Las efímeras 1, de Jeff Lemire

Edición original: Fishflies #1-3 USA (Image Comics, 2023)
Edición nacional/España: Astiberri, 2024
Guion: Jeff Lemire
Dibujo: Jeff Lemire
Color: Jeff Lemire
Traducción: Santiago García
Realización técnica: Sandro Gomato, Alba Diethelm
Formato: Rústica. 168 páginas, color. 19,00€

Moscas incómodas, personas incómodas

Menudo boom fue lo de Substack, ¿eh? Siempre recordaremos el verano de 2021 como un momento de convulsión en el mundo del cómic, cuando la plataforma de newslettering, con Nick Spencer como cabeza pensante, logró atraer a su redil (principalmente gracias a una enorme cantidad de dinero) a un ingente catálogo de autores de gran prestigio para que comenzaran a publicar cómics digitales exclusivos a través de ellos. Al igual que será inevitable recordar que lo que por un momento pareció ser una revolución en el mercado estadounidense hoy, tras casi tres años, parece haberse quedado en una mera nota a pie de página, tras ver cómo el frenesí inicial se ha ido reconduciendo poco a poco hacia el tradicional camino del formato físico con las editoriales de siempre.

Lo que sí nos queda, y eso es lo importante, son todas las obras que florecieron gracias a aquel vigorizante empujón económico que recibieron muchos autores, muchas de las cuales ya hemos podido incluso leer en nuestro país: Vanish, de Donny Cates y Ryan Stegman; El Armario, de James Tynion IV y Gavin Fullerton, o Public Domain, de Chip Zdarsky. Una lista a la que también se suma Las efímeras, un nuevo estreno de Astiberri creado por uno de nuestros imprescindibles en la sección de cómic independiente americano: Jeff Lemire.

Como decía, muchos fueron los que se subieron al adinerado carro de Substack, y Jeff Lemire fue uno de ellos. El canadiense, figura indiscutible del cómic USA gracias a trabajos como Black Hammer, Gideon Falls, Sweet Tooth o Royal City entre muchos otros, aterrizó en la plataforma tras la llamada de Spencer y aprovechó la última obra en la que llevaba tiempo trabajando para generar contenido exclusivo.

Así fue como empezamos a saber de Fishflies, una historia realizada al completo por el autor canadiense, que decidió dividirla en pequeños episodios de 5-6 páginas para ir alimentando a sus suscriptores de pago. Un formato con el que se mantuvo hasta cumplir un año en la plataforma, cuando, alcanzado lo que sería el cuarto número de la historia, decidió migrar a un modelo de Substack gratuito a fin de liberarse de un exceso de compromisos al que su intenso trabajo en la adaptación televisiva de Essex County no le permitiría responder.

Así, Fishflies retomó el camino al que estaba destinada originalmente y, tras una revisión de los primeros pasajes por parte de su autor (que convierten a la versión de Substack en un particular borrador único), un año después comenzó a publicarse a través de Image Comics. Una edición repartida en 7 números de importante extensión (unas 64 páginas, publicadas de hecho como rústicas en lugar de grapas) cuya conclusión llegará a EEUU el próximo mes de julio. Por suerte para nosotros, Astiberri no ha querido hacernos esperar tanto (ni cargarnos con un hipotético integral que tendría más de 400 páginas), y ya ha recopilado los tres primeros capítulos en un primer volumen de dos.

Las efímeras, que es con el título con el que nos llega a España, nos sumerge Belle River, un pueblo canadiense que todos los años se ve invadido durante un par de semanas por una molesta plaga de insectos voladores llamados moscas de agua, o efímeras, como las llaman los vecinos por su corto tiempo de vida. En medio de una de esas invasiones, Belle River se convierte en el escenario de un violento crimen que pone patas arriba la tranquilidad de sus ciudadanos, pero también hace surgir una inesperada amistad entre una niña marginada llamada Francis y un fugitivo.

