.

El protagonista ha ido a pasar una temporada con sus abuelos para evitar que su madre, quien dará a luz en breve a su tercer hijo, contagie a la recién nacida, pues recientemente el chico ha superado una enfermedad de la infancia. No está claro si es varicela o paperas, pero sí sabe que es contagiosa. De este mismo modo, Neil Gaiman es el mayor de los tres hermanos (dos chicas y un chico). Al igual que esto, también se reflejará el amor por la lectura.

Otra similitud con la vida real y es la figura del abuelo. El narrador cita que su abuelo había vendido sus tiendas de ultramarinos y que ahora sólo tenía un salón recreativo junto al mar. El abuelo real de Gaiman e incluso su propio padre han trabajado en una tienda de ultramarinos.
Al irse a vivir a casa de sus abuelos vuelve atrás en sus memorias repasando los acontecimientos pasados y futuros que rodean a sus familiares. En concreto hablará del señor Swatchell, compañero de su abuelo, quien lleva la profesión de titiritero. Será él quien le hable Mr. Punch y de toda la historia que hay a su alrededor.

Otro personaje importante para la historia es su tío abuelo Morton con quien mantiene un lazo importante. No es que haya sido una figura cariñosa hacia el joven, pero sí ha sido la primera
persona que ha tratado a nuestro protagonista como un verdadero adulto a pesar de su corta edad. Que nuestro chico hable con tanta madurez es debido a que podemos intuir que toda la historia está contada por una persona adulta que recalca los momentos de su vida que le hicieron “crecer” como la fractura producida en su familia a la cual rodea un misterio.

Pero ¿de qué trata la obra de Mr. Punch y Judy? Mr. Punch es un padre de familia violento a la par de simpático que tiene una serie de aventuras de lo más macabras. Acaba con los miembros de su familia e incluso consigue burlar a la justicia. Todo ello con intervenciones del público, sobre todos los niños quienes ríen ante los actos de Mr. Punch, pero que a nuestro personaje sólo consigue asustar y huir en mitad de la función.

Son malos tiempos para el teatro: la llegada de la televisión amenaza de manera considerable a estos trabajadores. Algunos consiguen abandonar a tiempo y algunos se resignan a colgar las historias, pero ese empeño sólo va a traer desgracias a los protagonistas, en especial al abuelo del chico quien ya, desde las primeras páginas, se dice que perderá la cabeza, no habiendo más remedio que dejarlo en un asilo.

Al igual que la obra de teatro mencionada en el cómic, El viento en los sauces, – obra que refleja las clases sociales inglesas y por la cual el chico siente cierta fascinación – la obra de Mr. Punch llega una segunda lectura para esta obra de Gaiman: es el paso del tiempo, la muerte y la adultez.

“Los adultos son criaturas amenazadoras. ‘Te meteré en el cubo de la basura’, ‘te voy a comer’ ‘te devolveré y te cambiaré por otro niño’ eso es lo que dicen. Y por mucho que te repitas que es mentira, o que es broma, siempre hay una posibilidad. Quizás estén diciendo la verdad”
Quizás sea esta una de los mejores momentos del cómic ya que es aquí donde se consigue unir la trama que acontece dentro de la obra de Mr. Punch con la misma trama de la familia de nuestro protagonista. Es como si el teatro saliese del escenario para ser representado en la vida real, en la misma casa del chico.

El lector hará bien de ir tratando de averiguar quién es quién. Quién es Mr. Punch, Judy, el dragón, el bebé y el policía pues va a asistir a la representación de la obra a medida que avance el cómic. Su final, trágico, como ya anuncia el título de la obra, llevará a esa pérdida de la inocencia que ya habíamos mencionado anteriormente ya que se verá envuelto en una serie de secretos entre la familia y, desgraciadamente, la violencia.

De nuevo, Neil Gaiman nos ofrece no sólo una historia, si no dos (la vida de nuestro chico y la de Mr. Punch) para entrecruzarlas con una envidiable narrativa y poder así dar una visión de cómo la infancia es la raíz fundamental de todo adulto.