Aquellos maravillosos veranos de juventud
«Os he amado, pero a partir de ahora prefiero pensar en mi»
Hace poco más de un año, la editorial Astronave, el sello infantil y juvenil de Norma, nos presentaba el primer álbum de Las hermanas Grémillet, una serie creada por Giovanni Di Gregorio y Alessandro Barbucci y protagonizada por tres hermanas que se dedicaban a resolver misterios de carácter sobrenatural. Ahora las hermanas han vuelto y tienen un nuevo misterio entre manos que tendrán que resolver durante las vacaciones de verano.
Di Gregorio y Barbucci siguen alternando en su carrera en el mundo del cómic títulos destinados al público adulto con títulos más infantiles o juveniles. Las más 50.000 copias del primer álbum de Las hermanas Grémillet avalan la buena recepción de su trabajo y también demuestran la importancia de este segmento del mercado cada vez más en auge.
En esta nueva entrega de la serie, las hermanas disfrutan de las vacaciones de verano en casa de su abuela, en una hermosa villa rural en la campiña francesa. Pero el verano no será tan plácido como preveían ya que Casiopea, la mediana, se debatirá entre sus sentimientos por Ulysse, quien se ha quedado en la ciudad, y el cortejo de Olivier, un amigo del pueblo. Y además tendrán que investigar un nuevo misterio: la presencia de un fantasma en las ruinas de la antigua abadía.
Los autores nos proponen una nueva historia que sigue un esquema similar al del álbum anterior en lo relativo al misterio, aunque suavizan el tono dramático del trasfondo y apuestan por un relato más ligero sobre la nostalgia y los sentimientos de amor. El escenario escogido y los devaneos amorosos de una sus protagonistas evocan a esas historias de amores primerizos que hemos podido disfrutar en tantas y tantas obras. Una trama sencilla y un tanto previsible que se resuelve con gracia y que demuestra que los jóvenes pueden enseñar a sus mayores tan bien como a la inversa.
Si hubiera que buscarle una pega respecto al primer álbum la encontraríamos en la ausencia del personaje de la madre, que creaba una dinámica familiar muy interesante, y que en esta ocasión ha sido sustituida por el personaje de la abuela, con una trama de interés humano pero de menos calado que la presentada en el primer álbum. Lo mismo se puede decir del misterio sobrenatural, que acaba siendo la parte menos interesante de la trama en contraposición a la dinámica entre las Grémillet, mucho más interesante.
El que está a un nivel altísimo es Alessandro Barbucci, quien se encarga del dibujo y del color. Su trazos suaves y redondeados son ideales para este tipo de historia y nos regala preciosos paisajes rurales, sugerentes escenarios misteriosos y un diseño de personajes, de gestualidad y expresividad muy generosas. El trabajo con el color es igualmente destacado, con una paleta brillante y cálida que acentúa esa ambientación rural y estival, que contrasta con las escenas de misterio representadas en tonos fríos y de un azul sobrenatural.
Los amores de Casiopea es una agradable historia que asienta esta serie como un interesante ejemplo de cómic juvenil atractivo para un amplío espectro de público y muy bien realizado por sus responsables.
Lo mejor
• El arte de Alessandro Barbucci.
• El carisma de las protagonistas.
Lo peor
• Es una entrega menos intensa que la anterior.
• Es un poco cara para el público al que va destinada.
Guión - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 7
7.5
Juventud
Entretenida entrega de las aventuras de este entrañable trio de hermanas que rememora los veranos dorados de la juventud, los primeros amores y el autodescubrimiento de los sentimientos. Barbucci aporta un dibujo adorable cargado de detalles y calidez