Quintili Vare, legiones redde.
Las Águilas de Roma es una serie de Enrico Marini que nos narra uno de los acontecimientos más relevantes de la historia del Imperio Romano. Comenzó su publicación en 2008 y hasta la fecha está compuesta de cinco tomos, editados originalmente por Dargaud. Norma es la encargada de editarlos aquí, como casi toda su obra con la excepción de La estrella del desierto editada por Planeta.
Marini es un dibujante italiano nacido en Suiza que ha dibujado varias series de éxito con diversos guionistas. Ha colaborado con Stephen Desberg en La Estrella del Desierto, un western, y en El escorpión, una historia de capa y espada. Con Thierry Smolderen realizó Gipsy, una historia de ciencia ficción y Olivier Varese, serie de aventuras de un periodista. Con guiones de Jean Dufaux dibujó Rapaces, una historia de vampiros. Sin embargo, la mejora que se aprecia en su dibujo no se da en los guiones.
Las Águilas de Roma nos cuenta la historia de Arminio, hijo de un jefe tribal enviado a Roma como rehén, y de Marco, hijo del general romano en cuya casa vive Arminio. Su amistad se afianzará hasta llegar a convertirse en hermanos de sangre. Sus relaciones y actos marcarán la historia y el futuro del Imperio Romano.
Cuando llegó a mis manos este cómic no pude evitar pensar en la frase que llevaban los cómic de Jeremiah en la edición de Grijalbo “Si sabes dibujar, sabes escribir… ”. Hermann con el tiempo demostró que podría escribir álbumes magníficos él solo, aprovechando todo lo que aprendió con Greg. Pero ni Marini es Hermann, ni sus guionistas tenían el talento de Greg. Marini es uno de los mejores dibujantes de la BD de aventuras de este siglo pero le falta dar con una historia, propia o ajena, que le proporcione un guión a la altura de su dibujo. Ninguno de sus cómics, que son disfrutables pero rápidamente olvidables, se podría considerar como una obra maestra. Es cierto que no ha colaborado con los mejores guionistas y creo que por ello tomaría la decisión de guionizar él mismo Las águilas de Roma. Y está a la altura o incluso por encima de los cómics que ha realizado con anterioridad, lo cual tampoco es muy complicado.
Nos trae un cómic con evidentes influencias de Gladiator de Ridley Scott, sobre todo en las escenas de batalla, y más aún de la serie de la HBO Roma, con lo bueno y lo malo que tiene. Sexo, sangre, violencia, traiciones, personajes mezquinos, etc… todo abunda en Las Águilas de Roma. Pero no consigue captar lo mejor de Roma que es la relación de amistad entre Tito Pulo y Lucio Voreno, lo intenta con Arminio y Marco pero hay algo que falla.
Consciente de su falta de experiencia como guionista, de manera muy inteligente decide escribir sobre un suceso histórico muy conocido. Y eso lo cuenta de manera muy eficaz. Se aprecia el enorme trabajo de documentación y de diseño en todo, vestuario, armas, ciudades, etc… y en los glosarios de terminología latina y germánica que se pueden leer al final de cada álbum. No hay intención de enseñar historia en ningún momento, ya que hay varias tramas inventadas, sólo contar una buena historia. Huyendo de toda épica y bajando al barro. Menos eficaz es su construcción de los personajes principales ya que algunas decisiones de los mismos se ven venir a la legua, aunque se desconozcan los acontecimientos históricos. Es complicado poder empatizar con alguno de ellos ya que son bastante irreales. Eso le lleva a exagerar el comportamiento de los “villanos” provocando que sean algo caricaturescos, muy tópicos y predecibles.
Todos los álbumes están plagados de escenas de sexo gratuítas que nada aportan a la historia y con un tratamiento de las mujeres bastante discutible. Creo que el primer álbum tiene la escena de sexo más gratuíta e innecesaria que recuerdo en mucho tiempo. Como si el sexo lo convirtiera en un cómic adulto, algo muy deudor del cómic de los ochenta y de las series de la HBO. Espectacularmente dibujada como todos lo álbumes que componen la historia hasta ahora. Es una serie de ritmo lento aunque leídos los álbumes seguidos no lo parece tanto pero esta sensación se ve acentuada por la enorme distancia entre la publicación de cada álbum. En su momento Marini dijo que sería una serie corta de 5 ó 6 álbumes así que podemos suponer que acaba en el siguiente.
En la parte gráfica Marini demuestra que es una autentico privilegiado, brillando particularmente en las escenas de batalla y en las que se desarrollan en Germania, donde la sensación de opresión, peligro inminente e incertidumbre es increíble. Marini es un extraordinario dibujante, con un estilo propio que mezcla influencias europeas y manga. Ya no es el novato que en Olivier Varese copiaba a Otomo. Creo que es capaz de dibujar cualquier cosa que se proponga con una gran destreza. Y esta serie está pensada para que dé lo mejor de sí mismo. Tal vez los lectores de linea clara vean una cierta falta de acabados pero para nada es así. La composición de página es bastante clásica pero no por ello pierde espectacularidad. Donde da un salto espectacular es el tratamiento del color que es maravilloso y evocador, lo cual consigue aplicando el color directamente sobre las páginas sin usar apenas tecnología. Pero es muy curioso que a pesar de toda la sangre, barro y miseria resulta una obra de colores excesivamente luminosos si la comparamos con la historia tan cruda que cuenta.
Edita Norma con la calidad con la que producen todas sus obras. Pero por algún motivo en los álbumes 2º y 3º al cónsul Varo (en latín es Publius Quinctilius Varus) le llaman Vario, cosa que se corrige a partir del 4º. No sé si aparecía así en la edición original pero es muy raro cuando es la figura histórica más conocida de esta historia junto con Arminio.
Sin ser la gran historia que el dibujo de Marini merece, es su mejor serie, no solo en lo gráfico sino en su conjunto. Es un buen cómic histórico que creo gana mucho leída del tirón. Ideal para quienes se quedaran con ganas de más episodios de Roma y una gran batalla en Gladiator. Esperemos que los nuevos álbumes no se demoren tanto.
Guión - 6.5
Dibujo - 9.5
Interés - 8
8
Peplum
Visualmente insuperable.
Coincido aunque quizás el problema del guión es que se cuenta poco en muchas paginas y avanza muy lento, y peca de algo de culebrón y escenas que no aportan nada a la trama, pero el dibujo es tan bueno que se lo perdono es una gozada pasear por sus viñetas y ese color madre mía que espectáculo, lo de un tomo cada dos años es demasiado no se porque lleva varias series a la vez eternizando las tramas en el tiempo.