Las muchas de dificultades de un Spirit de celuloide

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Los archivos de The Spirit Nº 14
Fecha de edición: septiembre de 2007
Autor: Will Eisner
Norma – 196 págs. – 35 €

 
Información proporcionada por la editorial


En The Spirit, Will Eisner presenta su propia visión de lo que tiene que ser el arte secuencial, en una serie llena de experimentación que se ha convertido en una enciclopedia del cómic.

Norma Editorial publica los volúmenes del 12 al 20, que comprenden desde el retorno de Eisner a la serie (tras su alistamiento en el ejército en la Segunda Guerra Mundial) hasta la conclusión de The Spirit.

Las muchas de dificultades de un Spirit de celuloide

Hace algunas semanas, cuando aparecieron varias imágenes y un pequeño teaser de la película que prepara Frank Miller sobre The Spirit, se armó un revuelo bastante considerable. Salvo el irreducible Pepo Pérez y sus acólitos, muchos se aprestaron a defenestrar al bueno de Miller, acusándole de irrespetuoso para con la decana obra de Will Eisner. Yo, sin ser fan de Sin City (la película) ni de esta última etapa en la trayectoria artística de Miller, daré un paso al frente para excusarle un tanto. Si no para apostar por la calidad de su futura película, sí para reflexionar acerca de los motivos que hacen de The Spirit una obra difícilmente trasladable a la gran pantalla.

El mismo Pepo Pérez, en un comentario a uno de sus posts sobre el tema, decía lo siguiente:

“Es verdad que el tono de cada historieta era distinto, precisamente por esa idea de variar de registro e incluso de género de una semana a otra. Hubo historietas urbanas, policíacas, de género negro «puro», incluso historieta social; hubo también aventuras en países exóticos, ciencia-ficción, terror sobrenatural, «costumbrismo épico» un poco a lo Capra, western… En cuanto al tono de las historias, a veces era más cómico, a veces más dramático. Siempre solía haber un punto de exageración y farsa (que podía ser de mayor o menor grado, dependiendo de la historieta) debido al propio estilo caricaturesco de Eisner, en el dibujo, en los diálogos y las situaciones.”

A mi entender esto que apunta Pepo, esta riqueza de aproximaciones narrativas que posee The Spirit, es fruto de diversos factores. Ninguno de ellos fácilmente transportable al cine. Todos ellos relacionados con algo que ya tratamos hace tiempo en nuestra sección dedicada al lenguaje de la historieta que, con este artículo, hoy recuperamos: el cómic como amalgama de unidades estructurales interrelacionadas y/o superpuestas.

Me fijaré en el último tomo de Los archivos de The Spirit del que dispongo, el número 14, para explicarme.

En primer lugar, esa variable adscripción genérica en las historietas de The Spirit es posible por su carácter episódico. La serialización, que fue parte constitutiva del cómic en sus inicios y que ha marcado buena parte de su andadura, permite acusados cambios de registro dentro de una misma serie, pudiéndose acoger el autor a esa unidad de sentido que constituye el capítulo, la entrega periódica, el episodio. Si los personajes son lo suficientemente “abiertos”, cada nueva historieta puede avanzar en direcciones distintas, explorar derroteros variados, moverse en claves narrativas dispares. Algo también factible para la televisión, pero mucho más difícil para el cine, dada la extensión media de los largometrajes. Y es que – fijémonos – el “episodio” nos acerca sobremanera al cuento, instrumento literario que, por su brevedad, permite explorar recreaciones ambientales y juegos formales sin depender tanto de un argumento potente que sostenga la narración, como si que ocurre con el Septimo Arte.


El tono asfixiante y aciago de Crimen perfecto contrasta con la liviandad de historietas como Hoagy el Yogui

No obstante, como decía también Pepo, todas las historias contienen ciertas dosis de “exageración y farsa (…) debido al propio estilo caricaturesco de Eisner”. Sorprende, cuando uno se apresta a bucear en cada una de las historietas, la capacidad de Eisner para integrar en un mismo relato momentos emocionalmente disonantes. De una viñeta a otra, Eisner nos traslada de la comedia al drama sin que el conjunto chirríe. En la historia El Socio podemos ver algo de eso que comentamos. La narración empieza con una página muy de serie negra, luego oscila hacia momentos más cómicos para orientarse hacia el dramatismo en sus últimas páginas.

