Las crónicas de Excálibur

 

Edición original: Excalibur Chroniques 1 Pendragon y Excalibur Chroniques 2 Cernunnos (Soleil).
Edición nacional/ España: Febrero de 2015 (Yermo Ediciones).
Guión: Jean-luc Istin.
Dibujo: Alain Brion.
Color: Alain Brion.
Formato: Cartoné. 128 págs .
Precio: 30,00€.

 

Merlin, Morgana, Avalón o Excálibur son nombres vinculados al ciclo artúrico que tantas representaciones ha tenido a lo largo de la historia en medios como la literatura, el cine o el cómic. La fascinación por el rey Arturo y sus caballeros de la Tabla Redonda es tal que hoy en día siguen apareciendo obras dedicadas a narrar esta parte de la historia legendaria de las islas británicas. Uno de los últimos ejemplos son estas Crónicas de Excálibur, una ambiciosa obra escrita por Jean-Luc Istin de la que Yermo Ediciones presenta su primer integral recopilando los dos primeros álbumes de la edición francesa.

Las leyendas artúricas, surgidas de poemas medievales, son relatos donde se ensalza la virtud caballeresca, presentando a sus protagonistas como ejemplos de rectitud y honor que deben afrontar múltiples situaciones donde se pone a prueba su sentido de la justicia y su pericia militar. También son historias donde aparece el amor cortés, tan presente en la poesía medieval, representado por historias como la de Lancelot y Ginebra o Tristán e Isolda. Otro elemento fundamental de las narraciones incluidas en el ciclo es el componente cristiano. No hay que olvidar que uno de los relatos principales del ciclo es la búsqueda del Santo Grial por parte de los caballeros de la Mesa Redonda que a la postre acaba siendo un relato moral sobre la fabilidad del ser humano frente a la perfección de lo divino. A todos estos elementos clásicos, con posterioridad, se sumaron otros de carácter histórico y también legendarios, enlazando los mitos artúricos con leyendas celtas y utilizando la figura de Arturo para simbolizar el abandono de las antiguas costumbres britanas en beneficio de las formas cristianas más modernas. Ejemplos de esto último lo podemos encontrar en la literatura en obras como las escritas por Stephen R. Lawhead o Marion Zimmer Bradley por citar algunas. La visión de Jean-Luc Istin en estas Crónicas de Excálibur sobre el ciclo artúrico está emparentada con estas últimas obras, dando especial protagonismo al enfrentamiento entre los defensores de las antiguas costumbres britanas y sus dioses contra el pujante cristianismo llegado del continente.

Britanía es un país en guerra. Los diferentes señores feudales y pequeños reyes se enfrentan entre si para determinar quien debe gobernar sobre la isla. Merlín, el druida más poderoso, recurre a los antiguos dioses para detener la guerra y encontrar a quien será rey de todos los britanos. La herramienta para conseguirlo será Excálibur, una espada mítica cedida por la Dama del Lago, que otorgará a quien la posea el derecho a gobernar. El elegido por Merlín y por Viviana, señora de la sagrada isla de Avalón, para blandir Excálibur será Uther Pendragón, un vigoroso jefe guerrero que, con el consejo de Merlín, pacificará la isla. Pero la empresa de Uther encuentra un obstáculo cuando conoce a Gorlois, un noble convertido al cristianismo que tortura a su mujer, Igraine, doncella de Avalón e hija de Merlín, por no renunciar a las antiguas creencias britanas y adoptar el cristianismo. Uther, conmovido por la belleza de Igraine y por la injusticia que padece, engaña a Gorlois y rescata a la dama y a la hija de ésta, Morgana, provocando de nuevo la guerra entre los señores feudales afines a Gorlois y los fieles a Uther.

Innovar a estas alturas en relato protagonizado por el Rey Arturo y su Mesa Redonda es difícil. La historia es bien conocida y ha sido explicada de muchas formas en casi todos los medios por lo que poca sorpresa puede haber en los acontecimientos narrados. El único margen para la novedad queda en el desarrollo que se haga de la historia y de los matices que se añadan. En este caso, Istin consigue mantener el interés del lector gracias a cuidado tratamiento de los personajes y a ciertas variaciones llamativas sobre las relaciones entre algunos personajes. Como en la mayoría de relatos relacionados con Arturo y Excálibur, la figura de Merlín cobra un especial protagonismo que en esta historia es especialmente relevante al establecerse que él es el padre de Igraine y, por lo tanto, el abuelo de Morgana y de Arturo. Otra variante interesante introducida por Istin es la de la propia concepción de Arturo, que en esta ocasión es fruto el amor y no de la lujuria y la violación como en muchos relatos anteriores sobre el tema. A parte de estos interesantes cambios, que tienen un efecto importante sobre las relaciones entre los personajes, el escenario presentado por el guionista también resulta llamativo por la combinación de elementos realistas (en la ambientación histórica) con elementos fantásticos representados por la isla de Avalón o por ese Dios Ciervo que desencadena los acontecimientos del segundo álbum recogido en este integral.

Se aprecia en este primer volumen una considerable ambición por parte de sus autores a la hora de concebir la historia. El guionista, con la colaboración imprescindible del dibujante, se preocupa de mostrar las escenas de guerra de forma espectacular y se respira épica en muchos de sus pasajes pero también se toma su tiempo para presentar a los protagonistas y para establecer el escenario en el que se desarrollará la historia. Esto, junto con una narrativa con un ritmo excelente, hacen que este primer volumen integral sepa a poco dejando con la sensación que esto sólo ha sido el preludio y que lo mejor aún está por llegar.

Mención especial merece el dibujante Alain Brion, cuya labor es una de las bazas fuertes de la obra. El artista realiza un trabajo pictórico muy llamativo sustentado en un espectacular uso del color que le permite combinar figuras humanas perfectamente perfiladas con impresionantes fondos y planos generales que dan al conjunto una gran profundidad y un sorprendente dinamismo poco habitual en obras que cuentan con un dibujo tan elaborado.

En definitiva, este primer tomo de Las Crónicas de Excálibur establece un interesante escenario, lo suficientemente original y bien trabajado, para despertar el interés tanto de los que conocen bien el ciclo artúrico, quienes disfrutarán de las diferencias respecto otras aproximaciones al mismo, como para los que sientan curiosidad por una obra de fantasía heroica bien realizada.