Empieza a resultar demasiado perezoso usar siempre la misma expresión para referirse a las obras de este autor, pero es que no hay otra mejor manera de describir Las efímeras: puro Jeff Lemire. El canadiense ha sabido jugar con muchos géneros, pero cuando se pone la gorra de autor completo es casi siempre para hacer lo mismo. Hablamos del Lemire melancólico, el introspectivo, el que siente una profunda fascinación por la insoportable calma del mundo rural y las vidas atrapadas en él.

Es algo que el autor ha hecho una y otra vez, pero que una y otra vez hace con un talento innato. No deja de resultar gracioso que en sus notas Lemire comente que buscaba explorar el género del true crime, “algo en el estilo de Brubaker y Phillips, pero en un pueblo”. Y es que la referencia a esos autores no podría ser más oportuna, porque si hay algo que caracteriza al dúo de Criminal es precisamente lo mismo que al canadiense: que siempre hacen cosas parecidas, pero siempre lo hacen genial. Recuerdo cuando Sean Phillips comentaba que le había pedido a Brubaker hacer un western, “y Pulp fue lo más parecido que me pudo dar”. Pues Las efímeras es lo más parecido a un true crime que Lemire es capaz de hacer.

Y digo esto porque los códigos del género son prácticamente inexistentes aquí, completamente neutralizados por el ADN del autor. Lo que nos encontramos en Fishflies arranca con un crimen, sí, pero a partir de ahí discurre por otras sendas. Por la profunda herida que un evento así produce en la tranquilidad de un pequeño pueblo en el que todos se conocen. Por la humanización de su perpetrador. Por la ilusión de una niña apartada y maltratada que solo busca a alguien nuevo que le dé compañía. Incluso por la vertiente sobrenatural, que hace acto de presencia de una manera muy inesperada en la historia, pero más que como gancho argumental, lo hace como herramienta onírica para explorar más aún la intimidad de su protagonista.

Como siempre con Lemire, lo que sucede no es tan importante como lo que nos transmite, abriéndonos el desgastado corazón de sus personajes, actores secundarios de sus propias vidas. Y no deja de resultar maravilloso que la traducción del título haya podido optar por ese “efímeras” en lugar del literal “moscas del agua”, porque consigue incluso mejorar el título original gracias a esa capa de lirismo que le añade. Una arriesgada y estupenda decisión de, asumo, Santiago García, siempre excelente en las traducciones del canadiense.

Sobre el arte de Jeff Lemire hay poco que podamos decir que no hayamos dicho ya en sus otros trabajos. El estilo del canadiense es único, uno con una personalidad inconfundible que permite saber que estamos viendo una obra suya con solo un pequeño vistazo. Sus rostros cuadrados y toscos, su trazo descuidado y sus acuarelas son marca de la casa, una que puede generar cierta antipatía a algunos lectores por su estética, pero que (como defenderé hasta el fin del mundo) esconde a uno de los mejores narradores que tenemos en el cómic americano.

En Las efímeras nos lo encontramos como ya lo hemos visto en otras obras, utilizando una paleta tonal muy muy reducida, puramente azul con señales de desgaste amarillas, que es la encargada de darle una capa de melancolía cromática al tomo. Una monotonía que solo se rompe por puntuales destellos de rojo, generalmente del abrigo de su niña protagonista, atrayendo toda nuestra atención sobre ella, en contraste con su sensación de soledad y de ser ignorada por el mundo.

En fin, qué puedo decir. Si por un casual leéis mis reseñas, ya sabréis que no puedo engañar a nadie. Jeff Lemire me fascina, sus obras como autor completo me conmueven y logran atraparme por completo con cada nuevo drama intimista que nos trae. Siempre nos da un nivel excelente y desde luego Las efímeras no es una excepción. El autor nos entrega una obra tan íntima como sobrenatural, tan inquietante como conmovedora. Una obra melancólica con destellos de ilusión, tan puntuales como los fogonazos del abrigo rojo de Francis. Y yo ya estoy contando los días para el siguiente tomo.

Lo mejor

• Su inquietante trama de misterio.
• El fino arte de Lemire para narrar y plasmar las emociones más grises.

Lo peor

• Si no te suelen gustar sus obras como autor completo, lo más probable es que esta tampoco.