Dos rasgos preeminentes del grafismo de Eisner derivan de una doble adscripción de su lenguaje: el cine y el teatro. Eisner ilumina las escenas como en el cine y hace actuar a sus personajes como en el teatro. Observando las tres ilustraciones que acabamos de colgar, podremos comprobar como tiende a enfatizar los claroscuros “realistas” en las escenas dramáticas y la gestualidad extrema y caricaturesca en las humorísticas. Podemos verlo de nuevo en estas dos tiras consecutivas de Saree.

¿Por qué esto resulta posible en el cómic y, sin embargo, es complejo de trasladar al cine?

En parte, por supuesto, porque el cómic se compone de imágenes estáticas que deben “esconder” esa particularidad suya tras la exageración y la estridencia; algo que en cine llevaría a la tan molesta sobreactuación. También, cómo no, porque la imagen de cómic tiene un acabado sencillo y dúctil que le otorga maleabilidad; una maleabilidad que a la imagen real le es extraña.

Pero también – me aventuro a decir – esto le resulta posible al cómic porque una de sus unidades estructurales es la viñeta y, otra, el espacio entre viñetas. En los inicios del cómic era frecuente el uso de toppers, tiras en la cabecera o en al pie de la página dominical que relataban una historia distinta de la principal. También Will Eisner se permite hacer lo mismo en The Spirit, acompañando sus aventuras con las de P.S. durante un tiempo. Y particularmente en la historieta Escapar, esta combinación resulta de lo más curiosa, por cuanto el relato principal tiene un tono fatalista mientras que la tira de P.S. sigue moviéndose en el anecdotario simpático.

Creo que la misma característica que nos permite incorporar dos hilos narrativos tan distintos como en las topper es lo que facilita que Will Eisner realice esas variaciones en sus relatos.


De la comedia romántica a un contrarreloj fatídico en una sola tira

El espacio entre viñetas, el salto que se produce de una viñeta a la otra, es lo suficientemente grande como para que nosotros, los lectores, sepamos digerir esos cambios de registro. La viñeta, como unidad estructural cargada de información, es lo suficientemente autocontenida como para generar todo un universo ambiental en ella… todo un universo que, por tanto, no tiene por qué ser idéntico al de la viñeta siguiente. En el cine, por el contrario, el salto entre fotogramas es imperceptible, habitualmente, y eso provoca que cada fotograma difícilmente pueda interpretarse como autocontenido.

Con lo cual, sólo me queda decir una cosa: Mucha suerte, Mr. Miller.

Enlaces de interés


ZN: Ponme una página

ZN: Pull the strings!!

Con C de Arte: Cartas al cementerio de Wildwood

Con C de Arte: el gabán, etc.

Con C de Arte: No será Sin City y será a todo color

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eriag
eriag
Lector
15 mayo, 2008 12:38

Caramba, enhorabuena por el analisis…yo sí tengo buenas sensaciones con el spirit cinematografico de Miller, habrá que esperar, pero supongo que no traicionará a su maestro…

Saludos!!

http://blogs.gamefilia.com/eriag

Pastor
15 mayo, 2008 12:53

«Con lo cual, sólo me queda decir una cosa: Mucha suerte, Mr. Miller.»

si porque la va a necesitar…

Bueno, ya sabéis de sobra lo que opino de esta adaptación pero… de todas formas hasta que no se estrene y la vea todavía me queda tiempo para decir «vaya, pues me equivoqué y mola» 🙂

Toni, como siempre un gran texto tío.

Alestat
Lector
15 mayo, 2008 14:04

La verdad que por lo poco que he visto, el trailer, me parece que Miller lleva demasiado a su terreno sincitero la adaptacion. Hasta que no la vea no podre opinar del todo, claro, pero a bote pronto, mas bien parece una Sin City 2 que The Spirit.

