Lazarus: Seis, de Greg Rucka y Michael Lark

Desde Norma Editorial han tenido a bien lanzar el sexto tomo de Lazarus, de Michael Lark y Greg Rucka, y como buenos siervos de la familia Carlyle nos rendimos ante él. Oderint dum metuant.

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Edición original: Lazarus Risen 1-3 USA (Image Comics)
Edición nacional/España: Lazarus: Seis (Norma Editorial, 2021)
Guion: Greg Rucka
Dibujo: Michael Lark con Tyler Boss
Color: Santi Arcas
Traducción: David Domínguez
Formato: Rústica. 152 páginas
Precio: 18€

Oderint dum metuant

¡Ha vuelto Lazarus!. Les ha costado, se ha hecho de rogar, pero por fin tenemos el sexto tomo de la colección en nuestras manos. Hacía dos años que habíamos podido leer el especial X+66 (aquí tenéis la reseña) y más de tres de el tomo cinco (y aquí su reseña), pero la culpa no tiene nada que ver con Norma, la editorial española se apresura a sacar los tomos cuando puede, los “descansos” de los autores están siendo más largos de lo esperado. Aunque nosotros estemos viendo los tomos numerados como si no hubiera pasado nada (al igual que ocurre en Estados Unidos con sus TPB), lo cierto es que la serie conocida como Lazarus cerró en mayo de 2018, para renacer un año después como Lazarus Risen, un nuevo número uno que prometía una cadencia algo superior para una serie que se supone de larga duración. Sin embargo ha pasado año y medio desde el relanzamiento y solo se han visto cinco números en su país de origen, eso sí, números alejados en el tiempo, con lo que la serie sigue adelante, con su equipo creativo original al volante. Esto es importante, porque le da un cariz de “comic de autor(es)”, hacia el que está derivando el cómic independiente de manera muy acertada, donde nos están gritando que esta es “su” obra y no una serie cualquiera. Y es que Lazarus se nota que es una colección muy cuidada, muy detallista, que no quiere, ni debe, tener prisa, somos los lectores los que nos tenemos que acostumbrar a su vez de no tener prisa, si lo que queremos es un buen trabajo muy cuidado, aunque solo lleguemos a ver un tomo cada dos años. Con esto no quiero decir que el especial X+66 no sea importante, la serie limitada que encontramos en dicho tomo es muy buena, te mete en detalles de otros personajes que enriquecen este enorme mundo, pero lo hacen con historias que nos permiten conocer mejor a otros y sin avanzar en la trama principal de Forever y la familia Carlyle.

Pero para hablar de su cadencia actual tenemos que tener en cuenta otra cosa, el grosor de la grapa en Estados Unidos. Mientras que con Lazarus estábamos ante un cómic relativamente normal, de 32 páginas, Lazarus Risen tiene cerca del doble, por eso cuando cogemos el tomo de Norma vemos un tamaño incluso mayor que el de anteriores recopilatorios aunque solamente incluya los tres primeros números de la nueva serie. No, no son extras, es que ahora una grapa equivale a lo que antes eran dos, eso hace que lo de sacar cinco números en ese año y medio ya no parezca tan poco y mejora su proyección en el tiempo, porque recordemos que es una serie que se supone que iba a pasar de los cien números y todavía no estamos en su ecuador. Esperemos que las ventas acompañen, que de momento lo hacen sin problema, situándose alrededor del 150 en la lista de ventas en grapa (recordemos que los tomos suelen ser más rentables), y tengamos Lazarus durante años, porque lo merece.

El número uno de Lazarus Risen es como si fuese el siguiente número de la anterior colección empezando un arco argumental nuevo, aunque hay un salto temporal es todo muy orgánico, han pasado un par de años de pequeñas escaramuzas, ahora estamos en el X+68 y las familias que dominan el mundo están haciendo movimientos importantes. Las primeras páginas ya nos devuelven a un Michael Lark en plena forma, con una incursión silenciosa en una instalación en el norte del continente americano, es decir, un escenario nevado que nos recuerda al magnífico tomo cuarto y donde el dibujante consigue asombrar con los movimientos a la par que transmite la tensión de una situación como esa. Solo es el principio y Lark ya nos tiene dentro. Ni que decir de la siguiente “reunión” de familias, la sobriedad con la que retrata a la ahora líder de la familia, Johanna, y su increíble manejo de la política, que contrasta con la Forever de pelo rapado situada a su lado, fría y obediente, cuando unas viñetas después es capaz de, solo con los gestos del cuerpo, mostrarnos a ambas vulnerables manteniendo una conversación sin que nadie las oiga.

