Hacer la reseña de Lavennder es una tarea difícil, no por la calidad de la obra, que la tiene, sino porque se trata de una de esas propuestas que es mejor abordar sabiendo lo mínimo posible para poder disfrutarla libre de prejuicios o ideas preconcebidas. Lo que sí se puede afirmar sin ningún tipo de problema es que la obra de Giacomo Bevilacqua viene a confirmar que la línea de novelas gráficas del sello Sergio Bonelli Editore que publica Panini es una caja de sorpresas con propuestas de todo tipo y de una calidad media notable.
Giacomo Bevilacqua es una artista multidisciplinar italiano que ha trabajado tanto para el mercado italiano como para el mercado USA. Fue compañero de estudio de Gabrielle Dell’Otto y consiguió la fama gracias a la tira cómica A panda piace, publicada en varios idiomas. Para los USA ha trabajado en series como G.I.Joe: Future Noir de IDW Publishing y en Italia ha colaborado con editoriales como Panini, Bao Publishing o Sergio Bonelli Editore en la que ha publicado esta Lavennder y un especial de la serie Dylan Dog. Bevilacqua también ha trabajado como diseñador gráfico, artista de storyboards para cine y en el mundo de la publicidad.
Lavennder nos presenta a Gwen y Aaron, una pareja joven que busca unas vacaciones de ensueño en una isla deshabitada. Pero lo que deberían ser unas vacaciones en el paraíso se torna en algo más misterioso e inquietante. Algo que se mueve entre las hojas, en la espesura del bosque. Y parece espiarlos. ¿Hay alguien más con ellos, en ese remoto lugar?
La verdad es que me acerqué a Lavennder esperando encontrar algo del estilo de Abismo (Peter Benchley, 1976) o Into the blue (John Stockwel, 2005) con una trama de intriga en parajes exóticos y con escenas de buceo pero lo que me encontré fue algo diferente y que consiguió sorprenderme gratamente.
Sin entrar en muchos detalles sobre la trama, lo que consigue el autor con muy pocos ingredientes es más que notable. A partir de las actividades intrascendentes de los dos protagonistas en la isla, va añadiendo elementos que van formando una intriga con ciertos giros hacía el género del terror que engancha al lector y no lo suelta hasta el inesperado desenlace. El propio autor reconoce que parte de la inspiración para esta obra está en las películas de terror que le gusta ver mientras trabaja y eso se nota en ciertos comportamientos de los protagonistas durante el relato, que pueden resultar absurdos (¿en serio se van a bañar a una poza después de haber visto a unos piratas merodeando en su isla desierta?), pero que encajan bien en la historia que nos quiere contar el artista.
El dibujo es de trazo limpio y refleja muy bien el entorno en el que se desarrolla la acción. Juega un papel importante el coloreado realizado por el propio Bevilacqua, que aporta una gran luminosidad a las imágenes y transmite la sensación de estar en uno de esos paraísos tropicales de playas de arena blanca y aguas de azul intenso. Se nota que el autor tiene experiencia en el mundo del story board porque la planificación de la acción y la narrativa son muy claras y fáciles de seguir con un acabado casi cinematográfico.
La edición de Panini contiene un par de artículos escritos por el mismo autor. Uno de ellos se titula 17 pistas y es muy recomendable leerlo después de haber leído la historia completa.
Valoración
Guión - 7
Dibujo - 7.5
Interés - 8
7.5
Inesperado
Sugestiva propuesta de Bonelli, mezcla de intriga, suspense y terror que sorprenderá a aquellos que se aproximen a la obra con la mente abierta y poco conocimiento previo de la obra
Gran reseña. Pintaza todo lo de Bonelli que está sacando Panini. Voy a picar com Dragonero, Lavennder y Monolith, seguramente, aunque también me llama la atención la serie del Comisario Ricciardi. Y la edición de Panini aquí es inmejorable.
Muchas gracias por comentar.
De las tres obras que mencionas te recomendaría sobre todo Dragonero, una obra de fantasía que, sin ser la bomba, está muy bien hecha y aporta unas cuantas ideas interesantes.
Lo que más me ha llamado la atención de las propuestas de Bonelli es su variedad temática y de estilos. Por lo que he visto en su catálogo hay obras de todos los géneros y algunas propuestas muy interesantes. Espero que la línea tenga éxito y podamos disfrutar de más obras de este editor en nuestro país.
Sí, tío, que siga la fiesta porque me ha sorprendido mucho. Sin ser demasiado consumidor de cómic europeo, de Bonelli había picado con varias colecciones de las editadas por Aleta (Nathan Never mi favorita, pero también Dylan Dog, Martin Mystere, Dampyr…) y todas tenían una calidad media-alta y propuestas muy interesantes. Un saludo!