Ian
Ian
Lector
15 mayo, 2008 14:54

Por supuesto, habrá que esperar a verla, ya que en cuestiones filmográficas la sorpresa puede estar a la vuelta de la esquina. Sin embargo, hay varios puntos por los que (viendo el trailer) me da que la película no será demasiado fiel al cómic, a pesar de que ello no fuese demasiado difícil, al menos en lo esencial:

1. El toque Sin City: Aunque es evidente que a Miller le sirvió en su traslación al celuloide, hay que recordar que el estilo gráfico de Spirit no es el de Sin City, al igual que el lenguaje de Eisner no es el de Miller. El forzado blanco y negro absoluto de Miller no se encuentra en la obra de Eisner que, recordemos, es un maestro del pincel y utiliza con frecuencia la línea para obtener sombreados, de forma que, aunque lo leas en blanco y negro no te da esa sensación de sobriedad que encontramos en SIn City. Aunque el B&N sí es necesario para Spirit, no es necesario ni recomendable ese blanco y negro, sino más bien algo como «El tercer hombre».

2. El actor: en este campo nunca estará todo el mundo de acuerdo (siempre sucede), sin embargo, y a riesgo de equivocarme cuando la vea, ese tío no es Spirit.

3. El traje: en los cómics, Spirit no viste de forma diferente al resto de la gente, no tiene un aspecto peculiar, salvo por el antifaz. En el trailer, Spirit parece un superhéroe. No sé que es exactamente, si las hombreras, si el vuelo del abrigo, pero el caso es que no parece un tipo normal. Ahora bien, habrá que esperar a que termine con la ropa hecha trizas, como en los tebeos (una característica esencial de Spirit).

4. Octopus: quizá lo más sangrante de ésta adaptación. Si algo caracterizaba a Octopus en los cómics es que nunca (y digo nunca) se le veía la cara. Podías especular lo que quisieras (de pequeño buscaba indicios de quién podía ser en cada viñeta). ¿Samuel L. Jackson?. Me parece muy bien, pero que no se le vea (y mucho me temo que con lo que cobra se le verá bastante).

5. Humor: por el tono del trailer (y de nuevo a la espera de verla) me da la impresión que el tono general será muy Sin City, y Spirit tiene muchísimo humor, y no humor negro, sino humor de golpe y risa. Está claro que es difícil meterle humor a una película de este tipo y que no resulte forzado, pero se puede hacer.

En definitiva: puede que como película sea buena, no sería la primera vez, ahora bien, como adaptación no estará a la altura, por ejemplo, y citando otras dos obras de Miller, de 300 o de Sin City.

experimento 626
experimento 626
15 mayo, 2008 15:46

¿alguien puede recordarme que pelicula ha dado mal rollo por los avances vistos y luego hemos dicho «oh vaya nos hemos equivocado vaya peliculon»? y si hay alguien lee un tono sarcastico que conste que no es mi intencion.

señor punch
15 mayo, 2008 16:04

Toni, yo creo que la clave está en aceptar que efectivamente se trata de un tebeo dificilísimo de trasladar, una obra poliédrica, como dejas claro en tu texto. No pensemos entonces en términos de comparativa sino en ver cómo confluyen/chocan dos talentos artísticos tan diferentes. Despues de todo, como voy soltando donde toque, tampoco creo que la visión de Orson welles (ni el medio cinematográfico) tenga algo que ver con la de Shakespeare (ni con el medio teatral de hace siglos)
A Spirit deberemos juzgarlo como producto diferente, externo, y luego, independientemente de su resultado, jugar a las diferencias (estéticas, de espíritu…) O de otro modo: si la peli falla, no se debería atribuir en su relación con un producto previo (en este caso el mejor cómic de la historia), sino con los mecanismos del medio cinematográfico pero sé.

(PD, qué pequeñita me sale la letra… no puedo ni leerla, si nos queréis llevar ala gafapasta, carai… bueno, si hay gambas ortográficas o de teclado, perdón por adelantado)

Antoño Retoño
Antoño Retoño
15 mayo, 2008 16:06

«¿alguien puede recordarme que pelicula ha dado mal rollo por los avances vistos y luego hemos dicho “oh vaya nos hemos equivocado vaya peliculon?»

¡»Las Horas»! No sé quién haría el trailer de esa maravilla de película, pero la cagó bien: parecía que se tratara de un melodrama barato hollywoodiense de los más típico y pueril.

De todas formas, es cierto que no es más que una excepción, y que en el 90% de los casos, el trailer es lo mejor de la película. Si el trailer te echa para atrás, mal vamos…

GatoSamurai
GatoSamurai
Lector
15 mayo, 2008 17:17

Entiendo lo que se quiere decir con este post, pero no me parece justificación de lo que se prevee que está haciendo el señor Miller.