Esto es solo el principio, pero la narrativa y la belleza en el dibujo de Lark se mantiene así en cada una de las páginas del tomo. Todo esto crece gracias a Santi Arcas, el colorista ha demostrado que su participación en esta serie es imprescindible, el tercer miembro de una magnífica banda de esas que no queremos que se separe jamás. Arcas le tiene totalmente pillado el tono a Lazarus y al dibujante, es un colorista que ha sabido dar un toque personal a la serie que la hace reconocible, con esa predominancia de luchas al amanecer y al anochecer que quedarán para la posteridad. La iluminación suave de los interiores, que aporta ese toque de amenaza íntima vinculada a este tipo de política, o los grises que aportan una suciedad moral a la limpieza de los laboratorios y quirófanos, dan un extra a las escenas que, mediante los objetos, nos transmiten el estado necesario para entrar en las conversaciones que se plantean en las diferentes localizaciones. Además tiene un talento especial para resaltar la sangre en los momentos justos y sin ser excesivo.

¿Y qué se puede decir del guionista?, Greg Rucka comenzó su carrera con una obra propia que ganaría varios Eisners, nos sigue dando auténticas maravillas como Black Magick, La Vieja Guardia o la serie de Lois Lane en DC, y con todo ello ninguna está tan cuidada como Lazarus, solo hay que ver los carteles de propaganda al final de tomo. Siempre se le ha dado muy bien crear personajes muy diferentes y situarlos como piezas en un tablero, conocemos sus límites pero no cómo se van a mover, además de manejar un gran número de ellos, mismamente en Queen & Country salía una cantidad ingente, pero lo de Lazarus llega a otro nivel.

En este tomo tiene una dificultad doble, volver a meternos en este mundo tan grande tras un tiempo considerable y conseguir que sea plausible ese salto temporal después de cómo habían quedado las cosas en el anterior. Ni que decir tiene que lo consigue de sobra gracias a una narración pausada, que se presenta con calma, dejando un primer capítulo para mostrar los movimientos de las familias, sin prisa y con la una cualidad que siempre me asombra de esta serie, el espacio del dibujante para la acción sin diálogos.

Pero que ese primer capítulo se tome las cosas con calma no quiere decir que no se avance, se hace y mucho. En la presentación del nuevo estatus de los personajes hay un contante movimiento de información, en casos bastante sutil, que nos dicen el estado de la guerra entre familias, los avances y los nuevos bandos tras las traiciones vistas en los anteriores números. Digamos que se desarrolla todo de tal manera que a la mitad del primer capítulo ya estamos dentro otra vez.

A lo largo de todo el tomo los personajes van discurriendo de forma muy natural, poniendo un peso especial en Forever y Johanna, dejándonos ver las fortalezas y las debilidades de ambas, pero se dan unas pinceladas a otros, concretamente a Bethany y al patriarca de la Familia, que les otorgan más profundidad. Impresiona sobre todo la nueva faceta de Malcom, que se narra en muy pocas viñetas y con un peso absoluto de las expresiones corporales.

Si cada uno de los anteriores tomos se caracterizaba por algo concreto (familia, política, guerra…) este es por sus enfrentamientos, mientras que una mitad sigue mirando al interior de la familia Carlyle la otra es Forever sola contra diversos Lazarus, llevándose los grandes momentos del tomo. Las traiciones, el encontronazo con Joaquim con ese “Yo soy el Lazarus” como punto álgido o la llegada del Dragón y la peculiar forma de luchar contra él definen este Seis, donde hay un buen puñado de revelaciones y un cliffhanger final de los que les gusta a los autores.

Pasan los años pero la calidad de esta serie no se mueve ni un milímetro.

Lo mejor

• El guion, el dibujo, el color, la rotulación, el tamaño, el olor… es Lazarus. Es única.

Lo peor

• La familia Carlyle son lo peor, aunque quizás Vassalovka sean peor. Lo que tengo claro es que no quiero vivir en ese mundo.

Edición original: Lazarus Risen 1-3 USA (Image Comics) Edición nacional/España: Lazarus: Seis (Norma Editorial, 2021) Guion: Greg Rucka Dibujo: Michael Lark con Tyler Boss Color: Santi Arcas Traducción: David Domínguez Formato: Rústica. 152 páginas Precio: 18€ Oderint dum metuant ¡Ha vuelto Lazarus!. Les ha costado, se ha hecho de rogar,…
Guión - 9.7
Dibujo - 9.7
Interés - 9.7

9.7

Espada

Una vez más, Lazarus demuestra que es la mejor.

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mespinpe
mespinpe
Lector
9 febrero, 2021 17:48

¿Alguien sabe por qué Norma se ha saltado los números 27 y 28 de la colección? Les he preguntado en Facebook y han pasado de mi.

mespinpe
mespinpe
Lector
En respuesta a  Igor Álvarez Muñiz
9 febrero, 2021 18:45

Gracias! Pues espero que los recopilen en un papeback posterior, porque si no menuda gracia.