Septiembre, 2022
Guion: Lucie Bryon
La odisea de restituir lo robado
«Al ponernos ropa diferente, podemos ser otras personas… Explorar cosas nuevas. Vivir otra vida, solo por una noche…»
Ladrona de Lucie Bryon es un cómic delicioso, servido de una manera afectuosa; que acaba saciando al lector, pero sin empachar.
La joven autora francesa desarrolla su historia de una manera sencilla, eficaz; mezclando con acierto el humor y el drama social, consiguiendo interesarnos por las pequeñas aventuras de un grupo de estudiantes francesas de secundaria que pasan su tiempo enamorándose, entre el instituto, las fiestas particulares e interactuando en las redes sociales. Es una historia enfocada para un público juvenil, pero que acaba interesando a lectores de todas las edades. Se nota, sin embargo, el empeño por resolver algunas situaciones de una manera algo sencilla, casi simplista. Son unas limitaciones del guion que no enturbian el conjunto de la obra.
Ella y Leslie son dos compañeras de clase que están en el último curso del instituto preparando su examen de ingreso a la universidad. La inquieta Ella está fascinada por Madeleine con la que solo coincide en una clase, los jueves a primera hora. Un día las dos amigas deciden ir a una fiesta particular a la que no están invitadas. Allí, Ella se cruzará brevemente con el objeto de su deseo, pero también – ya borracha – cometerá un grave error que le obligará a pagar una molesta penitencia durante una larga temporada. Pero, este desliz etílico también favorecerá que se produzca el encuentro más deseado. Aunque las cosas nunca son como las hemos imaginado…
La ligera y entretenida trama que nos propone Bryon se sustenta gracias al carisma de sus personajes. Las tres adolescentes tiene caracteres casi opuestos, ricos en matices y transmiten una sana alegría de vivir, pese a sus numerosos problemas, pese a sus traumas. El macguffin de los objetos robados, permite disfrutar mejor una hermosa historia de amor y de superación personal. Si Ella toma el protagonismo casi absoluto en la primera mitad del relato, es Madeleine la que atrae todas las miradas en el desenlace, por su situación personal y por su posición de mayor fragilidad. Sin embargo, uno no puede más que identificarse con el personaje de Leslie y su áspero pragmatismo.
Gráficamente hablando, la autora francesa residente en Bruselas demuestra en Ladrona un estilo consolidado, a caballo entre el manga y el cartoon. En esta obra aporta un esquema bastante libre de página, centrado en tres o cuatro tiras de dos o tres viñetas, aunque a menudo utiliza el espacio central de la plancha para introducir un cuadro principal, normalmente sin bordes definidos. No renuncia, sin embargo, a composiciones más arriesgadas y atractivas, especialmente en los momentos de ensoñación o en los oníricos.
La definición de los personajes es original y redunda en la noción de la adolescencia como un puente entre la niñez y la edad adulta. Las protagonistas parecen niñas que piensan, se comportan y visten como mujeres algo que acaba potenciando el mensaje de la autora.
Los decorados y los fondos son funcionales y simples aunque de vez en cuando se permite una descripción más detallada del entorno usando perspectivas y elementos gráficos propios de la arquitectura. Un aspecto destacado de la realización gráfica y narrativa de Ladrona es el uso que Lucie Bryon hace del bitono. Utiliza diversos colores en los tonos principales para diferenciar escenas e incluso capítulos con lo que confiere al conjunto de la obra un aspecto rico en matices y muy agradable a la vista.
La realización técnica y física del tomo a cargo de Nuevo Nueve Editores es más que correcta. El álbum es en tapa blanda, lleva solapas y tiene un tamaño adecuado. Está bien impreso y cuenta con un papel excelente. No contiene ningún texto introductorio ni galería gráfica adicional y su precio es algo elevado, pero se paga con gusto.
Con Ladrona, la autora francesa Lucie Bryon alcanza un cierto grado de madurez, un nivel óptimo de solvencia que permite esperar grandes cosas de sus próximos proyectos. Con su Ladrona, Bryon nos sumerge en un mundo aparentemente sencillo y acomodado, que tiene su mar de fondo, y que puede aportar algunas herramientas vitales a los jóvenes que se acerquen a esta obra. Pero Ladrona también puede resultar interesante a los lectores más maduros que pueden encontrar entre sus páginas una visión fresca y actual de una realidad que no están acostumbrados a visitar. Y esto no es poco…
Salut!
Lo mejor
• Una mirada fresca al universo adolescente actual.
• Unos personajes que se hacen querer.
• El uso imaginativo y elegante del bitono.
Lo peor
• La resolución de algunos conflictos de manera algo simplista.
• Que puede pasar desapercibida por su etiqueta de juvenil.
Guion - 7
Dibujo - 8
Interés - 8.5
7.8
Agradable
Una buena obra juvenil que agradará a lectores más adultos