Si no sabia como hacer esta película, que se hubiese estado quietecito.La ambientación que le da no esque no le pegue, pero está claro que es un calco de la peli de Sin City en todos los aspectos (visual, sonoro, frases, planos..) y ni siquiera se ve el antifaz.

Aún asi hasta que salga el producto final, queda bastante asi que a lo mejor cambia algo, aunque no lo creo, visto primero el Teaser Poster, y ahora el Teaser Trailer seguirá ese camino…

Por cierto, si se me permite decirlo, se podia haber dicho lo mismo y más claramente, sin recurrir a una escritura tan pedante y recargada. Parece que el autor está más interesado en demostrar lo mucho que sabe, más que defender la dificultad de pasar The Spirit a la gran pantalla.

Adam Strange
15 mayo, 2008 17:19

en serio crees ese porcentaje con respecto a los trailers?, posiblemente para lo unico que funcionen es para ver algo la puesta en escena, pero en verdad eso de confiarse en el trailer funciona solo para las comedias…

Pastor
15 mayo, 2008 17:24

Ahora que recuerdo… ¿no existía una anterior adaptación de Spirit?

GatoSamurai
GatoSamurai
Lector
15 mayo, 2008 17:28

Con las comedias, las pelis de miedo, de acción… y hoy en dia, que en la mayor parte de los trailers te cuentan la pelicula entera, con más razón todavia…

Masao
Masao
15 mayo, 2008 17:35

Si la excusa de que el tono sea tipo Sin City es que el cómic de Spirit es muy difícil de adaptar, ¿para que molestarse en hacer una película? si una pelicula va a cambiar radicalmente el espiritu de la obra original mejor dejarlo correr y no hacer una adaptaciópn para la gran pantalla.
Habrá que esperar a verla y como queda alfinal…

Mr. Zaxxx
Mr. Zaxxx
15 mayo, 2008 17:58

No sé cómo hay gente que todavía se fía de los trailers… Hay demasiada gente que pensaba que el Motorista Fantasma iba a ser buena por lo que se veía en el trailer 😐 (en vez de fiarse de la calidad de las anteriores películas del director…)

Yo repito en todos los foros y blogs que visito que la película me da mala espina únicamente porque no sé si Miller puede ser un director de cine. Del resto no me atrevo a opinar.

Atonman
Atonman
15 mayo, 2008 18:11

Caray, excelente artículo, felicidades.

Muy interesante y nos hace ver lo complicadísimo que lo tiene Miller para adaptar esta obra en la gran pantalla, parece que al menos no la hará realista, cosa que realmente no le pega a un cómic de estas características. Lo malo es que es demasiado colorista como para convertirlo en otra Sin City, que es lo que más espanta del teaser.

Esperemos a ver qué es capaz de ofrecernos Miller.

Antoño Retoño
Antoño Retoño
15 mayo, 2008 18:33

Creo que en un episodio de Los Simpsons a Homer le preguntaban si iba a ver no recuerdo qué película después de haber visto el trailer. Y él contestaba: «¿Para qué? Si ya he visto lo mejor…»

En la mayor parte de las películas de acción y similares es algo totalmente cierto.

IchabodCrane
IchabodCrane
15 mayo, 2008 18:44

Coincido Con GatoSamurai y Doctor Saxxx:
Todo muy bien desde el análisis viñeta a viñeta del Spirit, pero eso no es justificativo de lo que se ve como la versión «Sin City» de un personaje que ni siquiera es de Miller. Por lo que se vió hasta ahora (y hablo sólo por lo que se vió, entiendase bien que la película todavía puede cambiar mucho), The Spirit podría haber sido muchísimo más fiel a su origen de tinta y papel, empezando por el desarrollo de sus personajes. Vamos, que el Spirit no es Batman, ni Octopus el Joker! MIerda, ni se le veía la cara a este último! Y convengamos que Samuel Jackson me está empezando a llenar un poquito, se prende en todas este pibe. En cualquier momento organizo un picado Solteros contra Casados, lo llamo y viene el Jackson éste. Y está esa cosa subyacente de que si aparece Samuel en una película es cool…
Para mí lo que hace Miller con este personaje y su mundo, y la manera en que lo interpreta (lean las opniones del mismo Miller en el blog de producción de la película) rozan lo pedante. Miller en mi opinión, es un muy buen narrador y un muy sobrevalorado artista. De ahí a ser director de cine hay un camino que recorrer.

El_Mago
El_Mago
15 mayo, 2008 20:56

A mi tampoco me parece que la pelicula vaya a ser muy buena, pero, ¿No se estan haciendo predicciones muy temprano? digo ¿cuanto dura el teaser? creo que con lo poco que dura el teaser es muy aventurado decir que va a ser una calca de Sin City o algo como Sin City 2, pero bueno, es mi muy humilde opinion

Emiman
Emiman
16 mayo, 2008 0:30

En verdad tendria ke parecerse mas a DICK TRACY

Tomás Pardo
Tomás Pardo
16 mayo, 2008 0:54

«Ahora que recuerdo… ¿no existía una anterior adaptación de Spirit?»

Existe un telefilm del 87, protagonizado por Sam J. Jones (Flash Gordon) y dirigido por Michael Schultz, que aquí hemos podido ver en televisión alguna vez. Ni la peli, ni el actor o director, han pasado a la historia. En cambio su guionista, Steven E. de Souza, ha sido capaz de lo mejor y peor. Desde la Jungla de Cristal I y II, a Superdetective en Hollywood III o Juez Dredd. De Límite 48 horas y secuela a Street Fighter. De todas maneras, tiene mi eterno reconocimiento gracias a El Gran Halcón.

Y no. No ha salido en DVD.

demonioxxx
demonioxxx
16 mayo, 2008 1:01

como dice eminam , «tendria ke parecerse a Dick Tracy», pero dudo que los prodcutores quieran otro fracaso como ese

Toni Boix
16 mayo, 2008 9:21

¿Dick Tracy fue un fracaso?

José Torralba
16 mayo, 2008 10:05

No… Oscar al mejor maquillaje, dirección artística y canción de ese año. En la parte económica, presupuesto de 47 millones y recaudación de 103 en USA y 59 en el resto del mundo. No fue un descalabro pero tampoco un exitazo, más si lo comparamos con el Batman de 1989 que consiguió la friolera de 411 millones en todo el mundo, 251 sólo en USA (y un año antes de Dick Tracy, que es de 1990).

Por cierto Toni, como ya te anuncié ayer –y lo hago público, para no escaquearme– el artículo me ha gustado tanto y tengo tantas cosas que decir que mi respuesta, en vez de a través de un comentario, te llegará a través de un post la semana que viene. Mismo día, misma hora, mismo lugar. Ahí queda eso compañero 😉

PD. Terminé a las 4… eres un peligro conversacional (broma privada).

p.
p.
16 mayo, 2008 10:24

La película no será en blanco y negro sino a color, igual que el cómic de Eisner. Y a Octopus sí se le vio el rostro en alguna historieta de Eisner… sólo que no era su verdadero rostro sino una máscara. Curiosamente, una de las máscaras que llevaba en el cómic lo presentaba como un calvo. Como Samuel L. Jackson.

KalEl el Vigilante
17 mayo, 2008 0:06

Para mí si Sin City es como es, es porque existe una obra como Spirit. Los referentes visuales de una están muy homenajeados en la otra. Y el cartel es muy típico-Spirit…

Iván Lasso
17 mayo, 2008 3:43

Por sus declaraciones, me parece que Miller se lo tiene más creido que nunca, y que de alguna manera quiere ligarse a la obra de Eisner, como si de esa manera se encumbrase a las alturas donde está el bueno de Will (lo digo sin cachondeo, eh). Me da la impresión de que siempre está a la defensiva, justificando porque hace la película así en lugar de explicarlo (o será que yo soy demasiado picajoso y eso sólo me parece a mí).
Y es que Spirit es tan difícil de trasladar al cine por las razones que tú tan brillantemente expones (aunque un poco durillo de leer sí es ;)). Razones similares por las que Whatchmen tampoco da buena espina (salvando las distancias, claro).
De todas formas, habrá que hacer un esfuerzo, intentando olvidarse del cómic, y ver que hace el bueno de Frank, al que le puede la vanidad, insisto.

Toni Boix
17 mayo, 2008 16:50

Creo que parte de lo que dices puede percibirse en el libro-conversación de Eisner y Miller, en un apartado donde Miller le dice a Eisner que lo que hacen ambos es similar y Eisner le replica que no acaba de ver en qué sentido.